Partida Rol por web

Un nuevo día amanece en la ciudad comercial osirian de Eto, pocas horas después de vuestro encuentro con el Gran Maestre Torch.

A cambio de un puñado de recados, os entregó varios mapas y bocetos de localizaciones que apuntan de forma conjunta al último lugar conocido en el que se encontraban una o más de las gemas de los sabios - gemas encantadas capaces de almacenar recuerdos del pasado de Osirion y con la posibilidad de revivir la orden del Sabio Amenopheus.

Esto os llevará a donde queréis ir - dijo Torch mientras os daba los mapas - Apartaos del camino solamente si sabéis lo que hacéis.

Como si fuera algo que se le acababa de ocurrir después de eso os dijo:

No sois los únicos que conocen este lugar. He oído que hay un grupo de extranjeros que salieron desde Totra no hace mucho y que buscan lo mismo que vosotros. No parece que tengáis mucho tiempo que gastar...

Aquel mismo día, por la tarde, después de hablar con Torch, Clarissa se había ocupado de preguntar, en el Templo de Abadar y en otros lugares, acerca de lo que les podía esperar durante el viaje. También había dicho a William que tendrían que reunirse para ver que les convenía llevar en el desierto El hombre parecía mucho más versado que los demás en el viaje por entornos salvajes. Si al menos alguna de sus palabras fueran útiles o se comportara como un adulto por una vez...

Por lo que descubre Clarissa, la ruta descrita en los mapas de Torch no se usa demasiado, pero los maestros de caravana sí que la conocen y le dan a la clérigo unas cuantas indicaciones que os serán de utilidad.

Además, le dicen que los clans de gnolls se están volviendo cada vez más osados y que los raptos en el camino se están volviendo desgraciadamente frecuentes.

Con la información de Clarissa y tu propia pericia crees que sería relativamente sencillo ir en línea recta hasta el oasis. Posiblemente ganaríais bastante tiempo incluso yendo a pie.

A pesar de todo lo sucedido parecia que por fin avanzaban, e incluso saldrían de aquella maldita ciudad. Lo cual le vendría bien a William, pues tenía ganas de volver al desierto.
A pesar de lo peligrosos que podían llegar a ser, la soledad y tranquilidad que podían llegar a encontrarse en ellos hacian que le gustase más que las ruidosas ciudades.

El explorador estudió los mapas que les habían entregado Torch. Y parecia que incluso Clarissa estaba dispuesto a escucharle, lo cual sería bueno para todos.

Creo que nuestra mejor opción es ir en linea recta. Ganaremos mucho tiempo, aunque vayamos a pie, y podremos adelantar a cualquiera que vaya también tras nuestro objetivo.
Apartarnos del camino transitado también nos ayudaría a evitar encuentros con bandidos, aunque no aseguro que vaya a ser un viaje tranquilo.
Pero puedo hacer que lleguemos sin perdernos.

- Más que con bandidos, creo que tendremos problemas con los gnolls. Sin embargo, creo que Clarissa decia que era mejor no ir en linea recta, ¿no?

—Francamente, no lo sé, me gustaría ir por el camino seguro. Pero si William dice que puede llevarnos por el más rápido, confiaré en él. Si no llegamos antes que las otras expediciones... puede haber problemas. 

—Iremos a pie... pero yo llevaré mi mula. Os garantizo que puede soportar la marcha y las penalidades del camino. Son el mejor acompañante para un viajero. 

—Como dices, Lorik, tendremos que ir atentos a los Gnolls... yo no dejaré de vigilar...

Tras realizar unas compras en la ciudad, el elfo se reune con sus compañeros.

- Tendremos que darnos prisa, pero salir del camino no me parece buena idea. El desierto me parece un territorio muy peligroso.
 

Llegando al lugar de reunión junto con el paladín con la bolsa de monedas mas vacía pero la mochila mas abultada, era momento de que tomáramos una decisión.

- Si ya tenemos todo lo necesario y sabemos mas o menos la ruta, deberíamos irnos.

- William, tu tienes más experiencia siguiendo rutas ... ¿Cuanto tiempo ganaríamos atajando? ¿Que riesgos crees que encontraríamos? Me preocupa perdernos en el desierto, la verdad.

William podía percibir la intranquilidad del grupo. Curiosamente la única que confiaba en él era Clarissa.

El desierto no es cosa para tomarselo a risa, desde luego, y es peligroso. Pero tampoco más que un bosque o pantano. Cada lugar tiene sus peligros y sus ayudas, si sabes donde buscar.
Yo me muevo bien por el desierto, es un terreno que conozco. Por lo que creo que la ventaja que podemos ganar supera los posibles peligros.
Confiar en mi, perdernos no nos vamos a perder. Otra cosa es que nos mate algún bicho.

Sonrió ante la última parte del comentario.

- Si es un terreno que conozcas, tal vez deberíamos arriesgarnos. 

El elfo empezó a sacar una serie de mapas que había adquirido, junto con un extraño artilugio destinado a dar sombra y unos ropajes amplios y vaporosos, rematado por un turbante. 

- He considerado importante prepararme un poco ...

Clarissa estaba más que dispuesta a decir a William lo que tenía que hacer ayudar.