Partida Rol por web

Que siga la función

[La partida] Que siga la función

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19/09/2020, 20:10
= DEMIURGO =

El escaso público que había soportado hasta el final de la obra se vio sumido en un intenso silencio cuando cayó el telón. Las luces no llegaron a encenderse del todo sino que iluminaban tenuemente la platea donde se alcanzaba a contar media docena de personas, islas separadas por la distancia de asientos que al comienzo de la función estaban llenos.

Fue entonces cuando alguien al fondo comenzó a aplaudir con todas sus fuerzas:

—¡Bravo! ¡Bravo!

En un estado de evidente embriaguez un individuo enorme, grasiento, vestido con una ridícula camisa hawaiana manchada de lo que parecían restos de vómito, aplaudía como poseído. Sus ojos vidriosos recordaban a los de un pez que llevase tiempo pudriéndose en el mostrador de una pescadería. Probablemente oliese de forma parecida. Ignorando el silencio sepulcral de los demás espectadores continuaba aplaudiendo, inasequible al desaliento.

¿Y los demás? Una joven estudiante limpiaba sus gafas. Su rostro estaba enrojecido. Puede que fuera la que rompió a llorar en la escena del degüello final. Estaba sentada en una fila del medio y su diminuto cuerpo parecía encogerse en medio del vacío de asientos. El conocido crítico de teatro Ramón Moreira estaba en la tercera fila: su rostro impasible no dejaba escapar ninguna señal sobre qué es lo que le ha parecido la obra. Quizás mostró un rictus de desagradado en la escena en la que dos de los protagonistas se ahorcaban fingiendo un realismo que parecía sólo accesible a una superproducción de Hollywood. Quizás se preguntaba como podía hacer algo tan realista en escena aquella compañía tan pequeña y desconocida ¿de dónde había sacado esos medios? Ana Losada, la asistente del Ministro de Cultura intentaba fingir indiferencia o aburrimiento. La verdad es que la escena del aborto sería excesiva hasta para una producción gore de los ochenta y vista la reacción del público que había abandonado el teatro antes de empezar el segundo acto —casi la totalidad, el resto al principio del tercero— no cabía duda que podían meterle caña a esa producción sin que nadie se animase a defenderla. Lucía Góngora estaba cerca de la puerta. Su idea de hablar con el director ya no le parece tan buena como cuando había comprado la entrada. La escena de la violación había sido tan realista que daba escalofríos. ¿Estaba preparada para algo así? Gerardo Cifuentes, en primera fila, sabía que aquella violación no había sido fingida. Sabía demasiado de sexo como para ignorar que las penetraciones y el dolor del actor sometido no eran fingidos. Tragó saliva recordando al director de la obra, sus insinuaciones. Ahora quizás no parecían tan excitantes como antes.

La estudiante se levantó temblando. Su carpeta y un par de libros cayeron al suelo. El gordo de la camiseta hawaiana dejó de aplaudir y quedó embobado mirando alrededor, como si intentase ubicar donde estaba. La función había terminado pero nadie levantaba el telón para presentar al elenco. ¿Estarían avergonzados del resultado? ¿Era hora de irse o faltaba algo más por suceder?

Notas de juego

Bienvenidos. Voy a introducir un mensaje individual para cada uno de vuestros personajes y luego ya me diréis que hace cada uno de ellos...

Los mensajes no hace falta que sean sólo para el director salvo que vayáis a hacer algo que perjudique a los demás jugadores. Si es así podéis poner uno privado para el director con vuestras intenciones y otro público para el grupo con lo que los demás perciben.

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30/09/2020, 22:44
= DEMIURGO =

Ana miró alrededor. Parecía claro que aquello había terminado. Volvió a mirar el telón. ¿Había sido todo una ficción? Pensó en su pacto. Durante el espectáculo había algo que le recordaba poderosamente a lo que había vivido ella. Es como si cuando la Realidad se rompiese hubiera un olor, una sensación, algo que indicaba que las Fuerzas estaban operando. Nunca había sentido nada igual desde entonces1... Y si aquella gente podía dominar la Realidad de aquella manera ¿podrían ayudarla a romper su pacto?2

Su vista se dirigió nuevamente hacia el público que todavía esperaba ver abrirse de nuevo el telón. Entonces vio la nuca de Ramón Moreira. Lo conocía porque su opinión tenía mucho peso en el Ministerio. De hecho era amigo personal del ministro. Quizás él conociera al director y pudiera presentárselo3.

Notas de juego

[1] Dejo en tus manos el tipo de pacto y con qué criatura fue. Es evidente que te ayudó a llegar a donde estás y que al final tendrás que pagar... No hace falta que lo sueltes de golpe, puedes dosificar esa información como quieras pero antes de que termine el Desafío tendríamos que saber que sucedió.

[2] Como es un Desafío Mensual no te dejo escoger la motivación libremente, sino que te impongo la de intentar romper tu pacto, aunque los medios son todos tuyos.

[3] Tienes una Relación Neutra (0) con Ricardo: uno de los personajes también trabaja para tu jefe

Aparte de eso haz un movimiento por tu desventaja:

Presencia sobrenatural. Te rondan fuerzas sobrenaturales. Con ayuda del director, determina la naturaleza de lo que crees que te ronda. En la primera sesión de juego y siempre que estés distraído o debilitado, tira +0 para ver si el ente consigue poder sobre ti:

(15+) El ente te deja en paz.
(10–14) El director obtiene 1 punto.
(–9) El director obtiene 3 puntos.

