Partida Rol por web

Mientras vuestro cuerpo aún está experimentado los cambios internos de la mutación del Gen Z, veis cómo atravesáis lo que parecen varias dimensiones. En una de ellas, los que sois capaces de captarlo, veis diferentes Ultraentes que aparecieron en la región de Alola – aunque se dice que tienen conexión también con Sinnoh, y que una de esos seres podría haber sido el Arma Definitiva de Kalos -, aunque no estáis seguros de si se han percatado de vuestra presencia.

Finalmente vuestros cuerpos se detienen, y volvéis a notar un suelo consistente, físico. Y ya no os duele nada, aunque parece que estéis agotados y que necesitáis recuperar el aliento. Estáis allí los 18 Pokémon… pero hay algo que ha cambiado. En todos vosotros. A simple vista se puede apreciar con mayor o menor claridad. No sois una simple mutación variocolor de vuestra especie. No, habéis cambiado totalmente, sin dejar de ser el mismo Pokémon. Algo que se había visto sólo entre algunas especies, aunque llevados a un nivel aún mayor que los Pokémon autóctonos en Kanto y Alola.

Giratina miró a los 18 Pokémon, todos cambiados de cuando Arceus los convocó en el espacio creado por Dialga y Palkia.

Dad gracias que estéis aquí. Generalmente el Gen Z termina volviendo a los Pokémon más agresivos, y finalmente os llevaría a la muerte. Ninguno de vosotros puede mega-evolucionar, así que difícilmente moriréis en este lugar. Y la agresividad no os ayudará para nada, aunque aquí deberíais ser capaces de contener vuestros instintos. Yo he cumplido mi parte del plan divino. Volveré a recoger los restos cuando Arceus me lo ordene, y volveré a ser libre. Si vuelvo solo, no será mi culpa en ningún caso…

Y el Pokémon Renegado desaparece, dejando tras de sí un misterioso objeto.

Estáis solos. Cambiados, en un lugar del que no sabéis si realmente escaparéis en algún momento. Ni cómo, tanto en forma como de Tipo. Y luego estaba ese objeto. Parecía una ruleta, preparada para que la hiciesen girar. No entendíais que eran esas 10 opciones, la simbología sin duda no era Unown. En el centro, una esfera empezó a girar. Veíais destellos de todos aquellos que estabais en el lugar. Finalmente se paró, y de forma intermitente, aparecía un Dusknoir. ¿Acaso debía hacer girar esa ruleta?

Todo era muy extraño, de pronto la voz de Arceus había cambiado, era mucho mas amenazadora, algo raro pasaba ahí, Dusknoir echó a correr, pero no había ningún lugar al que huir. Al momento siguiente estaba retorciéndose de dolor en el suelo sin poder controlarse. ¿Había dicho que iban a experimentar con ellos?.

De pronto se vio cayendo hacia ningún lugar atravesando dimensiones y viendo pokémon extraños que jamás había visto, pero no había tiempo para pensar en esas cosas. Giratina, al servicio de Arceus les estaba mandando no se sabe donde a la espera de ser los siguientes conejos de indias.

Por fin llegaron a dondequiera que estuvieran yendo, el pokémon fantasma se levantó rápido, como preparándose para una posible amenaza, pero ahí no había nada más que los mismos pokémon que habían sido convocados, menos Silvally, el había sido el primer elegido para experimentar. Dusknoir se acercó a ayudar a levantarse a los que más problemas parecían tener, al observarles bien se dio cuenta de que eran diferentes, su apariencia había cambiado completamente, y también la suya propia, al mirarse a sí mismo se dio cuenta de que le habían salido un par de alas. ¿Que era lo que realmente estaba pasando?.

Ante ellos apareció una ruleta sobre la que se formó la imagen cada vez más nítida de un pokémon, era él. Temeroso, se acercó a ella, miró a los lados como esperando ver algo que le indicara que debía hacer, pero nada. Tras pensarlo unos momentos puso su mano sobre la ruleta y tiró con fuerza para girarla. ¿El lugar donde caería indicaría lo que les deparaba el futuro?

La ruleta se paró en la posición nº 7. Y de detrás de la ruleta apareció Hoopa.

Bien bien bien. Tenéis que votar, y alguien su Tipo Secundario perderá. Un voto por Tipo, para cada tipo de voto.

Y el Pokémon Travesura, tan pronto como vino, con un pufff, se fue.

