Partida Rol por web

"!Maldita sea, por esto siempre trabajo solo, nunca tengo que tratar con imprevistos¡" Pense molesto, mientras no solo me resistia a los tirones del charmander, sino que ademas, con un mano libre le cogi de la cola y le arrastraba tras el arbusto y lo ocultaba junto con nosotros.

-Shhh.- Le dije al pokemon de fuego, llevandome un dedo sobre el pañuelo y tapandole la boca para que no produjera ningun gruñido.

Luego, observando a Kate y su mal estado, saque una mano tras el arbusto y le señale para que viniese rapido hacia nosotros. Solo esperaba que no fuera esa clase de personas que desconfiaban de arbustos sentientes secuestradores de Pokemon.

- ¿Qué?

No puedo creerlo, ¿En los arbustos? o el tipo del pañuelo es un pervertido o ha ocurrido algo malo. En ambos casos tendré que sacar la pipa, y adiós tapadera. Voy a esperar a ver qué es lo que ocurre de verdad.

- Charmander, buen trabajo, gracias, ahora aléjate - digo con voz tranquila

Luego me aproximo a los arbustos y echo una ojeada. ¿Estarán k.o?

Con cuidado Mark trata de ponerse en pie a ciegas completamente. Pega un par de palmadas suaves al muro que ha caido separandoles del resto tanteando su estabilidad.

- No parece estable, sera mejor que nos apartemos en direccion contraria y esperemos a que lleguen. Abra, Ralts, ayudadnos con vuestros poderes para ponernos en la pared que es.

De inmediato, y apartando el pokemon de Kate a un lado, agarro la joven de la muñeca del brazo bueno y la arrastro junto con nosotros al arbusto, tapandole la boca para que no chille por el susto.

-No estamos solos, vienen extraños hasta aqui.- Le susurro a la joven de inmediato, para que comprenda de que nos estabamos escondiendo tras la hojas de la pequeña flora.-¿Tus heridas son graves?¿Los demas estan bien?- Le pregunte, señalando preocupado su brazo, tenia pinta de doler. 

- No vuelvas a hacer eso a mi Pokémon - digo con cierta dureza y en voz baja, y luego añado: - Charmander, agáchate. Intenta esconderte

Me agazapo como ellos. Me estoy clavando cantidad de cosas. Cosas que podría agradecer tener dentro de cinco minutos si las cosas se complican pero que ahora mismo me están dando bien por ahí. La culata de la pistola en primer lugar, el móvil en segundo y la Pokédex de las narices y sus cuatro esquinas por último.

- Estoy bien, pero el resto están atrapados - susurro rápidamente. En otro tiempo con cuatro palabras habría podido decir todo lo que hubiera necesitado decir, es lo que tienen los códigos -. ¿Quién nos acompaña?

El bípedo que oculta el rostro tras un trozo de tela, nos hace entrar al arbusto con él. Protesto un poco hasta que Kate me pide que me esconda. Escuchándola, me resguarda entre sus piernas y le doy un lametón en la mano para indicar que estoy bien.

No tengo claro porque nos escondemos, pero la tensión de nuestros compañeros parece indicar algún peligro cercano. O tal vez estén asustados por el temblor. Es normal, a nadie le gusta cuando la tierra se mueve y las piedras retumban y rebotan, sobre todo si alguna te golpea. No me gustan las cosas que no se pueden quemar. Aunque no voy a quemar todo lo que me gusta. Vuelvo a lamer la mano de Kate, simplemente por que sí.

Las personas que había detectado seguían acercándose y ahora que estaban más cerca podía oírlos con facilidad. Y no me gustaba lo que decían, se parecían demasiado a humanos que había conocido en mi otra "vida". Mi preocupación aumentó con las palabras de la humana, un derrumbe no era para nada un hecho insignificante. Seguro que estaban heridos y necesitaban ayuda.

Pero antes tendrían que encarar un problema más acuciante-Son un macho y una hembra humanos...entrenadores, pero no con buenas intenciones. ¿Que hacemos?-en circunstancias normales huiría, pero ya no estaba solo. Si no nos coordinábamos la cosa se pondría fea.

Mierda, mierda, mierda, mierda...necesito poder hablar rápido y con poco follón más que nunca, pero es imposible que el entrenador y el aspirante a Pokémon Siniestro puedan entender gestos tácitos simples. No ya preguntas complejas.