El director puede gastar puntos para hacer movimientos por el ente. Por ejemplo, la criatura te exige un servicio y amenaza con vengarse si te niegas, posee tu cuerpo durante esa noche o revela una pista de qué es y qué quiere de ti.

 

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30/09/2020, 23:00
= DEMIURGO =

Gerardo se removió inquieto en el asiento. No era lo que esperaba. Esperaba algo provocador pero lo que habían visto iba más allá de todo lo imaginable. Y le preocupaba ser incapaz de discernir que podía haber sido real y que no. Aquello no era una película. Aquello había sucedido delante de sus narices. Y lo peor de todo es que creía que su presencia en aquel teatro no era una casualidad. Su marca1 no había dejado de molestarle durante toda la función y eso sólo pasaba si ellos estaban cerca2. Desde que su madre le había contado el secreto de su nacimiento sabía que, tarde o temprano, le alcanzarían. ¿Era aquel ese momento? ¿Sabría escoger la opción correcta?3

Su vista se dirigió nuevamente hacia el público que todavía esperaba ver abrirse de nuevo el telón. Le sonaban un par de caras pero no conocía a ninguno de los que habían soportado el espectáculo hasta el final. ¿Serían parte de la secta?4

Notas de juego

[1] Te doy libertad para que escojas cual es la marca de tu desventaja. Lo que se te ocurra pero que puedas ocultar de alguna manera para parecer normal.

[2] ¿Quienes? ¿Qué quiere la secta para la que has sido escogido? Nuevamente tienes libertad para desarrollar esto. No hace falta que lo sueltes de golpe, puedes dosificar esa información como quieras pero antes de que termine el Desafío tendríamos que saber que motivaciones tiene la secta de la cual eres el Elegido.

[3] Y en base a tus motivaciones (sacrificio, seguimiento del dios, escapar...) tendrás que tomar una elección importante en algún momento.

[4] Tu personaje no tiene Relación con ninguno de los otros.

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30/09/2020, 23:07
= DEMIURGO =

Lucía lanzó un suspiro. Otra decepción más para la colección. Trabajar en aquella compañía no parecía la mejor de las ideas. Los nervios e inseguridades, como siempre, se apoderaron de ella. Tanteó su bolsillo para encontrar algo que la tranquilizase y, por fortuna, lo encontró1. Había magia en el ambiente. La notaba como si el lugar estuviera cargado de ozono a punto de estallar. No quería pensar en como podía afectarle aquello. Si volvía a sucederle2...

Desde donde estaba podía ver al resto de los asistentes. Reconoció a Ana Losada. Aquella maldita puta había movido los hilos para que cancelasen la subvención a la película donde Lucía iba a debutar como protagonista principal. Seguro que ni se acordaba de ella pero probablemente había arruinado la oportunidad de su vida desviando aquellos fondos para otro director que probablemente le había hecho algún favor3.

Notas de juego

[1] ¿Cuál es tu droga? Tu desventaja requiere que nada más empezar hagas un movimiento:

Drogadicta. Eres adicto a las drogas duras; designa al menos una. En la primera sesión de juego y siempre que las hayas tomado o tengas la oportunidad de hacerlo, tira +0:

(15+) Controlas el impulso, por ahora.
(10–14) El director obtiene 1 punto.
(–9) El director obtiene 3 puntos.

El director puede gastar puntos para hacer un movimiento por tu adicción. Por ejemplo, no puedes resistirte a drogarte, te quedas sin droga, contraes deudas con alguien peligroso, te pones en  peligro mientras estás bajo la influencia de los estupefacientes o arruinas algo importante para ti  (como una relación) mientras estás en ese estado.

[2] También tu Secreto Inconfesable te obliga a hacer un movimiento nada más empezar.

Maldición. Estás maldita. En la primera sesión y siempre que te encuentres cara a cara con lo sobrenatural, tira +0 para ver con cuánta fuerza te influye la maldición:

(15+) Evitas la influencia de la maldición temporalmente.
(10–14) El director obtiene 1 punto.
(–9) El director obtiene 3 puntos.

El director puede gastar puntos para hacer un movimiento por la maldición. Por ejemplo, alguien importante para ti o tú mismo sufrís un accidente, te arrebatan algo, sufres visiones terroríficas o
te ves obligado a hacer cosas que te pondrán en riesgo de consecuencias nefastas si te niegas.

Motivaciones personales sugeridas:

* Averiguar qué es la maldición.
* Descubrir cómo romper la maldición.
* Transferirle la maldición a otra persona.
* Encontrar alguna forma de aceptar tu destino.
* Vengarte de la persona responsable de tu maldición.

Dejo en tus manos que nos digas que tipo de maldición te persigue. No hace falta que lo sueltes de golpe, puedes dosificar esa información como quieras pero antes de que termine el Desafío deberíamos tenerla clara.