Si el dolor que habían sentido todos al atravesar los planos no era suficientemente malo, ahora el siniestro se enfrentaba a un nuevo problema: Se asfixiaba.

Por mucho que peleara, no había nada a lo que pusiese morder para detener el dolor o para que una bocanada de aire le llegase a los pulmones. En lugar de eso, sólo lograba que le brotase agua del pecho.

Desesperado, lanza una dentellada a una roca del suelo, la cual descuartiza con sus mandíbulas de acero. Cuando se cansa, descubre que al fin puede empezar a coordinar aquello de tener agallas... y agua. El cambio en el tono del pelaje y los dientes y garras de duro acero no suponían tanto inconveniente, pero en todo aquello había algo... que se sentía profundamente incorrecto. ¿Qué demonios estaba pasando?

¿De veras el gran magnánimo quería simplemente experimentar?

Y si ya estaba infectado ¿Cuando había pasado?

Con un gruñido furioso, se sacude el empapado pelaje y se sienta, hirguiendo nuevamente la brillante testa con aire solemne, como si pretendiera compartir un secreto de las más profundas tinieblas del alma de cualquier ser.

- No entiendo nada.

Glorioso. Nadie como él para auto-sabotear sus propias poses. ¿Alguna clase de retorcido sentido del humor?

Mira entonces hacia los que han "heredado" cualidades de siniestro, para acto seguido buscar con la mirada a aquellos con los que comparte sus nuevos dones, como si allí pudiese encontrar las respuestas que le faltan.

Dolor. Primero mucho dolor. Un dolor interno muy distinto a cuanto había sufrido hasta ese momento. Más punzante y profundo que un ataque superefectivo, incluído los ataques psíquicos. Más físico y real que el dolor por la pérdida de un ser querido.

Luego una caída interdimensional de la que Machamp apenas es consciente. Su cuerpo se ha hecho una bola y su rostro está contraido por el esfuerzo de intentar soportar tanto dolor.

El viaje llega a su fin. Machamp está agotado y le falta el aliento, y también siente calor. Mucho calor. Por un momento piensa que el destino de su viaje había sido el propio infierno y que él había muerto, pero algunas voces le traen de vuelta a la realidad. No ha muerto, pero el calor es real. Muy real.

Mira alrededor buscando el origen del fuego, quizás alguien ha usado llamarada contra él mientras estaba agotdo, pero no lo encuentra por ningún lado. No hay fuego. Todo parece normal... excepto.

Los pokemon a su alrededor tienen aspectos extraños, nuevos apéndices, nuevas fisionomías.

Aún perplejo se mira a si mismo y al fin comprende el origen del calor: él.

Su cuerpo es ahora de un llamativo rojo fuego y emite un calor que poco a poco, a medida que consigue controlar, se vuelve más tenue. Más residual.

Otra particularidad destaca en su nuevo aspecto. Las marcadas venas de sus músculos, ahora presentan color verde y palpitan. Le dan el aspecto de unas enredaderas trepando por un muro de ladrillo.

Machamp, al verlo es consciente dolorosa y repentinamente de que lo que circula por sus venas ya no es sangre, es savia.

Ha mutado totalmente. Ya no es el que era. Machamp, intentando hallar paz, busca en las enseñanzas de su maestro hasta hallar algo que le ayude a superar la experiencia. Las palabras acuden a su boca:

"Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa."

Ahora, más consciente de su entorno y más calmado, mira a su alrededor aún con ese gesto de estupidez que provoca la incomprensión.

De repente la hiena expresa con claridad lo que él siente y presa de un alivio absurdo, Machamp se empieza a reir con una carcajada pura como en mucho tiempo no ha reído.

¡Machamp está igual! ¡No entiende nada!

Tras un breve dolor que se disipa en un viaje a traves de varias dimensiones y los llevan hasta un lugar fisico, algunas cosas empiezan a ser mas comprensibles y no tanto. ¿El proximo paso en la evolucion de los pokemons? Bueno, hasta ahora eran dolorosos participantes involuntarios del experimento. Pero era por un bien mayor. ¿Pero que habia que hacer ahora? ¿Votar? ¿Que?... ¿Porque? ¿Para que? Se quedo callado escuchando a los demas, esperando poder comprender de a poco la situacion. Aunque por lo visto todos permanecian confusos. Ahora su apariencia era extraña, sorprendido veia su nueva apariencia y la de los demas.

