Partida Rol por web

La noche ha sido un desmadre bestial, con el alcohol salvado por Claus de la guarida del mago que habiais derrotado y con el calorcito del pueblo en llamas habeis estado toda la noche, bailando, bebiendo, cantando, bebiendo, haciendo cosas que mejor no recordar por la mañana, bebiendo, haciendo castillos de huesos con el pobre Gregory que no sabía donde se metia... ahhh y tambien bebiendo.

Por supuesto la mañana siguiente ya no fue tan buena, una señora resaca esta en todas las cabezas, incluso en la mascota de Verne a la que esta le hizo beberse una de la botellas por eso de que no dejaba de dar saltitos alrededor, vete a saber porque. Gregory os ha dicho algo de un levantamiento de zombies malvados y que han dicho que la torre esta hacía el norte en un pueblo amurallado. Pero lo demás, esta en una especie de neblina ominosa...

En el poco tiempo que llevaban como aventureros, Blancaflor había tomado más alcohol que en toda su vida entera y en ese momento lo lamentaba de sobremanera. Su cabeza parecía haber aumentado su volumen dos o tres veces y pesaba como una condenada. Para colmo, apenas lograba recordar qué había pasado la noche anterior, pero por el estado de las caras de sus compañeros prefería no averiguarlo.

Con mucha lentitud, se puso en pie e intentó enfocar su vista en Gregory -¿Dónde hash disho que debemosh ir?- preguntó con voz pastosa. Qué sed que tengo... necesito tomar agua.

Una fiesta más o una menos, dependiendo de como se mirase.

Como vivo en una borrachera constante, las resacas no me afectan. Aunque claro, eso requiere siempre tener que beber. Qué le íbamos a hacer.

Mientras me levanto, agarro la botella que tengo más a mano para darle un largo trago. Después me incorporo, y miro a los presentes. Blancaflor parece no acordarse de nada, así que no seré yo quien le recuerde a qué estuvimos jugando anoche. Si no, lo mismo se deja de creer que es una doncella casta y pura.

Así, miro al resto, y pregunto— Bueno qué, ¿nos movemos, o seguimos de fiesta? A mi no me importa en absoluto. En peores me he visto...

Estais en la cercania de un camino, al parecer en cierto momento de la fiesta decidisteis que mejor que ir a por ese magucho de tres al cuarto pronto para terminar con esta historia, a vuestras espaldas se encuentra el pueblo calcinado y el pantano. Viendolo en perspectiva habeis recorrido un buen trecho y para bien o para mal os habeis enfrentado a muchas penalidades (y unas cuantas fiestas). Por otro lado tampoco esta Phil atosigandoos y empieza a hacer calorcito, lastima que no se vean todavia edificios a la redonda, y os toque andar un buen trecho para encontraros con algún pueblo.

Verne esta vez sí que tenía mala cara, había estado probando mejunges de sepia y su color azulado delataba su inminente... - Whaaaaaaaaaaaghhhh - Verne vomitó a un lado del camino, para el morboso que quisiera mirar, habían ojos y tentáculos recién salidos de las entrañas de la coneja. Su cara empezó a cambiar de dolor a simple cansancio, y apoyándose en Gregory, sujetándole por las costillas y usándolo como un andador, seguía al grupo.

La fiesta de despedida imagino será un desfase... sigamos, estoy... en perfecta forma....

En vista de que no parece que estamos lejos de la civilización, y que tenemos un buen trecho para andar, hago lo que haría cualquier otro ser de este mundo o de otros: Irme al camino más cercano, a tumbarme en él.

Como todo el mundo sabe, nunca nadie pasa por los caminos, excepto cuando estás en medio y estorbas. Ahora sólo es cuestión de esperar...

