Partida Rol por web

Cuando terminas de liberar a todos los prisioneros, de tantos vaivenes parece que has molestado a tu hermano que saca su cabecita y trás ver el panorama te dice:- ¿Te has acordado de darle la poción de liberación a todos ellos?-

Entonces tan ufana como siempre y ante un momento de despiste de Blancaflor que observa si los asaltadores de caminos se han dado cuenta de lo que están haciendo, la alquimista empieza a cortar las cuerdas de los prisioneros, cuando ya llega al último, su mascota saca su cabecita y mueve su naricita muy monamente, a lo que Verne pone una mueca. Entonces con muchos gritos de ¡¡¡Sacrificio para el calamar!!!, cogen entre todos a Blancaflor excepto el estupefacto muchacho al que ha dado la poción, y sin más ceremonias salen corriendo hacia las sombras seguramente hacia el poblado donde se encuentra el mago... El muchacho se os queda mirando a Verne, para después mirar al grupo de la hoguera que empiezan a sacar armas y le dice:- Bueno, me voy iendo, que creo que teneis asuntos que atender...- Y sale corriendo como alma que persigue un inspector de hacienda.

—Eh eh eh, no hace falta ponerse así. ¿Un traguito? —digo sancando mi propia petaca para ofrecerles alcohol. Lo último que me interesa es que acabe la fiesta, con lo bien que me lo estoy pasando.

No obstante, parece que no les hace mucha gracia lo del traguito. Puede que tenga que acabar a mamporros. Así pues, llamo a mi querido hámster con un silbido. Parece que la fiesta tomará otro rumbo.

Y yo que pensaba que los malos era los que estaban atados...

Blancaflor quitó la vista de Verne y sus actos por unos instantes, cuando la voz de Claus la puso en alerta. La joven creía que los ladrones los habían descubierto por culpa del barullo que metía el gnomo, pero al parecer, los tíos estaban más borrachos que su pequeño compañero de aventuras y festejaban junto a él mientras el licor corría en ronda.

Negando con su cabeza pero sonriendo ante lo bizarro de la escena, la chica volvió al asunto que tenían entre manos pero poco pudo hacer. Antes de que siquiera pudiera preguntarle a la coneja qué había hecho, se vio levantada en volandas por un grupo de tipos con miradas extraviadas y que gritaban algo de un calamar.

-¡¡¡Auxilio!!! ¡¡¡Me secuestran!!!- ¿Me secuestran? Hey! ¡Me secuestran! Yuhuuuu! por fin me he convertido en una verdadera doncella en apuros!!!

Sin caber dentro de sí por la dicha de estar alcanzando su destino aunque sea por un rato, la chica comenzó a forcejear y a gritar como se esperaba que hiciera una doncella en apuros: con voz melodiosa y sin forzar la garganta, y moviéndose lo justo y necesario para que pareciera que no estaba de acuerdo con ser arrastrada de allí, pero no lo suficiente pues no era cuestión de que de un manotazo o una patada noqueara a sus secuestradores y su apuro se resolviera por sí solo.

-Rescatenme, no dejen que me lleven! Auxiliooooooo!- Ja, no podría estar haciéndolo mejor... la directora de la academia estaría orgullosa de mí si me viera!.

¡¡ Claus Claus !! Verne corre junto al gnomo mientras el rechinar de armas junto a comentarios de estupefacción empieza a levantarse para ahogar cualquier grito de júbilo o celebración - ¡¡ Claus Claus !! Averigüé que los tipos atados eran sectarios, gente mala que al parecer alababan a una sepia, hasta me dieron un panfleto mira - Verne le tendió entre las manos uno de los panfletos informativos- Estaban hipnotizados, pero ya no, ¡yo les liberé! pero resulta que antes de ser sectarios habían sido secuestradores, así que se han llevado a Blancaflor y... y..

Las orejas de Verne se mueven en todas direcciones, Isaac se mete en la bolsa con un gritito y la muchacha mira a su alrededor como los tipos de la hoguera la miran con muy malas pulgas, entendiendo entonces, porque los secuestradores se habían ido con tanta prisa - Bueno yo ya si eso.... - Ni siquiera terminó la frase. J.Verne echó a correr detrás de Blancaflor principalmente huyendo de los borrachos enfadados.

Los bandidos no parecen agradecer el ofrecimiento de Claus, quizás por lo de que todos sacan sus armas dispuestos a hacer brocheta de gnomo, trás acercarse Verne, parece que la beoda felicidad que tenian se ha convertido en ira. Uno de ellos dice:- Mierda, han desatado a los tios raros y se ha bebido todo el suministro, maldita sea, ¡¡¡Hacerles brochetas muchachos!!!- Todos se lanzan a mataros, pero Bifidus, Gregory y Babylon(aunque esté último con cierta reticencia) se lanzan a proteger a Verne y a Claus, Gregory os dice:- Marchaos a ayudar a Blancaflor, nosostros nos quedamos para detener a estos rufianes, pues según la regla 512 parte a...- A partir de ese momento uno de los ladrones no le dejan acabar.