[3] Tienes una Relación Neutra (0) con Ana Losada: [Uno de los personajes te ha hecho daño]

 

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30/09/2020, 23:17
= DEMIURGO =

Ramón se recostó en su silla. Nunca había visto nada igual. Todavía no sabía si aquello era un esperpento digno de ser encumbrado a lo más alto o un horror que sufriera la peor de las calificaciones. Pero lo que sí sabía, sin dudarlo, es que no era algo natural. No se podría representar en más ocasiones. Estaban rompiendo las reglas. Y él sabía como terminaba aquello. No había ninguna noche que no lo recordase, ningún momento en que se apagasen las luces de un cine que no lo llevase de vuelta1... No. No quería pensar en aquello. Estaban jugando con fuego y lo único que cabía preguntarse es: ¿lo sabían? ¿qué pretendían hacer?2

Para poner en orden sus pensamientos miró alrededor. Allí estaba Lucía. Todos consideraban que era una pésima actriz pero el había visto su potencial sin explotar. Por algún motivo pensaba que aquella chica sólo había tenido mala suerte, que no había dado con el papel que la lanzaría al estrellato. Nunca habían hablado y él jamás confesaría a nadie su intuición. Sólo esperaba el momento en que ella triunfase y así confirmase su corazonada3.

Notas de juego

[1] Estamos refiriéndonos por supuesto a tu Secreto Inconfesable. ¿A dónde fuiste? ¿Y por qué regresaste sólo? ¿Qué pasó al otro lado? No hace falta que lo sueltes de golpe, puedes dosificar esa información como quieras pero antes de que termine el Desafío tendríamos que saber que le pasó a Ricardo, dónde estuvo y como regresó.

[2] Tu desventaja te obliga a hacer un primer Movimiento:

Obsesión. Has descubierto una conspiración o un fenómeno sobrenatural y no puedes evitar intentar llegar al fondo del asunto. En la primera sesión y siempre que te encuentres con algo relacionado con tu obsesión, tira +0:

(15+) Superas tu obsesión, por el momento.
(10–14) Tu obsesión influye en tu comportamiento. El director obtiene 1 punto.
(–9) Tu obsesión te controla por completo. El director obtiene 3 puntos.

El director puede gastar puntos para dejar que tu obsesión invada tu vida diaria. Puede que te veas obligado a elegir entre dedicarte a tu obsesión o perder Estabilidad. Quizá te olvides de realizar tareas rutinarias o importantes, faltes a reuniones o desatiendas tus relaciones interpersonales para centrarte solamente en tu obsesión. Esta puede influir incluso en tus sueños, haciéndote tener visiones y revelaciones. A su vez, puede que el objeto de tu obsesión también se fije en ti e intente detener tus investigaciones.

[3] Estás fascinado por el trabajo de Ana y crees en su potencial aunque nadie lo sepa. Tienes una Relación Neutra (0) con ella.

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01/10/2020, 07:52
Ramón Moreira

La obra era un horror, sí. Pero Ramón reconoció para sus adentros, aunque tal vez nunca lo llegaría a plasmar en uno de aquellos artículos que esos pequeños falsos dioses de pacotilla que se consideraban a sí mismos creadores leían con auténtico terror, que era también excepcional. ¿Acaso era de extrañar que la casi totalidad del público hubiera ido abandonado la sala en oleadas, entre el miedo y el asco? ¿es que nadie se daba cuenta que el arte precisaba tanto del buen trabajo como de la exquisita originalidad?

Y sin embargo no eran los que se habían ido los que le preocupaban, sino los que se quedaban. También, en otra ocasión, había estado en una sala parecida a esta, y los recuerdos inundaron su cabeza como si una presa acabara de romperse. Una violenta arcada lo hizo removerse en su butaca. Como tantas otras veces se preguntó qué fue de esos siete. Se preguntó dónde estaban. Y se preguntó por qué él había logrado quedarse. ¿Tal vez porque no le quería? ¿o tal vez porque lo estaba guardando para el final, como un postre? Sintió en su interior la pulsión de investigar, de no salir corriendo como cualquier hombre menos inteligente que él hubiera hecho. Como de hecho ya habían hecho. La controló, sin embargo, probablemente más por el miedo que por otra cosa.

Era como si la realidad fuera una casa vieja, temblando en sus cimientos, y si como cada una de esas escenas, que tan reales parecían (y por un instante no pudo sino pensar que lo eran, que nada de todo aquello había sido una actuación), fueran el equivalente a una gran bola de demolición que golpeaba una y otra vez esos cimientos. Sabía que debía salir de allí, sabía que podía hacerlo. Pero de alguna pervesa forma quería saber lo que estaba ocurriendo.

Miró a cada una de las otras cinco personas que quedaban en el ahora casi desierto patio de butacas mientras se ponía en pie, recuperada la elegancia, el estoicismo y el envaramiento que le había hecho famoso.

- Esto es suyo.- dijo tras acercarse con cuidadosa lentitud a la joven estudiante y, tras agacharse y recoger los libros y la carpeta, cuyas portadas ojeó, curioso, para luego tendérselos y, sin esperar respuesta, ni ofrecer ayuda ni consejo, volver a girarse y seguir observando el telón, al desconocido de la primera fila y a esa tensa espera. 

Su mente rememoraba lo ocurrido, lo analizaba, buscando tanto referencias literarias como, también, otro tipo de referencias. Ese otro tipo de referencias que los necios tachaban de paparruchas.

