Partida Rol por web

Cierras los ojos levemente para concentrarte en los ojos de tu hermana.

Sientes un palpito tras ellos. Uno tras otro, los latidos de tu corazón de hacen mas y mas lentos hasta que suspiras y tu vaho queda suspendido en el aire, formando remolinos que giran incesantemente hasta que poco a poco una imagen se forma tras Holmes.

Un hombre joven, como un espectro que no toca el suelo. Solo un jirón de viento helado forma sus facciones, que te miran interrogantemente.

Por un segundo tu mirada se dirige al escritorio de Holmes y ves una foto en un maco pequeño con el cristal roto. En una esquina de la foto una pequeña dedicatoria manuscrita.

"Tuyo, siempre . John H. Watson"

Son la misma persona. O lo que al parecer fue un hombre joven antaño. Su chaqueta esta manchada de sangre y en su pecho la señal de una herida de puñal no deja de sangrar y gotear una sangre etérea al piso.

Se sitúa tras Holmes, que parece divertida con tu actuación de "leer la mano" como Is fuera esa gitana del burdel.

- Pregúntale porque me mató.- Susurra el fantasma mientras mira con amor a Holmes

Holmes os escucha a todos pero parece mas interesada  en la "lectura de manos" que crees que está haciendo Agnes.

- Que divertido! ¿Que me dices de mi futuro? ¿Cuantos hijos tendré?- Levanta la vista para contentar al resto mientras espera una predicción por parte de la adivina.

Mientras ella hace de las suyas, Holmes contesta plácidamente al resto.

- Oh, señor Le Fay. Brujería! ¿Cree usted realmente en eso?- Dirige su mirada a Genevieve - Conozco al señor White. El florista. Un hombre agradable... excéntrico, pero agradable. Pero me temo que tenía mas amistad con mi prometido, el señor Watson. Lamentablemente... murió..-

Cuando dice estas palabras siente un escalofrío que la recorre el cuerpo y no puede evitar una sonrisa fingida hacia ustedes. Pero mirando a Genevieve a los ojos parece algo turbada y predispuesta hacia ella.

- Mi colaboración depende de muchas cosas, Madame. Una de ellas es el dinero, y otra que sea interesante. Y por lo que ha comentado el señor Le Fay, hay cierto tipo de riesgo mortal. Y tenga por seguro que mi vida es de lo mas interesante, y por ello, me gustaría conservarla. -

Dirigiéndose hacia Lazslo esta vez continua. - Hubo un tiempo en que yo también perseguí a alguien que decía ser bruja . Si... Annis Black. Perseguí a la leyenda impulsada por una mujer rubia que no recuerdo su nombre...- Hace un ademán de intentar recordarlo en vano.- El caso es que su hermana perdió a su hijo y estaba convencida que había sido Annis Black. No tengo que decir que la investigación fue un fracaso.- Comenta bastante triste en esta ocasión.

Holmes vuelve su rostro hacia la concentrada Agnes que parece algo asustada.

-Asi que si no me dan algo de interés en su caso, me temo que no pueda ayudarles a encontrar nada. ¿Y usted, querida?- Dice a Agnes - ¿ Que vió en las lineas de mi mano?

- No me entienden...- Dice la librera algo asustada- Esa no es la voz de Annis. Es la voz de.. de la madre Genevieve!!-

Dice por fin. En ese momento os dais cuenta de que el libro que siempre llevaba Cushing, ya no lo lleva consigo, produciéndo en ella u algo parecido al mono de un drogadicto. Rascándose y frotándose las manos como si algo la faltara.

- Deben creerme.. yo ...yo... conocí a Annis. Yo era una aprendiz suya.  Y esa no es su voz.- dice algo asustada.

- ¿realmente quiere que le pregunte eso? - la joven estudiante parece mirar detrás de Holmes, aunque por unos segundos había visto el marco de foto que tenía en el escritorio. No estaba asustada, para nada, tener esa apariciones eran normal en su vida, además, esa vez no llenó y se apareció de la nada como otras veces, aunque si estaba complicada para hablarle, estaba rodeada de personas y estas no muchas veces se veían muy receptivas a escuchar a los muertos.