Cansados de la fiesta remoloneais un poco, intentando sujetaros unos a otros para avanzar por el mismo, Claus simplemente dimite de andar prefiere descansar un poco en el camino con la lógica aplastante de que alguien tendría que llegar por aqui, seguro que con un carro, quizás con mujeres y bebida, pero eso ya es mucho desear. Lo que si veis(al menos todos los que han decidido seguir adelante),  trás un recodo del camino son cuatro figuras desastradas que tienen cierto parecido esencial con Gregory, por eso de la falta de carne y el andar renqueante, al veros gimen y se acercan a vosotros. Uno de ellos cuando parece que se va a lanzar a Blancaflor, recibe un codazo de un zombie más grande y quizás con algún detalle femenino que le dice:- Ni te atrevas Harold, que seas un zombie no significa que te deje hacer lo que quiera- El zombie que anda en el suelo le contesta:- Hasta que la muerte nos separe ¿Recuerdas? Ni siquiera acercame a una mujer incluso después de muerto... Cuanto he de padecer-  Uno que parece más viejo (si es que un zombie puede parecerlo os dice entre murmullos:- Disculpen  esto es una nueva tortura del infierno, por que no le veo la gracia...-

Aparto a Verne de mis costillas.

-No quiero ser grosero, pero es que los huesos son más difíciles de coser...

Y sigo andando. Nos encontramos a unos zombis que, por lo que parece, tienen un romance. Qué cosa más rara...nunca me había planteado buscarme una novia zombi ni anda por el estilo...debe ser como tener una novia pero sin las cosas buenas...buff.

-Hola amigos, podemos ayudarlesh en algo?

¿Qué nos vas a decir Harold de la tortura? Llevamos semanas trabajando de gratis y lo único que podemos hacer es beber para olvidar.... - Verne iba de lado a lado del camino y cuando porfin vió una oportunidad para pararse a hablar se sentó sin dudar en el mismísimo suelo. - ¿No sereis vosotros ... los zombies del famoso nigromante.... uhmmm ... ¿como se llamaba muchachos? ?

Bueno, no creo que haya muchos nigromantes por aquí.... no... no lo creo - Dijo convenciendose a sí misma. - Vamos por buen camino - ¿Hacia donde os dirigíais?

El viejo se rasca la cabeza haciendo que se caiga, tras un rato persiguiendola para volver a ponersela explica a Verne:- No se que un nigroamante, pero a mi esas cosas no me van, pero nosotros salimos del infierno, ya sabes el sitio con llamas, tridentes y demás. De repente te estan cortando por enesima vez los miembros y plof aparezco  enterrado en medio de una cuneta... malditos bastardos ni una tumba decente me dejarón...- La mujer ante las divagaciones del anciano os informa:- Nos alejamos del pueblo, hay mal ambiente, mucha gente con sotanas y antorchas y todo eso... Además ya que tenemos esta oportunidad nos iremos a hacer las vacaciones que estabamos esperando- Harold murmura un "si claro, deseandico estoy".

Mientras el resto hace Dios sabe qué, yo sigo tumbado, disfrutando de una bebida y esperando a que pase un carro o algo así...

-Ah, recien llegados entonces, permitidme presentarme, soy Gregory Morgan Tightbone, ¿quieres que te ayude con eso?

Saco la aguja y el hilo y señalo la cabeza del viejo.

-Bueno, gente, así que vacaciones, y ¿de qué trabajan ustedes? Saben que tienen derecho a 23 días laborables o 30 naturales como mínimo ¿no? Claro, que es recomendable no cogerlos todos de golpe, que sino luego viene el síndrome postvacacional y se nos quejan los empresarios y...

Vaaaaya , ¿entonces nos estamos equivocando de camino? - Le pregunta Verne al pequeño conejo que asoma de su bolsa, que tan solo mueve los bigotes mientras una de sus patas acicala sus orejas. - No recuerdo que dijera eso Phil, le responde Verne.... no... no sé si era esta la dirección, AINSS ya calla

Bueno, buenas vacaciones entonces, si siguen recto verán un antiguo pueblo cultista. La mar de pintoresco, y más allá un castillo SUPERCHULO, con trampas y guias turísticas. No sé si las seguirán haciendo, recomendado, no se hospeden en la posada de los meados, son muy repipis.

Claus sigue tirado en el camino dispuesto a esperar a que pase un carro y su hamster se echa a su lado para coger el sol de la mañana, en verdad es que con la que tuvisteis la pasada noche no os importaría acabar en una buena posada para dormir en caliente.

