Partida Rol por web

Viajar a la Antártida, el continente más despoblado del planeta, para encontrarte allí con tu alma gemela es una broma del destino.

Que todo eso ocurra en medio de la amenaza mortal de una especie invasora que asimila y suplanta a las criaturas vivientes, es una broma del mismísimo diablo.

Pero esa es la broma que os ha tocado vivir. Ahora que os habéis encontrado mutuamente, no queréis que vuestra historia tenga un fin tan próximo. Pero, ¿qué podéis hacer cuando todas las miradas contienen odio y temor? ¿Cómo podéis mantener una mirada amorosa entre vosotros si vivís con el temor de que aquella horrenda criatura extraplanetaria suplante a vuestra pareja? ¿Podríais seguir viviendo si eso ocurriera? Lo dudáis. Más os valdría morir con ella y ser uno con la Cosa que vivir con esa distancia entre vosotros.

Y eso es exactamente lo que haréis, procurar sobrevivir juntos ya sea como humanos... o como otra cosa.

Ahora que Dios os ha unido, ni siquiera el mismísimo Lucifer podrá separaros.

Esta primera noche solo pudimos cruzar miradas furtivas... todo estaba demasiado tenso, todos estaban demasiado expectantes... no era cuestión de sumar condicionantes a ello...

Y no es que la tensión fuese a disminuir, precisamente, pero al menos ya formaría parte de nosotros y podríamos lidiar con ella de mejor modo.

No se que me atrajo del grandullón ruso... pero desde el primer momento sentí un cosquilleo ahí abajo y luego, cuando vi que escamoteaba los mejores trozos para mi, bueno... digamos que la magia hizo el resto...

Lo miré con fijeza, en un momento que todos estaban distraídos con el monstruo, y traté de hacerle entender que estaba con él, que no dejaría que nada pasase... y si ocurría... pues nos iríamos juntos...

- Amorr mio!!- Dije corriendo a coger a mi amada las manos.

Era un momento a escondidas, en el armario de las escobas. Olía a lejía y otros productos de limpieza. Sobre todo a Ajax Pino, pero eso no importaba. Lo importante es que estábamos allí, juntitos, a escasos centímetros el uno del otro. Lo realmente increíble era que yo mismo pudiera entrar dentro de ese armario...

- No permitirré que te hagan daño.- Dije firmemente.- He estado investigando porr mi cuenta.- Dije bajando la voz.- La sangre de la cosa si reacciona ante un estímulo agresivo sea fuego o lo que sea. Lo he visto!! Y analicé la noche pasada la sangrre de Rhonda... ya sabes, se corrta muy a menudo con el cuchillo. Ella no es el bicho. Bueno, al menos la noche pasada, clarro.-

No era lo más romántico, de hecho estaba como a mil millas de algo remótamente romántico. Un pequeño almacén de productos de limpieza...

En serio, Ost... ¿no había otro sitio?

Mmm, gracias - dije al hombretón cuando me alargó un trozo de pan con margarina y azucar - delicioso...

¿De verdad¿ ¿La sangre?... ¿cómo lo haces? ¿Tan solo arrimas la muestra al fuego y ves como reacciona? Da igual, no me lo digas, me vale con que puedas hacerlo... ¿es fiable?

¿Has probado a hacerlo con tu sangre? ¿Podrías hacerlo con la mía? Perdona... estoy haciendo muchas preguntas, ¿no? Vaya... perdón - dije con una sonrisa.

Yo no había notado cambios en mi misma. No podía asegurar que no hubiera sido asimilada, pues tal y como dijo el doctor Blair, la cosa esa copia todo nuestro ser, recuerdos, pensamientos, gustos, etc. Aunque dudaba de que alcanzara tal grado de perfección. No podía ser. Podía considerar como improbable que yo estuviera poseida, o asimilada. Y lo mismo podía decir de Ostap. Si él ademas había testeado la sangre de Rhonda y también era normal, pues estábamos tres. Era un comienzo.

Vaya por dios, como iba a decirle ahora que ese trozo de pan con mantequilla era para mí. Si embargo sonreí como si fuera una rosa para entregársela a su amada.