El hamster de Claus mira un momento a su alrededor con sus ojos negros al escuchar el silbido de Claus, y se pone en marcha al instante, una cosa es una borrachera, pero la lealtad a su dueño esta sobretodo por lo que se lanza a su lado y espera ordenes. En tanto Verne consigue localizar a los captores de Blancaflor que ya os llevan un buen trecho...

Puedes ver como tus captores empiezan a alejarse de la hoguera a buen paso, como buenos fanaticos que son, no te hablan ni te maltratan durante el secuestro(quizás te decepciona un poco eso). Pronto puedes ver como Verne sale hacía tu dirección mientrás que los muchachos se pelean en la hoguera con los ladrones. Esto es sin duda un buen apuro, parece que las clases van a resultar utiles después de todo...

Encogiéndome de hombros ante todo lo que sucede tan deprisa, decido que lo mejor será ir tras la princesa (aunque es un poco frígida).Así, cuando mi querido compañero llega a mi lado, le digo— ¡Vamos, tenemos que coger a unos secuestradores o algo así!...

Diciendo esto, me subo a lomos del animal gigante del espacio ahora en miniatura, para dar alcance a los malvados.

Ufaaaa, esto tiene menos emoción... ¿por qué en los cuentos que nos hacían leer en la academia las docellas parecían mucho más "en aprietos"? Blancaflor se sentía un poco defraudada. Imaginaba que su primera vez en problemas iba a estar cargada de acción, llena de disparos de flecha y bolas de fuego surcando el aire. Y por supuesto, galanes haciendo fila para ir a rescatarla.

Pero no volaba ni una piedra... ni siquiera había nubes que surcaran el cielo... y la única que parecía querer rescatarla, era una mujer que se creía conejo y que hacía pociones raras. Vaya suerte la mía... si lo hubiera sabido, cambiaba de profesión con tiempo!

Sin embargo, como dicen que al mal tiempo hay que ponerle buena cara, Blancaflor decidió desempeñar su papel lo mejor posible.

-Auxiliooooooo! Verneeeeeee! Ayudameeeeeee!

Verne adelanta su cabeza estirando el cuello y moviendo los brazos al compás colocados en una rígida L, resoplando como una atleta profesional parece que haga un gran esfuerzo aunque solo esté haciendo una imitación. La bolsa baila a los lados y Isaac recibe los golpes de la carrera, unos gritos furiosos salen de la mochila y Verne lo saca un momento para tener unas palabras con él.

Claus les adelanta cabalgando sobre su hámster, viendo tan solo a Verne hablando con un conejo que emite furiosos gruñiditos - Ves, ya nos han adelantado.... y casi hemos perdido a los sectarios, corre, vamos, detrás de mí, date prisa.

Verne vuelve a iniciar la carrera con Isaac tras ella. Tal vez en esta ocasión Isaac sea de ayuda, como bien ha dicho él, es experto en casos paranormales, religiones paganas y otros cultos

Sigues apresada por tus raptadores que están en paños menores y con la mirada fija que te hace recordar a la de los pescados, su carrera en pos de su objetivo es en completo silencio. Al girar la cabeza hacía atrás, puedes ver unas luces distantes, que supones que sera el pueblo de sectarios(o al menos lo deseas porque tantos botes te están emepzando a sentar mal. Al parecer tu única rescatadora se ha parado un momento a discutir con su mascota. Este rescate cada vez deja más que desear, pero de repente como en tus mejores fantasias, ves que detrás de Verne, hay una pequeña nube de polvo, y cuando digo pequeña es muy pequeña, pues Claus montado en su fiel hamster al parecer ha salido a rescatarte y no se ve a nadie del resto del grupo, aunque presupones que se han quedado retrasando a los ladrones borrachos, por lo que lo más parecido a un galan que te puede rescatar es un gnomo que nunca esta sobrio y su hamster que en verdad te da cierto miedo en sus momentos violentos.

Verne se detiene un momento para no tener a su compañero dando botes y lo deja en el suelo para que corra a la par que ella, en tanto Claus les supera a los dos rapidamente, cuando su hamster corre, CORRE. A lo lejos podeis escuchar a la vociferante Blancaflor que os pide ayudad(aunque su tono parece estar contenta de tener su momento de gloria):-Auxiliooooooo! Verneeeeeee! Ayudameeeeeee!-
Cuando ya empezais a recortar terreno, escuchais algo que se mueve en el bosque alrededor vuestro y pequeñas figuras tentaculares voladoras luminiscentes salen a vuestro encuentro intentando impediros el paso para rescatar a vuestra compañero, al parecer no mentia el guardian de piedra sobre esos calamares voladores.

