Bueno speon este sera nuestro primer combate, demostremos de que estamos hechas. 

Tras colocarse empiezan a pensar que objetivo tendrán, el machamp esta débil y les parece injusto asi que deciden ir a por el salamance.

Speon usa psiquico en salamance.

La más rápida en actuar fue Haru que inauguró el combate con un movimiento de tipo psíquico igual que su pokémon y atacando a la mente del dragón. Sin ver nada de lo que estaba pasando, el rostro del dragón claramente cambió por culpa del sentimiento de mal estar que le había generado el ataque.

Segundos después, Arion le indicó a su rival que se enfadara y que golpease con todas sus fuerzas, pero cuando un dragón se enfadaba era incapaz de obedecer y actuaba según su propio instinto y en lugar de atacar a Machamp se vengó de Espeon por el ataque mental causado. impactándole con tanta fuerza y energía que lo dejó gravemente debilitado.

Después, Machamp fue a golpear con su puñetazo contra Espeon, pero al ver que éste ya había sido debilitado por su rival, se giró y fue a por el dragón, golpeándolo con tanta fuerza que fue enviado contra una de las paredes del jardín.

Instantes después, un par de Dittos salieron de los portales que rodeaban la sala y uno de ellos agarró a Espeon y el otro a Haru para sacarlos de allí. Después fueron a agarrar a Salamence pero justo cuando estaban a punto de teletransportarlo de allí, éste se levantó dispuesto aún para seguir el combate. Estaba gravemente herido y confundido, pero si lograba sobreponerse a su malestar, podría ganar aquel combate.

Tras dar su orden, Arion observó con sorpresa que sus dos rivales no iban a por él, sino que el Machamp comenzó a correr hacia el Espeon. Por desgracia, ese Espeon era más rápido, y el poderoso psíquico que golpeó a su Salamence lo dejó bastante tocado. Aquel acto pareció enfurecer a su compañero al punto que decidió dirigir su ataque contra él. Este giro de los acontecimientos le vino bien a Arion, pues de un golpe el Pokémon psíquico quedó fuera de combate.

-Buen trabajo Drake.- felicitó a su compañero, aunque en su estado de furia seguramente no lo oiría. Lo que no se esperaba Arion era que Machamp también decidiera cambiar de objetivo a ir a por su compañero -¡Cuidado!- la orden no llegó a tiempo, y su Pokémon recibió un fuerte impacto por el musculado luchador gris. Arion temió por un segundo que su amigo hubiera sido derrotado, pero éste consiguió levantarse con esfuerzo.

-Drake, acaba con él con Enfado.- sabía que la orden era innecesaria, pues su Pokémon atacaría igualmente, pero sentía la necesidad de pronunciarla de todas formas.

¡WOW! - exclamó Jorge tras ver el ataque del Salamance. - Menos mal que no me ha dado a mí, si no estaría fuera de combate, menuda bestia de dragón tienes, compañero. ¡Aunque supongo que gracias por cargarte a Haru! ¡Era mi mayor rival en este combate! Pero ya que no queda otro pokémon excepto el tuyo, supongo que tendré que golpearte. ¡Qué sepas que este puño dinámico iba para Haru! ¡La culpa es tuya por haber pegado tan fuerte! - comentaba mientras su Pokémon golpeaba al de Arion por primera vez.

Ahora tocaba hacer el segundo golpe, no se la iba a jugar e iba a hacer el ataque más rápido que tenía para rematar a Arion. - ¡Machamp, Puño Bala!

Salamence estaba francamente enfadado y ya no aceptaba órdenes de su entrenador, así que enfurecido se lanzó sobre Machamp para acabar con él y poner fin a ese combate. Pero lo que no vio venir fue el rápido puñetazo que encajó su rival en la tripa del dragón, fue tan rápido que no fue capaz de esquivarlo y fue suficiente para acabar con él pues ya estaba francamente debilitado.

El dragón cayó al suelo terriblemente herido y un par de dittos volvieron a salir de las paredes para llevarse consigo a Salamence y a Arion.

Jorge había ganado el combate.

De pronto una poderosa luz iluminó las cuatro paredes de la zona de batalla con una imagen

Arion Yagami y Yoel Bennet habían perdido su primera vida.

Fiu... - suspiró Jorge tras vencer por pura suerte y azar. - Creo que nos hemos ganado un descanso compañero. ¡Vamos a explorar la sala! - pero nada más empezar a rebuscar, Jorge se tropezó y lo único que encontró fue el suelo. - Yare, yare...

Nada más se puso a buscar, Jorge se cayó al suelo y su Machamp se acercó a él para tratar de ayudarle. Así que, no les había dado tiempo a encontrar nada todavía.

Venga, vámonos de aquí, que ya me he humillado bastante a mi mismo... - rió. - ¡Por la puerta azul!

Había llegado al jardín, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. En ese lugar había un rico aroma debido a la cantidad de flores que había en el suelo, además la hierba invitaba a tumbarse y relajarse. Era casi un lugar paradisíaco y parecía mentira que ese lugar perteneciese a una zona de combate.

Jo... ¿Pero donde está todo el mundo? ¡Tengo ganas de marcha! - suspiró. - Venga compañero, aquí no hay nada que ver, vamos por la puerta... ¿Roja? Sí... La roja estará bien.

Aquel portal rojo no era como el resto. 

Una horrible sensación hizo que el corazón de Jorge diera un vuelco similar al que se siente cuando se cree que ya no quedan escalones en la escalera por la que se está bajando. 

De pronto llegaron a una nueva sala, pero al mirar a su Machamp pudo ver cómo éste había sufrido un gran daño causado por el portal que habían atravesado.