Gregory ha cogido carrerilla y aunque al principio los zombies estaban interesados en lo que iba a decirles, pronto le dejan de lado excepto el más anciano que le mira ceñudo y le increpa de vez en cuando:- En mis tiempos los zombies berreaban más y no daban la brasa con tantas moderneces... Estos tiempos...- La mujer zombie en tanto coge las anotaciones de Verne, aunque por un momento se le queda mirando pasmada por la "conversación" con su mascota y finalmente se decide:- Parece un buen pueblo, podriamos empezar por alli y luego... ya veriamos ¿Verdad Harold?- El zombi-esposo musita un "si querida" y trás despedirse y hacer que el abuelo los siga antes de  que llegue a las manos con Gregory, volveis a quedaros solos.

Pero tras un rato veis un carro tirado por dos caballos, en la parte de atrás  parece estar lleno de zombis que parecen estar conversando todos a la vez entre ellos y en la parte delantera llevando a los caballos un hombre larguirucho vestido de negro que se detiene al lado vuestro antes de preguntar:- ¿Habeis visto unos zombies por aqui?-

Oh... oh... ¿y usted es? Un poco incómodo este autobús turístico... - Verne dejó a sus compañeros frente al tipo larguirucho y se dió una vuelta al carro para ojear a los zombies que habían en el interior y saludarles con gentileza. - Hola encantada, me llamo J.Verne, hola encantada - Verne acercaba la mano a los no-muertos sin temor al peligro que pudieran suponer, intentando saludar al entrañable grupo

—¿Veis? Os dije que funcionaría. Es matemática pura... —comento al grupo al ver pasar el carro, mientras me incorporo.

Cuando el tipo del carro pregunta por unos zombies, me acerco a él, y le digo— ¡Hola buen hombre! ¿Hacia dónde se dirige?

La conversación con los zombies no era interesante para Blancaflor, así que mientras Verne y Gregory se encargaban de las relaciones públicas, ella recogía flores del camino para hacerse una guirnalda que sirviera para adornar su cabello.

Mientras trenzaba las flores, la charla alcanzó su fin y los zombies se despidieron, desandando el camino que ellos venían haciendo.

Pero que gente tan rara... que bueno que no decidieron venir a hacer turismo para nuestro lado... no creo que me hubiera sentido cómoda con ellos todo el camino.

Blancaflor revisaba sus prejuicios contra los zombies (viajaba con uno así que tan mal no le caían, pero...) cuando por fin, el carro que tanto esperaba el gnomo apareció por el camino. Lástima que ya no tuviera sitio para cargarlos a ellos porque venía atiborrado de no muertos.

Cuando el de la carreta habló, ella iba a contestar "se fueron por allá" pero el gnomo fue más rápido. Claus estaba iniciando una conversación en buenas formas y en una de esas, convencía al chofer de que bajara algunos de sus pasajeros y los subiera a ellos para evitarse la caminata.

El hombre os mira ceñudo y dice:- Es incomodo porque no es un "autobus" sea lo que sea eso, yo recojo a los muertos que se han ido de mi cementerio, que no se que pretenden, si hubiese sabido que saldrian de parranda no les hubiese metido tan hondos. Como enterrador tengo el deber de mantener a mis difuntos dentro de su fosa, o al menos en el cementerio, por lo que estoy recogiendolos, ya me ya costado lo suyo convencerlos...- Unos de los zombies gritan:- ¡Y que lo digas, yo no vuelvo a meterme en ese agujero, por lo que ya puedes hacer una cabañita o algo parecido y bien adornada!- El hombre gira sus ojos como diciendo lo que hay que aguantar. El hombre sigue:- Pues si no habeis visto zombies y espero que ese- Señalando a Gregory- no sea de los mios, que no me suena. Me vuelvo a mi pueblo... con las historias con los encapuchados y ahora con los muertos sin quedarse quietos...-

—Espera, ¿en tu pueblo ese hay un hechicero feo que acostumbra a hablar con espejos y cosas así? —pregunto al hombre, mientras comienzo a urdir un plan para ir donde el hechicero malo sin tener que andar...

Miro al extraño hombre que recoge los zombis.

-Pues no, caballero, me temo que no soy de la zona...pero he visto un matrimonio algo sieso irse para allá. - digo alegremente por poder ayudar a este pobre hombre a hacer su trabajo. - Suerte con su tarea, y no olvide tomarse un descanso.