Partida Rol por web

De repente como no quiere la cosa os cruzais con algo "inesperado" según la tabla de encuentros

Según el mapa, solo tendrías que andar unas horitas hacia el siguiente pueblo, a pesar de la lluvia de la noche anterior no hay muchos charcos y podeis andar bastante bien.  El camino que es bastante recto para lo que se suele dar en esta región,  aunque con algunas cuestas que provocan que Blancaflor se queje de sus juanetes, en una pequeña zona de pradera con algunos arbustos de buen tamaño alrededor del camino. Todo parece estar bastante tranquilo hasta que os dais cuenta de que algo se mueve en los arbustos cerca de vosotros.

Seguro que es un hombre cagando. -Digo señalando el arbusto- Prosigamos nuestra marcha... Estoy empezando a quedarme sin bebida.

Miro hacia los arbustos alejándome poniéndome justo del otro lado de la calle, lo más lejos posible del movimiento.

- Sí, sí. Mejor continuar, no hay necesidad de detenerse ni nada. - digo nervioso apurando el paso

Desde que salieran del pueblo Verne llevaba calzadas las botas de ovejas saltarinas, y iba a la retaguardia del grupo más distraída que de costumbre repasando hojas y el ajado libro cuyas hojas colgaban en un desordenado manojo, a veces levantaba la cabeza olisqueando algo con su naricilla humana, pequeña redonda y respingona y iba a un lado del camino para coger una seta, un excremento de pájaro o unas bayas que iba metiendo en esa mochila bandolera que le colgaba del hombro y cada vez olía peor dejando que el fondo de esta se mostrara húmedo y goteante de cosas que la muchacha iba metiendo y olvidaba.

Cuando sonó algo en el arbusto Verne se paró en seco, sus enormes orejas se movieron enfocando el lugar esperando escuchar hasta el latido del corazón de quien quiera que hubiera, Isaac, el conejo que habia ido caminando a su lado hasta el momento fué recogido por la muchacha que acelerando el paso para unirse al resto, interponiendolos entre ella y el arbusto, pasando muy rápido y lejos con un nerviosismo más que evidente

S.s.s.s.sí no-n-no-no será nada, jej, sigamos el paso

¡¡¡Una mochila con una reunión de vaquitas tomando el té!!!! ¡¡¡Una mochila con una reunión de vaquitas tomando el té!!!! Pe-pe-pe-roooo.... de que va essssto?????

Bidifus aun seguia pensando en la ridiculez de obsequio que los Philes le habia hecho...

Para que demonios quiero yo una mochililla de niña pequeña con una vaquitas estampadas!??? Si las vacas solo sirven para comerselas!!!! Si las mochilillas solo sirven para meter libros!!!!

Harto de ver la estampa, esa bucolica imagen de la vaquitas tomando té, decide echar un vistazo al interior, no fuera que el verdadero regalo estuviera dentro, alguna daga asesina mortal de necesidad, un veneno extremadamente peligroso o un anillo del poder con el que dominar a todos!!!

Absorto por su regalo, no por emocion precisamente,  pasan los minutos sin apenas enterarse de que ya se encuentra en un camino direccion a algún sitio, una torre alta quizas, para destruir algo como una piedra filosofal, o magica o runica o lo que sea...

Hasta que de repente, un supuesto caganer susurra entre los matorrales. Ojo avizor, se echa al suelo y comienza a deslizarse en sinuosas curvas acercandose cada vez mas al matorral, a pesar de las sugerencias de sus compañeros de pasar de largo...

En el camino le da por pensar...

Mmmm... hace cuanto que no asusto...? y a un niño...? mmm.... OH DIOS!!! es grave!!! Mi existencionalimo imaginario!!! Mi dependencia al miedo!! Pse... pues no noto nada raro...

... sonrie mientras sigue deslizandose....

Blancaflor siguió refunfuñando un rato más pero luego de andar un trecho se cansó y continuó la marcha en silencio. Aún no sabía muy bien como llevar el hacha, así que como era pesada y molesta, iba arrastrándola por el camino, dejando un pequeño surco a su paso. Hubiera seguido así si no hubieran escuchado esos ruidos en los arbustos.

Como si la posesión de la nueva arma la hubiera transformado, la joven se giró dando un saltito al tiempo que empuñaba el hacha por encima de su cabeza y se ponía en posición de ataque.

