Partida Rol por web

El gimnasio sombrío se encontraba en una lejana plataforma en el centro del mar. Para llegar allí había que pedir prestada a alguien una lancha o convencer a alguien de que te llevase hasta allí. Por suerte, en el puerto más cercano siempre había marinero dispuestos a llevar a los aspirantes a cambio de un pequeño desembolso monetario.

Gladio era el líder del gimnasio, el cuál se encontraba en una plataforma petrolera en el centro de uno de los mares de la región de Alola. Tras unos minutos de viaje, el aspirante pudo alcanzar el lugar donde se encontraba el gimnasio. 

Allí no había nadie para recibir al aspirante, pero tampoco eran muchos los lugares donde dirigirse, así que subió unas oscuras escaleras hasta alcanzar una puerta donde había un cartel que anunciaba el edificio. El cartel luminiscente ahora mismo se encontraba apagado y un fuerte viento soplaba en el lugar. Y allí seguía sin salir nadie a recibirle.

Finalmente tomó la decisión de entrar y al abrir la puerta, la escasa luz que entró iluminó el rostro de un chico de tez pálida y cabello platino. Hola, yo soy Gladio. Dijo friamente. Después la puerta se cerró y todo quedó oculto bajo una escasa luz. El combate en esas condiciones sería muy complicado.

Tras el portazo, Gladio habló muy brevemente, dos pokémon a la vez, el que derrote a sus rivales ganará el combate. Muy sencillo. 

¡Adelante! Dijo sin esperar la confirmación de su rival. Y tras aquella palabra, lanzó dos pokébaill que dejaron ver a un par de pokémon no demasiado frecuentes.

Un Silvally cuya tonalidad de piel eran tan oscura como la sala en la que se encontraban y una majestuosa Malamar.

Aquí podría asesinar gente y tardarían mucho en enterarse... vaya sitio tétrico. Je, siniestro. Literalmente... está claro que no es al azar.

Aidan notó una gota de sudor frío caerle por la nuca. Reprimió un escalofrío y siguió avanzando hasta entrar al gimnasio en sí. Y el combate comenzó, sin preámbulos. Lanzó las pokéball de su Swampert y su Vikavolt.

-Dos pokémon, perfecto. ¡Kip! ¡Neon!

-¡A por todas! Kip, saluda a ese Silvally con una Machada. Neon, dale un buen Zumbido a esa Malamar.

Gladio suspiró hondo al ver los dos pokémon que el aspirante había decidido sacar. Ninguno de los dos era una pieza dura de roer y no sabía si sería capaz de defender adecuadamente la medalla oscuridad. Cerró los ojos tratando de concentrarse y cuando creyó tener la combinación de ataques se los ordenó a sus pokémon con gran energía.

¡Adelante, Silvally, comienza tú el combate provocando una terrible avalancha que los aplaste a los dos! Tú, querida Malamar lanza Fuerza Bruta sobre Marshtomp! ¡Adelante!

Los pokémon de Gladio fueron más rápidos en actuar, Silvally comenzó lanzando varias piedras a ambos pokémon, Marshtomp no se molestó en esquivarlas, pues apenas le hacían demasiado daño, en cambio Vikabolt que podría sufrir un daño más grave por el impacto las sobrevoló todas sin ningún tipo de preocupación.

A continuación fue Malamar quien golpeó a lo bestia contra Marshtomp con intención de que ese ataque fuera el último. Pero nada más lejos de la realidad. El golpe en lugar de debilitar a Malamar le hizo más fuerte, pero eso no sirvió de nada. Porque Vikabolt empezó a provocar un terrible zumbido que Malamar no fue capaz de soportar y quedó en el suelo muy grave. Gladio se asustó al ver el estado en el que se encontraba. Y por último Marshtomp cargó contra su Silvally que tampoco fue capaz de esquivar el golpe. A pesar de eso, el pokémon fue suficientemente resistente para aguantar. Gladio sacó su pokéball para devolver a Silvally y después a Malamar, tiró al suelo la Medalla Oscuridad y se marchó de allí corriendo para curarles.

Aidan no tiene ni tiempo para agradecer el combate ni nada parecido pues Gladio se va tan rápido que raro es que no se quedase su silueta marcada en el aire, como en los dibujos.

-Me... esperaba algo más complicado tras Misty y sus abusivas ventajas. Pero oye, no nos quejaremos ¿Verdad Kip? Gran trbajo, Neón. Los dos. Muy bien hecho ¡Tenemos dos medallas! Regresemos al centro pokémon. Aunque antes... demos una vuelta por aquí. Algo me dice que puede ser buena idea.

Sin duda necesitaré ampliar mi equipo para continuar avanzando. Puede ser un buen lugar para hacerlo.

