Partida Rol por web

Has pasado tanto tiempo en los suburbios que se te hace raro todo este viaje. Sobre todo teniendo en cuenta que todo viene de los ahorros de tu tío, ¿quien se habría imaginado que el viejo hubiese podido guardar dinero para un momento como este? Y cuando te enteraste de que ya había reservado un pokémon para ti, la sorpresa fue mayúscula.

Lo malo es que tendrías que ir a la región vecina para iniciar tu aventura. Al parecer había conseguido hablar con el profesor Oak, un eminente científico de Jhoto con el que había podido acordar unos precios mas bajos de lo normal. Y menos mal, porque sino habrías gastado todo el presupuesto en el primer pokémon, es increíble como los capturadores pokémon habían elevado sus tarifas en el último año...aunque normal teniendo en cuenta que en apenas 3 meses la guerra podía estallar.

Los carteles de reclutamiento se encontraban por doquier, animando a todos los jóvenes y poseedores de pokémon que se unieran al ejercito. Buenos sueldos, posibilidades de ascenso, honor y sobre todo poder luchar por la patria hacían las delicias de cualquier ciudadano que se precie. Eso sumado a que la primavera la sangre altera...muchas oficinas llenas hasta los topes.

Pero perdiste todo eso de vista cuando subiste al barco. Por supuesto, nada de ferrys, un pequeño barco velero que mas bien parecía una cáscara de nuez con una sábana. Ah, y trabajando en la cocina unas cuantas horas, que lo de ser pasajero sin trabajo estaba muy mal visto. Al menos la tripulación era normal, no como el capitán, el olor de sus sobacos hacía parecer que eran rosas lo que había en tus botas.

Cinco días de travesía bastaron para llegar a Ciudad Cerezo. Acostumbrado a Ciudad Verde, la pequeña urbe no tenía mucho glamour que digamos, pero sí que era más limpia y la gente considerablemente más simpática. Un buen sitio para relajarse con algo de tiempo, pero tiempo era lo que no te sobraba. Aún con un ligero mareo por el movimiento del barco, ya estabas subiendo a un autobús que salía semanalmente hacia Pueblo Primavera.

No es que estuviera muy lleno. En un tramo tan corto la gente prefería ir andando o en bicicleta, pero los más mayores o la gente que tenía ciertos compromisos necesitaban de el. Contándote a ti, hay otros tres jóvenes y todos te superan en edad; un tipo con pinta de emo bastante ilusionado, otro de aspecto mas serio con ropa de cuero marrón bastante raída y por último una chica pelirroja bastante buenorra.

Por fin lejos. Lejos de Tesalia, lejos de los recuerdos que parecía no dejarían de atormentarte en toda tu vida. Y con un objetivo muy claro en mente; salvar vidas para compensar todas aquellas que quitaste. A pesar de que casi habían transcurrido cinco años, parecía apenas un suspiro.

Tu padre había influido considerablemente para ponerte en marcha de nuevo, agobiado por la culpa de saber que ahora estás tullido por su culpa, por el ejemplo que te dio desde niño. Supones que piensa que este será un nuevo comienzo, algo que te de nuevas ganas de vivir y deje atrás todo esos dolorosos recuerdos.

Jhoto es la nueva meta. El motivo por el que tu padre te pide que vayas allí te resulta incomprensible, ¿acaso no son enemigos desde la guerra? Sin embargo sabes que tu padre te quiere con locura y que nunca haría nada que pudiera dañarte...más de lo que ya lo había hecho. Y ya sin contar a tu madre, que era la que realmente mandaba en la casa, pues su rodillo de cocina era un arma bien temida.

Aún no sabes que pokémon te encontrarás, aunque tiene pinta de ser caro por el dinero que te ha pasado tu padre...y eso que le has insistido que no querías pokémon agresivos, pero parece que eso ya es demasiado para su alama de soldado intrépido. Habrá que confiar en él.