Veia como lagran mayoria se quedaban ensimismados en sus pensamientos, pero tsarena no era de pensar, era mas de actuar - ¿entonces no nos basta que los humanos nos esclavicen, sino que ahora los dioses nos usan de bidofs? ESTO ES EL COLMO Y EL MALDITO JUEGO QUE HAN PREPARADO

Sentía como si cada uno de mis caparazones estaba siendo arrancado por una poderosa fuerza. No era la primera vez que mudaba la piel, pero nunca había sido así, nunca había sentido como me arrancaban los órganos internos. Luchaba por mantener la consciencia mientras giraba en una vorágine física inter-dimensional, y un caos de dolor. Cuando finalmente toqué el suelo, aun me mantenía retorciendo de dolor en el suelo, jadeando tratando de conseguir algo de aire dentro. Me senté sobre el suelo cuando parecía que todo se había terminado, me sentía extraño, como si no estuviese dentro de mi mismo, pero eran los mismos ojos, los mismos apéndices... pero no lo eran.

Sentía una gran pureza dentro de mi, así como un sentido de antigüedad, de eones de vidas dentro de mi. Un intenso fuego ardía dentro de mi, una fuente de energía y valor que nunca antes había tenido. 

-Que es todo esto?- Aun estaba sentado en el suelo, mirando a los demás a mi alrededor cuando apareció el travieso pokemon. - Por qué nos hacen esto? No entiendo nada!

El viaje habia sido inesperado, pero sobre todo: Doloroso.

No tuve mucho tiempo para pensar ni tampoco la paciencia, pues aunque el dolor habia desaparecido, me encontraba cansado y con la necesidad de dar un gran respiro para poder recuperar el aire perdido.

Fue luego de lograr recomponerme levemente que observe a cada uno de los pokemons que serian mis... ¿compañeros? ¿rivales? ¿Sustitutos?, realmente no entendia muy bien como iba el plan del dios pokemon. El llamado Gen Z habia hecho efecto, pues note extrañas apariencias en todos los pokemons.

-¿Que rayos?...- Realmente, no pensaba que el cambio seria tan visual como habian dicho, pero... no tarde en notar el mio.

Mi pelaje era plateado, pesado y duro, aunque lo sentia natural. ¿Me habia convertido en un tipo metal?. Ademas de eso, pude notar cierta falta de energia en mi cuerpo, y aunque quisiese generarla como lo hacia normalmente, no pude ni lanzar ni una chispa.

Me mantuve callado un buen rato, intentando pensar en los que nos dijeron los pokemons legendarios, pero fui interrumpido por aquella ruleta que hizo girar el Dusknoir, invocando asi a Hoppa, quien nos dio una orden un poco extraña.

Al final, me encontraba como los demas: Cambiado, perdido, y confundido. Alguien debia tomar el mando, al menos, durante un rato, asi evitariamos problemas...

-Primero que nada, tenemos que calmarnos... No es muy dificil de entender: Arceus nos eligio, nos muto, y ordeno a Giratina que nos trajera aqui.- Fue mi breve resumen de lo sucedido.-Lo que si es razon para estar confundidos, es CUANDO nos mutaron, pues no se ustedes, pero yo no recuerdo haber recibido ningun Gen Z... Ademas, ¿como rayos es posible este cambio? Nunca habia visto a un Mightyena soltando agua, o a un Dusknoir con alas...- Saque enseguida las dos dudas que tenia con la pequeña esperanza de que alguien pudiera responderlas, aunque realmente en mi interior sabia que todos estaban igual de dudosos que yo... O al menos, eso queria pensar.

Me sentía un poco agobiado en aquel lugar con los demás pokemon, sin poder ir a mis anchas por los campos y prados como estaba acostumbrado, al parecer ninguno de nosotros sabía el porque habíamos llegado allí, y entonces apareció de nuevo el  dios pokemon y uno de aquellos legendarios. 

Todo se torno oscuro, note como flotaba mi cuerpo, me estaba moviendo pero sin trotar o galopar, era como cambiar de lugar y espacio.

Poco a poco me iba notando más ligero, algo me estaba ocurriendo, mire a los demás y vi como sus cuerpos cambiaban, ¿sería eso el Gen ese del que nos había hablado Arceus?

En poco tiempo todo había terminado, estábamos todos en aquel lugar y al parecer eramos una especie de experimento.