-¡¡¡¿¿¿Quién anda ahí???!!! ¡¡¡He dicho que quién anda ahí!!!- sin aguardar respuesta, se lanzó a la carga contra los matorrales gritando como loca y revoleando el hacha de manera poco segura intentando parecer amenazadora.

El paseo estaba resultando de lo más entretenido, y todos parecían bastante felices con sus nuevos EPI-s para el trabajo, especiálmente Gregory, que empezaba a haber profesionalidad en la empresa, algo de lo que al principio había dudado tras ver el sistema organizativo tan desastroso que tenían.

Tan absorto iba estudiando el manejo de la poderosa cuersa de tacto atercipelado, que ni se percató de los arbustos bailongos hasta que escuchó hablar al gnomo.

Gregory miró en la dirección, y lo siguiente que pudo ver, fue a un reptil de 2 metros acercándose sinuosamente al arbusto, y a una damisela en apuros enarbolando un hacha a dos manos en una carga berserker contra el matorral.

-Esa dama... ¿No se está extralimitando en sus funciones? Alguien debería decirle que se debe de preocupar por su trabajo y no por el de los demás. No le van a pagar más por ello. Miró al pequeño bárbaro. Lo digo por tí, chico. Juraría que está haciendo méritos para quitarte el puesto, ¿Eso de las cargas berserker no es cosa tuya?

Mientrás que el resto hace caso omiso a los arbustos que se mueven, Bifidus decide acercarse sigilosamente a los arbustos a echarles un vistazo, pues a saber que asaltadores hay escondidos entre la gran maleza, en tanto Blancaflor  quizás por su nuevo armamento y por las frustracciones que ha llevado ultimamente se lanza salvajemente contra los arbustos.

Del arbusto al ver descubierta su trampa empiezas a salir, todos los que estaban ocultos detrás de ellos, Un jabali verrugoso que parece bastante encabronado, un zariguella con ganas de gresca y no menos importante ... Una horrenda bestia salida de algún lugar tan lobrego como las cuevas del infierno... Y esta horrenda bestia grita :- Ikkk¡¡¡¡-.  La rata de tamaño medio os mira con cara preocupada, y al ver a la muchacha lanzada hacía ella sale huyendo. En tanto que el resto de animales encabronados salidos de un complejo sistema donde el azar y la falta de imaginación producen estos encuentros, especialmente el jabali verrugoso que estaba a 800 kms pastando que ha hecho un buen viaje hasta llegar al otro lado del mundo como quien dice para esconderse detrás de unos arbustos y la zarigueya, que es un animal nocturno de clima templado que ha estado dandose garrazos para seguir despierto...

Cuando Grigory habla le miro sin decir palabra tan solo sonriendo. Si alguien quería tomar el puesto de bárbaro terrible yo no tenía ningún problema, aunque aquello de doncella en apuros no me gustaba demasiado. Sobre todo por la parte de los apuros.

Al ver que tras los arbustos no había más que animales asustadizos suspiro relajado. La rata, quizás la peor de las bestias había huído.

- Continuamos por favor? - digo al resto sin aminorar el paso.

El zombie miró con cara de circunstancia a los animales que hicieron acto de presencia tras el matorral, y luego cruzó la vista con sus compañeros hasta terminar mirando al pequeño bábaro.

-Sí, continuemos. Si la dama no convierte en jamón del bueno a ese pobre puerco, ya se encargará de cantarle hasta aburrirlo... dijo con hastío.

Creo que no nos vamos a poder ir... Sé cuando un animal tiene una mirada asesina, y estos la tienen... Espero que tengan que descubrir de qué se alimenta mi hamster. -Comento viendo a los furiosos animales que han aparecido tras el matorral.

Blancaflor arremetió contra los arbustos con furia esperando encontrarse con un monstruo, o una panda de soldados o algo amenazador. Pero en cambio se encontró con un grupo de animalitos un tanto extraño pero de lo más simpáticos. Incluso había llegado hasta allí la rata que conocieran la primera noche en aquella posada donde fueron embaucados para rescatar a la princesa esa.

-¡Pero que preciosidad!- dijo bajando el hacha -amiguitos ¿que pueden contarnos del camino? ¿Saben algo de esas torres encantadas?- Sin un ápice de sentido común y sin prestarle atención a sus compañeros, la doncella se sentó sobre sus piernas y se puso a acariciar a la zarigüeya. -¿No tienen ni una noticia? ¿Nada de nada?