- Tiradas (3)
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01/10/2020, 08:58
Gerardo Cifuentes

Gerardo quedó conmocionado por lo que acaba de presenciar, pero también sintió como sufría una erección de ese miembro deforme que tenía por pene. En condiciones normales no se notaba, pero erecto era una versión enorme, rojiza y deforme de lo que debería ser. Era lo único por lo que pensaba que la historia que contaba la carta que encontró entre las pertenencias de su madre a su nombre cuando ella murió en aquel extraño accidente podía ser verdad. 

Había sido un mujer elegante, cortés y complaciente de cara a la galería, pero amargada y temerosa cuando estaban solos. Se había casado con su padre por cómo la había cortejado y no por ser soltero millonario, creyó vivir una vida de cuento hasta que quedó en cinta; a partir de entonces la relación fue fría y distante, aunque su padre nunca le tuvo ni un mal gesto ni un grito.

En la carta su madre le contaba que su padre pertenecía a una extraña secta liderada por su familia desde hacía muchos años. Narraba cómo su concepción había sido una ensoñación, según ella debida al alcohol, en la que su padre asumía la forma de una especie de demonio y la poseía rudamente hasta desgarrarla. Añadía situaciones en las que había intentado huir con él cuando era pequeño de las garras de su padre hasta que éste le amenazó con matar al niño. La había redactado por si a ella le pasaba algo....y en su última frase, escrita apresuradamente y posteriormente al resto decía: "Huye, te van a poseer, serás el portal para que regrese a este mundo"

Pero su él nunca había percibido nada de eso, era cierto que su padre no pasaba de mostrar cierto cariño a su madre, pero pensaba que era porque le costaba expresar sus sentimientos en público. Su padre le alertó en cuanto pudo comprenderlo que su madre estaba enferma, algo en su cabeza había quedado dañado tras el parto...y él le creyó.

Tuvo que enfrentarse a su padre tras la muerte de su madre para poder estudiar arte dramático, era su sueño y de nada sirvieron los intentos de hacerle entender que los negocios familiares necesitaban un sucesor. Se fue de casa y vivió con la pequeña asignación que su padre decidió concederle para que no se muriera de hambre.

Desde entonces ha habido muchas veces en las que se ha sentido observado, seguido, escrutado, incluso llegó una vez a enfrentarse a un hombre al llegar al portal de su casa. Según éste no le seguía, vivía por el bario, pero reconoció el tatuaje que quedó al descubierto en el forcejeo bajo el cuello de cisne de su jersey, era el escudo familiar.

Había llegado a pensar que su padre era el culpable de su fracaso como actor, que su madre tenía razón y que no se había vuelto loca.

Esa maldita y tremenda polla era lo único que le daba algo de sentido a la carta de su madre ¿Y si era verdad? ¿Debía huir? Siempre le vigilaban ¿y si decidía volver y aceptar lo que su padre le tuviera preparado? Lo primero era saber cuánto de verdad había y cuáles serían las consecuencias.

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01/10/2020, 14:50
Ana Losada

Hacía rato que había acabado la obra y Ana se mantenía todavía sentada en la butaca. Las piernas le temblaban y trataba de aliviar los sudores fríos con un pañuelo que había sacado del bolso. De vez en cuando miraba a los lados tratando de fijarse si alguna de las personas que quedaban en el teatro se estaba fijando en ella. ¿Alguien lo habría notado?

Y entonces fue cuando las palabras de Ramón Moreira rompieron el tenso silencio amplificado por el rotundo eco de aquel teatro. Ana reunió fuerzas y se levantó de la butaca. Se mantuvo unos segundos de pie, comprobando su equilibrio y finalmente colocó su falda negra estirándola hasta que volvió a llegar hasta la rodilla. Cogió su bolso del asiento de al lado y se dirigió hacia Ramón Moreira.

—¿Sr. Moreira? —dijo para llamar la atención del crítico—. Supongo que me conoce. Soy Ana Losada, asistente personal de don Ricardo Montesinos, el ministro de cultura. Supongo que alguna vez me ha visto por el ministerio... o en alguna reunión personal.

Ana estaba nerviosa. Hablaba demasiado tratando de ocultar su inseguridad y, quizá, tratando de ocultar algún miedo.

—¿Qué le ha parecido la obra? —trató de decir con una naturalidad impostada—. Usted conoce al director, ¿verdad? Hay algunos trucos que le dan un realismo que... bueno, en ocasiones es atroz, ¿no cree? El caso es que... —por fin Ana iba a revelar el verdadero motivo de su perorata sobre el famoso crítico—, verá... usted sabe el problema que hay sobre este teatro, ¿verdad? Estamos teniendo muchas presiones para cerrarlo y se supone que esta obra iba a poner sobre la mesa varias razones para justificar su supervivencia. ¿Qué le parece a usted? ¿Lo merece?

La mujer estaba nerviosa y una gota de sudor corría por si sien en dirección a la oreja. No hacía calor en aquel lugar y Ana vestía con una blusa vaporosa con cierta transparencia.

