Partida Rol por web

Presagios del mesías oscuro

El trono eterno

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13/04/2020, 16:19

Sales de los barracones. A tu derecha se encuentra una cueva cuya entrada es custodiada por guardias. Se escucha el incesante sonido del martilleo de un metal.

Delante de ti y a tu izquierda solo hay casas y algunos talleres donde trabajan los aldeanos sin parar.

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13/04/2020, 16:47
Sólo para el director

Le sigo.

-Nos vemos luego. 

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13/04/2020, 16:48
Baäl
Sólo para el director

Me acerco a los guardias primero “¿Donde está la armería?” Pregunto, después miro los talleres para ver que hay.

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13/04/2020, 16:49

Sales de los barracones. A tu derecha se encuentra una cueva cuya entrada es custodiada por guardias. Se escucha el incesante sonido del martilleo de un metal. En esta misma entrada se encuentra Baäl hablando con los guardias.

Delante de ti y a tu izquierda solo hay casas y algunos talleres donde trabajan los aldeanos sin parar.

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13/04/2020, 16:50

Al preguntar por la armería uno de los guardias te señala la entrada de la cueva que custodia.

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13/04/2020, 16:53

Me acerco, intentando escuchar lo que están diciendo. 

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13/04/2020, 16:57

No sabes muy bien que le dice, pero le señala el interior de la cueva.

- Tiradas (1)

Motivo: Descubrir

Tirada: 3d6

Resultado: 15 [5, 4, 6]

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13/04/2020, 17:01

Yador se acerca por tu espalda. Desde donde miras, en los talleres se hacen trabajos de carpinteria, sastrería, materiales de construcción... nada útil.

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13/04/2020, 17:05
Baäl

Asiento y le hago una seña a Yador para que me siga, entro en la armería.

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13/04/2020, 17:16

Le sigo.

-Hola. Voy con él -les digo a los guardias al pasar.

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13/04/2020, 17:24

Os abrís paso a traves de los guardias, no os han retenido en ningún momento.

Cuanto más os adentráis, más va aumentando la temperatura. Incluso a Yador le va costando un poco respirar. Finalmente llegáis a una amplia forja, al fondo se encuentra una colosal criatura que casi podría rivalizar con Gulog.

La extraña criatura, nunca antes vista para Yador, le recuerda a las historias y pinturas que había sobre los hijos de los dragones; seres escamosos y grandes, artesanos y creadores por naturaleza, a la vez que fieros guerreros. También le recuerda la opresión a la que están sometidos; la orden de los matadragones.

Los ojos dorados de este ser solo tienen un objetivo: la pieza que está fabricando. No ha reparado en vuestra presencia.

La forja, si bien os recuerda a la de Okri en cuanto al sofocante calor que hacia allí dentro, es algo más distinta a las que habéis visto en toda vuestra existencia. A lo largo de toda la estancia se encuentran todo tipo de armaduras y armas de buen ver, apiladas de forma ordenada en pequeñas plataformas con ruedas, y justo al fondo, donde se encuentra la criatura, hay un enorme horno del que sale metal fundido y se mueve a una serie de moldes.

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13/04/2020, 18:07
Sólo para el director

Miro a ver si por casualidad hay algún cuchillo o daga

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13/04/2020, 18:39
Sólo para el director

Tu imperio está en ruinas. No sabes si el antiguo brillo que destilaba tu raza se apagó o si fuerzas oscuras y retorcidas tienen algo que ver con ello, pero perdísteis la guerra. Vosotros, una de las razas más antiguas del mundo, desaparecisteis de un momento a otro, te parece ridículo, pero es la verdad. En el afán de defender a vuestros hermanos lejanos, los dracónicos, y de instaurar el imperio y el orden sobre todo el mundo, vuestra tierra fue borrada de la existencia y vuestra gente masacrada, incluso profanaron vuestras bibliotecas y acopiaron todos los avances que tu gente descubrió para reclamarlos como suyos.

De eso ya hace miles de años, pero te lo recuerdas cada día, en vez de estar cubierto de gloria tienes que esconderte y huir de esas criaturas simples. Pero hay algo que los pieles blandas desconocen y es que hasta que no acaben con el último de vosotros la guerra aún sigue.

Tu pueblo aún sigue vivo, aunque no quedáis muchos. Intentáis mantener las antiguas tradiciones, ¿Pero de que sirve si todo está perdido? Lo único que hacen las tradiciones de un imperio muerto es perpetuar el fracaso. Es la época del cambio.

