Partida Rol por web

La muerte de Axel suponía que la compañía con la que se reconfortaban se encontraba comprometida, la poca luz que producían los focos afinaba apenas los rostros de los internos y la abarrotada puerta que alejaba los peligros de los pasillos no servía de mucho, no obstante, era preferible eliminar al peor de los males dentro de aquella sala ahora repleta de sangre y un hombre muerto, una carnicería injusta para un hombre noble como Axel.

Los internos no estaban del todo bien, o al menos algunos creían estar lúcidos. Pero era momento de actuar, alguien había asesinado aquel hombre, pero ¿de qué manera? ¿Qué quería decir Axel antes de morir? Y ¿De dónde provenían los Woopy?

Por supuesto, el primero en alzar la voz fue el Doctor en Filología Inglesa Mischievous MedicalSchool, el cual parecía extrañamente relajado para haber presenciado de primera mano el brutal asesinato de uno de los presentes. Pese a ello, lo que iba a comentar no iba a tener relación alguna con la pérdida de la vida humana que tenía delante.

No siempre recibimos lo que queremos...

Por ejemplo, Axel no quería morir.

Y yo quería saber qué diablos es un Woopy.

Con esto dicho, se giró hacia el resto de los presentes e hizo la misma pregunta que iba a hacerle a Axel antes de que las luces se desvanecieran y el terminara diciendo palabras extrañas que ni siquiera un Filólogo Inglés como el Doctor Mischievous MedicalSchool comprendía.

¿Alguien sabe lo que es un Woopy?

La señorita Anderson no se sorprendió por la muerte del tal Axel, era tan anciana que había visto tres paros cardiacos seguidos en una fiesta del té. Lo que le pilló por sorpresa fue que sus preciosos zapatos estaban manchados de la sangre de chaval.

¡Oh, eran recién estrenados! ¿Alguien más quiere arruinarme el día? Woopy aquí, Woopy allá... Justo cuando alguien va a explicar algo, muere. Y lo que es mas importante... ¡¿Quien ha hecho que me manchen los zapatos?!

Pero ya lo dije los Woopy son trabajadores del gobierno,nos mataran a todos,bueno a todos menos a mi van a ver aquí no hay nadie que los pueda salvar,solo yo,porque yo seré el último en caer- mire a los demás bastante confundido -Los Woopy,ellos ya vienen- empecé a aplaudir buscando llamar la atención de todos -Aqui esta su Dios,si hacen lo que les digo podrán ver la verdad,podrán salvarse de los Woopy.

Ya vimos que ese sujeto falleció por saber de los Woopy pero el no sabia que solo debes hacer lo que te dicen eso haré yo vamos a vivir mientras me hagan caso,ahora yo y los Woopy viviremos,pero necesito que me alaben,alabadme como a su Dios porque eso soy ahora un dios para ustedes.

Y de repente sucede aquello, justo cuando Molly estaba por conversar con Shirley, así que muevo la cabeza y hago un gesto de duda muy claro. Esto se pone peor, y mi muñeca debe tomar la palabra. - Ella hablará. - indico mientras que con mis manos sujeto al juguete para que los mire a todos, bien agarrado así no me lo quitan. -​​​​​​Eso de los woopy es raro, hay conspiración... El gobierno nos quiere exterminar y nosotros debemos ofrecer una resistencia. Somos los internos, gente sabía, inteligente y capaz. - explica Molly, osea yo con otra voz. 

- Ya la escucharon, ahora me susurra cosas al oído, eso es difícil Molly, no sé... ¿Te parece? - pregunto a mi muñeca, la miro a los ojos y luego a los demás. - Molly dice que debemos pensar en que un enfermero a perdido la mente y está haciendo cosas contra nosotros. A mí me violaba uno, así que puede ser... Hay que temer de ellos, son raros, te dan pastillas y a Molly la hace marear. - explico mientras hago un gesto típico de un paranoide total. 

- ¿Que quieres decirme Shirley?- pregunta Molly. 

Mi expresión se mantuvo prácticamente igual durante el pestañeo de las luces y los gritos indescriptibles de nuestro buen amigo Axel, siendo que apenas todo regresó a la "normalidad" estudie el ambiente, observando entonces los restos del pobre hombre tirados por el pasillo...