-Trranquila, mi pequeña hoja de Byeryóza- Intenté tranquilizarla. - Si esa cosa te hubierra asimilado ya lo sabrrías. Y yo no podrría mentirrte nunca. Niet!- Negué con ahínco.- En rrealidad fue Mcready. La cosa iba bien encaminada con analizarr la sangrre. Esa cosa rreacciona celularrmente, por lo que si intentamos hacerr daño a una célula esta se defenderrá como el rresto del organismo al que pertenezca.- Miré con desconfianza hacia la puerta y bajé la voz un poco más.- Cada noche puedo analizarr la sangrre de alguien y saberr en el momento si es esa cosa.- Sonreí satisfecho dando un ligero saltito.- Aunque también puedo coger la de tres personas y dejarlas analizando, solo que este caso los resultados tardarran una noche mas... y claro, eso nos dirría algo sobre esas trres personas perro de la noche anterrior.

Me quedé pensativo.

- Esta noche crreo que analizarré la sangrre de Doctorra Kaida.- Asentí mirando a mi amada a los ojos.- Me gustrría saberr si podemos confiarr en ella. Para la prroxima noche, mi amorr, deberríamos elegirr a trres personas. A no se que prefierras que lo haga esta noche. ¿Que opinas?

No podía decir que conociera a Ostap de hace mucho... de hecho, lo conocía desde hacía bien poco, y en profundidad desde hace menos aun, pero era una de esas personas que sorprenden, aunque lleves tiempo conviviendo con ellas.

La mirada que me dispensó cuando agarré el trocito de pan con mantequilla era diferente a todas con las que me había obsequiado hasta entonces, y habían sido muchas. Era agradable, amistosa, generosa si cabe, pero tenía un leve matiz de “pero que coño haces, esa puta tostada es mía” que daba que pensar. No obstante, lo siguiente que hizo fue sonreir, e iluminó el triste espacio lleno de mierda donde nos encontrábamos.

Entonces, ¿puede elegir entre analizar una muestra con resultados inmediatos o tres muestras y tardas una noche más?

Tal vez, no se... ¿no sería más eficaz analizar tres muestras esta noche? Ahora mismo habría que dar por hecho que no más de uno o dos de nosotros han podido ser asimilados por la criatura. Si solo analizas una, sería tener mucha suerte si acertamos a la primera. Pero... es solo mi opinión, al no tener la urgencia, puede resultar más positivo quitar tres dudosos de golpe.

Tú decides, al fin y al cabo, es tu instrumental... yo entiendo de facturas, costes, amortizaciones y cosas así, temas científicos... bueno, se que no se debe de beber lejía para curarte la gripe, pero poco más.

El día había llegado a su fin y la búsqueda por encontrar a Blair resultó infructuosa. El hallazgo de las raquetas de nieve faltantes invitaba a pensar que Blair había abandonado el campamento y se refugiaba en algún lugar del exterior pero, acaso ¿era eso posible? ¿O tal vez era solo una estratagema del doctor para haceros pensar que está donde no está?

Fuera como fuese, encontrasteis algo durante la búsqueda de Blair, algo que no habíais visto antes a pesar de estar en el despacho que utilizaba Mia para hacer sus trabajos contables y adminsitrativos, pero que podía seros de utilidad.

Un juego de dos Walkie Talkies que podríais utilizar para conversar incluso durante el día. Si los usáis con cautela, es posible que nadie os vea utilizándolos.

- Lo tengo!- dije cuando entró mi amor en el congelador.

 Era uno de esos sitios donde nadie querría entrar. Siquiera Rhonda o la cosa esa. Llevaba allí tan solo unos minutos y ya estaba con ganas de salir. Pero cuando llego ella... Oh! No pude ni contener el amor de mi corazón y corrí a su encuentro. Por el camino se cayeron un par de cajas de langostinos congelados y quizá unas latas de berberechos. Pero mereció la pena llegar hasta ella, tomar sus manos y, finalmente, tras mucho tiempo deseándolo, conseguir juntar mis labios a los suyos en un tímido beso.

Un beso que me calentó lo suficiente para no sentir frio. Al menos de momento.

- Finalmente analisé trres muestrras de sangrre.- Tenía miedo y alegría a la vez.- Maika, Lyra y la doctora Takeno. ¿Sabes que descubrrí? Que la doctorra no es quien dice serr. La doctorra es la Cosa! Las señorritas Maika y Lyra. Son humanas. Bueno, erran humanas el día que hise la prrueba, clarro. Al menos una de ellas es humana hoy.

