Partida Rol por web

Era el atardecer, las sombras crecientes en el exterior de la Pluma del Estudiante así lo anunciaban.

Hacía días que Alastar rondaba por Puertolibre, esa ciudad llena de landronzuelos, mercaderes, esclavos, piratas... y saber. Por el peso de su bolsa a penas le quedaba plata, la vida en Puertolibre no era barata, pero además ya poco le quedaba tras costearse su pasaje en la Gaviota Valiente, la nave mercante que le llevara hasta la isla una semana atrás. Si quería continuar sus pesquisas sobre el deshecho humano que matara a su padre adoptivo, a quien le adjudicaba también la muerte de Ishtar... o por lo menos de la destrucción de su torre, tendría que encontrar una nueva fuente de ingresos o pronto le tocaría pasar las noches en las calles, y eso en un lugar como ese, lleno de maleantes era peligroso.

Durante la semana pasada estuvo preguntando sobre vendedores y comerciantes que pudieran ofrecer polvo de diente de morsa negra... y le sorprendió encontrar cuatro comerciantes que le podían vender ese polvo de marfil, a parte de dar con otra docena de mercaderes que le ofrecían sucedáneos varios... una vez Alasatar se percataba de que aquello no era polvo de diente de morsa negra auténtico. Pero en cualquier caso le daban largas sobre sus clientes, arguyendo que tenían varios y que si no les compraban no tenía nada que hacer allí.

A parte de eso, también descubrió varias cosas más, en absoluto útiles en sus pesquisas para con su objetivo, pero no dejaban de ser curiosos los comentarios y útiles para el viajero solitario.

Al parecer faltaban unos pocos meses para que finalmente el Faro de Drac, o la locura de Milton (como era más conocido), y en su motivo se estaba preparando una gran fiesta. Los comerciantes esperan la fecha con ansias, pues la construcción del maldito faro había sangrado las arcas de la ciudad durante la última década. De hecho, era tan alarmante el caso, que incluso se había reducido la partida dedicada a los guardias de la ciudad, reduciendo su número alarmántemente... hasta tal extremo que solo el Casco Viejo era realmente un lugar seguro para andar. Motivo por el que los mercaderes que seguían en Puertolibre, que eran la mayoría, tenían fuertes guardias personales para protegerse de los maleantes.

Eso solo le servía, al joven aprendiz, para preocuparse más por ir solo por Puertolibre, y con su menguante plata en la bolsa, si no espabilaba, pronto experimentaría en sus propias carnes ese incremento de peligrosidad.

Con voracidad, unos por que tenían mucho hambre acumulado y otros por tener un gran cuerpo que mantener, los compañeros devoraron la comida que les trajo Duna, una de las chicas, consistiendo esta, básicamente, en sopa de pescado con verduras, tortas y fruta de la isla. Si bien algunos habrían preferido carne, queso o huevos, la comida no les pareció mala, ni mucho menos... una de las ventajas de estar en unos de los mayores puertos mercantes del mundo.

Durante la comida los compañeros pudieron escuchar los que se decían en las otras mesas, mientras iban placando su hambre, ya tendrían su tiempo para hablar una vez saciados. Entre los comentarios de unas y otras mesas, y las aclaraciones de Varek, pudieron entender que al parecer faltaban unos pocos meses para que finalmente se terminara de construir el Faro de Drac, o la locura de Milton (como era más conocido), y en su motivo se estaba preparando una gran fiesta. Los comerciantes esperan la fecha con ansias, pues la construcción del maldito faro había sangrado las arcas de la ciudad durante la última década. De hecho, era tan alarmante el caso, que incluso se había reducido la partida dedicada a los guardias de la ciudad, reduciendo su número alarmántemente... hasta tal extremo que solo el Casco Viejo era realmente un lugar seguro para andar. Motivo por el que los mercaderes que seguían en Puertolibre, que eran la mayoría, tenían fuertes guardias personales para protegerse de los maleantes.

Aparte de esto, destacar las distintas miradas que destinaban, de vez en cuando, alguno de los clientes... posiblemente por el aspecto harapiento de la mayoría de los compañeros.

Es vuestro turno y vuestra decisión.