-¡AAAHH! -grité de pavor, obviamente de manera fingida y forzada, mientras miraba a los demás presentes en el lugar, callando mi grito poco a poco al ver que buena parte de los otros apenas y reaccionaron a la muerte de alguien justo delante de ellos. -. Vaya... Supongo que Batman se ha pasado un poco esta vez...

Todos parecían metidos en el papel de querer averiguar quién fue el causante de aquel atroz acto, qué podíamos a hacer, y... ¿Que demonios era un Woopy?

-Por supuesto, su omnipotencia... -hice una reverencia elegante pero burlona hacia Alex, enseñando entonces una amplia sonrisa antes de reincorporarme. -. En lugar de decidir líderes, deberíamos pensar como actuaremos ante el siguiente movimiento de los "Woopy"... ¿Alguien con un plan?

Entonces, escuché una de las hipótesis comentadas por Molly a Frances, mostrándome un poco, solo un poco, apenado por la chica peliverde.

-Una lastima, una linda señorita no debería ser manoseada por hombres salvajes como estos doctores... -le dije con todo el tono de honestidad que podía tener. ¿Que podía decir? Llevaba ya un tiempo encerrado aquí, y aunque Frances no fuese psicológica, si que le tenía puesto el ojo encima desde hace un tiempo... -. Ahora solo quisiese saber... ¿Por donde se ha colado el "Woopy" que mato a Axel...?

   L...los Wooopys o..¿ o eran l..los Wooooopys..? - Decía Norman mientras caminaba hasta delante... pero una vez la luz parpadeaba se daba vuelta y comenzaba a andar hacia el otro lado - N..no me quedo d..del todo claro... p.pe...pe...pe..pero...

...

...

...

    ¿ Que es un Wopy...?

¿ quienes son ustedes ?

  Hola... - mientras agitaba la mano en el aire pero sin detener su camino - s..soy Norman...  _{C..creo q..que ya nos presentamos Norman}

¡¡ S.SILENCIO !!

Todas las hermanas se apartaron de la sangre dando un saltito hacia atrás en una coreografía improvisada, terminando en un giro de 180º y un par de pasos estilo Charleston. Se llevaron la mano al pecho ante el cadáver antes de juntar sus manos como si fuera un rezo al unísono.

Miraron a todos sin saber cual estaría menos loco (¿se podía decir eso en un manicomio?) o a quién pertenecía ese extraño nombre de “Woopy”, siendo una de ellas la que rompiera ese silencio.

Como una loncha de queso en un sándwich preso. Te sientes insosiego entre la duda y el miedo. Y gritas no pueeedo…- Tarareó esta vez sola sin que sus hermanas la siguieran, aunque no tardó otra en coger el testigo de aquella oración-canción desafinada.

No te rindas si quieres ganar, si lo haces vas a fracasar.- Señaló a Alex Walker, el que más le había llamado la atención por sus palabras, siguiendo el coro todas las hermanas.- ¡Fracasar! – Sonrieron, haciendo percusión con sus manos a base de palmadas o golpeando sus rodillas. La verdad es que ninguna mantenía un mínimo de ritmo, más bien parecía una apisonadora intentando imitar el sonido de un violín.- Dios sólo hay uno y nuestro Señor nos vigila. Si eres siervo de Jesucristo canta con nosotras para hallar la paz (¡la paz!)

-(¡la paz!) Canturreo Rainbow que se había unido al final de la fila de señoritas. Y es que aquellas chicas eran las únicas que aportaban algo de color a ese grupo de tonos oscuros y sobrios.

Fijándose más en el fiambre, bueno más bien en sus restos sanguinolentos, llego a una conclusión. -Rojo... Violencia, odio, agresividad... Miro la sangre que lo cubría todo. Incluso los zapatos de la tuerta. 

Su mirada quedo fija en los zapatos, hasta que una pregunta interesante le saco del trance. -Muy cierto señor payaso ¿tal vez por debajo de la puerta? Se acercó contoneándose a la puerta y poniéndose de rodillas verifico que era imposible colarse por ese hueco.

- Hm payaso, me agradas y a Molly también le gustas. - digo al escuchar sus palabras mientras la muñeca asiente con su cabeza siendo un movimiento mío con las manos. - Nos quedaremos contigo, estaremos a salvo. - enuncia la muñeca mientras sonrío a mi compañero. No me molesta el hecho de que hable de Batman, me preocupa más esto de los woopy y que uno ha caído. 

- Hola Norman, soy Frances y ella Molly. - nos presentamos con una sonrisa las dos. 