—Y, si me permite una pregunta más... —dudó—, distinta. Usted que conoce este mundo, ¿cómo hacen todos esos trucos? Porque, ¿es todo ficción, verdad? Quiero decir, ¿no es real? A veces pareciera que hubiera una presencia siniestra que moviese los hilos —terminó diciendo forzando una nueva sonrisa.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tengo un 11 en la tirada de desventaja. He tirado mal la primera vez porque había supuesto que el d10 estaría por defecto y resulta que estaba el d20. Me he quedado un rato pensando como podía haber sacado un 21 con 2d10 sin modificador :)

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01/10/2020, 15:43
Lucía Góngora

Lucía tamborileaba con los dedos en el reposabrazos de su butaca, incómoda. Su sensación después de la obra era completamente diferente a la que había tenido al llegar al teatro. Las ganas que tenía de presentarse al director para solicitar una audición se habían ido diluyendo según avanzaba la representación y ahora tenía sus dudas de querer actuar en algo así. No le importaba lo más mínimo hacer un desnudo en teatro o televisión si el guión lo requería (o, ¡qué demonios!, si eso servía para ganar más audiencia y un nuevo papel), pero esta obra había ido más allá de la propia pornografía, porque el porno tiene como objetivo hacer disfrutar a la gente, pero estas escenas buscaban directamente desagradar a la audiencia. Y viendo el patio de butacas prácticamente vacío, estaba claro que lo había logrado. No, ese no era el camino que quería darle a su carrera.

Con un nudo en la garganta, llevó la mano al bolsillo de sus vaqueros. Sabía que allí tenía lo que necesitaba para recuperar algo de confianza, para darse ese puntito extra de energía y euforia que le vendría bien para llevar a cabo lo que había venido a hacer. Dejó de golpear la butaca y se llevó inconscientemente la mano a la boca. Se regañó mentalmente al ver que estaba mordiéndose una uña mientras miraba la puerta que tenía al lado. No sería complicado escaparse un momento al servicio para meterse una raya rápidamente.

Pero no, después de todo no era un buen momento para realizar una audición, no con esta sensación en el ambiente. Por un momento recordó otro escenario en el que había experimentado una sensación similar. Tan similar y a la vez tan distinta. Desde luego, aquel ensayo había carecido de la violencia explícita de esta representación, si bien el erotismo de todos los personajes (y los actores) también había creado una atmósfera mágica... La obra nunca llegó a estrenarse, debido al accidente que había acabado con su compañero protagonista en un hospital tras ese mismo ensayo y Lucía tuvo que hacer un esfuerzo por no recordar todo aquello.

Un golpe le hizo salir de su ensimismamiento y, casi agradecida por romper el hilo de sus pensamientos, se fijó en la chica a la que se le había caído el libro, casi más azorada por convertirse en el centro de atención en este momento que por lo que acababa de ver sobre las tablas. Reconoció a Moreira, un reputado crítico y su presencia casi le hizo replantearse el hablar con el director, pues si él estaba presente, una crítica positiva de ese hombre podría llevarla al papel protagonista por el que tanto había trabajado y que por dos veces se le había escapado de las manos.

Dos veces. Su mirada fue una vez más hacia Ana Losada y no escuchó su conversación. La muy zorra no tiene ni idea ni de lo que ha visto, para ella ésto sólo será un fracaso de taquilla que le permitirá seguir jugando con el dinero de las subveniciones, seguramente quedándose una parte para ella aunque con eso arruine a pequeñas compañías con más talento que medios. Volvió a morderse las uñas, aún sentada en la butaca, mientras trataba de escuchar la respuesta del crítico para decidir qué hacer finalmente.

- Tiradas (2)
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01/10/2020, 17:41
Gerardo Cifuentes

Los vivas del hombre del fondo le sacaron de su ensoñación, se giró y descubrió que el patio de butacas estaba vacío excepto por unas pocas personas. Se levantó despacio y observó a los presentes, aunque no salió al pasillo sino que apoyó las manos en la espalda de la butaca y echó el cuerpo hacia delante ¿escondía algo?

Parecía como si acabara de despertar de algo, y alternaba el pie de apoyo como si le hubiera quedado dormida una pierna. Escuchó a los otros desde la distancia, sin decir nada.

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01/10/2020, 18:15
= DEMIURGO =

La muchacha recogió el libro que le tendía Ramón ruborizándose como si le diese vergüenza que la vieran en un sitio así. La flema del crítico no hizo más que agudizar su nerviosismo y, sin mediar palabra, se dio la vuelta para ir hacia la salida.

El borracho del fondo se empezaba a tambalear en su fila de butacas dirigiéndose también hacia el pasillo central. Iba murmurando cosas que nadie escuchaba y se reía por lo bajo.

Ana, como impulsada por un mecanismo, se había acercado a Ramón para lanzarle una retahila de nerviosas preguntas. El crítico todavía no respondía nada, sino que observaba el telón caído como si esperase escrutar a través de su tela. Por supuesto no podía vislumbrar nada a través de ella pero sí que podía analizar todo lo que ya había visto. Sus conocimientos sobre la materia eran lo suficientemente vastos como para no necesitar consultar sus libros para diseccionar la estructura de la obra1. Estaba claro que no se iba a ir de allí sin respuestas. Tenía la certeza de que en este asunto se mezclaban temas de ocultismo. Y todo era tan parecido a aquella ocasión... intentaba sacárselo de la cabeza pero no podía. Por lo menos eran seis y no siete. Y aquel sitio no estaba sellado.