Camina sin rumbo fijo por las pequeñas callejuelas, paso a paso sin rumbo fijo, golpeando de vez en cuando alguna piedra suelta. EL fuego de su ira se iba apaciguando con el paso del tiempo y las desilusiones parecía imposible saber que había pasado. Miro con resignación su menguante bolsa de monedas, ahoa mismo tenia problemas mas acuciantes. Necesitaba dinero y lo necesitaba rapido, para vivir y para poder emprender su busqueda. ¿Pero que hacer?. Podría preguntar si algún hombre rico necesitaba un maestro para sus niños o quizas pudiese cobrar algún dinero por copiar algún libro.

Sin saberlo como sus pasos se dirigieron hacia una posada y ocupo un lugar cerca del calido y reconfortante fuego a pesar del calor que hacia, siempre le habia gustado el fuego. Sin darse cuenta esta saboreando un vino e intentando ler un viejo pergamino que habia traido consigo

Y tu sabes como puedo ganarme unas monedas pregunto mas al pergamino que a la muchacha que le servia el rojo liquido.

Ahhhhhh, el manjar de los dioses!!! si alguna de estas mozas me acompaña a pasar la noche, ya podría morir tranquilo...

Filippo se recostó contra el respaldo de su silla para estirar la panza. Se sentía satisfecho -después de todo se trataba de un hombre de gustos sencillos- y listo para ponerse a planificar sus siguientes pasos.

Levantó su jarra haciéndole señas a Duna para que volviese a llenársela y aguardó a que todos hubieran acabado con la faena para comenzar la conversación.

-Compañeros... sinceramente me importa muy poco qué hizo el hermano Lucius durante los años que estuvo perdido y ni siquiera creo que pudiera tener relación con su actual desaparición. Lo que creo es que estuvo haciendo tratos con ese Nabos, jugando con fuego si lo que dicen los norteños es cierto-. Delfiore hizo una pausa cuando llegó la nueva jarra para evitar que la muchacha pudiera captar parte de la conversación. Una vez que se hubo marchado, dio un buen trago y retomó su línea de pensamiento.

-De alguna manera el monje ha debido traicionar al pirata y lo más probable es que ahora esté haciéndole compañía a los peces. Así que, lamentablemente, la única manera que veo de que podamos hacernos con las 50 monedas que faltan, es hacer cantar a Nabos y que nos diga dónde lo ha sepultado, para tener alguna prueba que mostrarle a Egil. Tal vez la Botas podría hacer unas pesquisas... a una mujer seguro que se le da mejor el hacerlo cantar -el tipo guiñó un ojo a la mujer y su rostro adoptó una expresión obscena, para luego dar paso a una risa queda.

Varek torció el gesto con el último comentario del espadachin. Se puso las manos en las orejas para no oir a Neulens ponerlo a caldo. Pobre espadachin. Cuando Neulens acabó, Varek empezó a hablar.

No creo que sea una gran idea mandar una ramera a ese traicionero chulo playero y pretender que hable. No es su estilo, tiende a guardarse las cosas importante spara él en vez de ir voceandolas al primero que pase por ahi. No obstante, su tripulación probablemente tengan la lengua más larga. Alguna vez he compartido cariño con algunos de sus hombres y aparte de decir que son bastante flacuchos y crujientes tendían a prometer lo que fuera para que no les partiera el gaznate. Asi que compo alternativa propongo iniciar una pelea de taberna con un par o 3 de sus hombres y aprovechar la situacion para noquear a uno o dos y llevarnoslos para una amistosa charla. Pero bueno, si quereis ir a hablar con él directamente no seré yo quien os lo impida. A mi y a Neulens no nos va a decir nada que no sea dicho a hostias, pero igual a unos sureños como vosotros no os intenta apalear directamente. No que no quiera medir golpes con esa sabandija mugrienta, que me encantaria, pero ahora mismo creo que no es el objetivo.

La velada fue transcurriendo sin mucha determinación, a decir verdad, de los cuatro compaleros tres estaban muy apagados, es lo que tiene no tener descanso, digno de ser llamado así, tras navegar a la deriva sin protección del sol o del agua.

Una vez terminados los platos, con la sangre concentrada en el estómago, los ojos de se cerraban cada vez más a menudo. 

No obstante eso, Filippo y Vareck comenzaron a lanzar propuestas, sobre posibles hilos a seguir, el más claro al parecer, el de ir a ver al susodicho capitan Dragon Blanco, pero teniendo presente la enemistad entre ese clan y los Pielescarcha, la cosa no se presentaba una negociación fácil...