Casi no habías tardado en llegar a pesar de la distancia que separaba ambos contientes, un ferry de última generación lo había convertido en un viaje corto corto. Aunque mejor, pues eso te ha dado la oportunidad de examinar Ciudad Cerezo durante un par de días; una pequeña urbe con mucha tranquilidad, a pesar de los carteles de reclutamiento que llenaban muchas paredes y retenían recuerdos amargos. Ahora mismo montas en un autobús directo hacia Pueblo Primavera.

No es que esté muy lleno. En un tramo tan corto la gente prefería ir andando o en bicicleta, pero los más mayores o la gente que tenía ciertos compromisos necesitaban de el. Contándote a ti, hay otros tres jóvenes; un tipo con pinta de emo bastante ilusionado, otro de aspecto mas extravagante con un pañuelo cubriéndole la cara y por último una chica pelirroja con una mirada que recuerda un poco a la tuya, seria pero en el fondo gentil.

Atención, mensaje entrante del Gobierno Central, a día 13 de Febrero, habilitando línea segura...

Saludos agente Cassandra. Antes de comenzar deseamos agradecerle la colaboración ofrecida hasta el momento actual, con su trabajo y su diligencia ha servido de gran ayuda para el desarrollo y supremacía de nuestra Nación. Asimismo, tengo el placer de comunicarle que las investigaciones que se mantenían sobre su persona por el asunto N-13-29 han eliminado toda sospecha sobre usted. EL Gobierno se enorgullece de contar con una leal servidora de su calibre.

Como sabrá, el pacto de no-agresión se disolverá en tres meses y medio. Por las instrucciones recibidas, nuestro Gobierno no desea iniciar de nuevo el conflicto armado, pero sí que requiere de recabar información en previsión de un posible ataque de otras Regiones. Como dice el antiguo refrán teseliano "Si vis pacem, para bellum".

Estas son sus instrucciones: debe investigar a la comunidad científica de Jhoto y en concreto las actividades del profesor y reputado científico Samuel Oak, del cual tenemos indicios preocupantes de que podría estar manipulando y mezclando diferentes especies pokémon para crear híbridos mejorados. Claro que sus conocimientos podrían ser de gran ayuda al servicio de nuestra Nación y usted sería gratamente recompensada si el sujeto accediera a jurar lealtad a Kalos.

Por el momento será trasladada a Jhoto en un barco de mercancías, que la dejará en Ciudad Cerezo. Se hará pasar por una ciudadana Jhotense que comienza sus andaduras como entrenadora pokémon, para lo cual ya estamos preparando una identificación falsa que debe portar en todo momento. La discreción es esencial, repito, la discreción es esencial. No revele su identidad hasta que sea estrictamente necesario o hasta nuestra autorización. Su nuevo nombre será Kate Manson, vaya practicándolo y acostumbrándose a él. Posteriormente recibirá formación básica acerca de Jhoto y cualquier otra que pudiera necesitar.

Como advertencia última, el profesor Oak puede resultar difícil de contactar, su esposa Clarice falleció hace apenas dos meses, es lógico pensar que el dolor le haya aislado de su trabajo y que en estos momentos no se encuentre en activo. Que esto no sea un impedimento para realizar su trabajo, agente Cassandra.

Ya ha pasado un mes desde que el informe llego a tus manos, tiempo más que suficiente para cumplir con los requisitos y prepararse para el viaje. Tu llegada a Jhoto no ha despertado sospecha alguna y estas completamente convencida de que no hay agentes enemigos siguiendo tus pasos. En estos momentos montas en un autobus directo hacia Pueblo Primavera, donde ya se ha acordado la entrega de tu pokémon inicial.

No es que esté muy lleno. En un tramo tan corto la gente prefería ir andando o en bicicleta, pero los más mayores o la gente que tenía ciertos compromisos necesitaban de el. Contándote a ti, hay otros tres jóvenes; un tipo con pinta de emo bastante ilusionado, otro de aspecto mas extravagante con un pañuelo cubriéndole la cara y por último un chico de tu edad con una mirada que recuerda un poco a la tuya, seria pero en el fondo gentil. Un examen más detallado te revela que sufre de una lesión en la pierna derecha y por sus movimientos y actitud te recuerda a un veterano de guerra.