- pues... - torció el gesto y su mano fue al crucifijo que pendía de su cuello - no creo que le guste mucho hablas sobre lo que él quiere hablar - le indica detrás de Holmes, como si hubiera una personas más, - pero me lo pide, y debo obedecer, el señor Watson pregunta porqué lo mató, está aún con la herida en su pecho, y la vi con un puñal en las manos, el señor Watson aún la ama, la está mirando con mucho... cariño, y creo que se merece saberlo, señorita Holmes -  se sintió profundamente incómoda de hablar de aquello, más delante de todos, pero así funcionaban a veces sus poderes y era uno de sus deberes. 

- ¿que reja es la que golpeo frustrada?, se me hace conocida, pero no la distingo el todo... ¿estuvo en la mansión Badcock buscando a Black? - niños muertos, según la leyenda, Annis Black se alimentaba de niños, pero parecía ahora que necesitaba también el alma de brujas jóvenes, quizás obedezca a algún tipo de ciclo o algo similar - lamento ser tan directa, pero usted preguntó, además, él también lo hizo y es mi deber expresar lo que los muertos quieren saber - se encogió de hombros, bastante incómoda. 

Genevieve estuvo a punto de responderle a la detective, pero se contuvo y paró por un momento. Se rió para sus adentros al escuchar las declaraciones de Agnes y ver cómo el difunto esposo de la mujer parecía estar aún afectado por todo lo que había sufrido en vida. Es un destino cruel para los espíritus, aunque sentía algo de alivio al ver cómo le hacían sentir después de cómo ella le había hablado a Genevieve.

La mujer de cabello rojo y piel blanca miró a Holmes y le dijo - Si el dinero le interesa, mi padre es un hombre poderoso y puede pagarle una generosa suma de dinero. Mi sangre noble me permite acceder a este tipo de beneficios, pero el Señor Shaw no es un hombre cualquiera - se acerca a Holmes y le dice con voz baja - porque si falta a su parte, él se encargará de que le recuerde - se volvió a alejar.

- Dígame si mi propuesta le es suficiente y nos va a ayudar, aunque Monsieur Le Fay también debe dar algunas explicaciones. El Señor Laszlo y yo hemos descubierto muchas cosas, pero primero queremos escuchar a Holmes -.

Holmes se levanta asustada de la silla mientras mira de reojo a sus espaldas cuando Agnes termina de hablar. Incluso mira algo descompuesta a Genevieve, cuando le ofrece dinero como incentivo.

- Wh...Whatson?.- Suspira dejando escapar parte de su alma en ello. - Whatson era mi prometido...

Sus palabras están cargadas de dolor y amor a partes iguales, y mientras se lleva  una mano al pecho como intentando recordarlo, habla con vosotros.

-Me... Me llego un caso de niños desaparecidos hace unos años. Decían que a las afueras de la ciudad habían seguido la pista de sus desapariciones. Scotland Yard es incapaz de atarse los cordones solita... asi que acepté el caso. Ambos lo aceptamos.- Respiro un segundo para coger aire.- Siguiendo pistas nos llevaron a BedLam. Decían que una loca sabia de ello. Al principio nos lo tomamos a broma pero... ya sabéis, mi intuición me llevo hasta ella.

-Nos contó una... leyenda sobre un lugar mágico. Eran locuras, desvaríos de una mente enferma, pero toda locura tiene su verdad. Pensamos que podría ser un lugar real, así que la presionamos para que nos lo contara. Nos dio una dirección y al día siguiente quisimos ir a investigar. Lo curioso es que esa noche, el sanatorio mental se quemó.

- No le dimos importancia a eso... solo... fuimos a la casa y buscamos alli, y .. y.. esa hija de puta atacó a Whatson! La misma loca que nos hablo en Bedlam!! Estaba fuera de si! No se que le hizo a Whatson pero ... lo mejor que se me ocurre decir es que lo enveneno con algo o lo drogó. No lo se. No lo se!! Solo se que aún herido venía a por mi para matarme. Mi prometido! Ella me dijo que si lo mataba quedaría libre! No tenia elección!! Tuve que hacerlo...tuve que hacerlo- Holmes se derrumba en su silla sollozando y tapándose la cara con las manos, mientras se toma un momento para terminar su historia.

-Cuando volví la vista, alli estaban esas rejas. Como una entrada a... no se.. ese maldito mundo mágico. Pero no se abrían. Y eso la frustraba. Me pillo por sorpresa mientras aún estaba sosteniendo a mi prometido y me dejó inconsciente. No se lo que pasó después. Cuando desperté golpee las rejas con fuerza pero... no se abrían e instantes después, desaparecieron... sin mas.

