Partida Rol por web

Polvo de Escorpión

Daha - Prólogo: La Divina

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28/01/2018, 15:01
Narrador

Daha Phiatabel se levantó antes del alba como cualquier día. La semielfa se vistió y comenzó a desayunar como hacia siempre. La alcorita comenzó a repasar lo que tenía que hacer ese día.  Iría a los oficios matutinos en la catedral y después marcharía a asistir a los ancianos. Si no había complicaciones tendría tiempo para acudir también a los oficios de mediodía. La tarde de momento estaba libre, pero todo podía cambiar. 

La alcorita estaba terminando de desayunar cuando llamaron a la puerta. ¿Quién sería a esas horas? La semielfa se terminó el zumo de naranja antes de levantarse. No le gustaba tener que perderse ningún oficio aunque si alguien la necesitaba lo haría sin dudar. ¿Habría empeorado la vieja Milly?

Tras hacerse esa pregunta Daha se sintió culpable y aceleró el paso hacia la puerta. Al abrirla, se encontró a un hombre de más de cuarenta años. Tenía entrasdas, medie melena oscura y una barba del mismo color. También llevaba un medallón de plata con el sol de Alcor. La semielfa le reconoció en seguida. Era Johan Gardels, uno de los seiscientos Hijos de Alcor y guardia veterano de la catedral.

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28/01/2018, 18:42
Johan Gardels

Buenos días Phiatabel—le saludó con un tono marcial pero educado. Eran pocas las veces que los dos habían intercambiado algunas palabras así que eran comprensibles esas formas—. Siento presentarme a estas horas, pero habéis sido convocada por el patriarca.

Convocada por el patriarca. Las palabras resonaron unos segundos. Jasor Kessinvon era la máxima autoridad de la iglesia alcorita en Rhovesia y además compañero de Ryvianne. Fue él quien intercedió en Beldia para armar a los Seiscientos Hijos de Alcor. Daha lo habia visto en muchas ocasiones, pero eran pocas las veces que habían hablado y nunca se habían reunido a solas. ¿Qué podía querer de ella?

Os esperará  en sus aposentos después del oficio matutino.

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31/01/2018, 19:27
Daha Phiatabel

- No os preocupéis señor Gardel, llevó un par de horas despierta ya. – Afirmó Daha. – Siempre recito algunas oraciones antes del desayuno y los oficios matinales.

Aquel guarida de la catedral tenía un porte imponente pese a que su edad empezaba a ser de consideración. Se conservaba bien gracias al ejercicio físico diario. Sin duda era una herramienta muy necesaria en la iglesia de Alcor encabezada por el patriarca de la misma. Un hombre de confianza para Jasor Kessinvon, el cual era ejemplo para muchos de los novicios y férreros defensores de la catedral y de la fe que profesaban.

Jasor Kessinvon  Había tenido la deferencia de dejarle asistir a los oficios matinales antes de tener la reunión a la que había sido convocada. Eso quizás le restaba apremio, que no importancia. Sólo esperaba que no tuviera que ver con un nuevo destino. Ya casi se había hecho con su nuevo hogar y había empezado a ser de utilidad para su iglesia con la ayuda que prestaba a los desvalidos ancianos de Puerto Amanecer y no quería tener que embarcarse en un nuevo viaje y en un nuevo destino.

- Si me disculpa entonces… - Dijo la clériga. - …recogeré mi celda y me dirigiré a los oficios matinales.

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31/01/2018, 23:06
Johan Gardels

Así sea entonces—dijo Johan—. Nos veremos en la catedral supongo.

Haciendo un gesto marcial con la cabeza, el guardia se despidió de la clérigo y se marchó.

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31/01/2018, 23:11
Narrador

Tras terminar de desayunar, Daha se arregló y salió al exterior. El cielo empezaba a clarear, aunque aún el primer rayo de luz no había roto en el horizonte. Iba a llegar con el tiempo justo al oficio, pero llegaría. Cuando vislumbró la catedral la semielfa se detuvo un momento para contemplarla. Era un acto reflejo que hacia a diario. Sencillamente no podía evitarlo, incluso aunque eso significase asistir con retraso a los oficios. Pero hoy no era ese día.

