Partida Rol por web

Plata de Ley

Capítulo 6 - Regreso a St. Elmo

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03/07/2016, 23:37
Keezheekoni

Parecía que finalmente ninguno de vuestros dos acompañantes, James Carter y Keezheekoni, os iban a acompañar hasta el interior de St. Elmo. El primero en irse fue Carter, tras el primer día de viaje anunció que élse desviaba hacia Filadelfia para informar a sus superiores de la aceptación del trato y decidir si podrían finalmente retomar las actividades paralizadas en las minas de plata.

En último lugar, tras una semana de viaje y acompañaros hasta las cercanías de St. Elmo, Keezheekoni os informó también de que debía abandonaros para volver con su tribu, un poblado hopi asentado en un valle fértil de la meseta, aún a tres días de marcha. - Mi tribu pasa por momentos difíciles. - explicó - También varios de los nuestros han muerto a manos del mismo mal que ha azotado la ciudad - señaló hacia St. Elmo, ahora visible en la distanciacomo una gran agrupacion de tierras de edificios, fincas, y tierras de cultivo muy separadas unas de otras y delimitadas de las demás.

- Los más jóvenes y atrevidos quieren marcharse y buscar tierras más seguras lejos de la amenaza de Yietso, pero la mayoría no quiere abandonas la tierra en la que hemos nacido y vivido siempre; y los ancianos y los sabios conocen la verdad; que si Yietso es liberado no habrá tierra segura de su maligna influencia. Debo volver con mi pueblo, contarles nuestro último encuentro, y hacerles saber que lucharéis por nosotros. Si en algún momento quieres visitar la aldea te brindaremos ayuda Wanikly, ahora y siempre. - y dicho aquello se alejó a medio galope para rodear las tierras pertenecientes a St. Elmo.

Ante vosotros se abría el camino principal, que se adentraba hacia el centro de la ciudad, en aquellas tierras completamente rodeadas por montañas y a las que durante años habían acudido a probar suerte cientos de personas atraídas por la fiebre de la plata.

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04/07/2016, 07:36
James McReady

James contempló el poblado desde un alto en las afueras. No parecía gran cosa. Otro de esos poblados creados por colonos que se asentaban allí para explotar las minas para algún rico terrateniente. Como tantos otros. Casas sencillas, construidas deprisa y hechas para el momento, no para durar. Su anodino nombre tampoco aportaba mucho para quitarle al exmilitar de la cabeza que aquel era otro agujero de inmundicia como tantos otros a lo largo del camino hacia el Oeste.

Pero todos aquellos agujeros solían tener un Saloon donde los jornaleros, mineros y la gente de paso se iba a gastar dinero en algunos de los pocos placeres que hasta en un lugar como aquel, se podían disfrutar; alcohol, mujeres, juego...y que no por ninguna otra cosa, se acababan convirtiendo en el centro social de estos poblachos.

-Bueno Jack...cuéntame ¿qué hacemos aquí?¿Intentar recuperar nuestra plata de un antiguo compañero regresado de su tumba que nos la jugó?¿Salvar al pueblo de una maldición india?¿Defender los intereses de cuatro tipos gordos de Boston? Fuere como fuere, supongo que deberíamos empezar por visitar a nuestro viejo amigo, Pierre Grimaud, a ver qué de cierto tiene la historia de Carter. Según el informe de de éste, reside en una hacienda llamada Le Parisiene o algo así. Y si algo hay de cierto en esa historia, llevará años esperando y temiendo nuestra llegada.
 

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05/07/2016, 05:00
Juanita "Dinamita" Rosales

Tardamos una maldita semana en llegar a ese pueblo cochambroso y mi humor, a medida que nos acercamos, no mejora. No entiendo nada de lo que está pasando y la india esta, que no hace otra cosa que adular a Jack, casi consigue sacarme de mis casillas. Lo que le faltaba a Jack... otra mujer que le diga que es genial y maravilloso... Así que cuando dice que se va, respiro algo más tranquila.