Por fin se ha cumplido tu gran sueño, salir en busca de pokémon y convertirse en un gran entrenador ya solo es cuestión de tiempo y un poquito de suerte. Es una lástima que hayas tenido que partir solo, como dicen tus padres este es un viaje que se aprovecha mejor estando acompañado y ya no hablemos de la mayor seguridad...en fin, es lo que tiene haber esperado tanto tiempo, tus amigos hace mucho que se fueron y los pocos que quedan ya tienen su vida resuelta aquí. ¡Por el amor de Arceus, si hasta uno de ellos ya tiene un crío de dos años!

Antes de salir tus padres hablaron con el profesor Oak, el responsable de entregar los pokémon a los entrenadores novatos, insistiendo en que fuese uno de tus tipos favoritos. No es que tus padres vayan cortos de dinero, pero encargar la captura de pokémon psíquicos o fantasma no es precisamente barato y te preguntas cuanto habrán tenido que pagar. Y tampoco sabes que pokémon será, tus padres insisten en que el primero no debe elegirse "Sabrás cual es el tuyo en cuanto lo veas".

Para asegurarse de que llegabas sano y salvo han insistido en que tomases una nave desde Ciudad Olivo, cuya ruta te deja directamente en Ciudad Cerezo, una urbe pequeña y tranquila desde donde salen semanalmente autobuses hacia Pubelo Primavera, hogar del profesor.

No es que esté muy lleno. En un tramo tan corto la gente prefiere ir andando o en bicicleta, pero los más mayores o la gente que tenía ciertos compromisos necesitaban de el. Contándote a ti, hay otros tres jóvenes; un tipo de aspecto extravagante con un pañuelo cubriéndole la cara, otro de aspecto mas serio con ropa de cuero marrón bastante raída y por último una chica pelirroja bastante buenorra.

Siempre tan pomposo, pese a todo sabia que su padre le queria, pero llamar a la banda para despedrle... "Semper fidelis"*... como no.

Y viajar tan lejos ademas... bueno al fin y al cabo ese era su objetivo, recorrer todo el mundo en la busqueda de la paz y La Cura. Habia podido observar como vivia la gente de Jhoto. "Igual que nosotros" pense. Claro que como nosotros ¿Que nos diferencia? Sus niños rien y lloran, los jovenes se enamoran, los padres los vigilan de cerca y los abuelos entretienen a sus nietos.

Todo aquel ambiente habia reforzado su ideal de paz sine equanuum. Ademas estar en territorio "enemigo" le daba nuevas y grandes oportunidades.

Siguiendo la tonica que llevaba aquellos dias se dedico a observar a sus compañeros de pasaje. Jovenes, muy jovenes... ahhh juventud, aunque la chica parecia mas mayor de lo que aparentaba, sus ojos la delataban.

Sus ojos se posaron sobre otro joven, algo mas siniestro, llevaba un pañuelo en la cara. ¿Estaria enfermo?

Apoyandose sobre su baston se acerca al joven y le dice.

- Hola perdona si me meto donde no me llaman, pero ¿Te encuentras bien? -dice señalandose la cara como si llevara un pañuelo.

Mis padres... Eran un caso, aún cuando rechazaron durante años la idea de mi viaje al final me apoyaban más de la cuenta. No importó que tanto les insistiera en que no necesitaba encargar la captura de un pokémon... Ellos aún así lo hicieron. Claro, me esperaba el gesto, lo que no esperaba era que encargaran un pokémon de mis tipos preferidos. Con lo caro que sale encargar la captura de un pokémon básico... No quiero ni imaginar lo que les habrá salido semejante encargo. Definitivamente les debía más de una, pero no era el momento para pensar en eso.