Subí sus manos frías y las leve a mi boca para besarlas igualmente.

- ¿Qué deberr hacerr? Tú erres más inteligente que este gorrdo.

Eran esos detalles los que me gustaban de Ostap, la delicadeza con que me trataba, aun siendo tan grande y fuerte. Era un estereotipo, los tipos grandotes lo eran en todos los sentidos... Y yo lo creía a pies juntillas. Siendo menuda como era y guapa, lo cierto es que siempre me resultó fácil salir con chicos... y puesto que me era fácil, siempre salía con chicos bien parecidos, altos y elegantes, con poder adquisitivo... jamás hubiera pensado que un tipo como Ostap Ankudinov encajara conmigo... pero lo hacía... y ese beso, tierno y dulce, me hizo sentir un cosquilleo ahí abajo que alivió el frío intenso que hacía en la cámara.

¿La doctora Takeno? ¿Es un alien? Joder... es el único médico... estamos jodidos, hagamos lo que hagamos, cariño... 

Me quedé pensativa... las manos cruzadas sobre el pecho, pidiendo a gritos que Ostap me abrazara, cosa que no llegó a pasar... pero me tomó las manos y las beso... le devolví una gran sonrisa...

Tiene sentido... solo ella, quizás, sabía que dosis exacta poner de óxido nitroso para dejarnos dormidos a los que guardábamos a Susan... dios... pobre Susan - un escalofrío recorrió mi cuerpo...

No... creo que no debemos hacer nada por ahora, tratar de acorralarla sin nada a lo que aferrarnos podría volverla agresiva... y si tiene algún compinche... creo que seríamos los siguientes en morir, sin poder hacer nada por remediarlo...

Deberíamos intentar ganar algún voto más... no se como, pero deberíamos... o tratar de que su verdadero ser salga a la luz... ¿notaste algo raro cuando te curó?

Estoy perdida...

Seguí dándole vueltas a toda la información que teníamos... que era más bien poca... mientras Ostap continuaba cogiendome las manos. Era agradable sentir su calor... lástima que los ánimos estuvieran tan bajos (aunque no tanto como la temperatura) como para tratar de ir un poco más allá.

Ostap, estoy pensando... la doctora Taneko, bueno... esa cosa que antes era la doctora Taneko...

¿Sabes? Se votó a si misma para ser líder. Junto con Susan y Jesús, fueron los únicos que se votaron a ellos mismos. Susan ha muerto. Y Jesús, bueno, podría ser solo egolatría. En el caso de Taneko, podemos afirmar que era con el objetivo de eliminarnos con mayor facilidad, o al menos deshacerse de quien representara una amenaza.

Y, en las otras votaciones, si, ya sabes, en las de aislar... votó por Jeffrey Jones y después por Ben Hudson... Supongo que eso nos puede servir para afirmar, con casi total seguridad, que ambos hombres son eso precisamente, simples hombres.

Si sumamos que tú y yo somos lo que decimos, y según tus análisis, Maika y Lya también... podemos partir de un punto más o menos seguro para tratar de hacer una encerrona a la doctora... aunque, está amaneciendo, deberíamos volver...

Joder... suerte Ostap...

Y le di un largo e intenso beso en los labios al enorme ruso que me había robado el corazón tan lejos de casa.

No pudimos escaquearnos en esta noche oscura, fría y tenebrosa como pocas... así que tuvimos que conformarnos con unos pocos susurros... susurros y casi ni eso, pues sabíamos que la doctora Takeno era un alien, y Blair parecía ser que también... 

Querido... casi no lo contamos... ahí fuera es... hace demasiado... oh dios... ha sido horrible...

Hicimos una votación para... para aislar a una de nosotras... - comencé a relatar las nuevas que ocurrieron en la casa del paraiso, con un castañeo de dientes que me impedía hablar con naturalidad. Aun no había entrado en calor, y la calefacción a medio gas no ayudaba...

Voté a la doctora... acusó a Lyra y aproveché el momento... No creo que ella piense que lo se... solo... creo que ella solo pensará que di un palo de ciego con muuuucha suerte... Y como no tuvo consecuencias...

Hubo empate y Ungak, no se mojó... decidió no aislar a nadie... perdimos la oportunidad Ostap... joder... la perdimos...

Era un suplicio. 