Parados allí, antes de hacer la entrada al pueblo, observo con desprecio las casas amontonadas. Otro maldito pueblo minero, ignorantes sacando riquezas para otros, mientras ellos viven en la miseria.

-Eso, Jack...- apuntillo cuando termina James -... dinos a qué hemos venido aquí. Dinos que tienes alguna idea porque yo aún no sé qué se espera que hagamos...- Las palabras me salen ácidas. ¡Vaya! Me doy cuenta que aún me dura el mosqueo por el abrazo que le dió la india hace una semana...

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05/07/2016, 22:28
Pancho Castillo

Desde la reunión con la india, Pancho había permanecido turbado durante todo el camino, santiguándose a menudo y mirando al cielo con cierta reverencia mientras murmuraba sobre maldiciones, el diablo, y cosas así. A pesar de todos sus temores por el asunto del Francés y los espíritus, había acompañado al resto de miembros de la banda en su viaje hacia St. Elmo. Quién sabe por qué. Quizás tenía más miedo de los espíritus indios y de lo que estos le harían por no acudir en su ayuda.

La noche anterior a al llegada al pueblo minero Pancho no durmió demasiado. pasó la noche desvelado mirando al horizonte mientras susurraba "... el chupacabra, el chupacabra ...". Parecía preocupado por los crímenes de los que había hablado el hombre del banco.

Por suerte era un hombre recio, y podía cabalgar incluso dormido, que es como pasó la parte final del camino a St. Elmo. Roncando sobre el caballo.

Al oír las voces de Juanita y Mc Ready se desperezó algo. Lanzó mirada lánguida a la población y añadió: -Ya que estamos aquí, podemos preguntar por el chupacabra.-

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05/07/2016, 23:07
Director

Notas de juego

Bueno, ya sabíamos que Lonegan iba a estar ausente.

En vista de los posts, retraso la actualización hasta el Jueves por si acaso Charlie-Soso tiene tiempo de retomar el hilo de acontecimientos. En caso de que no vuelva a tiempo el Jueves actualizaré sin falta, aunque sea necesario PNJotizar a Lonegan.

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07/07/2016, 22:44
Jack Lonegan

Cuando Keezheekoni se fue y solo quedaron los miembros de la banda Jack se acercó al borde del camino a contemplar el pueblo como hacía McReady. Había tenido tiempo para pensar largo y tendido sobre aquél asunto. Siempre había la posibilidad de que el banco no respetara el trato, desde luego; sin embargo en el peor de los casos solo añadirían un cargo más a la lista de robo, asesinato y evasión de la justicia.

James McReady: Bueno Jack...cuéntame ¿qué hacemos aquí? [...]

- Hemos venido a recuperar un botín que perdimos hace 3 años, James. Y si además podemos ajustar viejas cuentas pendientes, aparentar ser héroes ante los indios, e incluso sacar beneficio de ello mientras lo hacemos... en ese caso sacaré todo el provecho que pueda. -

Juanita: Dinos que tienes alguna idea porque yo aún no sé qué se espera que hagamos...

- Paciencia. Ni siquiera sabemos exáctamente cual es la hacienda que buscamos. Preguntaremos un poco por el pueblo, todos nosotros; a ver que nos dicen. Después tomaré una decisión sobre qué tipo de visita haremos al "Francés", si es que se trata realmente de él. -

Notas de juego

PNJotizado

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07/07/2016, 23:09
Director

El mediodía había pasado, y comenzábais a encontraros hambrientos. Así, encabezados por Lonegan, tomásteis el camino principal hacia la entrada del "pueblo"; aunque en realidad era más parecido a un pequeño centro urbano exclusivo para las fincas y las tierras que lo rodeaban. Pocas de los edificios eran casas habitables, y la mayoría parecían simples almacenes; sin embargo, había algunos edificios remarcables, visibles de un extremo al otro de la ciudad:

A la entrada del pueblo había uno de los pocos edificios digno de ser llamado casa, casi una auténtica mansión, de dos pisos y con un humilde porche a la entrada. Un poco más lejos y al otro lado de la calle, se encontraba sin duda el edificio más enorme de St. Elmo, igualando en altura el campanario de la iglesia; un cartel claveteado sobre la madera citaba en letras grandes bien visibles "ST. ELMO GRAND HOTEL". Aunque el edificio por si solo no hubiera resultado imponente quedaba claro que daba cierta importancia al pueblo, ya que multitud de tabernas, locales de juego de todo tipo y algún que otro prostíbulo rodeaban el edificio como intentando sacar provecho de su suntuosidad.

En la parte dentral del pueblo se encontraban edificios de carácter más administrativo. La estación de tren, por supuesto, se encontraba junto a las vías, haciendo las veces de oficina de correos cuando recibían paquetes y cartas de los trenes. Frente a ella, dominando el pueblo en ambas direcciones, se encontraba la oficina del sheriff con la placa estrellada grabada a fuego en la madera para que a nadie se le pasara por alto que allí se encontraban las fuerzas del orden. Únicamente había un local de ocio cerca, pero era lo bastante grande para llamar la atención, con el símbolo de 4 picas de poker grabado en la madera imitando de forma jocosa el estilo de la oficina del sheriff a modo de desafío.

El extremo opuesto del pueblo era la zona menos llamativa y más descuidada, siendo casi todos los edificios de aquella zona viviendas pequeñas y en mal estado. También había un par de hoteles, aunque tan recogidos en comparación con el ostentoso "Grand Hotel" que apenas parecían formar parte del pueblo. Uno de ellos estaba relativamente limpio y bien cuidado, y lucía una sencilla placa de madera que se agitaba al viento con el nombre "Hotel Stark*", mientras que el otro parecía tan sucio como la cueva de algún animal carroñero y ni tan siquiera tenía un cartél o placa que indicase un nombre. Por último, un sencillo saloon de puertas dobles y aspecto de estar en la ruina constituía el único local de divertimento de aquella zona (si es que no estaba completamente cerrado); el cartel rezaba "Saloon kaltes bier", un nombre al que le encontrásteis ningún significado.

Notas de juego

*¿Hay algún fanático de Juego de Tronos supersticioso en la sala?

Por si tenéis curiosidad, he nombrado los edificios como si hubierais entrado por la parte oriental (derecha) del mapa.

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09/07/2016, 13:25
Michael Maverick

Michael sonrió al ver el pueblo. Verdaderamente tenía una pinta miserable. Casuchas, polvo, sudor, cansancio y casas de juego. A Michael le encantaban los sitios como aquel. Si algo tenía la gente pobre eran ganas de cambiar su suerte, ganar dinero rápido y marcharse de allí.

En eso Michael era bien capaz de echárles una mano, o más bien, echárles una mano a sus dólares, lentamente ganados y rápidamente perdidos alrededor de la mesa de póker. Todo sea dicho, no todo eran ventajas. En aquellos pueblos llevaban tan mal perder como en cualquier garito de señoritingos estirados, pero tenían mayor facilidad para llegar a las manos o tirar de revólver. Había que jugar con cuidado, ganar despacio y marcharse deprisa.

Por un momento al ver la turbación de Lonegan estuvo a punto de ofrecerse para hacer un reconocimiento por el pueblo, pero viendo como había salido la última vez se mordió la lengua y cerró la boca.