La semielfa entró por una de las puertas laterales y se dirigió a la Nave Izquierda. La estancia no estaba muy llena, sólo los sacerdotes y los fieles más acérrimos acudían a esas horas. Daha vio como ese día era Rurik quién se encargaba del oficio. Cuando el primer rayo de sol entró por la cristalera éste dio comienzo. 

Media hora después, Daha salía de la catedral y se dirigía a los aposentos del Patriarca. Tanto él como los alcoritas de más renombre, redisían en un edificio frente a la entrada derecha de la catedral. El edificio era conocido oficiosamente como El Palacio del Sol. La semielfa entró y un guardia la acompañó hasta el despacho de Jasor. Tras llamar a la puerta entró.

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01/02/2018, 00:04
Jasor Kessinvon

Jasor Kessinvon estaba sentado tras un escritorio. La sala era muy luminosa, casi todo el muro izquierdo de la sala era un enorme ventanal por el que entraban los rayos de sol. El patriarca estaba leyendo una carta y no tenía muy buen gesto mientras lo hacía. Se rumoreaba que era un hombre de acción y que la vida en Puerto del Amanecer no era muy de su agrado, pero había aceptado su responsabilidad de dirigir la Iglesia de Alcor en la Rhovesia.

Hermana Phiatabel—la nombró a modo de saludo mirándola por encima de la carta—. La joven de Turcisa. Siéntate por favor. Tu hermano me ha hablado mucho de ti. Es un buen chico y te quiere mucho, aunque estuvieses mucho tiempo separados. ¿Cómo es tu vida en Rhovesia?

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01/02/2018, 10:41
Daha Phiatabel

A Daha le extrañó sobremanera aquella pregunta. Sabía de oídas que el patriarca era un hombre amable que se interesaba por el bienestar de sus sacerdotes, novicios y en general de todo el mundo, pero le sorprendió gratamente que tuviera tiempo para perder con ese tipo de preguntas.

- Lo cierto es que no puedo quejarme. - Confesó la semi elfa. - No tuve la más fácil de las infancias, así que ahora que he alcanzado uno de mis objetivos vitales... ¡No puedo estar mejor! - Posiblemente se había desviado un poco de la pregunta. Jasor no le había preguntado por como se sentía, sino como era su vida en la República. - Dedico gran parte de mi tiempo a los oficios diarios y realizo una labor con los ancianos más desfavorecidos de Puerto Amanecer. Es mi vocación real, servir a los demás, señor Kessinvon. Pero no me ha llamado para ésto. ¿Verdad?

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01/02/2018, 17:11
Jasor Kessinvon

Jasor frunció levemente el ceño. ¿Habría algo de las palabras de la semielfa que no le hubiera gustado? ¿O sería cosa de la carta que tenía en las manos? El patriarca puso el papel sobre el escritorio y se mesó el bigote.

¿Y te gusta la vida que llevas? ¿Asistir a los oficios y ayudar a los ancianos? ¿O aspiras a algo más?

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01/02/2018, 18:23
Daha Phiatabel

- En el momento que me entregué a Alcor lo hice con todas sus consecuencias. – Dijo tajante la medio elfa. – Me consagré a él y es Alcor quien debe dictaminar mis pasos. En estos momentos creo que desea que cuide de los ancianos y que asista a los oficios. Estoy agradecida por la vida que ha previsto para mí, mas vos sois su palabra en la tierra, al menos en lo que respecta al interior de estos muros. – Hizo una pequeña pausa para coger aire. Se le notaba muy segura de sí misma en lo que decía, pero sobre todo muy entregada a su dios patrón. – Si ha previsto para mi otra labor, usted es el mas indicado para comunicármela. Si la voluntad de Alcor es que mis esfuerzos se centren en otras empresas, la asumiré y me esforzaré para cumplir con ella.

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01/02/2018, 23:45
Jasor Kessinvon

El patriarca frunció más el ceño. Estaba claro que la respuesta de la semielfa no le había gustado.

No has respondido a mi pregunta—dijo con cierto tono de reproche—. La dedicación a los demás es un don, pero la sumisión impertérrita es mal defecto. Y por supuesto no es lo que espero ni de ti, ni de ningún otro alcorita en Rhovesia. ¿Cómo aspiras a cambiar el mundo sin ambición en tu corazón?