Continúa...

Sentado en una mesa, terminando la sopa de pescado con verduras, acompañado de una torta de trigo. El joven erudito estaba repasando uno de los pergaminos que le habían acompañado hasta Puertolibre, un mapa del mundo conocido, una verdadera obra de arte. Alastar se sorprendía varias veces contemplando aquel mapa, si bien tenía nociones teóricas de como tomar las medidas y las proporciones de la cartografía, le fascinaba que unos simples hombres, con determinación y erudición, eran capaz de dibujar el mundo conocido, todo explorando sus montañas con sus valles, los bosques, selvas y manglares, las llanuras, sabanas y pastos... todo ordenado y organizado. Como debía ser. Tal vez por ese motivo, siempre que se encontraba desorientado tendía a desplegar ese mismo pergamino, tal vez en busca de paz, tal vez para encontrar el norte...

Y tu sabes como puedo ganarme unas monedas pregunto mas al pergamino que a la muchacha que le servia el rojo liquido.

Sin lugar a dudas un mapa como aquel lo podría vender, pero le dolía en el alma el tener que hacerlo, pero tal vez mejor eso que no ser robado y quedarse sin dinero ni pergamino... ni vida.

Pero dio la casualidad que cuando pronunció la frase, allí cerca estaba una de las mozas que servían mesas. Una muchacha especialmente hermoso, de piel clara y brillante pelo rubio, con unas curabas capaz de marear al más sobrio.

Continúa...

Cuando la mujer le dejó una jarra en la mesa le preguntó.

-¿Buscas trabajo?

Dijo dándole un vistazo de arriba a bajo, la verdad es que a parte de una cara refinada, el joven erudíto físicamente era muy escuchimizado, delgado, de extremidades largas... pero llenas solamente de piel y hueso. 

-Supongo que por el pergamino será de listo... por el pergamino y por que no pareces muy dado al trabajo físico. Tal vez tenga algo... Tengo un amigo que ha juntado un grupo para encontrar a un amigo suyo... Puedes ir hablar con ellos, tal vez te puedas entender con ellos.

Dice señalándote una mesa donde dos hombres y dos mujeres charlan antes unos platos vacíos. Te llama la atención una de las parejas, unos salvajes del norte, un hombre enorme de tez clara y cuerpo fuerte... y lo que sería su versión en femenino.

-Acompáñame y te presento a ellos.

Tal vez fuera el vino, o la gran necesidad de dinero, o la confianza que te deba aquel rostro hermoso... pero el caso es que no tenías nada por perder y asentiste, así que la acompañaste.

Continúa...

En medio de uno de esos silencios que se forman cuando la gente empieza a estar soñolienta, o cuando se sume en sus reflexiones, Duna, una de las chicas de Desi se acerca de nuevo seguida por un tipo joven, delgado, con cierto aire a los novicios del Templo del Saber.

La chica deja una frasca nueva de vino en la mesa y os dice.

-Gente, aquí hay un tipo... que tal vez os pueda interesar.

Ante las miradas de suspicacia del grupo la muchacha saca pecho.

-O venga, sé de qué va esto... bueno en cualquier caso quien os ha contratado, Egil, de hecho fui yo quien le propuso que mandara a un grupo a buscar a Lucius, Egil y yo somos... muy amigos.- Dice haciendo una pausa antes de calificar su relación.-El caso es que he encontrado a un tipo que tal vez os pueda ayudar con la búsqueda... si es que os entendéis.

El turno es vuestro igual que la decisión!

Alastar se encoge de hombros y enrolla su pergamino cuidadosamente ante la antenta mirada del grupo. Con suma paciencia abre un estuche de cuero donde guarda mas rollos y muy despacio lo guarda tras reviasar minuciosamente el contenido del estuche , lo cierra y lo coloca de nuevo a su espalda tras unos interminables minutos como percatarse de que seguís ahí.

Hoo disculpad mis modales ni siquiera me he presentado me llamo Alastar, como os ha dicho la preciosa muchacha busco trabajo,supongo que en algo podria hecharos una mano, ya sabeis diez ojos ven mejor que ocho y a lo mejor desde fuera del bosque se puede ver los arboles, el dicho realmente es al reves pero creo que en este sentido tambien es aplicable, que mejor manera de ver un arbol que desde fuera del bosque para poder apreciarlo.. El joven sigue divagando durante unos minutos mas sobre tipos de arboles y finalmente tiende afablemente una mano y con voz sencilla y sincera termina realmente necesito un trabajo y seguro que os puedo ayudar

Ya está otro sureño con tonterias sobre arboles y bosques. Es obvio lo que es un arbol. Y un bosque. Si los sureños no lo ven es que son aun más cortos que lo que Varek pensaba.