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09/07/2016, 16:44
Pancho Castillo

-Entendido, jefeeee....- El mexicano contestó así a Lonegal. Parece que en algún momento Pancho había asumido la autoridad del Forajido sobre la banda, quién sabe cuando exactamente. -Con el dinero saliéndole por las orejas, seguro que todo el mundo sabe donde vive el Francés. No será difícil tirarles de la lengua con un poco de aguardienteeee.-

Tras eructar y escupir en el suelo, añadió: -Iré a echar un vistazo al saloon eseeee...- Señalo al Saloon kaltes bier, quizás indicando su incapacidad para leer, o para decir tal nombre cartofen inpronunciable. -Me pregunto si en ese tugurio sabrán lo que es un buen Mexcal... - Se relamió mientras lo decía. -...y tengo la garganta secaaaa.-

Se giró sobre la silla de su grupa en dirección a sus compañeros: -¿Alguien me acompañaaaa?-

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09/07/2016, 17:55
Juanita "Dinamita" Rosales

Nuestros caballos avanzan a lo largo del pueblo, levantando polvo a nuestro paso. A los lados del camino veo todo lo que ya conozco. Casas miserables que se caen a cachos, donde vive gente que sólo va a dormir porque el resto del tiempo está a oscuras en una mina. Salones donde los hombres beben para olvidar su miseria y las mujeres se entregan para salir de ella. La oficina del sheriff, donde acaban los que tienen la osadía de soñar con algo más que lo que la mala fortuna les ha asignado...

Lo único que no conozco es lo que hay dentro de la linda casa del principio. La miro con envidia. Eso es lo que yo deseo. Seguro que ahí vive una mujer feliz, con un hombre que no comparte, rodeada de cosas buenas, su mayor esfuerzo debe ser comportarse educada con las visitas elegantes que recibe.
El sonido de los cascos me trae de vuelta cuando vamos por un poco más de la mitad de la calle.
-Menudo pueblo... Un sitio para venir a morir, como otro cualquiera. Si el Francés tuviera nuestro dinero ¿qué iba a hacer aquí? Si yo fuera él me hubiera ido a Boston, por ejemplo- sé que mis palabras destilan desprecio pero odio este sitio por lo que es, por lo mucho que se parece al sitio donde yo vivía con mi familia.

Cuando Pancho pregunta si le acompañamos, ni siquiera me molesto en contestar.
-Yo preguntaré en el Gran Hotel-

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10/07/2016, 11:03
James McReady

El pueblo no tenía mejor aspecto desde dentro del que les había parecido desde fuera. El peculiar grupo entró en el pueblo observando cada detalle. Por la cara de sus compañeros, la impresión que les había causado a ellos no era mejor.

-Mmm...en ese salón dudo que vayamos a encontrar respuestas. Si tuviera que localizar a alguien en un lugar que no conozco, le preguntaría a cartero. Lo intentaré en la oficina de correos. Seguro que Maverick querrá visitar esa casa de juego. Allí quizá conozcan a nuestro francés, bien porque frecuente el local, que no me sorprendería o porque lo conozcan como personalidad del lugar.

Dicho esto, dirigió su caballo hasta la puerta de la oficina de correos, ató el caballo a un poste cercano y se dirigió al interior del edificio.

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10/07/2016, 12:06
Jack Lonegan

Los forajidos se adentraban por la calle principal de St. Elmo para comprobar que aquel pueblo, aunque tuviera un negocio como la minería para dar dinero y estabilidad, no tenía pinta de seguir prosperando, más bien todo lo contrario. Parecía que tras entrar en el pueblo, las ganas del resto de sus compañeros de dar con el francés aumentaban, y estaban repartiéndose ya los sitios para encontrar su paradero. Jack escuchó la sugerencia de McReady, y decidió adelantarse al joven Maverick.

-No te preocupes James, yo iré al salón de juego. Si a Michael le apetece acompañarme, no hay problema. La verdad es que no quedan otras opciones interesantes en este pueblo para preguntar por nuestro antiguo socio.

La decisión de ir él mismo al salón de juegos también se debía a que no confiaba en que Maverick por si solo se mantuviera concentrado en la investigación y se dejara entretener jugando. Pero tampoco quería incomodar al muchacho compartiéndolo en voz alta con el resto, todo el mundo tiene debilidades.