Jasor miró fijamente a los ojos a Daha.

Volveré a repetir la pregunta. ¿Te gusta la vida que llevas? ¿O aspiras a algo más?

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02/02/2018, 10:15
Daha Phiatabel

Daha se sorprendió sobremanera de que sus palabras pudieran haber ofendido al patriarca. Creía que había sido bastante correcta al utilizarlas y había aceptado de buen grado cualquier opción que Alcor o el propio patriarca tuvieran destinadas para ella. Por otra parte, ella creía que su labor con los ancianos era realmente algo importante.

Un grano de arena en medio de una gran playa blanca no representaba gran cosa, pero si se sumaban todos los granos de arena de la playa, suponían un bellísimo paisaje. ¿Acaso no era eso la iglesia de Alcor? La suma de todas y cada una de las buenas acciones de cada uno de sus miembros, debía suponer un gran cambio para el mundo. Las acciones individuales no tendrían repercusión en el global de no ser por la suma de todas ellas.

Con aquella frase Daha se ofendió. Acababa de restar importancia a lo que llevaba haciendo desde que llegara a Puerto Amanecer. Siempre había creído que estaba haciendo una labor importante, aunque lo cierto era que ahora esa labor quedaba empequeñecida tras las palabras e insinuaciones de Jasor Kessivon. Era él el patriarca y probablemente tuviera razón, mas eso no quitaba que a Daha Piathabel le doliera en el corazón el hecho de sentir que su trabajo y su esfuerzo valían más bien poco para él.

- Siempre he deseado cambiar el mundo, señor. – Afirmó con rotundidad y con expresión decidida aquella medio elfa. – Nací para aportar el grano de arena que contribuirá a hacer de este mundo un lugar más justo, más seguro y más bondadoso. Nunca he pedido ser protagonista de ello, pero he trabajado desde la humildad por tal de alcanzar ese objetivo. – Hizo una pausa para pensar en la conveniencia de las palabras que tenía en la punta de la lengua. – Me siento feliz de poder ayudar a los ancianos, mi señor. ¡Eso no quita que no sea ambiciosa! ¡Cualquier empresa que se me mande la cumpliré en pos de un mundo mejor! ¡Lucharé hasta la muerte por cualquier empresa que se me mande y sea digna de mi sacrificio!

Daha se calló de golpe. Había alzado la voz demostrando el temperamento oculto que había heredado de su padre y trataba de domar. En la abadía de Helmg había aprendido a ser más sumisa, a reconvertir su furia en trabajos para la comunidad. Lo cierto era que Jasor Kessivon había conseguido que su impetuosidad resurgiera y sacara a la luz su ambición.

Cierto era que Daha estaba preparada para una causa mayor a la que se estaba dedicando, pero nunca hubiera creído que su dedicación estuviera tan poco valorada por sus superiores. No obstante, no era su intención importunarles con ningún tipo de descaro o atrevimiento. Ella estaba allí para servir y acatar la voluntad de Alcor encarnada en el Patriarca de su iglesia.

- No sé si he respondido a su pregunta como usted quería, mi señor. – Asintió con la cabeza. – Mi respuesta es sí, estoy dispuesta a afrontar mayores retos.

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02/02/2018, 13:11
Jasor Kessinvon

Jasor se frotó los ojos, se le notaba cansado. No pareció molesto por el temperamento de Daha sino más bien lo contrario.

Si eres feliz cuidando a los ancianos y no deseas nada más, me parece bien. Si tu ambición en la vida es mejorar la vida de todos esos mayores, haré todo lo posible porque nunca te falten recursos. Pero que sea porque tú deseas hacerlo, no porque alguien te lo ordene. Sólo haciendo lo que nosotros deseamos podemos dar nuestro mejor yo.

El patriarca volvió a acariciarse los bigotes, un gesto bastante habitual en él.

Sé que has recibido formación marcial, que conoces los preceptos de la magia divina. Cualquiera puede aprender a cuidar ancianos, pero no todos culminan con éxito ese tipo de aprendizaje.