El gimnasio sombrío se encontraba en una lejana plataforma en el centro del mar. Para llegar allí había que pedir prestada a alguien una lancha o convencer a alguien de que te llevase hasta allí. Por suerte, en el puerto más cercano siempre había marinero dispuestos a llevar a los aspirantes a cambio de un pequeño desembolso monetario.

Gladio era el líder del gimnasio, el cuál se encontraba en una plataforma petrolera en el centro de uno de los mares de la región de Alola. Tras unos minutos de viaje, el aspirante pudo alcanzar el lugar donde se encontraba el gimnasio. 

Allí no había nadie para recibir al aspirante, pero tampoco eran muchos los lugares donde dirigirse, así que subió unas oscuras escaleras hasta alcanzar una puerta donde había un cartel que anunciaba el edificio. El cartel luminiscente ahora mismo se encontraba apagado y un fuerte viento soplaba en el lugar. Y allí seguía sin salir nadie a recibirle.

Finalmente tomó la decisión de entrar y al abrir la puerta, la escasa luz que entró iluminó el rostro de un chico de tez pálida y cabello platino. Hola, yo soy Gladio. Dijo friamente. Después la puerta se cerró y todo quedó oculto bajo una escasa luz. El combate en esas condiciones sería muy complicado.

Tras el portazo, Gladio habló muy brevemente, combate individual con un único cambio, el que derrote a tres rivales ganará el combate. Muy sencillo. 

¡Adelante! Dijo sin esperar la confirmación de su rival. Y tras aquella palabra, lanzó una pokéball de colores oscuros que dejaron ver a un pokémon bastante raro y que el aspirante no había visto nunca.

Un Silvally cuya tonalidad de piel eran tan oscura como la sala en la que se encontraban.

A pesar de estar en el centro del mar, llegar al Gimnasio Sombrio no fue tan complicado como Yoh imagino que podía llegar a ser, fue suficiente con tomar una lancha y listo, después de hacer un pequeño pago ya estaba allí, dispuesto a enfrentar a Gladio, esperaba que como en anteriores oportunidades el Líder le esperará en la entrada pero no, no fue así, al parecer debía llegar solo y tras subir unas escaleras y abrir una puerta, ya estaba allí.

Vio en medio de la oscuridad el rostro de el líder, Gladio era alguien que iba directo al grano pues no había terminado de presentarse y decir las reglas cuando ya estaba lanzando su pokebola, mayor fue la sorpresa cuando vio lo que salía de esta, un pokemon nunca antes visto, Yoh tuvo que sacar su pokedex para saber a que se enfrentaba, era un Silvally, vaya oponenete, algo le decía que no sería fácil.

Sin embargo, esto no amaino lo animos del retador y sin perder tiempo le dijo, mi nombre es Yoh, y será un placer luchar contra ti, vamos Dulce, sal ya! y de esa manera sale de la pokebola sale un Ribombee, un pokemon Bicho/Hada que de acuerdo al tipo tenía mucha ventaja, sin embargo, eso no era determinante a la hora de un enfrentamiento.

Dulce es hora de bailar, Danza Aleteo!

Gladio buscó en la oscuridad al pokémon de Yoh sin mucho éxito. ¿Tú ves algo? le preguntó a su compañero. Ribombee era tan pequeño que Gladio no era capaz de saber qué pokémon había sacado su oponente, por suerte Silvally sí que lo sabía y a través de sus gestos logró hacérselo saber. ¡Está bien, es un pokémon de hada y bicho, así que ya sabes con qué golpear, amigo! ¡Utiliza tu dura cabeza y demuéstrale lo fuerte que eres!

El pokémon de Yoh se había adelantado y había empezado a danzar por el campo de batalla para que sus stats aumentaran de nivel y se convirtiera en un pokémon más peligroso. Pero Silvally no estaba dispuesto a dejarle actuar mucho más y por eso contraatacó con un duro golpe que lo dejó bastante herido y asustado incapaz de hacer nada en el siguiente asalto.

¡Remata la faena! Le dijo a su pokémon pidiéndole que acabara con él ahora que Ribombee había retrocedido y no podría hacer nada en aquel asalto, eliminando así al primer pokémon de Yoh.

Yoh solo le resto ver cmo su Ribombee caía al suelo debilitada después de semejantes golpes, había sido una muy dura perdida, fruncio el ceño y apretó su puño derecho en señal de molestia por lo que acababa de presenciar, con su mano izquierda regreso a Dulce a su pokebola y saco a su segundo buen aliado, Tijeras, acabalo, fueron sus palabras al momento que un Scizor salía al oscuro campo de batalla.

