Partida Rol por web

El Rubio se sujetó el puente de la nariz con dos dedos mientras negaba con la cabeza despacio y silenciosamente. Lo del guiri y los vampiros era lo único que faltaba.

-Venga, venga, calla, estalentao-dijo con un gesto teatral que abarcaba al Guiri y al Guardia Civil-Trae paquí esa ristra dajos que aún se la vas a meter en el ojo a alguien.

Hizo un leve esfuerzo tirando de los ajos pero la musculatura del jubilado no era rival para la del Guiri.

En esas llegó el praticante, iba ataviao con su bata blanca y to. Las cosas en los pueblos eran menos espectaculares, asín qu'en lugar de llegar en ambulancia con el cachirulo de las luces y el pitío a to meter, llegó en su flagoneta renault. Vamos, en una c15 de toa la vida, blanca, con su  baca y to. Don Javier era mu resabío, aunque cuando tenía que poner indiciones lo hacía a mala leche. Se te quedaba el roal amoratao dos semanas y si era en el culete no te podías sentar en dos días. A veces los trataba de ijnorantes, pero qué iba a saber él que s'había criao en la capital y le había tocao Mojuélamos de rebote pa laborar.

-¡¿Pero qué ha pasado aquí!? Por el amor de dios...- exclamó al ver el pitoste que había allí liao, con la benemérita y to. Corrió enseguida a tomar el pulso a los forasteros, la salú era lo primerico de to siempre. -Hay que llamar una ambulancia para llevarlos a un hospital de provincia, estas personas están muy mal... ¿Qué les habéis hecho?- enseguida miró acusatorio a nuestros prutagonistas, para él la gente de pueblo era mu gañana y mu bruta. Lo había comprobao estos años. -¡Debería arrestarles!- le dijo al picoleto.

El guardia civil levantó ambas manos de nuevo, en son de paz.

-A ver, a ver... No nos precipitemos... Primero que sepamos quienes son los culpables. Porque yo no he visto a ningunos gemelos de esos de los que habláis, ¿estamos?- miró a los implicados. -Entonces si esa gentuza no aparece... Pos os toca pringar si don Javier lo denuncia...

El picoleto había llegao con la picha hecha un lío, asín normal que no s'enterara de los cuernacos que llevaba, que casi podía hacer de vaquilla pa las fiestas de la virgen este verano. Y es que... ¡Pos no decía el so cabrón que era culpa suya porque no había gemelos! ¡Este s'estaba escaqueando del trabajo!

Vaya dia que le estaban dando a Evaristo unos y otro con razón le gustaban más la cabra que las persona, las cabra no le metian a uno en fregaos raro y ni lo acusaban de na.

-A ve seño médico como ya he dicho ante, esto a sio una de esa riyerta de las que se ven en la capita o un ajuste de cuencas o cuenta...o como sea, tota que nosotro no tenemo na que ve que eso han sio dos tios de blanco, si si de blanco colo pare recién pinta que despué del destrozo san ido por pata y ya que estamo acusando ¿Onde taba uste? Que ha tardao má en llega que un caraco montao en tortuga.

Después se vuelva al picoleto

-Laureano ¿Como los iba a ve?, si despué de la que liaron pusierón pie en polvorosa y ya no regresaron pero si no me cree, pregunta al resto de vecino que ya vera que nosotro no tenemo na que ve con esto.

No me caía bien Don Javier, el praticante. Y me cabreó una montoná con lo de dicia.

- ¿Pero que denuncia ni denuncia? Mira que no tengo el chocho pa farolillos - alzando un dedo- ¿Que le vamos a hacer nusotros? Si nos han pagao la verbena y to. Y tábamos ahi tan bien, y llegaron los lechosos esos y sincharon a hostias los cuatro...Dipués se fueron. Questá tol pueblo de tistigo. Asin que no me toque usté el toto, Don Javier...Que bastante alterá estoy ya ¿mintiende? - sigo alzando un dedo amenzante- No querrá usté salir de aqui apedreao por Judas, por inventarse cosas del pueblo que le da de comer ¿eh?

-Yu mus bi kidin... ¿Esto es una broma no? Usea, ¿¿¿los vampiros nos romper todo la verbena y ensima tu decir que denunciar??? -El guiri no sabía si liarse a tortas o a reír como un loco, como el Geosinfrasio el tirillas, que un día se puso to mamao a reír y su parienta tuvo que lavar los pantalones y tó- Pos por esa regla de tré -esto se lo había oído al cura'l pueblo cuando explicaba algo en la cantina, aunque no sabía mu bien que sisnificaba- la prosima vé que roben un banco, detenga al dueño del banco... por estar cerca. ¡¡¡No te jode!!! Amos anda, lo que faltaba por oí...