Estar tan cerca y ala vez tan lejos. Querer tocarla, abrazarla, besarla... y no poder. Por el bien de los dos. Un par de miradas fugaces, un par de roces al pasar... poco más. Eso era peor que tener a una cosas de esas rondándonos.

- Aquí Jesús ponerrse mu tonto. Me acusó y luego votó por Teddy.- me encogí de hombros.- Ese tio no tenerr lógica ninguna.- Bufé- Hise la prrueba a Ben, porr si las moscas. Y es humano. Estoy seguro de que hay al menos dos o trres de esas cosas entrre nosotros. Y aunque me joda decirlo, creo que Jesus, no es uno de ellos.- Dios mio, deseaba besarla y mi corazón se desmorononaba.- El tiempo se acaba, mi sielo. ¿Y si desvelo mi actuación ante todos? Serré el punto de mira de la cosa y querrán acabar conmigo en la votación. Pero al menos, quien me vote, además de la doctora, sabrán quien es la cosa.- Negué con la cabeza frustrado- Yrrion me ha señalado ya. Y fui uno que primerramente dijo de aislar a Teddy. Es posible que sea el próximo.

No, querido Ostap... no serás el próximo, te lo garantizo... pero... pero no podemos dejar que nos descubran...

Mira... se me ocurre...

Si usamos una clave... mmm... por ejemplo, lata de habichuelas... la siguiente frase que usemos podrán ser las iniciales de a quien vamos a votar... por ejemplo... Me siento mal... M, S... Mia Stuart, ¿de acuerdo? No se me ocurre otro modo de salvarte llegado el caso.

Nuevamente no pudimos escaparnos mucho. ¿A dónde podríamos ir?

Con ella a cualquier sitio. Al fin del mundo. Espera: Estábamos en el fin del mundo. Quizá mejor en un sitio con palmeras y con "corrupción en Miami" en una televisión de fondo. Pero tenía que conformarme con un sitio atestado de gente. Hablar en susurros.

Tan solo me atreví a susurrarla de cerca mientras olía el aroma de su pelo.

- Confió en Ben.- Dije mirando sus labios.- Le hise la prrueba y es humano. Y si el sabe de algo, sus descubrrimientos serrán nuestrros también. Esta noche tengo que hacer la prueba a alguien. Dudo si hacerrla a uno en específico y saberlo hoy, o a trres y saberrlo mañana.- Tenía esa duda, ciertamente, porque a ambos nos habían señalado ya una vez con el dedo.- Como sea, mañana acusaré a Kaida. Tengo que parrarr esto. Desvelar lo que puedo descubrir. Mi amor...

A esto se habían reducido sus escarceos... a breves y quedos susurros rodeados por los demás, sin tener la certeza de que nadie pudiera escucharlos, y mucho menos esa Cosa alienígena o alguno de sus asimilados...

Pero era mejor que nada...

Al fin y al cabo... se trataba de su Ostap... quizás el único vínculo con su humanidad que aun quedaba... Y joder, iba a luchar por él, por ellos... por su futuro.

¿Como vas a acusarla? No lo veo claro... se que resulta frustrante... pero no se puede decir abiertamente pues, de no prosperar la votación, al caer la noche... dios... no me lo quiero imaginar...

Aguanté un sollozo que amenazaba con aflorar y... joder... ni siquiera podía abrazar a ese enorme ruso que me había ganado el corazón...

Cuando nos quedamos las mujeres a solas... pude votar por ella sin desenmascararme, aprovechando que Lyra también la acusó...

Podías... si decides hacerlo... podrías inventar algo, no se... algo que tuviera peso, alguna teoría, da igual verdad o mentira, algo que justifique tu voto contra ella... y yo la apoyaré, sumándome a tu razonamiento... de ese modo, creo que podríamos convencer a alguien más... Creo que con 4 votos podría convertirse en la más votada... y caer...

Pero, pero no reveles que puedes analizar la sangre, si lo haces... dios, si lo haces te van a matar... o algo aun peor...

Si confías, perdón... esto es de otra cosa ya...

Si confías en Ben, Ben dijo que si Jack no era alien lo sería Jeffrey... indudablemente... ¿estás de acuerdo?

Y esperé a que el hombre me contestara, dejando que oliera mi pelo... era lo más íntimo que podíamos hacer...