Ya con Scizor en el campo de batalla la estrategia cambiaba un poco, Scizor le era resistente a los ataques de tipo acero y mientras que Silvally no usará fuego todo estaría bien, aparte de que el tipo bicho era fuerte y había un ataque en el repertorio que de seguro haría bastante daño.

Scizor, utiliza picadura en ese Silvally, si el ataque era efectivo el pokemon legendario empezaría a estar en problemas frente al poderoso bicho metálico frente a él.

Un nuevo combate daba comienzo con la presencia de Scizor en el campo de batalla. Silvally, además de extraño, era un pokémon bastante rápido y se adelantó a cualquier movimiento del bicho que tenía frente a él y obedeció las órdenes que Gladio le dio. ¡Enséñale tu ataque exclusivo! ¡Seguro que no lo ha visto  nunca! ¡Multiataque! Del cuello de Silvally salió una luz oscura que golpeó a Scizor con bastante fuera pero no la suficiente para derrotarle.

El pokémon de acero, que era muy resistente se puso en pie para escuchar lo que Yoh tenía que decirle. Con gran velocidad se lanzó sobre su rival y clavó su aguijón en su cuerpo. El ataque fue más duro de lo que a Gladio le hubiese gustado admitir y con un solo golpe había derrotado a su increríble pokémon.

Gladio sonrió: Bien. Ahora estamos empate. Ambos hemos derrotado a un pokémon del otro, pero ten cuidado que aún te llevo la delantera. Dijo en el momento en que sacaba una oscura pokéball para dar lugar a un dragón de tres cabezas de un tamaño imponente.

Yoh no pudo evitar dar una leve sonrisa al ver caer a Silvally, ese enemigo no era para nada fácil de derrotar así como tampoco lo sería quien entro a continuación, un Hydreigon, en este momento era cuando más lamentaba haber perdido a Dulce pues un ataque tipo hada limpiaba la mesa nuevamente! sin embargo, allí estaba su pokemon acero y había que hacerlo valer, el dragón aún seguía siendo débil al daño tipo bicho, por lo que si atacaba primero posiblemente ponía las cosas a favor. 

Tijeras utiliza Picadura nuevamente en ese dragón, lo más probable es que Hydreigon conociera ataques tipo fuego así que la velocidad tendría la última palabra.

Gladio sacó a uno de los pokémon más poderosos de su equipo, Hydreigon. El dragón había sido capaz de derrotar equipos enteros de otros aspirantes, pues su combinación letal de fuerza y velocidad lo hacían imparable. En cuanto salió al campo de batalla, Gladio se sintió cómodo pues sabía que el cuerpo de acero de su rival le hacía más lento que su preevolución y eso le daba cierta garantía de éxito en el combate. 

¡Esto va a ser pan comido, Hydreigon! ¡Acaba con Scizor de un plumazo! ¡Usa lanzallamas! Y tal y como Yoh había pensado, aquel combate iba a ser cuestión de velocidad, pero también influía lo sumamente vulnerable que era Scizor ante el fuego.

Regresa Tijeras.

Sal Llama y utiliza Danza Llama

¡Otro pokémon de tipo bicho! Dijo Gladio al ver que Yoh volvía a sacar a uno más. Los bichos son pokémon muy fuertes contra mí. Aseveró sabiendo que eso Yoh ya lo sabía y que por eso había osado a enfrentarse a él. Pero como puedes ver, he entrenado bien a mis pokémon para que sepan derrotarles fácilmente. Dijo soltando una risotada por pernsar que Yoh se había confiado al creer que la ventaja de tipos sería suficiente para derrotarle. 

¡Vamos Hydreigon, demuéstrale de lo que somos capaces! ¡Usa pulso dragón sobre ese volcarona y acaba con él!

El movimiento no fue suficiente para derrotar a su rival pero sí para dejarlo mal herido. Después de aquel golpe, Volcarona contraatacó haciendo unos hermosos movimientos y lanzando fuego en cada gesto. Las llamas potenciaron la fuerza de Volcarona y debilitaron ligeramente a Hydreigon, pero aún estaba lejos de poder ganar ese combate.

Te recuerdo que tienes las posibilidades de hacer un cambio. Dijo Gladio. Así que puedes sacar a un cuarto pokémon, o de lo contrario, si mi ataque no falla, el combate será mío.

Yoh miró a Gladio después de el ataque de Hydreigon sobre Volcarona, saía perfectamente que no aguantaría otro golpe, le molesto un poco la actitud burlista del líder cuando este solto su carcajada, ya el combate no daba para más por lo que decidió regresar a su Volcarona no sin antes decirle.