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10/07/2016, 22:05
Director

El grupo se había dividido y el destino de cada uno había quedado decidido. A paso lento avanzaste a caballo por la calle principal, donde apenas un par de hombres de aspecto rudo te miraron sentados desde el borde del suelo de madera de los locales de juego y los prostíbulos. Cuando llegaste al Kaltes Bier ataste el caballo al poste exterior, junto a un bebedero de cubierto de polvo, acorde al aspecto que presentaba el propio saloon.

Cuando atravesaste las puertas dobles el ambiente que te encontrasteera de desolación. Apenas un par de hombres (con aspecto de mineros, por sus músculos y ropas manchadas de una mezcla de tierra y carbón) se encontraban sentados en una de las muchas mesas del local, bebiendo silenciosamente de sus jarras. Un tercer hombre con aspecto más respetable bebía discretamente de un pequeño vaso con una botella de whisky que compartía con el barman mientras ambos conversaban poco animados, casi parecía un funeral.

El barman tenía unos rasgos que no habías visto antes. Más pálido que el resto de los hombres de los estados al norte de méxico, pero rollizo y de vestimenta un tanto extraña. También fumaba unos cigarros con el doble de grosor del habitual, que dejaban una densa humareda con un potente olor flotando alrededor de su cabeza.

 

 

El hombre respetable con el que hablaba, sin embargo, vestía con ropas que pretendían ser elegantes, pero gastadas y zurcidas tras fijarse un poco en los detalles. Si se trataba de un hombre de negocios, estaba claro que no pasaba por una buena racha.

 

 


En cuanto el barman se percató de tu presencia en la puerta, se alejó un tanto de su interlocutor y te llamó con un gesto hacia la barra. mientras te acercabas refrotó con un trapo un vaso para quitarle la suciedad y lo sirvió sobre la mesa. Al hablar, lo hizo con una voz grave y profunda, y un acento igual de potente que arrastraba las palabras. - ¿Que le sirrrrvo, forrasterrro? -

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10/07/2016, 23:05
Director

Tras discutirlo un instante con los demás, decidiste acercarte al ostentoso Grand Hotel. Resultaba evidente a simple vista que no era el tipo de hotel en el que cualquiera de vosotros podría alojarse habitualmente. De hecho, si no hubierais recuperado los bonos, ni siquiera podríais soñar con pasar una noche en semejante lugar.

Al acercarte al hotel recibiste un par de comentarios bastante obscenos de algunos hombres de apariencia ruda sentados al pie de la entrada de los locales de juego y prostibulos cercanos. No les prestaste atención y entraste en el hotel; al fin y al cabo era lo más normal del mundo que tratasen de llamar la atención de cualquier cosa que se moviera y llevara faldas (o en tu caso, falta de bulto en los pantalones y exceso en el pecho).


Si el hotel ya era ostentoso por fuera, su interior era un absoluto despropósito de lujos. Prácticamente nada de la madera del edificio quedaba a la vista, cubierta por tapices, cuadros, y una lista infinita de elementos decorativos solo imaginables en una gran ciudad.

El sonido tintineante de una campanilla invadió el pasillo de entrada al cerrar la puerta, en ese momento un hombre de amplia sonrisa tras un elegante mostrador de madera brillante se giró hacia la puerta; perdió la sonrisa al momento de contemplar quien se encontraba en la puerta, pero la recuperó en seguida, evidentemente haciendo un gran esfuerzo por mantener un rostro agradable.

- Saludos, dulce señorita. ¿A que se debe el honor de su visita a nuestro Grand Hotel? ¿Desea pasar la noche en una de nuestras humildes habitaciones? -

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10/07/2016, 23:21
Director

Sin tiempo que perder, tras saber donde podrías encontrar a cada uno de los demás cuando terminaras tus indagaciones te dirigiste sin demora a la estación de tren. Apenas te encontraste con nadie en tu camino hacia allí, salvo un par de trabajadores de aire peligroso pero decaído rondando los locales de juego y prostíbulos cerca de la entrada.

