Partida Rol por web

Los Pjs abandonan la casa de Geroldich y se dirigen a buscar a la hermana Tara.

Tras una pequeña caminata por el barrio rico intentando mantener a la joven Iresha a salvo del frío, llegáis a la calle de los Templos. El templo de la espada rota, el ultimo de los templos que pueblan toda la calle, se encuentra mucho mas vacío que de costumbre. Apenas una docena de peregrinos pernoctan en el ala principal. Apenas oís el ruido de una puerta y a lo lejos se asoma la madre Tara, que os llama desde su despacho.

Apenas entráis, la sacerdotisa cierra la puerta.

- Me alegro de veros a todos bien. - Mira para la joven que os acompaña - Esta debe ser Iresha. Pediré que cuiden de ella.

Abre la puerta y hace señas a alguien. En unos segundos un joven ataviado con un manto muy sencillo se os acerca y coge a Iresha entre sus brazos con mucho cuidado.

- Bueno, ahora contarme que ha ocurrido.

El joven se va llevando a Iresha fuera de la habitación.

Casi preferiría contaros lo que sea necesario mientras estamos con la chica. Esta a nuestro cargo y no me gustaría que despertase y se encontrase en un lugar extraño y no viese ninguna cara conocida.

Dice Quarion haciendo ademán de seguir al joven.

Ciertamente lo que hemos descubierto nos ha sobrepasado...

Al oír a Quarion el joven cambia su rumbo y sienta a Iresha en una silla del despacho de la Madre. Luego abandona la habitación.

- ¿Mejor así? - pregunta Tara.

Quarion frunce el ceño.

Me refería que podíamos seguir hablando en la sala donde la fueran a atender.

- La iban a atender en la sala común, junto con el resto de los peregrinos. No creo que sea un buen lugar para tratar lo que ha ocurrido esta noche.

Quarion mira a sus compañeros por si alguno quiere relatar la historia.

Asher mira al estratega con aire circunspecto esperando a la evidente explicación por llegar. Obviamente para algo están los hombres de carisma y palabras... para algo que no le enseñaron a hacer.

[PENEJOTIZADO]

Sera mejor que lo explique yo. De otra forma nunca traerán la comida - piensa Eyskhan.

Eyskhan empieza a contarle lo que ha ocurrido en la casa de Geroldich. Es sincero, pero se olvida de bastante cosas y se centra mas en los detalles de la batalla, por ejemplo, en la defensa de la cocinera orca, que en el resto de los temas.

En cuento Eyskhan empieza a hablar de la gente babeante del sotano, Tara interrumpe:

- ¿Que ha sido de ellos?.

Cuando contestais.

- Hummm... sera mejor que envié a algunos de mis chicos para que traigan aquí a los que estén vivos. Llamaré también al capitán Trindel para que la guardia se ocupe del resto.

Sale a la puerta y hace gestos a uno de los sacerdotes.

-Madre Tara, la guardia... verá, la discreción es importante en lo que tenemos entre manos.- salta Asher directamente, sin ningún apego al decoro -Si la guardia se encarga de esto, pronto todo el pueblo estará hablando de ello. ¿No hay otro modo? La situación de poder en la ciudad es delicada. No creo que crear más revuelo sirva para nada y, sinceramente, esto a la guardia le queda algo grande.- termina bastante tajantemente.

- Precisamente - sonríe - Dada la situación de la ciudad, que se exponga la corrupción soterrada que campa a sus anchas en el interior de Durbenford no puede ser malo. Hasta podría hacer que nuestro señor reaccionara. - silencio - Sin embargo si escondemos lo sucedido nada cambiara.

Baja la cabeza un segundo y la vuelve a levantar.

- Incluso podría hacer que se replanteara el abandonar el barrio pobre a su suerte.

-No me gusta...- dice Asher chasqueando la boca mientras se vuelve -Pero si cree que es lo que se tiene que hacer, adelante. ¿Qué hay de esa oscuridad de la que Eyskhan os ha hablado? Eso sí que parece peligroso para la guardia.- trató de atar los cabos sueltos el explorador.

[Penejotizado]

Eyskhan continua el relato...