Entonces se dio cuenta de la mujer que estaba a su lado. Parecía nerviosa y expectante. ¿Qué le había preguntado? Algo sobre el ministerio y la viabilidad del teatro. Le sonaba su cara. La había visto en alguna ocasión en el Ministerio de Cultura, rondando los despachos principales.

Ana no solía comportarse así. Solía tener una mayor entereza. Pero ahora, de alguna manera, sabía que aquello estaba allí. Rondando. ¿Era una sombra entre las butacas? Se fijó en el espectador de primera fila, que se encorvaba sobre si mismo. ¿Qué ocultaba? ¿Tenía algo que ver con aquello? Moreira parecía ensimismado.

La situación tenía una cierto toque onírico pero para Lucía la cosa se estaba volviendo una pesadilla. No sabía el motivo pero aquel sitio la estaba ahogando. Y tener tan cerca a Ana y Ramón: ambos personajes podrían ser claves para su futuro. Necesitaba aprovechar aquella oportunidad. Pero no se veía con suficiente valor. Lo que necesitaba, antes de nada, era ponerse a tono cuanto antes.

Notas de juego

[1] @Ramón: tu movimiento de Investigar te otorga un éxito parcial. Tienes 1 pregunta (+1 por tu ventaja). Las preguntas a las que puedes optar son:

- ¿Cómo puedo descubrir más sobre lo que estoy investigando?
- ¿Qué me dicen mis instintos sobre lo que estoy investigando?
- ¿Hay algo extraño en lo que estoy investigando?

Dime cuales son las dos que te quedas. Un éxito parcial implica una consecuencia para lograr las respuestas así que a partir de tus preguntas te daré parte de la información y haré necesario una tarea para conseguir el resto.

El movimiento de ocultismo lo descarto de momento porque no lo tienes del todo claro. No hay nada que sugiera de forma clara un verdadero ritual.

 

 

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01/10/2020, 19:32
Ramón Moreira

Lo cierto es que Ramón no prestó atención alguna a la joven que se marchaba salvo, tal vez, cercionarse con algo parecido a la calma que era capaz de abandonar el lugar.

Otra diferencia, se dijo mentalmente a sí mismo antes de repasar el telón como si pretendiera vislumbrar algo detrás del mismo. Y, en efecto, era algo parecido. Rememoraba, con la avaricia del contador de monedas, cada una de las horripilantes escenas, cada gesto, cada mueca de sorpresa. Siempre había dicho que no había nada nuevo en ninguna de las obras. Siempre que cada pretendido artista moderno no era sino un bufón con ínfulas o, todo lo más, ¡y cuán difícil era optar a tal categoría!, un digno trabajador que se esforzaba en decir lo de siempre de otra manera. Y sin embargo la obra que acaba de presenciar parecía discutir esa profunda certeza que había mantenido en casi toda su vida como crítico. Lentamente se pasó la mano por el pelo cano y con entradas. Tenían que existir referencias de lo que acababa de observar. Ni siquiera los mejores artistas del pasado, ni siquiera cuando aún quedaba algo original por decir, creaban de la nada. Toda obra era una mezcla de trabajo, copia e inspiración.

- ¿Cómo era aquel poema de Biedma sobre el juego de hacer versos?- murmuró entre dientes, perdido en sus disquisiciones- Ah, si. Demasiado inexpertos, ni siquiera copiamos. Y se puede decir muchas cosas sobre lo que acabamos de ver, pero no es obra de alguien inexperto.

Lo cierto es que el crítico estaba seguro que había algo extraño en lo que había presenciado y, también, que sus instintos, afilados cual navajas tras décadas de observar las más palurdas exhibiciones de estupidez (y, ocasionalmente, algún gramo de mostaza de inteligencia), podían sacar de esos recuerdos algún dato.

- Si le soy sincero, señora Losada, la existencia del ministerio de cultura es una de las muchas cosas que sirve para que la cultura sea la mediocre banalidad que nos atenaza. En cuanto a sus preguntas, lo cierto es que no, no había tenido el dudoso placer, el horror en realidad, de ver una obra de este director. Pero debo reconocer que lo había juzgado mal. Pensaba que no iba sino a ver otra horrenda provocación obscena sin un gramo de auténtico arte. Y me temo que no es así. ¿Que qué me ha parecido la obra? Atroz, como indicáis, sin duda. Y con unas actuaciones de un realismo que, de no ser eso imposible, se diría no fingido. Lo cual, sin duda, es escalofriante- le miró un instante antes de volver a observar el telón, como si esperase y temiese que en cualquier momento el mismo se levantara- ¿Porque coincidimos que es imposible que fueran reales esas muertas, esas violaciones, no es cierto? Si no, aquí estaría la policía, el ejército, toda esa maravillosa maquinaria que sirve para nuestra protección y constante aborregamiento. A pesar de todo, sí, inquietante, y mucho. Ahora bien, este teatro... ¿conocéis la historia de este teatro? ¿los estrenos en este lugar? ¿los actores, directores, la magia que en algunas contadas ocasiones ha albergado? Cerrarlo, como cerrar todo templo del arte que alguna vez ha existido, no es sino cerrar parte de nuestra memoria y de nuestro corazón común. Si quieren abaratar costes, despidan a unos cuantos burócratas y rescindan esas maravillosas prebendas a artistas de escaso o nulo talento, subvenciones y ayudas creo que las llaman. En cuanto a esta obra en concreto, aún tengo que pensar lo que me ha parecido. Es horrenda. Desagradable. Obscena. Patibularia. Pero, a pesar de todo, puede ser arte. Y créame: eso es lo único importante. ¿Coincide con mi opinión, señorita Góngora?- preguntó sin siquiera girarse a mirar a la artista, casi desconocida para el gran público.

