Partida Rol por web

Paz y Ego

9. Investigaciones

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21/02/2015, 20:44
Director

6 de marzo de 1999, 11:15

Segismundo había tenido que escaparse de la casa de menores, porque la trabajadora social le había castigado por todas las veces que se escabullía. Normalmente no era un problema, pues por su misma naturaleza de sluagh y los encantamientos tejidos sobre ella por changeling adultos no solía preocuparse demasiado por Segismundo, pero últimamente estaba muy irritable y la estaba tomando con él.

Cuando llegó al Globo de Nieve se encontró la pradera cubierta por parches de nieve y a algunas quimeras y cortesanos de Liliana barriendo senderos aquí y allá. Hacía mucho frío y en lo alto de la cúpula se veían las nubes muy revueltas. Segismundo se dirigió directamente al molino que Conchi había ocupado para hacer sus labores sin ser molestada y llamó a la puerta.

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21/02/2015, 20:51
Conchi

Al otro lado de la puerta se escuchó un golpe y un suspiro, y después la voz de Conchi. Cualquier otro probablemente no hubiera podido entenderla, pero ser un sluagh venía con algunas ventajas, y una de ellas era un oído excepcionalmente fino.

-Adelante, adelante.

En el interior, el molino era una estancia cómicamente pequeña. Había una puerta al fondo, y unas escaleras vertiginosamente empinadas que conducían al piso superior. La habitación, redonda y con cortinas floreadas, contenía solamente una gran alfombra redonda y unos cuantos sillones dispuestos en círculo, además de unas cuantas mesitas. En uno de los sillones estaba Conchi, con una cesta a sus pies, con una labor de costura.

-Ah, hola, hijo -sonrió, y le señaló uno de los sillones. La boggan era una mujer pequeñita y encogida, que no dejaba de ajustarse el pañuelo de flores que llenaba en la cabeza-. Pasa, pasa. Siéntate. ¿Necesitas algo?

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22/02/2015, 12:47
Segismundo

Conchi le agradaba mucho al pequeño, era una mujercita menuda y tierna. Ser gruñona no le había agriado el carácter. Además, era una cotilla de primer grado.

Necesitaba ayuda, con sus recuerdos, alguna pista, algún lugar por el que empezar a investigar que había pasado con el final de su anterior vida. En esta, sus instintos de Sluagh le decían que algo oscuro reptaba en la sociedad faérica de la zona y no iba a quedarse de brazos cruzados.

- Hola Conchi.- comentó alegre. No recordaba haberla visto en la fiesta de cumpleaños de Cortapanes. Ahora que lo recordaba, tenía que llevarle la funda que se hacía invisible. Se pasaría después.- Necesito tu ayuda. Tus poderes de adivinación me vendrían muy bien. Me preguntaba si tendrías un rato libre, se que siempre estás ocupada. Antes de que se me olvide, te he traído esto. - Un par de chucherías que había cogido del cacharro de Trini, quedaron en la mesilla cerca de la vidente.- Espero que te gusten.

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22/02/2015, 14:20
Conchi

Conchi frunció el ceño, pero le dio un beso en la frente cuando se acercó y le dio las gracias por los caramelos. Desenvolvió uno y se lo ofreció al sluagh. El otro se lo metió en la boca y empezó a chuparlo, haciendo un ruido muy desagradable cuando chocaba contra sus dientes.

-No debería comer dulces -confesó con una sonrisa traviesa-. Tengo el azúcar por las nubes. A ver, cuéntame qué te pasa. Pero no sé si voy a poder ayudar. Mis Artes ya no son lo que eran.

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22/02/2015, 15:09
Segismundo

-No, gracias. son muy duros para mis encías.-mientras le respondía a su sonrisa con otra.

Se llevaba muy bien con la anciana, pero ¿Hasta que punto podía confiar en ella?. Tenía que jugar una baza arriesgada.

-Yo... yo me acuerdo de mi última vida. De como terminó.-No quería decírselo directamente, asi que no sabía muy bien por donde empezar.- Han muerto dos trolls, sin que haya quedado rastro alguno. Sin que nadie sepa quién o como lo ha hecho. Necesito alguna pista, algo con lo que empezar a investigar, para encontrar a quién me asesinó en mi última vida. Es la única forma que tengo de recuperar mi nombre, y evitar que siga muriendo gente. ¿Podrías conseguir que tenga una visión al respecto? 

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22/02/2015, 22:10
Conchi

A juzgar por la cara que puso Conchi esperaba que le preguntara algo sobre una niña que le gustaba o algún control en el colegio, ambas cosas dentro de sus especialidades. Aquello no era algo que se le oyera decir muy a menudo a un niño, después de todo. No a uno cuerdo, al menos.