Había perdido el habla tras aquella grotesca explosión y ni siquiera el hecho de que Molly se dirigiera a ella lo había corregido. Los restos del pobre Axel se encontraban esparcidos por todos lados, la sangre lo había salplicado todo, y el murciélago probablemente había escapado en el medio del estruendo.

No debes hacerlo, Shirley. Ya los doctores te lo han advertido. Una más y vuelves a la sala de aislamiento, camisa de fuerza incluída.

Pero estaba allí, percibía aquel aroma metálico que tanto le agradaba, las moscas no eran nada en comparación, ni siquiera las que explotaban en su boca con el abdomen hinchado. Corrió en dirección de la anciana mandona y comenzo a limpiarle los zapatos utilizando sus saliva y relamiéndose los dedos después de cada pasada mientras intentaba controlarse. Se preguntó si los woopy seguirían atacando, no le gustaría terminar como Axel, en aquel sitio donde nadie sabía aprovechar un suculento festín.

Por lo menos, entre aquel grupo de locos, habían quienes mostraban cierto nivel de cordura... Hasta cierto punto, por supuesto; eso no dejaba de lado al resto, todos los allí presentes eran interesantes a su manera, pero si algo había aprendido de mis anteriores huidas... Es que no todos podían ser parte del climax.

-Ustedes también me agradan -respondí con una amplia sonrisa a Molly y la señorita. -. Estaréis a salvo conmigo... Al menos hasta que llegue Batman: algunas veces se le puede ir la mano, y si fue el responsable de todo esto... Anda de malas -opiné, antes de estudiar nuevamente a los presentes.

Lo dicho por Xavier dio un poco para pensar... Solo un poco. Entre todos los cabeza-huecas que había allí, parecía ser que nadie se daba cuenta de un detalle importante...

-...Ah: nadie pudo haber entrado o salido -dije luego de llegar a la conclusión. -. Eso significa... ¡Que los Woopy están dentro! -confesé con cierta sorpresa en mi rostro, más rápidamente empecé a reírme. -. Vaya juegito nos han montado los doctores... ¡Ha, ha, ha! Sabía que eran macabros, ¿pero para colarnos a una "cosa" para acabar con nosotros? Al mejor nos hubieran permitido nuestra última cena, que descarados...

Por supuesto, yo recibiría la noticia con muuuchas risas... Hasta que empece a tomar un poco, solo un poco, más enserio el asunto.

-Entonces... ¿Quién quiere ser el primero en señalar? -yo no estaba loco; LA SOCIEDAD decía que lo estaba. Sabía bien que situación estabamos metidos... Y la sabría aprovechar muuuy bien... -. Alex... Dices que nos podrás salvar de los Woopys con tus poderes de Dios, ¿no? ¿Acaso... Tienes alguna relación con ellos? -simplemente empece a separar gente: unos parecían asustados pero interesados en resolver el tema, otros no les podría interesar menos el asunto, y un grupo más pequeño, yo dentro de este último, intentaban pensar con lógica un poco... Bueno, yo solo quería salvar mi cabeza al menos hasta que llegase Batman...

La limpieza de zapatos de Shirley la pilló por sorpresa, desde luego. No se negó a que lo hiciera por muy repulsivo que fuera, a ella le daba igual.

Al fin... Una trabajadora decente en este lugar. Desde que Simon se fue esto ha sido un desastre.

La charla del niño sobre tratarle como a un dios aburría a la señorita Anderson. Un niñato sin pelo en el pecho no le iba a decir qué hacer.

De todas formas de qué nos sirve hacerle caso a este si dice que "él y los Woopys vivirán". ¿Y estoy de acuerdo con el payaso, conoce a los Woopys o qué?

Las acusaciones comenzaban y la confusión tal vez se acentuaba, o al menos la percibían como algo natural dado que viven en ella. Shirley Ashton se encontraba tambaleando de un momento a otro hasta que comenzó a toser de manera compulsiva, más fuerte... Más fuerte...

De su boca brotó sangre, litros y litros de sangre mientras se rodeaba el estómago con ambas manos, bajo su piel comenzó a emanar una especie de vapor hasta formar una especie de nube a unos cuantos metros arriba de ella y tomando forma humana, este "fantasma" de vapor tenía la peculiar forma de Shirley quien ya se había desplomado en el suelo mientras que el cuerpo de vapor comenzó a gritar hasta desvanecerse completamente.