El guardia sivil se vio entre la espada y la pared, en un fregao que él ni pinchar, ni cortar, ni na de na.

-A ver, a ver, haya paz... Yo no he visto ningún gemelo vampiro de esos, así que hasta que no los vea pos si el don Javier quiere poner una denuncia está en su derecho como médico- se cubrió la cara con las manos tras soltar aquello, a veces hacer tu trabajo no era la mejor opción... Más delante de tanto gañán y viéndose apaleao. -Que lo mismo podemos buscar una solución, me dicen por dónde se han ido y vamos a buscar a esos gemelos... Y entonces, pos eso, los detengo y don Javier no puede denunciaros ni ná. ¿Estamos?

- Pos que denuncia. Pero a los guachuzos pajizos esos. Que los pongan en busca y cátura, desa. ¿A nusotros nos va a denunciá? Lo mesmo le pego una hostia y me denuncia con motivo. ¿Tabulta o que? Encima que nos hemos procupao por llamálo y traélo pa ca, pa que los cure...Y hay tistigos y to. Tor pueblo, questaba en la plaza...- niego. Muy disgustada.- Sanido por allá - hago aspaviendo con la mano, dándole la dirección por donde salieron escopeteaos de la plaza.

Después del discurso de la pitones y con la idea de que a lo mejor el médico se atrevía a denuncia de verdad, Evaristo se pone a habla.

-Eso, eso que incima que ha llegao tarde nos quiere dinuncia, que seguro que taba con el desayuno y ha tardao un monton en veni, a ve si te vamo a denuncia los del pueblo por columnia y por nigligencia de esas, que yo tengo un primo segundo hermano de tia la Conchi que como te denunciemo a ti te cruje.

 Seño agente como dice aquí la pitone se fueron en aquella dirección al fondo fondo pero ni idea de a donde van, a lo mejo estos dos a lo que han majao a palo lo saben, pero claro habría que espera a ve si se despiertan.

El guiri no podía po meno que flipá en colore de tanta tontería junta. Desde q'abía llegao a España se había acostumbrao a tener que hacer papeleos pa tó y a la incompetencia suprema de tos los funcionarios que encontraba, que cada vé que tenía que tramitá una susbensió se volvía to loco, y las abuelas del pueblo que le pedían favores cada vé que bajaba a Albacete de papeleos lo acababan de liar to mucho má.

Pero esto era ya la madre que parió panete... El Yoshua hace gesto de arremangarse para liarse a ostias con el praticante, cuando se da cuenta que con el ajetreo no s'abia puesto la camisa, y en eso que se calma, pero que no se le va la mala leche.

-Güaaaaat? ¿¿¿Tu denunciar nosotros??? Amos anda... A vé si va a tener la pitones razón y después de la ostia que te pegue ella te largo yo otra. A ver que andaba tu haciendo pa tardar tanto. Aim siur questabas rascándote l'igo. Que te pongo una dinuncia yo a ti po mala praxis -esto lo sabía de una denuncia que tuvo que poner de parte de la Cicilia la patachula, que la iban a operar de varices y l'amputaron el pie, y desdentonces se le quedo el mote, pero eso si, pilló una tajada guapa y se jubiló en Benidorm- que te cagas. -Y luego, volviendo al hilo de la conversación, secunda lo dicho por la pitones y Evaristo- Pero güeno... los vampiros gemelos se largaron bai dis güei. -Señalando la dirección de la plaza- Ya que sta el prasticante aquí podemos ir a ver si han dejao alguna pista.

El Rubio dio un respingo como si le hubieran pinchado y miró a su alrededor confuso:

-¿Eh? ¿Cómo...?

A veces, las pastillas le apollardaban un poco por las mañanas y por eso se metía tres o cuatro carajillos en el bar.

Cuando volvió a tener los pies en el suelo, Servando dedicó una mirada hostil al practicante.

-Mira, zagal, déjate de zarandajas y hoslipati... hostiplazi... hospati... ¡que me te lleves a estos dos a que les pinchen tiritas, joder, que ya tienen un pie en la buitrera!

Guiñó un ojo al alcalde:

-Estos médicos de ahora no tienen ni puta idea, ¿eh?

Se rascó la cabeza.

-Pos yo esto le veo mal arregló...- dijo mirando a los forasteros. -Mirar... Ayudamos al médico a meterlo en su c15, aunque sea detrás, moviendo los asientos y que alguien se vaya con él pal ambulatorio. El resto se viene conmigo a aclarar to este entuerto, que yo con los vampiros y to la hostia no me he enterao de una mierda- normal que no s'enterara si ni s'olía la cornamenta que llevaba aunque llegara a casa y oliera a tabaco y a follisqueo.