El alcorita miró a la semielfa fijamente a los ojos.

¿Quieres seguir con los ancianos? ¿O quieres poner en práctica lo que has estado aprendiendo? No importa lo que yo te ordene, sino lo que tú quieras.

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04/02/2018, 13:51
Daha Phiatabel

- Quiero dar lo mejor de mí. – Respondió Daha consciente de lo que entrañaban esas palabras. – Estoy preparada para poner en práctica toda la formación marcial en la que fui instruida. Deseo dar todo lo que pueda de mí.

Se sentía nerviosa pues el reto que parecía tendría que afrontar podía suponer el uso de la fuerza en muchos de los casos. Había escuchado historias en las que muchos clérigos como ella se veían inmiscuidos casi sin quererle en campañas de guerra y en batallas en las que sus capacidades curativas no eran las que más debían utilizar.

Daha nunca había quitado la vida a nadie. Su propósito en la vida no era ese ni mucho menos, sino todo lo contrario. Mas no iba a achantarse si su iglesia le pedía que entrara en combate y si debía matar en nombre de Alcor lo haría. Sólo esperaba que una vez tuviera lugar su juicio final, su dios fuera compasivo con ella.

¿Cuál era la naturaleza de la misión a la que el patriarca la estaba conminando? ¿Qué nueva tarea era la que Jasor Kessinvon era la que tenía destinada para ella? Tan solo le quedaba aceptar a ciegas la propuesta del patriarca.

- Acepto. – Dijo con tono solemne. – Y que Alcor me proteja. – Añadió.

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04/02/2018, 19:22
Jasor Kessinvon

Jasor pareció mostrarse mucho más conforme con esa respuesta de Daha. No sonrió, pero había satisfacción en su mirada.

¿Qué sabéis del Polvo de Escorpión hermana?

 

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05/02/2018, 15:44
Daha Phiatabel

- ¿El polvo de escorpión? – A Daha le extrañó aquella pregunta.

No sabía qué relación podía tener su nuevo destino con aquella droga, si es que realmente el patriarca tenía una nueva tarea para ella. Ya había trabajado en alguna ocasión con adictos al polvo de escorpión. Sabía bastante de sus efectos sobre el cuerpo y la mente de las personas, pero realmente sabía poco más. No era una experta en sustancias tóxicas.

- He trabajado con adictos. – Dijo al fin la medio elfa. – Sé que a la larga destruye la mente de los que la consumen. Sé que se ceba con el cuerpo de los adictos con un consumo prolongado en el tiempo, haciendo que parezcan no más que no muertos en busca de una nueva dosis. – Extendió las palmas de las manos hacia adelante. ¿Qué quería que le dijera más? – Creo… - Dudó un momento, no sabía si Jasor quería que prosiguiera con su disertación sobre todo lo que sabía acerca de aquella sustancia, pero su silencio le invitó a proseguir. – Tengo entendido que se consigue en el desierto de Sharia… - Miró a Jasor buscando la confirmación en sus ojos de lo que decía era cierto, pues no estaba segura. – Se llama polvo de escorpión porque proviene de los escorpiones del desierto. Pero… - Hizo una pausa. - ¿No está ya controlado por las fuerzas del orden? Los casos han ido disminuyendo y ya no se habla tanto en las calles de ella… ¿Está desapareciendo, no es así?

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06/02/2018, 09:33
Jasor Kessinvon

De Sarhia—corrigió Jasor con una sonrisa indulgente.

Tras terminar de escuchar a la joven el patriarca se dispuso a contestar a sus preguntas.

Ha desaparecido sí. Completamente. No hay ni rastro de Polvo de Escorpión en las calles de Puerto del Amanecer, pero no es obra de la guardia. Simplemente se ha esfumado.

Con expresión grave el hombre siguió hablando.

El sanatorio de los Seiscientos está desbordado atendiendo a los adictos. Y el de Virneo Treste también. Y no existe ningún paliativo para ellos. Tienen que superar el síndrome de abstinencia por ellos mismos y pocos son capaces de hacerlo. Esto ya es un problema, pero la desaparición de la droga no puede augurar nada bueno. 