¿Qué demonios a pasado? ¿En que nos has convertido? pregunte al Dios que nos había hecho esto. Cuando comencé a mover note que apenas tocaba el suelo, estaba levitando por momentos sin duda era obra de aquel Gen.

Una ruleta giro y su resultado impuso una votación entre nosotros, algo me decía que eso de perder el tipo secundario no era bueno, por lo que la votación haría daño uno de nosotros.

Compañeros Pokemon, nos han seleccionado para algún tipo de experimento, eso salta a la vista, y seguramente la mano de hombre este detrás de todo esto. No tengo el gusto de conoceros, así que ¿Porque voy a votar a alguno de vosotros para hacerle daño? ¿Qué pensáis vosotros?

Cuando llegué me noté cambiada. No era solo el mareo producido por el viaje sino... sino algo más profundo...
Todos a mi alrededor habían cambiado su apariencia en color o ligeramente de forma. ¿Qué estaba pasando?
-¿Yo también...?- no terminé de pronunciar la pregunta que bailaba en mi cabeza hasta que comprendí a qué se debía la incomodidad hacia mi propia persona, cambiando mi tono a uno de confirmación. ¡Yo también he cambiado de tipo!*- si mi antigua entrenadora me viese ahora seguramente no me reconocería... Era posible que ni lo hiciera yo misma.
-¿Podría ser que tuviésemos que votarnos entre nosotros porque alguno fuese una amenaza para todos?- no entendía mucho de lo que ocurría y esperaba que alguno de los presentes fuera tan amable de aclarar las dudas que me inundaban, incluso sentía que había estado ausente más tiempo del que me habría gustado. Pero había tanto para asimilar...

Nunca había sentido tanto dolor. Era como si me separaran y volvieran a juntar.

Cuando por fin se calmo el dolor aparecí en un lugar que no reconocía.

Volteando a ver a los demás me di cuenta que todos habían cambiado. Era como si fueran otros Pokemon pero a la vez los mismos.

Intentando tomar vuelo me sentí mas pesado, no podía separarme mucho del piso.

Al voltear a ver mis alas solo pude ver un montón de piedras apiladas, tenían la forma de mis alas pero ya no lo eran.

¡¿Que acaba de pasar?!

Sin poder decir nada mas Giratina hace su aparicion.

Después de que hablara no sabia como reaccionar.

¿Suerte? ¡Acaban de quitarme mis alas, era lo único que me hacia libre!

Con esta ultima frase me acuesto en el piso para esperar.

Siendo como soy, callo ante el dolor, sencillamente recibo impacto tras impacto apretando los puños y reprimiendo alguna lágrima naciente.

Y tal como viene, el dolor se va, quedando sólo el agotamiento. Miro a mis compañeros, con una rabia contenida. Todos ellos lucen bastante diferentes a su estado normal. Al mirar mis manos no veo cambios, pero los siento: sigo siendo psíquico, pero además ahora el siniestro es parte de mi ser, aunque claro, siendo un alma gótica no podía ser de otro modo. Es entonces cuando unas chispas bailan desde mis ojos hacia mis manos y de ahí al suelo. Pero ningún cambio visible.

Un pokémon dice que tenemos que votar y desaparece.

Las primeras voces comienzan a alzarse. La mirada de Mightyena se dirige hacia mí, lo que me obliga a pronunciarme.

Nos han infectado. Nos han cambiado. Y ahora quieren que luchemos entre nosotros. Es casi tan asqueroso como la mayoría de humanos. Seguro que a los que sean fieles les dan un par de bayas o algo así.

No puedo ocultar mi enojo con lo que está sucediendo. Sin embargo, trato de calmarme y buscar algo más práctico.

Debe haber algún modo de ayudar a terminar esto. Quizá sólo sea un intento desesperado de Arceus para que le sanemos. Si es así... -me cruzo de brazos y miro al suelo meditabundo- Tengo una idea, pero requeriría la colaboración de todos.

Dicho esto, miro alrededor, buscando un poco de cohesión antes de seguir con mi idea.