Don Javier se incorporó y puso los brazos en jarras como la pitones, mirando a la misma.

-Si me agrede ya me sé de quién le va a poner este año las inyecciones para la gripe... Y no seré yo señora... Ni nadie, que estos pueblos no los quiere pisar ni Dios- dijo enfadao, porque era verdad, que allí los médicos no querían ni paseáse de vacaciones. Que si no los agredía una vieja pidiendo pastillas pal reuma o pa cualquier chorrá, que las viejas eran adictas a las pastillas pa to. Además que tos los cotilleos güenos se cocían en la sala d'espera del ambulatorio: quién ha tenío un accidente, quién sa muerto, quién está malo de qué... Más lo que cada una aportara de su cosecha. Tamién era un uso lúdico de los servisios susiales pa entretener a los jubilaos.

-Vale seño agente yo ayudo a carga a esto do si hay que hacerlo, pero que conste que sigue sin parecerme una guena idea, y meno dejandolo con el medicucho este que con lo que tarda en llega lo mismo ya estan fiambre los dos cuando lleguen al hospita.

Acto seguido Evaristo se espera a ver que hacen sus vecino que tampoco e plan de se el unico primo que cargue con los cadaveres.

-Oquei, ail folou yu... Ai min... Que io me voy con Don Javier, si querís puemos usar mi fragoneta. Creo que irán mejó que en la C15. -El tono de voz es más calmao, pa que todos se calmen, porque si no, al finás el medicucho pué acabar en el río con un saco atao a la cabeza, como le pasó al último ese de las gaes esas de los derechos de autor que fue a decirle al Manolo que tenía que pagar por los derechos de un partido del furbol entre el matalacañas y los de somorgujo de abajo en mitá del partido. Amos... que apagó la tele y tó... ¡Con el bar lleno! ¡Que vinieron hasta los rumanos del campamento del estercolero a verlo! La suerte que era verano y el río iba seco...

- La indición de la gripe te la pués pasar por los cojones, señor mio - le señalo al praticante. Amenazarme a mi...Solo eso faltaba.  Pero si, había que hacer algo. Menos mal que el Evaristo dice de irse con el hijoputa el practicante- Yo me voy contigo Laureano, y tayudo - y asín puedo bacinear agusto. Como está mandao.

Ayudo a cargá a los guiris. Otra vez. Vuelvo a cargar a la gachí escuchimizá.

El señor Don Javier miró mu remal a la Cipriana, que podría cortáse la tensión con una azá. Pero optó por irse pa la flagoneta del guiri cuando lo ofreció, sin añadir mal. La próxima vez que la Cipriana fuera a por una indicción no iba a llevar frío.

-¿Pero esto funciona, Josh?- el médico era de los pocos que llamaba al guiri por su nombre, pero claro, ero un hombre cultivao. Estaba cansao de curarle ronchones de revolcarse por la hierba buscando los puñeteros gamusinos, que cuando creía que iba a ver uno se tiraba sin pensar a plancha de urgencia a hacer la foto 'ande pillara y asín pasaba, que le daba igual si caía en ortigas o en una verja de los huertos pa que no entren los conejos.

-Of cos!!! Yul si!!! -Y le casca una sonora palmada en la espalda a Don Javier al tiempo que abre el capó de la fragoneta y le hace el puente pa arrancarlo.- ¡Hala, amos pal hospitá! Vusotros avisar si encontrar alguna pista de los vampiros, oquei? -le dice al resto del grupo al tiempo que cierra la puerta de la fragoneta con el pulpo pa que no se abra y cuelga algunos ajos del espejo.

Entre el guiri que tiene un tiro dao y el medico que se cree er mejo por tene estudio y vivi en la ciudad Evaristo no esta muy convecio de como puede acaba la cosa.

-Vale vosotro i tirando pa el hospita con esto do, yo me quedo con el resto pos si pasa argo ma y aparecen los hermano neutrex otra ve, si pasa argo en el camino....-Dice recordando que ni él ni sus vecino tienen móvile de esos raro- Pues os la apañais como se pa avisa...ala pues con dio entonce.

-Mira, sí, mejor-el Rubio se acercó a un banco de madera que había y se sentó sin más ceremonia-Que llevamos ya ni se sabe dando bandazos entre vinos, verbenas y mondongos varios. Oye, ¿cómo era aquello que decían esos dos del Iligido? ¿Agua que no has de beber buena sombra le cobija? ¿A caballo regalado puta la manta que le cobija?