Mirando alrededor intenté distraer mi mente... Sólo habían otros jóvenes además de mi en el tren y dos de ellos parecían haber hecho buenas migas ya... Por un segundo pensé en integrarme a ellos pero deseché la idea. Volteé la mirada hacia aquella pelirroja. Muy linda, buen cuerpo... Demasiado bueno para ser verdad, seguramente era como el resto de la gente bonita. Con un asco de personalidad. Subí un pie sobre el asiento, apoyando mi brazo sobre la rodilla mientras ajustaba hacia abajo la capucha de mi sudadera. Cubriendo así mi rostro de todos los presentes mientras esperaba que regresaran... Percibiendo lo que pasaba a mi alrededor con mis otros sentidos.

Levante la mirada con una ceja alzada aquel hombre con bastón, interrumpiendo mi lectura por unos segundos, lo mire como quien mira un fenómeno extraño en el tiempo, como lluvia en pleno verano o una tormenta de ranas.

-Perdí media mandíbula ante un ataque de rattatas furiosos.- Mentí a secas, volviendo a mi lectura de "El numero Perdido" del profesor Oak.- ¿Dime, quieres que hacerme mas preguntas ofensivas sobre mis traumas de la infancia?¿O quieres que acepte tu lamentable excusa para preguntarte donde ganaste esa cojera?

"Sigh, tendría que haberme tomado el camino a pie, me hubiera ahorrado el dinero del autobús, bien que me hace falta. Estúpido tío, gastarse así el dinero, ahora tendre que ganar mas para devolverle el favor, que cosa mas molesta." Me retrai en mis pensamientos, e intentando ignorar al entrometido, sintiéndome agradecido pero rencoroso del sacrificio que mi familiar había hecho por mi.

Mark se queda mirando un momento al joven y acto seguido se comienza a reir como si le hubiera contado un chiste buenisimo. Se sienta frente a el.

Coloca las piernas frente a el apoyandolas en el asiento de enfrente y entre divertido y despreocupado.

- Los rattatas son pequeños mamiferos que pese a ser omnivoros tienen una alimentacion fuertemente fructivora y cuando comen carne lo hacen de las partes blandas de los animales que cazan lease un caterpie, un weedle o el musculo de un magikarp. La dentadura que tienen les hace imposible partir cualquier cosa a no ser que la claven en sus incisivos superiores y la golpeen contra una roca. Carecen de molares, me llegas a decir Ratticate y hubiera dudado pues ellos si pueden partir hueso con relativa facilidad.

Lo que nos lleva a dos conclusiones. 

A, los rattata no suelen comer carne

B, cuando lo hacen procuran comer las partes carnosas.

Por otro lado, la falta de media mandibula tambien te hubiera imposibilitado contestarme con la facilidad que lo has hecho, has usado letras fricativas, oclusivas, vibrantes e implosivas que a falta de media mandibula, "havfadiaf jobo hi buvieaf ua aAá e a oca*" O peor -dice sin la menor acritud ni autosuficiencia, solo con una sonrisa que da a demostrar que esta divertido- y con respecto a tu pregunta... -da un par de golpes a una de las piernas con su baston y suena metalico- una mina de metralla a menos de un metro de distancia.

Su voz suena algo mas apagada

- Supongo que todos perdimos algo en la guerra, unos humanidad... otros... -dice dejando que sus ensoñaciones tomaran el control brevemente, luego levanta la mirada como si nada hubiera pasado aunque aun habia un rastro de dolor en ella- asi que ya ves.

No puedo evitar sonreír ante las palabras del cojo, el que parece veterano de guerra (y prácticamente lo ha confirmado). Cuando ya pensaba que no podía divertirme en el viaje y mira, en lugar de una película me ponen teatro.

No obstante archivo lo que ya he aprendido. He leído algunos informes sobre un médico de batalla con una historia francamente conmovedora...un maldito héroe trágico que al perder a su Pokémon decidió no volver a matar y demás. pero claro, como todos los teselios, seguramente aprobaría el bombardeo sobre Kalos al grito de hoc voluerum ("ellos lo quisieron"). Pero bueno, también nosotros aprobamos que nuestro gobierno invadiera Kanto. Tanto da estar en un bando o en otro en esta guerra de intereses de los gobiernos.

Me inclino sobre el asiento para intervenir en la conversación.