Al llegar a la estación comprobaste que en aquellos momentos no había ni tren ni pasajeros esperándolo, un tablón de madera que hacía las veces de anuncio contenía un calendario que te verificó que solo había 1 tren al día; este salía a primera hora de la mañana y llegaba poco antes del anochecer.

Por la hora que era (cerca de la hora de comer), apenas había tampoco trabajadores en el lugar; tan solo encontraste a un revisor/taquillero leyendo el periódico ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor dentro de su garita enrejada.

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10/07/2016, 23:28
Director

Una vez decidido el destino de los demás, ambos les visteis alejarse en sus respectivas direcciones antes de poneros vosotros mismos en camino, finalmente Maverick acompañó a Lonegan (o tal vez al revés). Dado lo que todos sabían del tahur, era probable que en un local de juego se moviera como si se tratase de su propia casa.

Sin prisas, avanzásteis con los caballos esquivando a un par de solitarios hombres rudos que se dirigían en dirección al resto de locales de juego con peor aspecto, y atásteis a los caballos a un poste antes de entrar en el edificio marcado con la pica de poker en la madera.

El ruido y el olor os golpeó casi como un puñetazo al entrar en el local. Una pianola sonaba animadamente en algún lugar que no acertabais a encontrar. El lugar estaba atestado; no de clientes, que eran un número considerable, pero sí de camareras con vestidos provocativos de generosos escotes y faldas cortas con liguero, mesas de juego con crupiers y una ruleta numerada negra y roja en el extremo opuesto a la entrada. Al fondo, sobre la pared, el cartel "Saloon 4 de Picas" casi resplandecía entre las luces de las lámparas, encendidas a pesar de ser pleno día.

Un par de clientes parecían hombres de negocios respetables (ignorando el hecho de encontrarles en una sala de juegos), sin embargo, no era el caso más común, la mayoría de clientes parecían mineros y otros tipos de trabajadores, y en la mesa de poker más ruidosa había casi una decena de hombres musculosos apostando entre risas y pullas sin preocuparse del escándalo que pudieran provocar.

Al poco tiempo de encontraros en la puerta, una ágil camarera se acercó hasta vosotros dando pequeños saltitos, como un conejo de campo - Hola, caballeros ¿quieren probar su suerte? Siempre hay al menos un indivíduo afortunado que sale con más dinero del que trajo. Si apuestan a la ruleta, la casa les invita al primer trago. - entre risillas, una segunda camarera agarró a Maverick del brazo atrapándolo entre los suyos propios y sus turgentes senos - Pasen y diviértanse, no se decepcionarán. -

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11/07/2016, 20:37
Juanita "Dinamita" Rosales
Sólo para el director

Entro en el hotel empujando la puerta con delicadeza mientras escucho groserías a mi espalda. "Bueno, tampoco es como si fuera la primera vez ¿no?" me digo a mí misma para que no me importe. Pero sí me importa porque en este sitio la diferencia entre lo que soy y lo que me gustaría ser, es más acusada. Y comentarios que escucho me delimitan claramente en qué lado estoy yo.

Intento olvidarlo, distraerme mirando la decoración "Cuando Jack y yo..." me asalta la duda pero no permitiré que eso rompa el ensueño "Cuando yo tenga mi casa, será elegante pero no ostentosa como esto" Pero el sonido de mis espuelas y la mirada que me dirige el hombre detrás del mostrador, me traen de vuelta a una realidad en la que estoy vestida como un hombre y llena de polvo.

-Buenos días...- al menos quiero aparentar ser una persona educada -... verá, venimos de muy lejos, con un encargo del First Bank para hablar con el Sr. Beaumont. Nos han dicho que tiene una casa cerca de aquí. Usted ¿podría indicarme cómo llegar o con quien podriamos hablar para que nos recibiera, por favor?- intento mostrarme tan educada como me es posible, pero mi educación es escasa, sólo sé lo que he visto a otros hacer, así que ni siquiera estoy segura de haberlo hecho bien.