Clarence, hablando al corazón había contactado con alguien, pero efectivamente , no era el corazón de la bruja.

Era el de la madre de Genevieve.

UN pequeño aire levanta las cortinas y los trapos que tapan algunos espejos , cayéndose al suelo algunos.

- Frio...tengo frio... quien...quien esta, ahi?- Pregunta la voz que parece sumida en sus propios pensamientos.

Se sintió pésimo por haber revivido todo aquello, pero era necesario para que les creyera, o más bien, parque empezara a hablar, aunque Agnes esperaba la reacción de Mordred, él había estado detrás de las brujas, y podría unir mejor las piezas que ella, porque hasta donde sabía, la detective había estado en el mundo de Anis Black y que seguramente su amado había sido víctima de su embrujo.

- lo siento mucho... pero  ¿está conforme con esa respuesta? - le estaba hablando al fantasma de Watson, - creo que estuvo en el mundo de Anis Black, también estuve ahí, en se jardin con esa reja, lo siento mucho por ambos - se modió el labio inferior - creo que sabe porqué necesitamos su ayuda, queremos detener a esa bruja y mandarla a infierno de donde no vuelva a saiir- espera que ahora ella si los ayude.

Tras un largo rato callado creo que es mi momento de aportar algo. - Perdonen ustedes que les interrumpa. Me imagino que Dios los ha bendecido con algo llamado elocuencia pero no tuve opciones de ir a colegios. Todo lo que hablan me resulta vacio y falto de sentido. Todos sabemos que estamos jugando con fuerzas sobrenaturales, verdad? Tenemos un tiempo finito para liquidar a esa maldita bruja que todos conocemos bien. Sra. Holmes, muestrenos esas rejas, que parecen ser la puerta a dicho mundo magico. Ataquemos con todo. Genevieve, querida, es momento de unirnos todos en esta empresa suicida y acabar con esta locura. Si he de morir, no imagino un lugar mejor que a tu lado. -  el tiempo apremia. 

La madre de Genevieve...

Di unos pasos atrás y me senté en un taburete. Dejé la cajita sobre mis piernas y junté mis manos mientras pensaba mirando a la nada. La caja... el corazón... Poe... Annis... Adam Black... Alice..

¿Qué no encaja? Miré nuevamente la caja que estaba entre mis piernas. La cogí y cerré los ojos unos instantes. En... caja... Alice... 

Ya está! Exclamé tras abrir los ojos. Me puse en pie deprisa y puse la cajita sobre las manos de la bibliotecaria. Hable con ella, la vendrá bien.. al igual que sostener algo en sus manos. Quizás sepa que preguntarle.
Miré a Edward. Tiene usted toda la razón del mundo señor Wesley. Debemos encontrar a Agnes. Dije al hombre sin apenas inmutarme. Luego negué con la cabeza... Nos engañó y manipuló desde el principio! Debemos encontrar a Agnes y al señor Black antes de que sea demasiado tarde!

La gélida voz que provenía de la imagen en el espejo le quitó el habla, no había visto algo similar nunca antes. La figura encadenada respondía al portador del corazón, aunque sintió cierta decepción al saber que no se trataba de la Annis, no salió de la sorpresa hasta que Roy elevó la voz. 

- La madre de Genevieve?... Señor Poe, usted era el portador del corazón de Annis... no comprendo - se quedó pensativo, acaso el tiempo volvió a bifurcarse? ahora no estaba Edith Black entre ellos, ya eso era un cambio suficientemente importante, pero aún así dudaba de estar actuando adecuadamente - Edith, usted fue discípula de Annis? Es acaso usted otra bruja? Que sucede con las damas inglesas de estos tiempos? - preguntó indignado por los oscuros caminos que esas mujeres elegían para sí.

- Le sugiero que pregunte a esta mujer dónde esta el verdadero corazón de Annis o realmente estaremos en problemas. Por otro lado... ese lugar al otro lado del espejo donde esta atrapada... es el mundo de Annis? - ahora la bibliotecaria era quien dominaba a la mujer cautiva, a su entender era un error de Roy entregarle el corazón a otra bruja por mas inocente que pareciera la señorita Cushing , no confiaba en ninguna de ellas, pero al parecer era parte del engranaje del destino y él no se opondría a que hiciera lo que estaba destinada a hacer.