- No discutan, por favor - digo con mi mejor imitación del acento de Johto. Miro al tipo cojo - ¿Cómo sabe usted tanto de los Pokémon?

Si soy amable y me gano a algunas de estas personas podría reforzar mi tapadera. 

Mark sonrie a la chica que le pregunta

- Soy medico, el Doctor Mark Mahler

-Con un simple "No te creo, hubiera bastado.", Doc.- Conteste cerrando el libro y mirando fijamente al tal doctor.- ¿Asi que medico de guerra? De que bando si puedo preguntar.

Tenia que admitir que el medico me había atraído la curiosidad, aunque solo fuera porque conocía pocas personas que hubieran podido responder de manera tan detallada, y estuvieran dispuestas a compartirlas gratis ¿Quien hoy en dia, enseña lo que sabe sin cobrar un plus a cambio?

Mark se arrellana en el asiento y deja el baston a un lado.

- Del bando de los idiotas, de los que usan las armas -sonrie- naci en Teselia, soy teselio si es lo que preguntas. Pero dejemos de hablar de mi y la señorita ¿Como se llama?

Dice levantando la vista para mirarla.

Actores a primera. Y uno, y dos, y un, dos, tres.

- Katheryn Manson. Pero podéis llamarme Kate - digo para incluir al tío del pañuelo en la conversación. Luego, mi curiosidad me puede, pero no creo que reviente mi máscara por esto - ¿Cómo fue, doctor Mahler? - pregunto con timidez -. La guerra, quiero decir

No me fío de nadie que diga que la guerra es algo bueno. Pero tampoco respeto a alguien que no se atreva a luchar por sus lealtades.

Antes de que Mark pueda responder un frenazo brusco y un aviso del conductor os indican que ya habéis llegado a vuestros destino. Cuando todos se han apeado y han recogido sus cosas el autobús se marcha, probablemente a tomarse un pequeño descanso.

A simple vista Pueblo Primavera no ofrece gran cosa, es pequeño y de aspecto muy rustico. Veis unas pocas tiendas y un cuartel Ranger, pero en lo que se centra vuestro interés es en el cartel que indica: 

"Laboratorio Pokémon" 200 m ------->

En cuanto os alejáis de la calle principal lo veis, aunque no hubiera carteles sería mas que fácil encontrarlo. No solo por el tamaño, que supera con creces las casitas de la zona, además está enteramente hecho de hormigón y tiene dos molinos eléctricos a su lado.

Aunque renqueante y apoyandose en su baston, Mark puede seguir sin muchas dificultades al grupo, era joven, parecia mayor, mucho mayor.

- La guerra fue mal... como todas las guerras, yo me di cuenta tarde de que las guerras van mal. Para cuando me di cuenta habia perdido a un amigo y mi movilidad. 

Se quedo en silencio unos segundos, luego sonrie a la muchacha.

- Aunque a veces hay que pelear por defender los cosas bonitas de la vida* -dice descaradamente- prefiero esgrimir la pluma antes que volver a tomar un fusil.

Por las cosas bonitas de la vida...será imbécil el paleto este...ya lo decía Ruga: "bebe con los plebeyos y te tratarán como a uno de ellos". Si aún significara algo todo lo que soy...

Quizá algún día. Intento que mis ojos no brillen de furia. Dicen que tengo demasiado carácter, o bueno, más bien que soy una "sádica sin corazón". Kate Manson no es así. Kate Manson es un cielo. Una chica dulce, de provincia, encantadora y a la que le encanta recibir los halagos de los hombres. Sólo espera a un hombre que la quiera. No le han dicho, o no ha escuchado eso de que las mujeres tienen que respetarse un poco.

Sonrío con timidez. Bajo los ojos para parecer coqueta, aunque esté intentando ocultar mi furia.

- C...claro - tartamudeo quiero agradecer este premio a mi familia y a mis amigos - debo confesar que me gustan los hombres de uniforme. Más aún los que luchan para proteger, y no para agredir 

Modo niña imbécil encendido.