- ¿Cómo sabéis que no son amigos?

Lo digo con tan pocas palabras como puedo mientras cubro a Charmander y le dejo hacer carantoñas. No permitiré que nadie le haga daño. Analizo brevemente la situación. ¿Querrán el ordenador? Es probable, parece un premio jugoso, a juzgar por lo que he oído, de hecho, no me importaría pasar unos minutos a solas con la máquina. ¿Quién les habrá enviado? ¿Serán de Kanto, gente del gobierno? ¿Agentes de otro gobierno? ¿Gentuza del mercado negro deseando echar mano a un caramelo carísimo? ¿El desprendimiento habrá sido intencionado? Eso último me cuesta creerlo, ha sido demasiada casualidad. Miro apremiante a Sneasel y a Sasori. Respuestas. Ya. Necesito más información antes de hacer algún movimiento. Supongo que tendré que defender a estos inútiles, pero preferiría no ponerme en plan Gyarados con dolor de muelas antes de asegurarme de que es la única opción.

-Facil, yo no tengo amigos.- Respondi toscamente a la pregunta de Kate.

Y es que lo cierto, aunque estuviese actuando por pura paranoia, no era bueno que nos vieran saquear unas ruinas en pleno dia, fueran guardias o ladrones, y aun menos cuando Sneasel confirmaban que no eran de fiar.

-Dos de nosotros saldra ahi afuera a hacer de señuelo y pedirles ayuda para rescatar a Doc y Gin. El resto se quedara aqui y se preparara para atacarles de manera furtiva.- Les comente rapidamente, entre susurros, esperando que me diera tiempo antes de que me oyeran tras los arbustos.-Mejor de los dos casos, tendremos dos pares de manos mas para el rescate, en el peor, al menos podremos neutralizarlos antes de que saquen sus pokemons.

No parece un mal plan. Es muy arriesgado si llevan armas, y aún más si están alerta, si han venido aquí por nosotros. "No pienses en la guerra", me reprendo. En Pueblo Primavera, en un encargo amistoso de un profesor a unos jóvenes entrenadores no puede haber juego sucio, ¿no?

- Saldré yo. Sola. Charmader, por favor, espera aquí con ellos - "Por si fueran verdad mis negros pensamientos" -. Pero si te llamo, puede que necesite que me defiendas - le sonrío con confianza, luego miro a...Sasori...quizá, y a Sneasel - Vosotros dos, estad atentos

Podría dejar que el tío del pañuelo lo hiciera, y así podría quedarme con Charmander, pero a juzgar por sus palabras, no debe ser una persona demasiado sociable.

La estrategia de Sasori no es del todo mala, pero ¿dejar a la humana salir sola? cierto es que ella puede hablar mejor con los humanos, pero hay algo en aquellos dos que me da mala espina y sobretodo aun hay 2 en las ruinas que ayudar Continua con la vista fija en los entrenadores que se acercan, esperando las ordenes de su nuevo entrenador.

La miro con pesar. Entiendo lo que me pide, pero no quiero dejarla sola. Echo un ojo al Sneasel y al bípedo de la cara tapada, y regreso la vista a Kate. Asiento con la cabeza y después me agacho para que vea que haré lo que me pide. Estoy nervioso. La situación no me gusta. Deberíamos ayudar a los que están atrapados. Pero tampoco podemos ignorar a dos potenciales enemigos y menos cuando nuestro grupo esta mermado. Sera mejor hacer caso a Kate, ella sabe lo que es mejor.

De repente el portátil se enciende, emitiendo una pequeña luz verde que os permite veros algo mejor. Todos menos Abra, que acaba de recuperar el conocimiento, estáis heridos, pero teniendo en cuenta la magnitud del accidente los moratones y cortes pueden considerarse daños leves. La maquina se inicia en unos pocos segundos y un programa salta en la pantalla, un reproductor de vídeo, que suena por los altavoces:

Iniciando reproducción...

La escena muestra a Oak, con un aspecto mucho más nervioso e incómodo que cuando lo visteis esta mañana. Sudoroso, se carca a la pantalla y empieza a hablar.