Alguien había asesinado a Shirley de alguna manera, y esta parecía haber mostrado un ser maligno que se ocultaba en su interior, de cualquier manera, ya había muerto.

La sonrisa del Doctor en Teología no se hizo esperar, a fin de cuentas, uno de esos "Woopy" se hizo aparición tan solo porque este lo deseara, sin lugar a dudas, esto iba a ser como un paseo por el campo, siempre y cuando, los otros Woopy que hubiera también decidieran salir de la boca de los presentes.

¡Ha sido encantador! ¡Magnífico!

¿Quién más puede hacer estas cosas?

¡No importa! ¡Ya lo comprobaremos en breve!

Su mirada se tornó hacia otro de los presentes, esperando buscar una respuesta afirmativa a la hora de sus teorías de sacar el espíritu por la boca como una practica habitual entre sus compañeros de encierro.

     H...hola Fra..frances... _H..hola M..moli..- saludaba con la mano Norman al ver que una persona le comenzaba a dirigir la palabra - soy Spell...spell...- mientras se quedaba mirando a la nada por unos segundos, luego miraba al suelo y luego le volvía a ver a Frances y su muñeca

  _{¿ D...donde s..se..se supone que estamos...?}

  C..creo en... un h..hospital.. mi....mira..._{s..si hay hasta doctores y todos... -} mientras apuntaba al tipo que parecia tener una especie de objeto metálico en su frente - _{¿ S...servirá para vernos en ropa interior ?}

   Sin tener tiempo de preguntar o responder a lo que iba haciendo el resto de sujetos en el sitio Norman le toco presenciar el como la muchacha con cabellos rosados comenzaba a chorrear todo el suelo como si una botella de gaseosa hubiera sido batida antes de abrir - Ohhhhhh... e...era roja... i..igual que su pelo - con la vista pegada al charco que se iba extendiendo - S...si a el le pasa lo mismo.... ¿ d..dejara un charco azul ? - mientras apuntaba al tipo con un extraño peinado como si fuera un nido de pájaro totalmente azulado.

Como pueden ver el tiempo corre- aplaudi 3 veces antes de continuar con mi discurso ególatra que apostaba todo el mundo quería escuchar -Tick,Tack-Tick,Tack-Tick,Tack- dije tres veces mientras movía ambos dedos índices lado a lado -El tiempo corre,los Woopy vienen,quizás a jugar quizás a comer- mi voz parecía más una rima infantil casi cantandola a los demás presentes mientras Shirley era cocinada viva al vapor y el Woppy desaparecía en la nada.

¿Que si conozco a los Woppy?,es riduculo suponer algo asi,que ellor los mataran a ustedes antes que mi es obvio ya que ahora para ustedes soy un Dios y un líder pero intente no decir mucho sus nombres,ya vieron que sucedió al llamarlos tanto,quizás pensaron que los invitamos a comer- aplaudió dos veces más buscando llamar la atención de los siervos con los que me encontraba -Asi que mejor dejen de decir el nombre de los Woppy tan a la ligera o los Woppy se podrían molestar y como pueden ver los Woppy vienen a comer o jugar aun no estoy muy seguro.

Molly y yo dibujamos una sonrisa al escuchar las palabras del payaso, a sabiendas de que un compañero con esa actitud, es digno de tener al lado. - Nos quedamos contigo, me siento más segura así. ¿Tu que crees Molly?- pregunto a mi muñeca y ella responde muy rápido. - Mucho mejor, esta conspiración no está dando tregua, hay que buscar algún punto que coincida entre uno y otro... Me refiero a los muertos... Aunque bueno, ella quería llevarme, así que no era buena persona. - habla mi muñeca mientras la manejo con las manos. 

- Buena pregunta haces Alan. - halago y escucho la contraparte, Molly y yo nos miramos a los ojos, asintiendo sin más mientras los demás expresan su opinión. Hasta que Norman me dirige la palabra. - Uh, nada de vernos en ropa interior. Eso es de pervertidos. - digo y la muñeca interviene. - Cochinooo, eso no se hace. No tientes a Frances que la tengo educada como una Señorita. - sentencia Molly. - ¿Charcos de colores? ¿Que delirio es ese? - pregunto y mi juguete se encoge de hombros. 

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Las hermanas seguían tarareando en voz baja e imitando un movimiento de baile que más bien parecía una convulsión, escuchando a unos y otros hasta que la de las mujeres empezó a toser sangre y murió delante de ellos. Todas se miraron unas a otras sin saber qué había pasado y, lo más importante, qué canción cantar ahora mismo.