- Señor...- dijo al hombre negro que habló, ignoraba su nombre y sabía que no era un señor, aún así la situación era suficientemente crítica como para hacer a un lado su condición, además el brebaje había resultado revitalizador por lo que comenzaba a valorar la ayuda de ese hombre - En Bedland está la habitación en la que Annis y Alice estaban internadas. Sabemos que Alice robó el corazón de Annis en ese lugar y además selló la entrada a su mundo. Al parecer solo hay otra entrada que conoce Annis y se entra sacrificando una vida. En el futuro que vimos... - acaso esas personas creerían una sola palabra de lo que decía? lo dudaba, pero continuó - Agnes entrega su vida voluntariamente a Annis, y luego Alice toma el alma de ambas con el corazón... así se abre la puerta a un mundo que no solo destruye todo lo que conocemos sino que es un verdadero infierno con una única reina cegada de locura. Agnes no debe dar su vida por nadie, buen hombre, porque su sacrificio es la llave de entrada al infierno, por mas convencida que esté de lo contrario- suspiró con desánimo, el tiempo pasaba y las chances de cambiar ese futuro eran cada vez menores.

- Podemos ir a Bedland a tratar de abrir el antiguo portal, tal vez usted pueda hacerlo con ayuda de Agnes sin ningún sacrificio - le dice al brujo - tal vez la señora Shawn pueda indicarnos como hacerlo, o usted con las prácticas que prendió de esa maldita bruja! - dijo con seriedad a la aprendiz de Annis. Luego volteo hacia Poe - Señor Poe, usted encuentra hoy ese corazón, ese es su destino... vio otras cajas parecidas en el laberinto? y en las habitaciones de las señoras Black? no puede estar muy lejos aunque dudo que Alice le sacara los ojos de encima - sonrió ante la macabra ironía que acababa de decir - Genevieve tal vez sepa donde están Lazlo y Agnes, ambos son cruciales para enfrentar a Annis, al igual que ese maldito corazón - 

- Inspector, no termino de comprender lo que dice, que ha deducido?- preguntó un tanto intrigado, las piezas aún no encajaban en la mente de Edward. Demasiadas preguntas y muy poco tiempo.

Miró a Morgan mientras escuchaba a Holmes abrir su corazón herido ante ellos. Ciertamente, Scotland Yard no se podía atar los cordones sin ayuda de Holmes... Y Holmes, la muy encantadora, no sabía nada. Lo veía más y más claro cada vez. Estaba bien, estaba a salvo, su secreto no se conocía... No tanto, al menos.
Asintió levemente hacia su hermano. Lo reaseguraba, lo tranquilizaba. Más bien se tranquilizaba a si mismo, escudándose en Morgan...

-Lo quemamos Morgan y yo. Fue... Una cadena trágica de eventos.-se acercó a Holmes y se arrodilló frente a ella. Tomó su mano e hizo uso de su encanto y su carisma para intentar tranquilizarla.
-Creo que la mujer que mató a tu Whatson es la que mató, en realidad, a la amada de mi hermano... Y esa amada a su vez hizo que se corrompieran... Ciertas mujeres. Ciertas personas que cometieron actos terribles; pero eso era tan sólo lo que se veía por encima. Estaban esclavizadas, aunque Robin fuera una bruja blanca. Ahora bien... Te puedo pagar lo que desees, y ser tu amigo, tu compañero, tu oponente. Pero para eso, hay que ir a por Annis. Golpearla tan fuerte, como dice Machiavelli, que no pueda haber represalias. Échanos una mano, Sherline. Por Holmes, por ti y tu venganza, por Londres y por la justicia.

Se quedó unos momentos así, como si dejase que aquello le llegara. Cuando ya sospechó que había alcanzado su diana, se levantó y se giró hacia Laszlo.
-Hay armas de camino al "cuartel general". Hasta puse algo para ti, especial. Pero como parece que no volveremos ahí, espero que den buen uso al regalo que les hice. ¿Sabe disparar con una pistola?-preguntó, buscando darle alguna suya. Estaba ansioso el Magyar por luchar, y Mordred también. Y dos brazos de más siempre venían bien, y Laszlo parecía un hombre de bien y uno fuerte, a pesar de su compostura.

-Cuanto más perdamos en explicaciones, más cerca estaremos de morir...-dejó caer como conclusión, para todos.