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12/07/2016, 11:36
Jack Lonegan

Cuando ambos forajidos entraron por las puertas del saloon, fueron recibidos por una amalgama de ruidos y olores, aparte de la visión de numerosas chicas ligeras de ropa, que difícilmente dejaría a nadie indiferente. Lonegan no estaba dispuesto a dejarse despistar del cometido que les había llevado a aquel lugar, pero no podía estar tan seguro de la concentración de su compañero.
Oteaba a los diferentes grupos de jugadores que se encontraban en la sala de juego, pensando en quiénes podían ser los más indicados para proporcionarles información sobre el francés, cuando dos atractivas jovencitas, empleadas del saloon, salieron a recibirles con la intención de terminar de engatusarlos e invitarlos a entrar a jugar. Jack pensó que tal vez podían ahorrarles ellas el trabajo.

-Querría probar mi suerte, sí, pero creo que las respuestas que busco no están entre las picas y los corazones. Verán, ¿podrían decirnos donde podemos encontrar a Pierre Grimauld, el dueño de "La Parisienne"? Somos unos viejos amigos de Pierre, y hace poco nos dijeron que podíamos dar con él aquí en St. Elmo.

Mientras esperaba la respuesta de alguna de las muchachas, echó un par de vistazos a la mesa donde los dos tipos con apariencia de hombres de negocios echaban su partida. En caso de no sacar nada en claro de las chicas, había decidido que serían los siguientes a los que preguntar.

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12/07/2016, 22:40
Pancho Castillo

El interior era un mero reflejo del exterior. No sabía el mexicano qué maldita idea le había hecho imaginar que el local estaría más animado.

El barman le habló en un fuerte acento que Pancho no reconoció. Era realmente raro. Gutural como un perro grande:

-Un tequila, señooorrrr. Aguardiente si no tieneeee. - Le respondió. Y se giró para saludar al paisano que charlaba con el barman cuando él llego: -Buenos días tenga usted, caballeroooo.-

Pancho esperó pacientemente a que le sirvieran su bebida. Ansiosamente, se la bebió de un trago según el camarero le puso la copa. Al instante, golpeó la barra con el vaso y dijo: -Otraaaa...- Señalando al vaso.

Según el alemán le ponía otra copa, Pancho se dirigió a los presentes: -Pues como que me han dicho que están faltando trabajadores por acaaa, y vengo a buscar trabajooo. ¿Hay algún ranchero ricachón por la zona que necesite un criador de caballos?. - Miró al individuo de ropas elegantes y raídas junto a él. - He oido hablar de un tal Francés, con mucha plataaa. ¿Sabe usted algo de eso, compadreeee?-

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12/07/2016, 23:57
Director

- ¿Del First Bank? - el recepcionista abrió bastante los ojos, sorprendido, aunque luego comenzó a observarte de arriba a abajo con poco disimulo, dudoso. - No tenía entendido que trabajasen mujeres en una empresa de ese calibre... pero quien soy yo para criticar a unos magnates como ellos. Sus minas de plata y oro son el combustible y maquinaria que mantiene a este noble país en funcionamiento. -

- "Aquí cerca" es un término relativo, señorita. La hacienda "Le Parisien" de Monsieur Beaumont es una gran extensión de terreno a casi veinte kilómetros de aquí, le tomaría unas dos horas llegar hasta allí a caballo, más del doble a pie. - El recepcionista se frotó las manos y sonrió - Sin embargo, desde aquí le podríamos hacer llegar un mensajero. Monsieur Beaumont es un hombre generoso, y si tiene negocios con él seguro que enviaría un carruaje para recogerla. Por un precio más que razonable, usted podría simplemente acudir a nuestro restaurante y disfrutar de una deliciosa comida mientras espera la respuesta desde "Le Parisien". -