Gin se había retirado de su puesto rápidamente, al haber llegado a la parada. Sin embargo ya los otros jóvenes estaban de salida también. El muchacho había pasado desapercibido frente a ellos lo suficiente y lo agradecía... Por unos minutos llegó a pensar que el exmilitar lo incluiría como lo había hecho con el pelirrojo. Pero ese momento temido no llegó.

De buena gana el chico saltó del tren detrás del grupo y se quedó algo rezagado. Mirando la ciudad por unos segundos y sonriendo; le hubiese gustado quedarse en el cuartel ranger por un rato, siempre sabían un poco de todo... Sin embargo no era el momento. 

Los demás habían tomado camino como si fueran un grupo, y para su sufrimiento interno seguían el mismo cartel que él... "Todos al laboratorio... Lindo" El chico negó con la cabeza y continuó el camino, siguiendo a los demás como una sombra, con las manos en los bolsillos y la cabeza hacia abajo, ocultándose del sol con su capucha aunque sus ojos estaban fijos al frente... No le molestaba la compañía, pero entre la actitud del pelirrojo, la pelirroja tonta y el noble asesino... Se sentía absolutamente fuera de lugar incluso estando a un par de metros de ellos como lo estaba ahora.

Mark rie de una manera cantarina y prosiguiendo con su cojera contesta.

- Siento no poder decir lo mismo Kate, jajaja, he conocido a bastantes en mi corta vida y el que no pincha que lleva un bigote mas grande que el Kaiser Guillermo II, tiene muy mal caracter, jajaja. Aunque -le susurra con una sonrisa- podria decir casi lo mismo de las mujeres... solo que tienen peor caracter.

Se nota que os esperaban, pues antes de que lleguéis a la puerta esta se abre y un hombrecillo bajito vestido con bata blanca se asoma mientras balbucea:

-Vo...vo...vosotros sois los nuevos entrenadores no? Ve..ve...venid conmigo, tengo vuestros po...po...pokémon justo aquí. Me llamo Barry, un pla..pla...placer, soy ayudante del profesor Oak.

Incluso si saber nada de ciencias, el laboratorio es bastante impresionante. En un extremo estanterías a rebosar de libros y publicaciones científicas y en el otro una mesa alargada con diferentes recipientes de preparados químicos, probetas, matraces, alambiques y cosas que no acabáis de reconocer. Y por fin, al final del todo, una mesita donde reposan cuatro pokeballs. Debajo de cada una está marcado el nombre, suponéis que para evitar confusiones.

-Po...podéis cogerlas-os indica sonriendo tímidamente.

- ¡Hola Barry! - exclamo - ¡Qué alegría conocerte! - alergia, más bien 

Kate Manson abre la boca, embobada por la magnitud de tan maravilloso lugar. Es para ella tan sofisticado como el teletransporte o el viaje a la luna. Kate Manson nunca había visto una cosa así. No puede evitar sonreír ante las infinitas posibilidades que se abren ante ella. Salir a vivir aventuras...ver mundo con su Pokémon...

Dentro estoy al ciento doce por cien.  Mientras mi cara de niña idiota gira de un lado a otro, deslumbrada, busco con la mirada cosas que me sean de utilidad. Busco algo fuera de lugar, algo que pueda servirme de pista.

Bueno, al menos no cogeré un Pokémon que no es mío. Es una lumbrera el Barry éste. Igual me lo puedo camelar. Espero que esté en el ajo, es un eslabón débil clarísimo. O un genio del mal mucho más listo que yo, si está fingiendo.

Sopeso mi Pokéball. Recuerdo todo lo que he oído sobre encerrar a los Pokémon. Lo que me contó Ruga, Catleya y los demás. Los Armonia tienen ideales muy claros sobre esto. Me pongo enferma sólo de imaginar a una criatura inocente y noble esclavizada por una mala persona...¿Soy yo mejor? Bueno, al menos dejaré que lo juzgue él, o ella, quien sea que esté dentro de este artefacto infernal.

- Adelante - digo con voz suave, verdaderamente amable - sal quien quiera que seas