Genevieve escuchó la confesión de Holmes y sonrió complacida. Por fin había hablado. Al menos era algo, ya sabían qué había sucedido y ahora podía comprender por qué no había funcionado.

- Monsieur Le Fay, ya que lo menciona, alguien nos ha dicho que usted conoce detalles sobre el incidente del hospital y sobre May Robson. Creo que debería aclararlo un poco, Monsieur - miró con frialdad y con esa media sonrisa y el rostro encantador por el cual se caracterizaba a aquel hombre que siempre parecía saber tantas cosas.

Entonces, miró a Holmes y le habló con un poco más de tacto, acercándose despacio, caminando con gracia y tranquilidad - Conozco la razón por la cual Annis os hizo aquello. Efectivamente, era la entrada a su reino, pero ella está fuera de él gracias a su amante, aquella que nos ha reunido - se giró hacia los demás.

Miró a Agnes mientras movía elegantemente su mano para iniciar su explicación - Y usted lo ha visto, Madame, porque Annis quiere una nueva amante, una nueva bruja a su lado. Pero no es tan sencillo. Para poder abrir la puerta, se necesita un sacrificio - y entonces, giró hacia Holmes una vez más.

- Ahí es donde entráis vosotros. Le obligó a matar a su prometido con el fin de abrir esa puerta, pero no se abrió por una sola razón: el sacrificio debe ser voluntario. Si no es voluntario, la puerta no se abrirá otra vez. Por ello su frustración y por ello os ha utilizado de esa manera tan débil. Siento mucho aquello que le ha sucedido - reposó un momento y se giró a Mordred una vez más.

- También hemos encontrado a Adam Black, el cual está harto de ella, eso es algo bueno pero no del todo. Sigue siendo un híbrido sin ley ni corazón, así que nos ayudará pero puede traicionarnos en cualquier momento. Le motiva la venganza y el rechazo, solamente. Una vez se vea liberado de la bruja, será nuestro enemigo. Además, nos ha dicho que Alice ha mentido igualmente. Su inocencia no lo es tanto -.

Holmes se aparta ligeramente de Mordred y de cuando en cuando mira tras sus hombros, como si fuera a encontrar al mismísimo Whatson ahí esperándole.

Mira a cada uno de los presentes y asiente. Sobre todo le dedica una suave sonrisa a Laszlo.

-Disculpen mis modales. A veces soy demasiado entusiasta con las cosas. Tomarme a broma las cosas es una de mis muchas maneras para enfrentarme a la realidad y que sea mas soportable la perdida de... mi prometido. Aunque usted sigue pareciendo una prostituta, discúlpeme- termina Holmes volviendo a su habitual sonrisilla maliciosa mientras se refiere a Merril.

-Al parece, señorita Genevieve, es tan buena como yo resolviendo casos. Es muy posible que su frustración se debiera a que el sacrificio no fue por voluntad propia. Todo fue inutil... susurra mientras sus ojos se pierden en el infinito.

Homes se dirige a la ventana y mira por ella mientras le sol de la mañana esta en su pleno cenit. Suspira y pese al calor de la habitación la ventana se empaña con su vaho. Alza su dedo y con su indice dibuja un corazón en la ventana, como dejando un leve mensaje a alguien añorado y perdido.

- Whatson  y yo nos dejábamos mensajes en los espejos y en los cristales. Era su forma de hacerme pensar y buscar cosas. Era encantador. ¿Hace usted eso con la gitana, señor Mordred? Se como se miran. Incluso como ella me miraba celosa- Se vuelve de improviso-  Partamos sin mas!!

Empieza a recoger las cosas y un abrigo largo.

- Sus pasos me llevaron a Bedlam. Un ala del sanatorio mental se quemó hace años. Espero que  podemos encontrala.

Tenían la piezas de un puzzle pero que aun así parecía no tener completo sentido aún del todo, pero tenían la hebra de una enredada madeja y sólo había que jalar de ella, como estaban a punto de hacerlo. Se queda pensando, esos sí, sobre lo de la amante, ya lo habían intuido, pero habían aún más preguntas, como por ejemplo, ¿qué era lo que ocultaba Alice?, Agnes se encoge de hombros, ya no veía a Watson, a veces desaparecían así sin más, aunque dudaba que él descansara en paz aún, sentía su presencia aún rodeando a la joven detective. 