Bien observador de vegetales. ¿Y que aportas tu a nuestro grupo que nosotros no podamos hacer? Por tu pinta no pareces muy ducho en moverte por esos bosques que citas, pero igual esos papelajos que manejas tengan algo de interés. Que sabes del caso y que nos puedes aportar? Es Egil quien te va a contratar de todas formas, y dados los comentarios de esa muchacha parece claro que lo va a hacer por la cuenta que le trae) Varek esquiva el jarrazo que le tira Neulens apuntando a su entrecejo. Aun asi seria interesante saber que eres una buena incorporación al grupo. No tiene pinta de ser precisamente un paseo por el campo, asi que necesitamos saber que cargar contigo es util. ¿Y bien sureño?

Alastar se sorprende de la belicosa respuesta del enorme hombre, sinceramente no se conocian de nada y entendia uqe el hombre no confiase en el.

Bueno como tu bien dices es Egil quien me debe contratar, aun no se cual es el problema que teneis entre manos asi que no se en que te podria ayudar, el tiempo que es mas sabio que todos nosotros lo dira, y sinceramente el mayor de los problemas seria que yo tuviese que cargar contigo, no a la inversa, aun asi lo intentaria. Contadme al menos cual son los problemas que teneis y luego veremos si soy de utilidad

¿ Que me decis disfrutamos de esa deliciosa jarra de vino y charlamos? Unas cuantas palabras no haran daño a nadie.

Filippo observó con atención al recién llegado. -Habla demasiado, se dijo para sí. Aquello no era bueno para el negocio que tenían entre manos, que reclamaba discreción por sobre todo.

El sombrío hombre se preguntó por qué tanto interés por parte de la moza en que Alastar formara parte del grupo, pero su inmutable rostro no dejó que esas emociones se traslucieran. Como mucho, su expresión era cansada, casi aburrida.

-La moza ha dicho que puedes sernos útil -su voz, carrasposa por la vida dura que había llevado, sonó como una lija-. ¿Por qué ella ha ofrecido tus servicios a nuestro grupo? Vamos chico, no quieras engañarnos... algo sabes y estoy seguro de que tienes bien en claro como podrías ayudarnos. Mejor que nos lo digas por las buenas, como una muestra de buena voluntad hacia el grupo. No te conviene empezar con el pie izquierdo... -Delfiore no amenazaba. Tan solo estaba exponiendo una cuestión de vital importancia para él. Dependiendo como respondiera el recién llegado, sabría si podría darle la espalda con tranquilidad, o si debería prestarle especial atención, ya que parecía que era un hecho que Egil lo iba a sumar a la búsqueda.

Alastar resoplo cansando ante tanta hostilidad pero no era cuestión de entrar con el pie izquierdo con unos compañeros de trabajo.

De verdad no tengo ni idea de cual es vuestro trabajo, quizás la chica solo creyó que necesitabais ayuda. Los papeles de mi espalda solo son esos pergaminos que me gusta leer, si alguno queréis podemos echarlos un vistazo cuando queráis. En serio no se como podría ayudaros si no me explicáis cual es vuestro problema. Tan solo entre aquí buscando algún trabajo.

Alastar intento explicar su postura mientras sostenía el cuenco con el frio guiso de pescado y patatas que comenzó a burbujear como si estuviese hirviendo recién calentado.

Al ver aquello, la máscara de impasibilidad de Filippo se resquebrajó, dando paso a la incredulidad y el temor. Aunque logró reponerse pronto de la impresión, el saber que Alastar tenía alguna clase de poder oculto -y por qué no, oscuro- lo puso en tensión. Definitivamente tendría que cuidarse del recién llegado.

-Tal vez puedas sernos de utilidad, después de todo... Si es que puedes repetir ese truco cuando tengamos que vérnosla con ciertos personajes... Creo que podemos confiar en él -miró a las mujeres primero para quedarse con el bárbaro después, cuya opinión era la única que contaba para él. Aunque se comportaba de manera extraña como todos los norteños, parecía el único sensato además de sí mismo, en el extraño grupo que el destino había conformado.

