Partida Rol por web

Tras acabar la conversación con Juptal, nuestros héroes, cansados y magullados se retiran a reposar, tras desayunas, a su habitación en la Posada del Ciervo y el Martillo.

Algo después del mediodía se despiertan y se dirigen a la casa de la Baronesa, donde mantienen una animada conversación sobre temas de sociedad y finalmente le explican que creen que la desaparición de su niña fue voluntaria, aunque inducida por medios mágicos que le anularon la voluntad. Preguntándole por la gente mas extravagante de la ciudad, consiguen la dirección de un noble famoso por sus fiestas locas.

Creyendo que el noble puede poseer información útil deciden hacerle una visita. Aunque los criados en principio los reciben fríamente, el noble se encuentra encantado de tenerlos en su casa y los trata con cariño, incluso invitándolos a ser las estrellas de una nueva fiesta. Entre toda la conversación, nuestros héroes astutamente, introducen el tema de nobles relacionados con cultos extraños, lo que les sirve para obtener un nuevo sospechoso Geroldich, un noble de cierta edad que parece que lidera al grupo de jovencitos al que pertenece Nadette. Tras obtener la información, nuestros héroes, aun pasan un rato mas en la casa disfrutando de la agradable conversación de su anfitrión, incluso les invita a mudarse a vivir a su casa, cosa que prometen tener en consideración.

Para continuar la investigación los héroes se dirigen hacia la casa de Geroldich, una pequeña casa del barrio noble de dos pisos, con un modesto jardín. El jardín esta siendo cuidado por un criado, que parece reconocer el colgante de Iresha, que ahora luce Truvio. Al darse cuenta del detalle, Truvio decide abordar al criado que los invita a pasar al hall de la casa, donde les agasaja con comida y bebida que nuestros héroes deciden no tocar. Tras esperar una media hora, deciden interrogar al criado sobre cuando van a ser recibidos, a lo que el hombre contesta que su señor esta ocupado, como debían saber, y no puede ser molestado. En todo momento presupone que Truvio conoce que esta pasando. Cuando vuelven a quedar solos, Truvio decide echar un vistazo por la puerta que salio el criado. Logra ver una cocina, donde un gran orco seboso esta preparando la comida que les ofrecen: trozos de un zombie que se encuentra atado a la mesa de la cocina. Cierra la puerta y sin ser visto explica lo que ha descubierto a sus compañeros.

El grupo decide forzar al criado a que les conceda una entrevista, y le exigen ver a su amo. Pero el criado se niega, la conversación sube de tono y los héroes son expulsados de la casa. Tras dudar si entrar por la fuerza o no, y dado que la casa esta en una calle importante del barrio noble, con bastante presencia de la guardia de la ciudad, deciden ir a visitar a la Madre Tara, al templo de la Espada Partida.

En el templo la madre les recibe enseguida y la ponen al corriente de la situación. Tras meditar el problema les promete ponerse en contacto con su amigo, el Capitan Harold, el jefe de la guardia de la ciudad, para lograr que esta medianoche, la zona del barrio noble en la que vive Geroldich se encuentre sin vigilancia. También les sugiere que pueden comprar magia protectora en la tienda de un Gnomo de la ciudad Orim Galdren.

Viéndose necesitados de toda la ayuda que pudieran lograr nuestros héroes se dirigen a la tienda de Galdren. Un pequeño local de alquimia, situado en el centro de la ciudad. Mientras le preguntan por los objetos de protección notan al gnomo nervioso, y mas preocupado por volver a su trabajo en la trastienda que de vender nada. Sospechando de su actitud, deciden espiarlo desde una ventana, desde la cual Quarion reconoce lo que esta haciendo Orim. Esta preparando un ritual para crear un vampiro. Alarmados por la situación entran en la tienda, y tras reducir al gnomo, le obligan a explicar la situación: La familia del gnomo desapareció en un viaje al norte, pero Geroldich le ha dicho que ha recuperado los cadáveres, y que con ese ritual podrá recuperarlos. El gnomo se obsesiono con la posibilidad de volver a tenerlos con el y no pensó en las consecuencias.

Tras llevar al gnomo al templo de la Espada Rota, y con la ayuda de la Madre Tara, le hacen ver lo estúpido de su proceder. El gnomo se arrepiente, y en agradecimiento permite a los héroes coger lo que necesiten de su tienda, ocasión que aprovechan para pertrecharse de pociones de curación.

El grupo vuelve a descansar a la posada en espera de la medianoche, y la incursión en la casa de Geroldich.