Partida Rol por web

- Hasta ahora nadie ha sido capaz de entrar en la dimensión que oculta el Nanok sin la runa. Mi maestro era un gran mago, ciertamente mucho mas poderoso de lo que yo nunca seré.

- Ya, pero hasta ahora tampoco nadie lo ha intentado... ¿o si? ¿ ha llegado hasta aquí alguien más aparte de nosotros?

Cita:

- No. Nadie lo ha intentando, excepto el mago loco del que hablamos. Pero claro, en su situación es complicado lograrlo.

Cita:

- Pues si. Además de los ogros, están los demonios que ha conjurado el mago, y suponemos que la cueva del dragón tiene alguna conexión con la infraoscuridad, ya que de vez en cuando aparecen visitantes como las araneas esas que os han traído hasta aquí.

Niego con la cabeza.

Entonces, ¿que es mejor, que nos llevemos la llave o que nos llevemos el Nanok?

Helen se puso seria y miró al explorador directamente a los ojos, sosteniendole la mirada.

Asher, valoro tu opinión y aportación en la batalla pero en este asunto no va a haber ni debate ni negociación. No vamos a dejar el Nanok aquí. Fin de la discursión. Una vez aclarado esto, espero que podamos ponernos en marcha para recuperarlo cuanto antes. El tiempo sigue siendo vital.

Se volvió hacia el no muerto:

¿A qué te refieres con "en su situación es complicado lograrlo", Kithendrem?

- Kael, el mago loco, es incapaz de recordar lo sucedido el día anterior. En cuanto duerme pierde la memoria. Los planes. Por eso ha montado el lío que ha montado abajo. Y por eso no creo que ni sepa que tiene la llave del Nanok.

Las palabras de Asher parecen muy sensatas, Truvio se muestra partidario de seguir su plan.

- Helen, ¿te consideras más poderosa que el mago que creó esto? Yo estoy con Asher. Recuperemos la llave y escondámoslas en sitios distintos. Prefiero eso que sacar el Nanok y llevarlo a otro sitio. No se me ocurre ningún sitio más seguro al que tengamos acceso.

- Y en cuanto a la manera de recuperar la llave, mi primera opción es intentar quitársela sin matarlo, así será otro enemigo más al que enfrentarse. Aunque no estoy muy convencido de que podamos.

Dirigiéndose al esqueleto pregunta:

- ¿Qué apariencia tiene la llave? ¿La lleva el mago encima? ¿Cómo os la quitó?

Por cierto, Truvio niega con la cabeza cuando se habla de destruir a Kithendrem, no quiere allanar el camino a los orcos.

Cita:

- La llave es una piedra rectangular de unos 30 cm. de largo. En ella hay inscritas unas runas, al ponerlas en su lugar en estas columnas abren un acceso a la dimensión donde esta escondido el Nanok. La perdimos en un intento de limpiar el piso de abajo de demonios. Nunca debimos llevarla alli, fuimos demasiado confiados. - el ser baja su cabeza descarnada mientras dice estas ultimas frases, evitando mirar a los ojos al grupo. Lo que por cierto resulta ser un pequeño alivio para todos. Vuelve a levantar la cabeza y añade - Es imposible saber si la llevara o no encima. Creo que es lo mas probable, en otro caso habríamos sabido de ella. Pero no puedo estar seguro.

- Yo no veo esto nada claro. Por un lado me parece bastante tonto el guardar la llave junto a la cerradura, y por el otro creo que todas las cerraduras se pueden forzar de una forma u otra sin necesidad de la llave. No veo el motivo para dejar la llave en este lugar durante tanto tiempo a menos que fuese porque la cerradura era una traba más , pero que si alguien llegaba a este lugar y arrasaba por la fuerza con los protectores, lo de la cerradura iba a ser simplemente un estorbo temporal.

- De todas formas, tampoco soy un experto en cerraduras ni en magia, pero si toda cerradura se puede forzar lo mejor es llevarse el Nanok, y si esta cerradura es inexpugnable lo suyo es llevarse la llave... tanto pensamiento me ha dado hambre... alguien tiene bollos o así? los mios se me están acabando.

- Por cierto Kithendrem, tu que opinas? crees que la cerradura es inexpugnable? a fin de cuentas tu llevas más tiempo que nosotros en esto.

Helen responde a Eyshkan.

Kithendrem sabe perfectamente que una vez la localización de este lugar ha sido descubierta, ya no es un escondite seguro para el Nanok, independientemente de las protecciones mágicas que haya. Las patrullas ogras hasta ahora no han conseguido su objetivo pero eso solo conllevará que manden grupos más poderosos. No es una cuestión de si conseguirán hacerse con el Nanok, si no de cuándo. Y no, Truvio, no me creo más poderosa que nadie. Sin embargo, sí sé que la mejor forma de evitar que consigan el Nanok es que continue escondido. No sabemos qué recursos puede llegar a tener el enemigo.

Suspira y menea la cabeza.

Voy a repetir esto y sólo lo voy a hacer una vez, así que escuchadme atentamente. No vamos a dejar aquí el Nanok. Me encantaría tener una mesa redonda y qué todos debatiesemos sobre cúal es el curso de acción más apropiado, pero me temo que no hay tiempo. Os contraté inicialmente para esta misión y tengo el apoyo total del Barón Croslen, vuestro señor. De la misma forma, aprovecho para dejar claro nadie tocará dicho artefacto sin mi permiso expreso. Teneis, sin embargo, la posibilidad de marcharos en caso de no estar de acuerdo. Continuaré sola si es preciso. ¿Entonces? ¿Qué decidís? El tiempo apremia. - Añade resuelta.

Eyskhan está rascando el fondo de su mochila en busca de migas de bollo. De vez en cuando encuentra una y se la lleva a la boca

- Yo opino que este lugar ya no es seguro, pero que de todas formas la decisión... mñam, mñam... de llevarse el Nanok o la llave no tiene sentido hasta que no tengamos la llave. Así que...mñam... ¿vamos a por la llave?

Como siempre piensas con el estómago, amigo. - dice con una expresión adusta el eladrin.

Sin embargo creo que ahora tus tripas tienen razón. Seguiremos el plan de Helen.

En un incomodo silencio el grupo abandona las estancias de los no-muertos. De vuelta al mirador de las gárgolas se paran a hablar.

Entonces esta decidido que vamos a por el mago loco ese señalo con mi dedo índice mi sien y lo hago girar.

Sí, vamos a por el mago cuanto antes. Si seguis teniendo reparos con el plan de acción, se puede hablar más adelante. Por cierto, cuidado con las gárgolas que cayeron no sea que vuelvan

Una vez resignado, dándose cuenta de quien manda realmente aquí (por un momento la había considerado una de nosotros) Truvio sugiere el siguiente paso:

Propongo bajar y adentrarnos por el pasillo Norte. No tengo ganas de enfrentarme gratuitamente a un millar de criaturas.

Asher asiente con cara de - Así están las cosas pues... - y se vuelve hacia el pasillo del que vinieron, sin dar más explicaciones.