-No tienes que preocuparte por esas cosas, Segismundo. Las vidas pasadas son eso, pasadas, y es mejor dejarlas descansar. Y sobre lo demás, bueno, para eso estamos los mayores, ¿no te parece?

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25/02/2015, 12:48
Segismundo

-Qué sea un infantil no significa que no pueda hacer esas cosas. Soy más rápido, ágil, sigiloso, que cualquiera de los mayores y sobretodo soy un sluagh y una fae. Saber cosas es mi naturaleza y vivir historias que merezcan ser contadas.-respondió en un susurro.- Anda, ayúdame, te prometo que no me peleare con nadie y que todo lo que descubra se lo contaré a alguno de los Rebeldes o Gruñones. Si las cosas se ponen feas, saldré por patas.

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25/02/2015, 13:11
Conchi

Conchi suspiró y Segismundo supo que iba a ayudarle. La mujer se quitó la labor del regazo y la dejo en el cesto que había a sus pies antes de levantarse del sillón entre ruidillos quejumbrosos que provenían tanto del mueble como de la boggan. Se marchó hacia la cocina y volvió, apenas dos minutos después, con una tacita humeante.

-Sopla un poco y bébetelo -dijo mientras dejaba el platillo en el brazó del sillón. Lo revolvió con una cucharilla que después golpeó contra el borde de la taza dos veces antes de guardársela en el bolsillo del delantal-. Le he puesto un poco de miel para que no esté amargo.

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25/02/2015, 15:10
Segismundo

Envalentonado por su propio discurso, y fascinado por la idea de experimentar un arte en sus carnes, sopló tal y como le había indicado Conchi. Podía oler el aroma de la miel, e incluso, que había sido libada principalmente de margaritas y azucenas. La infusión era de té negro, y estaba muy caliente. Cuando dejo de humear, y después de probar con un dedo que podía beberlo sin quemarse, se lo bebió lentamente pero sin pausa alguna. Después cerró los ojos esperando la visión.

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25/02/2015, 15:30
Director

De pronto un aire frío le azotó la cara, y la luz que podía presentir a través de los párpados desapareció. Cuando abrió los ojos ya no estaba en el Globo de Nieve, ni tampoco sentado. Estaba en el Nido de la Arpía, en lo alto de una de las torres. El suelo estaba cubierto de plumas, hierba seca y barro y excrementos de pájaro, y de unas botas enormes. Eran sus botas, sus pies. 
Segismundo era ahora alto como una torre, fuerte como un toro, y nunca se había sentido menos poderoso. Estaba, de hecho, aterrorizado. No sabía de dónde venía aquel miedo, pero le atenazaba el corazón y le cegaba la razón de una manera enloquecedora. Estaba a la vuelta de cada esquina, en cada sombra, en cada cielo nocturno, tras cada árbol. Todo a su alrededor resultaba amenazador, incluso dentro de sus dominios. Había huído hasta allí, recordó de repente. No sabía de qué, ni por qué en lo alto de sus aposentos, donde las estrellas susurraban amenazas traídas por el viento y el suelo cantaba su nombre amorosamente. Sólo sabía que iba a morir.

Una arpía chilló. Segismundo se volvió, pero fue demasiado lento. Apenas tuvo tiempo de ver en la oscuridad una figura indeterminada. La única característica que pudo reconocer antes de resbalar con las heces y caer hacia su muerte fue una frente de la que brotaban dos cuernos. Después no hubo más que velocidad y negrura.

Entonces se dio cuenta de que no había abierto los ojos en ningún momento.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: adivinacion

Dificultad: 1

Tirada (8 dados, se repiten 10s): 6, 1, 7, 4, 4, 9, 3, 4

Éxitos: 1, Éxito

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25/02/2015, 15:41
Conchi

-¿Y bien? ¿Qué has visto? -preguntó Conchi con suavidad.

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25/02/2015, 16:20
Segismundo

Abrió los ojos de golpe, ante la impresión de la caída. Como si del final de una pesadilla se tratase

-Los últimos momentos de mi última vida. Pero también lo que sentía en aquel momento, y era miedo, mucho miedo. De...todo.- Pero era un miedo ajeno, y ahora el linaje de su alma inmortal era el de los que habitan en las pesadillas y los rincones oscuros. Era sorpresa lo que teñía su voz, duda lo que le hacía titubear. Pero si Conchi esperaba que la experiencia le apartase del camino, se iba a decepcionar. No había ni gota o sombra de miedo en el Infantil.-También he recordado, que lo que me mató, tenía cuernos en la cabeza. Podría ser un sátiro, pero también, cualquier quimera con eso. De todas formas, ya sé donde tengo que investigar. Muchas gracias, Conchi. ¿No sabrás nada de algún suceso importante de hace diez años, verdad?