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02/10/2020, 09:55
= DEMIURGO =

En ese momento el ruido de una manija intentando abrir una puerta de forma ruidosa los sorprendió. La estudiante empujaba la puerta de salida, aparentemente cerrrada, con nerviosismo. Sin que nadie se percatase había intentado abrir en vano el portón.

―¡Eh! ¡Oigan!— le dijo a la puerta cerrada esperando que al otro lado hubiera alguien —¡Abran! ¡Aún queda gente aquí!

Tras ella avanzaba, bamboleándose, el tipo borracho. Al llegar a la puerta fue mucho menos sutil que la muchacha. Golpeando el portón con sus enormes manazas gritó amenazante:

—¡Abran la puerta! ¡Que algunos hemos aguantado hasta el final!

Se rió con su propia gracia mientras se apoyaba en las puertas de lado para dirigirse a la chica, en un absurdo intento de ser agradable:

—No te preocupesh...  preciosa... seguro que pensaron... que no quedaba nadie soportando eshto. ¿Y tú que estudiash?

La chica dio un par de pasos atrás, girando su cabeza como un cervatillo asustado. Estaba claro que entre la obra, la puerta cerrada y el acercamiento del borracho la cosa empezaba a superarla. Su gesto era el de una niña pequeña que tomase carrerilla para romper a llorar ante sus padres.

Notas de juego

Hago un pequeño movimiento intermedio para completar el contexto de la escena.

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02/10/2020, 11:25
Lucía Góngora

Lucía seguía nerviosa, mirando de soslayo la puerta y mordiéndose nuevamente las uñas, signo evidente de que no estaba concentrada en sus propios gestos. Pese a todo, había conseguido seguir más o menos la conversación entre Ana y Ramón, pero se sorprendió al ver cómo el crítico la nombraba directamente.

«¡Es tu oportunidad... Pero ¡no has tenido tiempo de prepararte!», se dijo, nerviosa. Recurriendo a toda su presencia de ánimo, se levantó y se tomó unos segundos para acercarse a la pareja mientras se serenaba.

— En gran parte, sí — contestó al hombre. — Afortunadamente, hace tiempo que se dejó atrás la visión del arte como un mero elemento estético. Sin embargo, aún tengo que pensar un poco en el mensaje que el autor quería trasmitir con esta obra, más allá del evidente horror y revulsión que pretende generar en el público...

Los gritos a su espalda la interrumpieron. Casi mejor, porque no quería tener que escuchar a Losada defenderse de los comentarios anteriores de Ramón sobre "abaratar costes". Sin estar completamente a tono, no sabría si podría contenerse al escuchar una charla sobre economía con esa mujer en particular.

Lucía tardó un instante más en comprender lo que realmente estaba diciendo la chica de la puerta. Casi de forma refleja, su mano fue nuevamente al bolsillo de su pantalón. Ella no quería irse por ahora, seguro que no mientras pudiera seguir hablando con un crítico que podría lanzar su carrera una vez más, pero el aseo estaba al otro lado de esa puerta y lo que sí estaba convencida es que iba a necesitar ir al baño en los próximos minutos.

— ¡Vaya! Parece que la representación no ha terminado todavía — dijo. Estaba acostumbrada al teatro experimental y, desde luego, esto justificaba que los actores no hubieran salido al terminar la función, dado que esta bien podía no haber terminado aún. Lo que ya no tenía tan claro era si quería formar parte de esta representación en particular. — Tal vez sí consiga hacer una audición, después de todo — dijo con una sonrisa, más segura de lo que realmente se sentía, pues no quería saber qué papel le iba a tocar representar. Miró a su alrededor, por un momento. — Aunque seguramente necesite unos momentos para prepararme.

Notas de juego

¿Hay algún sitio discreto donde Lucía pueda empolvarse la nariz? Con la sala vacía, supongo que en cualquier esquina podrá pasar más o menos desapercibida, pero aprovecha también para mirar a su alrededor en busca de salidas de emergencia o similares.

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02/10/2020, 13:10
Ana Losada

Ana iba a contestar que ella simplemente era la secretaria, que no podía ni quería tomar decisiones y que ella simplemente ajustaba la agenda del ministro Montesinos y organizaba un poco su trabajo. Pero los gritos de la muchacha le hicieron fruncir el ceño y acercarse hacia el portón.

Cuando estaba cerca de allí miró de arriba a abajo al beodo y acomodó su cuello que acababa de erizarse al verlo.

—¡Oigan, por favor! ¿Pueden abrir la puerta? —dijo desde detrás de la muchacha, sin invadir su espacio.

Se giró y observó la platea y el escenario buscando algún trabajador del teatro.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que se dispara el movimiento "observar una situación". Tiro y obtengo un 12. Obtengo una pregunta:

- ¿Hay algo fuera de lo normal o extraño aquí?