¡Qué guays! - Dice Verne dejando los hombros caídos y la boca abiertas, en medio de la oscuridad de la noche, las luces fluorescentes y parpadeantes.... danzantes, destelleantes.... HIPNOTIZANTES . Tenían a la coneja ensimismada... no podía hacer nada... de repente se escuchó un débil pero audible gritito: Wataká

A los pies de la alquimista, el pequeño conejito había adoptado una posición de kárate y había asestado un golpe a Verne, devolviendola a la realidad, pronto volvió a juntar las patitas para parecer el conejito indefenso y adorable que había sido siempre gruñendo y moviendo los bigotes

Sí tienes razón.... las pociones que voy a hacer con toda eso... ¡¡ y las que probaré nuevas !!

Verne rebuscaba idiotamente en su bolsa, como si no corriera prisa delante de las sepias hasta que por fin sacó una red de caza..... esta chica.... cada vez llevaba cosas más raras en la bolsa

Al ver que Verne se detiene al coger a las sepias, hago que mi hámster se detenga, para preguntar a la chica— ¿De esas cosas se puede sacar algún tipo de licor?

En caso de la respuesta sea negativa, sigo corriendo. Mis prioridades son alcohol, mujeres y más alcohol. Y si no sale alcohol de eso, lo siguiente en la lista es ir a por la dama en apuros. Tal vez me pague de una vez todo lo que estoy haciendo por el grupo (a parte de enseñarles a divertirse) con algo más que palabras de agradecimiento.

Has encontrado una redecilla de pelo y vamos que no aciertas a coger una de las sepias(que son de tamaño normal pero en volador) por un pelo.

Pero... pero... acaso esto es un chiste??? Blancaflor no podía creer la suerte que llevaba. Los sectarios que la habían secuestrado eran unos perfectos inútiles que no sabían tratar a una rehen. No solo la llevaban suelta y sin ponerle demasiado empeño, si no que además, tanto sube y baja, tanto sacudón le estaba provocando ganas de vomitar. En cualquier momento lanzaría sobre unas cuantas cabezas el contenido de su estómago.

Lo que falta!!! que tenga que planear yo mi rescate!!! La joven estaba sumamente indignada. Verne, en vez de seguir a quienes se la estaban llevando, se había detenido a mitad del camino haciendo oídos sordos a sus gritos que la llamaban para que la sacara del apuro. Por si fuera poco, el único que parecía venir al rescate era el gnomo, nada menos que el pequeño turista y su hamster maquiavélico. Ni siquiera el bárbaro!!! Está bien que no tengo mucho para elegir... pero todo indica que seré rescatada de mi primer "apuro" real por una chica conejo y un gnomo turista! menos mal que no hay nadie de la academia que pueda verme...

Enfurruñada cruzó sus brazos y dejó que la cargaran sin ofrecer resistencia. Ante todo ella era una profesional y aunque sus rescatadores no fueran príncipes azules salidos de un cuento, ella daría un buen papel como doncella en apuros.

-Veeeeerrrrnnnnneeeeee!!!! Ziiiiiffffffbbbooooooonnnnnggggg!!! ayuuuuuuuudennnnnnnnmeeeeeeeeee!

Un grupo de sepias voladoras se avanza a por Verne que está parada en medio del camino rebuscando en su bolsón mientrás que su conejo está detrás de ella temblando y Claus le pregunta sobre las propiedades  alcoholicas de la sepia voladora media. Consigue sacar la red y lanzarla sobre el grupo quedando todas enredadas. Las sepias no se esperaban que fuera del agua hubiera redes de pescar por lo que para sus desgracia quedan atrapadas, forcejeando sin demasiado entusiamo en el suelo.

En tanto la dama en apuros, que por supuesto sigue en apuros os grita a pleno pulmón para que vayais en su ayuda.

Para más fastidio, Claus se ha dado la vuelta para hablar con Verne, al menos así te lo parece a la distancia, al parecer tienen problemas con unas sepias voladoras(si las mismas que comento el guardian de piedra). Como sigas asi tendrás que rescatarte tu sola. Ya empiezas a ver las primeras casas del pueblo y pronto estaras en su interior, al verlas no puedes creer que te vayan a meter en un cuchitril como este, que seguro que esta lleno de bichos o cosas peores, como no se, algo sucio al fin al cabo estás en un pantano y las normas de higiene brillan por su ausencia.