Finalmente ocurre ese cambio que esperabas, esa señal que indica que és el momento. Tal y como anuncian las antiguas tablillas de las profecías, en la décimoctava caida de meteoritos el fin del mundo llegará y solo a través de un pacto uno de vosotros se alzará como Dios y restaurará el antiguo imperio para hacer frente a la amenaza.

Sin duda alguna tu pueblo se mueve hacia el lugar donde van a caer los meteoritos. El viaje es peligroso, pero vuestra firme convicción os hace llegar.

Llegáis justo cuando los meteoritos caen, y  entre el fuego y el polvo, una figura surge.

Akal Zaus se presenta como el dador del pacto que ansiáis, por lo que os ponéis a sus órdenes sin vacilar con el fin de recuperar vuestra antigua gloria. Junto a vosotros reune a varias razas más jóvenes que se prestan a ayudarle en su cometido: Impedir el fin de todo.

Pasas meses cumpliendo las órdenes de Akal; es un lider sensato y sereno, aunque algunas veces peca de ser demasiado bondadoso, o eso piensas. ¿Secuestrar aldeanos de las razas simples para ofrecerles un lugar tranquilo y con todo tipo de recursos a cambio de servirle? Para eso mejor esclavizarles, sería mas sencillo. Aún así, todo marcha bien, salvo de vez en cuando un grupo que se entromete en vuestros planes y lo estropea todo. Te gustaría echarles el guante un día, pero tienes otras tareas en el ejercito de Akal.

Con el paso del tiempo alcanzas el rango de sargento en las tropas, eres respetado por los guerreros y magos de los que se compone el ejercito y gozas de un estatus envidiable entre los tuyos, eres de los que más resaltan. Junto a tus nuevos aliados se destacan el general Zymet, un drow; el herrero nacido de un dragón, Telkarrak Bensvelk y un chamán orco de un poder muy superior a cualquiera que has visto, Gal'Dar.

En los últimos días has oido rumores de que Akal ha conseguido convencer a unos cuantos de ese grupo que solo se interponian en vuestros planes para unirse a su causa. Te genera cierta curiosidad, son guerreros capaces sin duda, ¿Pero estarán a la altura?

Uno de tus subordinados llega con noticias recientes: Ya están aquí y solo son dos.

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13/04/2020, 19:26

Aprovecho que está tan concentrado para tomar prestada la más buena que vea.

Notas de juego

Uso sombra si es necesario.

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13/04/2020, 20:25

Yador se mueve sigilosamente hacia unas dagas de buen ver que hay, nada más está a punto de meterse una en uno de sus bolsillos, escucháis un carraspeo proveniente del herrero.

Sin dejar de martillear, el dracónico os dirige unas palabras.

"Los huesos de elfo tienen muchos usos, y ahora que escasean su valor ha aumentado. Entonces, ¿En que vas a querer que te convierta, ladrón?"

- Tiradas (2)

Motivo: Robar

Tirada: 3d6

Resultado: 15 [3, 6, 6]

Motivo: Desc

Tirada: 3d6

Resultado: 16 [5, 6, 5]

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13/04/2020, 20:35

-¿Ladrón? Solo estaba admirando su magnífico trabajo señor... ¿cómo he de dirigirme a usted?

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13/04/2020, 20:37
Baäl

“Me gustaría verle convertido en una cuchara la verdad, o quizás en un báculo para mi” -digo riéndome por lo bajo- “ Siento la intromisión de mi compañero, verás necesito algo que pueda utilizar. Antes de...mi transformación siempre llevaba un espadón pero ahora no puedo ni levantar una espada normal. ¿Tienes algo que pueda valerme? También estoy buscando alguna túnica que pueda taparme más que esta capa...”

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13/04/2020, 20:39
Tel

"Telkarrak Bensvelk... Tel para abreviar."

La espada que el dracónico estaba dando forma se enfría y la vuelve a meter al horno para que se caliente y vuelva a poder darle forma.

"En fin... ¿Qué queréis?"

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13/04/2020, 20:42
Baäl

“Como ya dije antes, necesito un arma. Algo que pueda empuñar, siento predilección por los espadones, pero este tiene que ser muy ligero para que pueda blandirlo, además me gustaría una máscara para tapar mi rostro y una túnica”