Hermanas, ¡reunión de emergencia! – Gritó una de ellas alzando una mano, haciendo que el resto inmediatamente se movieran a su alrededor para formar un círculo, uniéndose con los brazos y susurrando en voz baja.

¿Ha sido obra de Dios? ¿Castigo divino? Podemos cantar sobre la gracia del Señor

No sé, yo creo que ha sido el coronavirus ese…

¿Y gases? Le salió vapor, tal vez fue un pedo mal tirado y boom.

No está terminada la canción sobre ventosidades del señor, íbamos a estrenarla en el concierto de Navidad….

Seguían discutiendo sobre sus problemas del primer mundo cuando uno abrió la boca. Alex Walker, el mismo que antes las señala con un fragante “¡tú!”, ahora se hacía llamar “Dios”. Absolutamente todas soltaron un grito agudo de sorpresa, claramente ofendidas por sus sacrílegas palabras.

Hermanas, ¡formación! – Rápidamente todas se colocaron en sus posiciones, dos filas de cuatro chicas cada una ladeadas para mostrar un poco de perfil y una cara de muñeca de trapo que no sabías si estaba sonriendo o echándote una maldición.- Hermana Montserrat por favor, danos el tono.

La segunda chica situada en la fila superior, contando por la izquierda, carraspeó la garganta y dio una nota que más bien podía parecer un eructo. El resto las siguieron con palmadas y un vano intento de beatbox por dos de ellas. Aparte, invitaron a Xavier a unirse agarrándole del brazo para arrastrarle a la fila inferior ya que se había unido antes a su coro.

Yo soy católica únicamente (uh, uh), soy fiel al Papa, a la Iglesia y su magisterioooo (oh, oh, oh), es lo que necesita el alma simplemente para salvarse (ah, ah, ah, ah) que Dios sólo hay uno y nos está viendo… (nos está viendo, viendo, viendo) – Señalaron todas a Alex Walker.- Cuando vas a misa. Cuando vas a comprar. Cuando vas al baño. Dios te está viendooo (siempre viendo, yeah!)

La vieja Kearns seguía mirando la televisión sin señal, contando incesantemente las líneas paralelas que se movían ascendentes por la pantalla, hasta que de pronto todo quedó a oscuras, y un grito desgarrador dejó patente que Axel acababa de morir allí dentro, en la misma sala en la que se encontraban. La sangre le había salpicado como a muchos de ellos, pero esa no era la razón del cabreo monumental que llevaba encima, la verdadera razón es que no había terminado de contar el numero reiterado de veces necesarias, según su propio entender, aquella secuencia en la pantalla de televisión.

Para Bridget, era necesario centrar su atención en algo y contarlo un número determinado de veces de forma compulsiva, debido a su transtorno obsesivo-compulsivo; aritmomanía lo llamaban. La vieja gritó y empezó a dar puñetazos en el televisor al haberse apagado, para después proceder a tirarse del cabello, arrancando un buen mechón de pelo, momento en que se tranquilizó nuevamente, puso cara de felicidad y se puso a contar el numero de cabellos que sostenía entre sus dedos.

- Uno, dos, tres, cuatro, cinco... - fue contando uno a uno los cabellos, hasta que nuevamente las circunstancias volvieron a hacer que perdiese la cuenta, al empezar a toser sangre Shirley por la boca, provocando que los pelos que sostenía Bridget se cayesen al suelo. ¡Ahhhh! ¡Ya basta! ¡No me interrum...! - ​​​​​Entonces centro su atención en las veces que la pelirroja vomitaba sangre por la boca, aplaudiendo feliz a cada bocanada. ¡Oh sí! ¡Una! ¡Dos! ¡Tres! ! Cuatro! 

El cuerpo finalmente cayó al suelo, formándose una densa neblina unos metros encima de ella, una vez el vapor ascendía, para al poco terminar de desvanecerse. 

- Shhh... doctor. - Se dirigió entonces al doctor Mischievous, llamándole la atención. ¿Quiere que le cuente un secreto? Hoy no me he tomado la medicina. ¿No tendrá unas pastillas para mí? Puedo contarlas por usted si así lo desea... A todos los efectos, para la vieja Kearns el doctor era un médico del centro que estaba allí para darle sus pastillas.