Puedes reirte cuanto quieras, sin embargo, lo único cierto de esta batalla es que estas ganando porque mi Rimbombee no ejecuto su danza aleteo, esa es la única verdad, de otra manera no habría forma alguna en la que tus pokemon siniestros pudieran ganar a mis pokemon bicho y menos a mi bicho/hada, tienes demasiada suerte de que en esta ocasión las cosas salieron a tu favor, eso es todo.

Yoh pensó que en lugar de danza llama debió utilizar danza aleteo, no sabe que le paso, ese error le costo el combate y fue una excelente lección. Sin más regreso al Centro Pokemon.

El gimnasio sombrío se encontraba en una lejana plataforma en el centro del mar. Para llegar allí había que pedir prestada a alguien una lancha o convencer a alguien de que te llevase hasta allí. Por suerte, en el puerto más cercano siempre había marinero dispuestos a llevar a los aspirantes a cambio de un pequeño desembolso monetario.

Gladio era el líder del gimnasio, el cuál se encontraba en una plataforma petrolera en el centro de uno de los mares de la región de Alola. Tras unos minutos de viaje, el aspirante pudo alcanzar el lugar donde se encontraba el gimnasio. 

Allí no había nadie para recibir al aspirante, pero tampoco eran muchos los lugares donde dirigirse, así que subió unas oscuras escaleras hasta alcanzar una puerta donde había un cartel que anunciaba el edificio. El cartel luminiscente ahora mismo se encontraba apagado y un fuerte viento soplaba en el lugar. Y allí seguía sin salir nadie a recibirle.

Finalmente tomó la decisión de entrar y al abrir la puerta, la escasa luz que entró iluminó el rostro de un chico de tez pálida y cabello platino. Hola, yo soy Gladio. Dijo friamente. Después la puerta se cerró y todo quedó oculto bajo una escasa luz. El combate en esas condiciones sería muy complicado.

Tras el portazo, Gladio habló muy brevemente, combate individual con un único cambio, el que derrote a tres rivales ganará el combate. Muy sencillo. 

¡Adelante! Dijo sin esperar la confirmación de su rival. Y tras aquella palabra, lanzó una pokéball de colores oscuros que dejaron ver a un pokémon bastante raro y que el aspirante no había visto nunca.

Un Silvally cuya tonalidad de piel eran tan oscura como la sala en la que se encontraban.

El entrenador entró en la sala y vio  al lider, que sin demasiadas palabras comenzó el combate.

Eh, ¿eso no es un pokemon legendario o algo así? Masculló Ryu al ver a ese extraño y oscuro pokemon, Bueno, haremos lo que podamos, para eso estoy en esta liga. Dijo alegre tras el pequeño sobresalto.

Adelante Starmie, tú puede con él. Dijo Ryu sacando a su última captura, Usa brillo mágico, destruye a ese pokemon. Dijo con plena confianza, el sitio estaba oscuro, pero confiaba en que el poder psiquico de su pokemon le hiciera dar en el blanco.

Gladio se sorprendió al ver como el aspirante elegía a su primer pokémon a uno de tipo psíquico. ¡Cuidado, Sylvally, no te confíes! Starmie será de tipo psíquico, pero es muy versátil y puede saber ataques muy variados y además si está bien entrenado puede ser muy rápido!

El pokémon escuchó con atención lo que le dijo su entrenador y seguidamente sintió como el brillo de su gema central le dejaba ciego por un momento. Cuando logró abrir los ojos sintió como gran parte de su energía se había desvanecido, pero no había sido suficiente para acabar con él.  ¡Bien hecho, Silvally! ¡Ahora acaba con él! ¡Multiataque!

Un halo de oscuridad recorrió el cuerpo del pokémon de Gladio y prácticamente sin que Starmie lo pudiera haber visto, lo golpeó en el centro de su cuerpo para dejarlo completamente inconsciente y con su gema parpadeando a causa del impacto.

¡Starmie! Dijo el entrenador mientras recogía a su estrella en la pokeball. Ese pokemon es increíble! 

¡Mira este! Adelante Mienshao! 

Usa ida y vuelta, acaba con él y vuelve aquí por favor. Dijo observando lo débil que era su pokemon a la lucha. 

[creo que falla] pero porsi.

Sal Jumpluff, tu puedes! Dijo el entrenador sacando a su pokemon de planta. Que flotaría por el aire. 

Ryu sacó a su Mienshao a combatir con la esperanza de que éste golpeara rápidamente y se cambiara por su Jumpluff, pero el Silvally fue capaz de esquivar el golpe y contraatacar golpeando con su cabeza en el ligero cuerpo de tipo lucha. Mienshao cayó fulminado al instante dejando a Ryu con dos pokémon debilitados y graves problemas para conseguir la medalla Oscuridad.