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02/10/2020, 15:43
= DEMIURGO =

Nadie contestó a las exigencias de Ana o de los otros dos espectadores. Entonces se dio cuenta de que, bajo la puerta de salida, se filtraba un líquido espeso. Esquivando a la estudiante y al borracho, que ahora la miraba a ella de forma lasciva, se aproximó para agacharse y verlo más de cerca.

Era sangre.

Filtrándose por debajo de la puerta un lento reguero de sangre descendía por la tarima del pasillo que había entre las butacas, como si alguien estuviera herido al otro lado de la misma1.

Notas de juego

[1] La respuesta ¿Qué hay aquí fuera de lo normal?

@Ramon: Perdona pero necesito que me aclares cuales son las preguntas exactas para responderlas.

@Lucía: puedes ponerte a un lado sin problema. Quedará raro pero es viable que te vayas a una esquina para intentar montar una raya mientras todos están mirando la puerta.

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02/10/2020, 22:20
Ramón Moreira

Notas de juego

@Ramon: Perdona pero necesito que me aclares cuales son las preguntas exactas para responderlas.

- ¿Qué me dicen mis instintos sobre lo que estoy investigando?
- ¿Hay algo extraño en lo que estoy investigando?

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02/10/2020, 23:46
= DEMIURGO =

Ramón observó el hilillo de sangre junto con Ana. Quizás ese momento fue aprovechado por Lucía para hacer algo aprovechando que el foco de atención no estaba en ella1. El crítico de teatro sospechaba que la obra no había terminado. En el final de la misma habían solicitado a alguien del público que subiese al escenario y una mujer que estaba en primera fila, se levantó como un resorte. Todos sospecharon que era un gancho de los artistas para ejecutar la escena final que consistía, precisamente, en cortarle el cuello en directo a un espectador. Nadie podría haber improvisado tan bien esa macabra escena. Y lo que realmente pensaba Ramón es que ni siquiera era la escena final. Ahora viendo aquella sangre filtrarse bajo la puerta comprendía que la obra seguía en marcha y el vodevil implicaba al público que había quedado, lo quisiera o no2.

Pero todo seguía siendo muy extraño. Demasiado realista. Demasiado bien ejecutado. Algo no le convencía pero si había alguna respuesta estaría al otro lado del escenario3.

Notas de juego

[1] ¿Lo hace?

[2] ¿Qué me dicen mis instintos sobre lo que estoy investigando?

[3] ¿Hay algo extraño en lo que estoy investigando? Como sacaste un éxito parcial en el movimiento de investigación necesitas algo más para responder a esta pregunta y probablemente esté en el propio escenario.

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04/10/2020, 13:49
Ramón Moreira

- Es demasiado real. Todo es demasiado real. Como si no fuera un truco- Ramón, que había murmurado todo aquello como si hablara más consigo mismo que con sus compañeros, volvió a pasarse la mano por el pelo, en un gesto que sin duda era habitual y miró a los que parecían haberse convertido en compañeros de vicisitudes. Sintió un amargor en la boca del estómago mientras recordaba otros compañeros de vicisitudes.

No quiero perder a nadie esta vez, pensó. Aunque luego al ver al borracho estuvo casi a punto de cambiar de opinión. Casi. Había cosas que no se podían desear, siquiera de pensamiento, a nadie.

- Señorita- dijo mirando a la estudiante- Caballero- dijo al acosador borracho- Me temo que por los motivos que sean no podemos abandonar el lugar. Se que es horrible, y preocupante. Pero en todo caso es lo que hay. Y pienso, igualmente, que es mejor que estemos todos juntos al menos, mientras descubrimos qué está pasando aquí. Me temo que la obra no ha terminado, y que somos parte de ella. Como esa mujer de la primera fila que fue degollada al final. Esperemos- dijo con una sonrisa que intentaba ser tranquilizadora pero no lo era- que no acabemos igual. Ahora creo, temo, que deberíamos ir al otro lado del escenario. Quizás después de todo estemos en una broma bien ejecutada...

Aunque el tono evidenciaba que Ramón Moreira no esperaba eso. No lo esperaba en absoluto.

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04/10/2020, 22:55
Gerardo Cifuentes

- No eran trucos - el susurro de Gerardo no fue escuchado por los otros, la pobre estudiante  intentando salir se impuso a su voz, la garganta le jugó una mala pasada y nadie le prestó atención.

Más relajado, salió de detrás de la butaca al pasillo y miró a los otros. El señor mayor parecía un entendido, posiblemente un crítico reconocido, pero a él no le sonaba, la mujer que le había interrogado dijo trabajar para el Ministerio, la estudiante, el borracho, la otra mujer ¿podía ser otra actriz? Y luego estaba él, que estaba seguro que habían violado a la chica. Un elenco a la altura de lo que acababa de pasar.

- No eran trucos,  dijo alzando la voz, o al menos no todos. Avanzó hacia el fondo de la sala fijando su mirada en la puerta cerrada. Estoy de acuerdo con el caballero, parece que intencionadamente o porque hemos aguantado hasta el final quieren algo de nosotros ¿Conocen ustedes al director? ¿Fue quien les invitó a la función?