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25/02/2015, 20:10
Conchi

-No debería haberte ayudado -se lamentó Conchi, ojos llenos de preocupación. Estiro el brazo y le colocó bien un mechón del flequillo-. Ay, hijo, lo siento mucho. Lo mejor es que te olvides del tema. De esto no va a salir nada bueno.

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25/02/2015, 20:26
Segismundo

-Pero yo no tengo miedo, Conchi. Eso era otra persona.- La súbita preocupación de la mujer y como había evitado la pregunta, hacían que Segismundo se preguntase cuanto sabía esta mujer.- No me has respondido a la pregunta. Si sabes algo, necesito que me lo digas.- Dijo mientras ponía su tono más lastimero y su cara de perro degollado posible. Era ruin, pero si podía explotar la obligación de los boggans de ayudar a los necesitados lo pondría en práctica. No podía permitir que un malvado caminase libremente por ahí.

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25/02/2015, 21:30
Conchi

-Ese año se murió la Condesa anterior a Lord Marcel. Fue muy triste. Había sido una chica muy maja. Pero nadie la mató ni nada. También se creó el PP y se murió un emperador en Japón. Vete a saber tú dónde vivía tu vida anterior. De verdad, es mejor que te olvides.

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25/02/2015, 22:41
Segismundo

-No, Conchi. Yo era esa Condesa...y fui asesinada por algo con cuernos en la cabeza. No solo eso, sé que otro troll del ducado ha muerto recientemente. Tengo que descubrir quién está detrás de todo esto.- el Sluagh se levantó para despedirse dandole un beso en la mejilla. Tenía claro a donde tenía que ir a investigar. Nido de la Arpía, y como era habitual, no dejarse ver mientras tanto.-Gracias por todo, es hora de que me vaya.

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26/02/2015, 15:24
Conchi

Conchi le agarró del brazo y le miró a los ojos, buscando tal vez un destello de Lady Felisa en su mirada. Si lo encontró, no lo reveló. Le dio un beso en la frente y le dejó marchar.

-Ten mucho cuidado, ¿eh? No te metas en líos.

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26/02/2015, 15:24
Director

6 de marzo de 1999, 17:30

Segismundo no pudo ir al Nido de la Arpía hasta después de comer, y aún así tuvo que andarse con ojo. Lord Marcel no le soportaba, y por extensión Sir Seve y blanca tampoco. Aún así nunca encontraba la puerta del feudo cerrada, ni las arpías le atacaban. Aquel había sido su hogar y, aunque ahora obedecía a Lord Marcel, los muros no le habían olvidado.

En el patio principal no había nadie. Sobre él, las plataformas que unían las varias torres le protegían de la llovizna que empezaba a caer. Hacía frío y se estaba levantando el viento, que se le metía dentro de la chaqueta como dedos de hielo.

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26/02/2015, 15:27
Segismundo

Como una sombra, acudiendo al origen de su linaje, se deslizó en la oscuridad y los recovecos. El frío, la humedad, y la oscuridad eran ahora los aliados donde otrora fueran la fuerza, el honor y la voluntad. Conocía el feudo y sus pasillos, los que no recordaba los había explorado cuando su naturaleza de Sluagh le impulsó a investigar aquello que desconocía. 

Si no había nadie en el Feudo mejor, tenía que llegar hasta arriba. Escuchó en silencio, entre trueno y trueno, tratando de averiguar si había alguien dentro. Caminó despacio y sigiloso, como un ratón.

- Tiradas (1)

Motivo: Destreza+Sigilo

Dificultad: 1

Tirada (6 dados, se repiten 10s): 2, 7, 9, 7, 6, 9

Éxitos: 2, Éxito

Notas de juego

La dejo hecha just in case, para ir adelantando.

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26/02/2015, 15:59
Director

Nadie se cruzó en su camino ni trató de detenerle. Un par de criados le miraron de reojo, pero no le prestaron mucha atención. Pronto se encontró a los pies de la torre de Lord Marcel. Las tres primeras plantas eran salones donde el Conde recibía a las visitas y pasaba sus ratos libres, su estudio y dormitorios para sus criados personales, y en las dos plantas más altas estaban los aposentos privados de Lord Marcel. La puerta, al menos a nivel del suelo, estaba firmemente cerrada.