- Está bien.- Contesté- No podría negarle nada a mi pequeña flor de invierno roja. Analizaré a Jeff. Si es inocente lo diré públicamente... de una manera u otra. Si es culpable tendremos que decidir si acusamos a Kaida o a Jeff. Para votar al mismo, me rascaré la cabeza y la primera palabra que diga después de eso, su inicial, será el nombre que votaré.  ¿Estas de acuerrdo, amor mío?-

Estoy de acuerdo, querido... no podría ser de otro modo... pero... tenemos que tener cuidado... la doctora ahora mismo es alguien vital, si no matan a Lyra, podríamos contar con otro voto...

Lo de rascarse la cabeza está mejor que lo de la lata de habichuelas... joder... por eso me dedico a los números, la imaginación no es muy fuerte... excepto en la alcoba... espero poder demostrártelo en las Bahamas cuando todo esto acabe...

En algún momento, en el exterior, justo después de quemar el cadáver de Rhonda, pude acercarme lo suficiente a mi amor como para poder hablar algo. Aunque fuera poco.

Era muy difícil susurrar con ese viento que se empezaba a levantar. La nieve y el frío amenazaban con empeorar, pero nuestro amor no se congelaría. No allí, desde luego. Tendría que conformarme con oler su perfume detrás de la bufanda y mirar a sus ojos tras los cristales de las gafas de nieve.

Aun así ella sabía que sonreía y ardía en deseos de poder tomarle en mis brazos. Tan solo un  roce de mi mano a sus dedos enguantados podían percibirse como una leve muestra de lo que haría con ella si sobrevivíamos.

- Lo hemos conseguido. - Susurré mientras el resto se alejaban para entrar y resguardarse de la tormenta.- Maika ha caído. Un bicho menos. Pero aún quedan un parr más. No sé cuantos más, perro crreo que serrán dos. - Suspiré echando una nubecilla de vaho por mi boca.- ¿A quién deberría hacer la prrueba hoy?¿Sospechas de alguien?¿Quién más te votó aparrte de Kaida? 

Suspiré nuevamente y mi cara se volvió más triste.

-Temo por tu vida. Y porr la mía. Los bichos ya saben que soy un peligro. No sé que pasarrá esta noche o si nos matarrán. Pero si mañana te acusan de algo, tendrré que hacerr algo y puede que no te guste. Tendrré que decir la verdad. - La verdad nos hará libres, esperaba.

- Y la verdad pasarrá por que te he hecho la prueba. Perro si hago la prueba hoy y doy con otro bicho, no podrré acusarlo, si a la vez te acusan ellos a ti.

Esa noche una criatura se movió al abrigo de la oscuridad hasta llegar junto a Mia Stuart.

Levantando uno de sus brazos hacia el cielo, observó con mirada neutra como su mano se transformaba lentamente en un largo y correoso tentáculo que se curvaba y danzaba recortado contra las verdosas luces de emergencia.

Cuando el tentáculo ya había alcanzado una longitud tal que podía tocar el techo lo bajó sobre Mia envolviendo su cuello con rapidez y presionando con fuerza.

Fue entonces cuando aquella criatura sintió una punzada en su costado. Una nueva figura, enorme y vestida con camisa hawaiana se había avalanzado sobre ella con intención de salvar a la chica, pero la cuchillada no hizo perder su agarre. El lugar donde se había clavado comenzó a cerrarse de nuevo transformando sus tejidos en una gelatina viscosa de color verde.

Loco de rabia el ruso quiso cargar con todo su cuerpo contra la criatura, pero entonces aparecieron otras dos siluetas que le interceptaron. Una de ellas le aferró desde la espalda mientras la otra lanzaba una estocada con un agudo tentáculo contra su pecho, que atravesó como mantequilla. Ostap clavó sus uñas con fuerza en la criatura que le sostenía unos instantes antes de perder su ánimo y caer.

La primera criatura soltó su agarre del cuello de Mia Stuart y la dejó caer muerta estrangulada en el suelo. La segunda, soltó su presa sobre Ostap dejándolo igualmente caer sangrando por el pecho mientras, entre estertores, el ruso luchaba por respirar con un pulmón perforado que se iba anegando de sangre. Se reunieron las tres criaturas y, como meras sombras, desaparecieron por donde habían venido.

Ostap, con sus últimas fuerzas y un agudo silbido saliendo de su caja torácica con cada respiración, se arrastró hasta Mia y la abrazó con fuerza antes de morir junto a ella.