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06/02/2018, 15:09
Daha Phiatabel

- Lo que a priori parecía un bien para la comunidad, se ha convertido en un problema… - Razonó en alto la joven. Permaneció unos instantes en silencio mientras hacía cábalas en su cabeza y entonces alzó la mirada iluminada por el razonamiento que había tenido lugar en su mente y que creía acertado. – Puede que los problemas con esas gentes lleguen a ser peliagudos, pero lo cierto es que si no hay nuevos adictos al no haber droga… - Se quedó callada un instante observando la mirada impertérrita del patriarca. - …entre los que se curen y los que por el inexorable paso del tiempo vayan falleciendo… el polvo de escorpión, acabará por ser una pesadilla del pasado.

El rostro de Jasor hablaba por sí mismo. No hacían falta palabras para que Daha Piathabel se percatara de que andaba perdida y que para nada había intuido lo que Jasor Kessinvon quería de ella. Antes de que hablara fue ella misma la que trató de enmendar su torpeza deductiva.

- Pero no es ese el problema… - Chasqueó la lengua. - ¿Verdad? Intuyo que pretende que investigue a donde ha ido a parar el polvo de escorpión. Que indague que es lo que está corriendo. ¿Qué cree usted que está pasando?

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08/02/2018, 23:08
Jasor Kessinvon

Si no es el polvo de escorpión será otra cosa. No olvides que el mal es como una hidra, cuando le cortas una cabeza aparece otra. La cuestión es que si la droga no llega a las calles es porque alguien o algo lo está evitando. Y lo más posible es que no haya un buen fin detrás de ello. Al menos eso es lo que piensa Stephen.

Consciente de que el nombre podía no decir nada añadió.

Stephen Veiner.

Stephen Veiner como Jasor era otro de los compañeros de Ryvianne. Ostentaba el cargo de ministro principal y era uno de los magos más grandes , por no decir el más grande de toda Rhovesia. También había fundado la Academia Veiner para la instrucción de magos. Parecía que era él el que estaba detrás de todo.

Está reuniendo a un grupo de hombres y mujeres para seguir el rastro de la droga. Y me pidió la ayuda de algún sacerdote. Y efectivamente ahí es dónde entra usted.

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12/02/2018, 15:55
Daha Phiatabel

Aquella proposición no era lo que esperaba al ser llamada a una reunión con el mismísimo patriarca de la Iglesia de Alcor en Puerto Amanecer. Quedó sorprendida y desubicada cuando en el momento en que Jasor Kessinvon comenzó a hablarle de su apacible vida en Rovhesia. Pensó que su contestación era más que correcta una vez la formuló en su cabeza y sin embargo pareció no contentar al hombre que tenía frente a ella.

Era evidente que Jasor Kessinvon quería algo más de su persona. Esperaba mucho de ella y por eso su poca ambición pareció disgustarle. Para Daha cuidar de los ancianos era un trabajo digno y productivo para la sociedad. Estaba convencida de que si eso era lo que la Iglesia y Alcor querían de ella, eso sería a lo que dedicaría todos sus esfuerzos. Sin embargo, algo había cambiado de pronto. El Patriarca tenía pensado algo para ella, algo que iba a cambiar su vida para siempre.

Stephen Veiner era una persona conocida a lo largo y ancho de toda la República. El ministro principal había sido uno de los valientes que combatieron desde un primer momento a los kurnitas y gracias a él y a todos los que siguieron a Ryvianne, el lugar donde vivía en esos momentos se había convertido en un lugar en el que el bien ganaba enteros en la lucha eterna contra el mal y no todo lo contrario.

- Nunca me he dedicado a una pesquisa como la que ahora se me demanda. – Cogió aire,  ciertamente aquella misión sonaba peligrosa, mas no tenía miedo. Alcor la protegería de todo mal. – Gracias por pensar en mi persona. Pondré todo de mi parte para contribuir a la resolución del misterio que no atañe.

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16/02/2018, 12:01
Jasor Kessinvon

Perfecto—dijo un satisfecho Jasor—. El Ministro Principal espera reunirse contigo mañana a las diez de la mañana. Irás al Palacio de la Dogaresa, te reunirás con él y conocerás a tus compañeros. ¿Alguna pregunta?