-Esto... ¡esto está mal! ¡¡Muy mal!! - Gigalith dio un pisotón con rabia en el suelo. Su tipo había cambiado, pero su peso seguía siendo el mismo. - ¡¿Cambiar nuestros tipos?! ¡¿Cómo se le ha ocurrido al Dios Arceus hacer algo tan horrible?! - negó con la cabeza y dio un par de pisotones más de pura rabia e impotencia. Se giró hacia Gothitelle. - Tú dices que tienes una idea para solucionar todo este lío, ¿no? ¡Te escuchamos! - dijo Gigalith, incluyendo a todos los Pokémon en conjunto en sus palabras.

Todo pasó muy rápido y no entendía nada. El Dios Arceus nos había llamado a todos para ayudarle con un problema, una especie de gen Z o algo así, no sabía lo que era. Y después de eso, empezamos a caer mientras nuestros cuerpos mutaban por culpa de ese mismo gen. No entendía nada de nada, que pretendía Arceus? Por qué nos hacía esto?

Estaba cambiado y agotado, el dolor había sido insoportable y  los miraba a todos sin saber que decir o aportar, alguien como yo no estaba hecho para pensar, sólo actuaba.

Que ha pasado? No entiendo nada, como puede ayudar esto? a mí me parece una tortura.

Votar? Votar a quién? No conozco a nadie….

Miré a Gothitelle. Habla, toda buena idea es bien recibida.

Swalot cerro los ojos para evitar ver todo aquello que los otros pokemon estaban describiendo y solo cuando llegaron de nuevo a tierra firme se atrevió a abrirlos. Pero lo que vio no fue de su agrado, las palabras del dios pokemon habían sido ciertas, el estaba jugando con ellos ¿Y ahora debían votar? a que y para que exactamente.

-Estooo, esto es muy raro, no siento mi cuerpo como solía serlo ¿Y ademas nos mandan que votemos a alguien para que pierda su segundo tipo? Es decir ¿Que si votamos a alguien tipo roca perderá su condición de roca? ¿Eso no lo devolvería a la normalidad? -Muchas preguntas, ninguna respuesta, Swalot estaba cada vez mas confundido y empezaba a dolerle la cabeza como a ese otro pokemon tipo psíquico.

Al tirar de la ruleta apareció un pokémon de la nada. ¿Qué hacía Hoopa ahí?, Les dijo que debíamos votar para dejar a alguien sin tipo secundario; nada de eso tenía sentido. - ¿Votar?.- Dijo instintivamente al escuchar a Hoopa. - ¿Se supone que eso es malo? Quiero decir, el Gen Z afecta más rápido a los pokémon con doble tipo ¿Verdad?.- En cualquier caso el tema de las votaciones no le gustaba nada, eso quería decir que de una manera o de otra acabarían peleándose.

- Te escuchamos.- Respondió a Gotithele, aunque su forma de comportarse era un poco rara parecía tener un plan, y cualquier cosa era mejor que la situación en la que se encontraban.

Es bastante más simple de lo que parece. Y Swalot se ha acercado. Si el gen nace de la impureza, si Arceus nos llamó por nuestra pureza... sólo tenemos que recuperarla, sin morir.

Miro a cada uno de los presentes.

Estoy seguro de que no soy el único que comparte su espacio vital con otros pokémon, y que a su vez está en el espacio de otros tipos. Pero eso nos da la posibilidad de infectar a otros. Yo, por ejemplo, puedo volver a alguien monotipo psíquico. Pero ¿Y si lo uso conmigo? ¿Recuperaré mi pureza? ¿Si lo hacemos todos nosotros, recuperaremos la pureza y podremos sanar a Arceus? No sé si me he explicado bien.

Alternativamente, uno por uno, vuelvo a mirarles, en busca de alguna expresión que indicase confusión, dispuesto a volver a explicarme. Algunos ratos surgen de mis ojos para perderse en el suelo, intento aclarar un poco más mi punto.

Desde la zona psíquica, puedo convertir a alguien en monotipo... me convierto a mí en monotipo psíquico, de este modo estoy limpio, pero mantengo un tipo. Si todos, desde el primero hasta el último, hacemos lo mismo y recuperamos nuestro tipo... deberíamos ser capaces de limpiar el gen Z, y salvar a Arceus -trago saliva-. ¿Qué os parece?

Probablemente sonaría a una soberana gilipollez, pero siempre se me ha dado bien fijarme en cosas extrañas para la mayoría y que para mí tengan sentido.

Es claro que quieren que nos peleemos, pero ya he visto demasiado odio para varias vidas.

Aprieto el puño con rabia al recordar el pasado y miro al cielo, en busca de respuestas que jamás llegarán.