Se prepara seguir a la mujer cuando es puesta entredicho por aquella pregunta que la hizo voltearse hacia Mordred, la había dejado muda, al punto que no intenta siguiera corregirla en como se refirió a ella, no era gitana, sin embargo, ahora sus ojos estaban puestos en el hombre, sin dejar claro si deseaba tocar ese tema más adelante o no, sobre todo luego de la discusión que habían tenido, pero algo no podía obviar, se había puesto celosa, y había sido muy obvia para su desgracia. Con vergüenza y abochornada, intenta no mirar a nadie, aunque Holmes había hecho evidente lo que pasaba entre ellos dos, y la creciente tensión que era palpable.

- no creo que lleguemos a eso...- murmuró, no era sólo por la discusión de ambos, y el miedo que le producía él, envuelto en aquella oscuridad que sintió en su alma, sino que también era necesario ganarle a Black y sobrevivir a sus planes, antes de hacer cualquier plan. Agnes mojó sus labios y observó a Mordred, sintiendo que había sido muy dura con él, y que sus poderes siempre estarían del lado que él defendía, tampoco era algo que hubiera buscado. 

- sí, vamos, además, ya vimos que pasó con May Robson, de hecho, ella nos envió aquí, el mismo Monsieur Le Fay... se lo puede contar mientras vamos a Bedlam - ella aún estaba conmocionada por lo visto, y Mordred podría narrarlo con mayor orden y como todo empezó aquella noche. 

- Señor Le fay, en estos momentos le diria que no se usar un arma de fuego. Pero si me da un par de explicaciones rapidas creo que podre sorprenderle. Soy un enano bastante inteligente. Corto de patas, largo de ingenio, amigo mio. A Bedlam se ha dicho pues. No tenemos tiempo que perder ¡¡ -

Edith se asusta un poco al tener la caja entre sus manos .

Mira incomprensiblemente al inspector y al resto mientras miles de preguntas vuelan a su alrededor. Suspira un par de veces y pone en orden sus pensamientos.

-Me temo que... eso es cierto. Aunque solo en parte. Yo era aprendiz de una mujer que se llamaba Robin Blackwood hasta que el Señor Le Fay empezó a perseguir brujas por todo Londres. Ella ingresó en Bedlam con el nombre falso de May Robson intentando escapar de él. Pero era buena! Eramos Brujas blancas! Solo hacíamos hechizos de amor y otras cosas, pero nada de mal. - Dice dirigiéndose a todos como queriendo excusarse.

- No se que la pasó en Bedlam. Nunca mas supe de ella. Hasta ahora! Mi libro nos mostró que se convirtió en Annis Black. Mi libro... era todo lo que me quedaba pero se ha quemado. Ya no volverá... Pero nada sabemos de su corazón. Puede que esté en Bedlam, asi como la entrada a ese mundo suyo...

Edith cae en la cuenta de que aun tiene la caja en sus manos y que la señora Shawn esta allí, escuchándoles.

- Señora, Shaw? Pregunta temerosa a la vez- Esta sola ? Donde esta?

- Frio.... tengo frio-- responde a vuestro alrededor la voz - No, no estoy sola... Creo que es la señorita Lorina...

Notais como su voz tiembla y esta llena de temor y dolor.

- Sacadnos de aquí, quien quiera que seáis! A cada hora que pasa vienen a torturarnos... nos hacen cosas... nos cortan, nos golpean.. nos violan!! Nos vendan los ojos para que no los veamos pero son varios... no se si puedo aguantar mas... Ayudanos! Son monstruos!! Sus garras!! Sus dientes!- Grita asustada.

Noah observó la situación con cierto recelo. Había demasiada información nueva y empezaba a inquietarse por todo lo que todavía debía ignorar.

- Los Loas me dieron la siguiente información - dijo, decidido a desvelar todo lo que sabía por el Baron Samedi - Alice y Lorina están ambas en el castillo de la reina de corazones... en el mundo de las Brujas. La entrada esta en Bedlam, donde Alice y Annis crearon una puerta para entrar. Debemos detener a una de las dos brujas, pero aún no sé a cual, y sólo podremos detenerla con Agnes. No sé si yo podré abrir la puerta, aunque sospecho que no será complicado.-

Esperaba que todo esto ayudará a tomar una determinación a sus acompañantes en ese viaje. Fuera lo que fuera lo que iba a pasar, tendrían que actuar rápido.