La ilusión de un baño y un buen descanso antes de ponernos a charlar solo era una gran mentira. Sin embargo no me desilusionaría ahora. Filippo nos menciono su perspectiva de que Lucius podría estar en el mar... durmiendo eternamente, pero su idea no era muy brillante, no me convenía  a mí, ni a Botas en todo caso. Varek apunto a que la tripulación podría ser más habladora. Llevaba parte de razón, pero aquí asaltar a esos locos sería un suicidio. Lo mejor sería que condujéramos al que pensemos sepa más de la tripulación del enemigo a una trampa de alcohol. Por cualquier medio -miro de reojo a Botas- no me importa que método se use, pero no podemos atraer a muchos, ni arriesgar nuestro pellejo, no es que no podamos dar batalla, es que quisiera que no fuera nuestra ultima. Podremos usar la fiesta del gran Faro como fachada 

Esto fue lo ultimo que dije cuando entramos en un silencio, probablemente como Duna y el nuevo estaban llegando a nosotros, pudieron oír mis ultimas lineas antes de interceptarnos con sus asuntos, mientras nos servían de beber. 

Lo  que Duna y Egil tuvieran me importaba una mierda, no era una persona que demostrase interés en motivaciones de romanticismo, Varek lo entendía bien. 

Y hablando de él, sus palabras no me molestaron en lo absoluto, pero parecía estarse pasando con su aspecto de niño malo y ante un nuevo tan flacucho y desprotegido como me parecía este 'Alastar' tuve que tirarle una jarra para calmar las broncas Sabemos que a la final terminaremos acarreando contigo, espero que te sepas desenvolver solo porque no tenemos problemas con tener un come-libros en nuestro grupo, pero no solemos intervenir en la pelea de los nuestros, confiamos en que cada uno se vale por sí mismo -Sino podría preguntarle a Varek y su entrepierna-

Filippo lo presiono más y terminamos de ver que sabe algunos trucos. No es que sea la gran cosa, pero tengo hambre y me sirve llevar un cocinero Y sí no puede con los individuos, siempre puede calentar nuestra sopa bromee. 

Duna se mantuvo al margen durante la presentación entre Alastar y los compañeros. Procurando mantener el rostro impasible, pero reflejándose en sus ojos una risa ante algunos comentarios o sorpresa ante el efecto logrado por Alastar.

-Bueno... creía que un tipo parecido a Lucius, alguien acostumbrado a moverse entre pergaminos y tratados, os podría ayudar para haceros una idea de lo que Lucius podría tener entre manos.-Mirando el cuenco calentado por Alastar.- Pero claro, eso tal vez también pudiera seros de utilidad... si es una muestra de lo que puede llegar hacer.

Continúa...

Finalmente parecía que el grupo aceptaba, más que menos, al tipo delgaducho y estudioso que parecía ser Alastar para que colaborara en el trabajo.

Pareciendo del todo desentendido del tema, la Botas le puso en antecedentes con unas pinceladas. Un sacerdote había contratado al grupo para buscar a un amigo de la infancia de este, el cual hacía un par de días que, al parecer, había desaparecido. Los compañeros habían ido a dar un vistazo a la casa de Lucius y encontraron un lista y un diario un tanto inquietante (ver las notas).

Al parecer Varek y Neulens sabían algo acerca del tal Scarbelly "Nabos", era norteño también, un miembro de un clan rival, el clan del Dragón Blanco, un clan conocido por sus incursiones costeras, por ser grandes marinos. El tal Scarbelly era el capitán de uno de estos navíos. Justo antes de que te sentaras estaban discutiendo los posibles pasos a seguir...

Continúa...

Al parecer el cansancio de las últimas semanas pasadas en la Dama Desflorada les pasaba factura, eso y la tripa llena y la promesa de un cama donde quedar rendidos tras un baño.

En cualquier caso estaban estudiando las distintas vías a seguir, mirar de tomar algún dragón blanco como rehén o chivato para que les informara. Tal vez ir a visitar tabernas en la zona de los muelles para escuchar qué se decía y tal vez descubrir más acerca del tal Scarbelly "Nabos". O tal vez buscar información en otro sitio...

Es vuestro turno y vuestra decisión.