Hola, seáis quien seáis, espero que este vídeo haya caído en buenas manos, hice todo lo que pude, pero no se si ha sido suficiente. Oh Arceus, he cometido tantos errores...nunca debí aceptar la ayuda de esos mafiosos, pero mi esposa...se moría y no encontraba otra manera de ayudarla...no tuve elección, empecé a trabajar para ellos. Pero ella se ha ido de todos modos...soy un miserable...pero no puedo dejar que estos conocimientos caigan en malas manos. Ayudadme a ocultárselo, por amor de Arceus. Llevad este ordenador al profesor Trillo en Ciudad Trigal, el se encargará de todo...os lo suplico, por lo que más queráis...nada de policía, ellos están en todas partes, tened cuidado con los Cuervos......

Fin de la reproducción

Aquel repentino suceso no terminaba de procesarse en su ya confundido y adolorido cerebro, pero Gin pudo tomar rápidamente las palabras claves y entender el mensaje. ¿Ayudar a unos mafiosos? ¿Conocimientos? No podría adivinar en que clase de lio estaba metido el profesor Oak, pero parecía que era peligroso. Nada de policía decía el mensaje, ellos están en todas partes. -No estoy seguro de que se trata esto y no estoy en un estado para ponérmelo a pensar ahora mismo, pero creo que antes de discutir sobre esto tenemos que encontrar una salida.- Comento a Mark mientras se intentaba pegar a la pared y hecha a andar -Abra ¿Puedes adelantarte y encontrar el camino hacia afuera?.-

Pasan unos minutos; la tensión puede palparse en el aire. Las personas que olía Sneasel no tarda mucho en aparecer escalando la montaña con cierta dificultad, como os ha pasado a vosotros antes. Son un hombre y una mujer jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y 25 años; el primero tiene una barba de tres días y un gesto serio que impone respeto totalmente opuestos al pelo rosa chicle y la expresión alegre y relajada de ella. Ambos visten de negro, con una camiseta de maga larga y unos pantalones. Cubren la cabeza con una gorra del mismo color.

El ceño del hombre se frunce al percatarse de la presencia de Kate.

-¡Tú! ¿Que haces por aquí? ¿No has visto que esta es una zona reservada?

Giré mi cabeza hacia los humanos con desdén. "¿Por qué tienen todos la creencia de que su pensamiento es el que vale, y que mandan sobre nosotros? Además, ¿qué esperan conseguir de mí, cuando he demostrado que, al contrario que los demás, no puedo hablar? En un principio, claro está. Además, no entiendo qué buscan. ¿Pretenden que se nos caigan las rocas encima?..." pensé, mientras veía el estado en que se encontraban mis compañeros. Incluso Ralts parecía haber sido golpeada por las rocas, pero yo no recuerdo que hubiera un desprendimiento. No obstante, allí estaban las piedras barrándonos el paso. Era lógico por dónde habían caído, y un gesto discreto de mi cabeza en dirección a la multitud de rocas señalaba el evidente camino de vuelta. No solo yo; las rocas lo señalaban.

Piensa, piensa...

Son dos. Nosotros también. Son algo mayores que nosotros. Van vestidos de negro con gorros negros...eso me da mala sensación, como si fueran criminales, pero no recuerdo...hay algo que me hace sospechar, pero soy incapaz de darle palabras.

- Lo mismo podría deciros. ¿Puedo ver vuestras identificaciones como personal autorizado? - digo con voz socarrona

Al ver a los humanos acercarce Sneasel se agazapa aun mas, intentanto ocultar por completo su presencia mientras Kate Habla con ellos. El tono de mando del hombre impone respeto aunque noto algo raro en su actitud Interesante piensa al oir las palabras de kate al parecer fue buena idea que ella hablase mirando a su entrenador de reojo para luego clavar la mirada en aquellas personas.

El hombre se irrita más ante tu tono de voz, pero la mujer sonríe y se limita a darle una palmada en el hombro.

-Claro, sin problemas.-acto seguido se mete la mano en un bolsillo trasero y saca dos identificaciones que te tiende-Somos de ProNait, tenemos un contrato para vigilar estas ruinas. Y ahora me temo que debes decirnos que hacías husmeando por aquí. Hemos notado un terremoto hace poco, ¿no tendrás nada que ver?-inquiere.