El hamster de Claus se queda mirando a los animales y decide que por esta vez os podeis arreglar, que una cosa es una rata gigante que podría poner en peligro a su dueño y otra unos bichejos de un encuentro aleatorio, además ultimamente había hecho demasiado ejercicio...

Babylon está encantado por el intercambio de papeles y no quiere estropearse el dia teniendo problema con unos animalejos, igual que Verne que sigue examinando su libraco a ver si encuentra recetas interesantes, como la receta de la invisibilidad o la del pollo al pil pil.

En tanto la dama en apuros, parece que ha decidido meterse en ellos, pues intenta tranquilizar a unos animales que no parecen desear ser calmados,  trás varias caricias en la cabeza de la zarigueya, el bicho se revuelve y se queda enganchada en la mano. Mientrás que su guardian que esta un poco ensimismado en ciertas fantasias con Blancaflor de cuero y un hacha de por medio no se da cuenta del peligro que corre con un jabali que se lanza al combate...

¡Eh! -grito al ver como mi hamster se tumba a la bartola. De pronto, se me ocurre una idea- ¡Toma, querido compañero roedor, la cámara! ¡Sácame una foto peleando contra estos animalillos silvestres, que no tengo ninguna foto peleando en estas vacaciones!

Tras decir esto, doy la cámara a mi hamster, mientras le digo- Tienes que dar a este botón. Y no te comas al duende de dentro...

Dicho esto, sólo me queda una cosa por hacer... ¡A la carga!

Blancaflor no esperaba esa reacción de los animales. Blancaflor era demasiado ingenua. Al sentir la mordida de la zarigüeya soltó un chillido agudo. -Aaaaaaayyyyy, ¡suéltame bichejo del demonio!- con la mano libre comenzó a darle manotazos a la cabeza del animal. El tema es que esa mano no estaba tan libre. El hacha aún permanecía aferrada a ella... o por ella, lo mismo da, así que los golpes se complicaban bastante, yendo a parar más de uno al brazo de la dama que, ahora sí, se encontraba en apuros, mientras el filo de la hoja pasaba peligrosamente cerca de su rostro.

Doy cuatro saltos para ponerme detrás de Bifidus, tiro mi libro hacia atrás perdiendo la página mientras trato de balbucearle algo al monstruo del armario, palabras desordenadas que no cobran sentido hasta el final enturbiando su mente - Bifidus, lo habia visto, no sabia como, habia pasado ya por alto pero ahora puedo, Bifidus Bifidus cuidado, este este, ahí el... el Jabalí el Jabalí, necesito las verrugas genuínas de un jabalí verrugoso, ten cuidado no le pegues mucho.

No vayamos a tener la mala suerte de que uno de tus golpes reviente una de sus preciosas y pustulentas verrugas peludas

Verne busca la página exacta donde había leído una extraña poción que requería del exótico ingrediente de: Verrugas de Jabalí Verrugoso, habia sido una receta que no habia visto jamás pero sin duda, algo tan extraño seguramente resultará espectacular.

El buen jugador, usease un servidor, tira de hoja de caracteristicas para comprobar que se le da mejor a su querida creación...

Ese peacho de monstrrrruo del arrrmario!!!jarl!

Como lo de camuflarse o sigilo son cositas con poco relevancia o sentido de aplicar en esta tensa, decisiva y "mortal" situación, y el tema acrobacias era muy cansado, el jugador, usease nuevamente yo, decide aplicar algo mistico, misterioso, arcano, magico....

De repente, Bifidus deja de reptar por el suelo, se levanta y se estira todo lo alto de puntillas sobre su cola, unos dos metros aproximadamente, para después encorvase a la altura del gorrino, y plantado delante de él comienza a mover sus vestigios de manos, a un lado, a otro, a un lado, a otro, describiendo hipnoticos circulos, mientras sus irisados ojos empiezan oribitar, haciendo chiribitas, espirales multicolores...

- El poder de la hipnossssisssss essss primorosssso....sssss.....ssss... el poder de la hipnossssissss essss molón.... sssss.... duermessss.... duermessss pequeño cerdito.... duermessss apaciblemente...sssss.....

... reza Bifidus sin dejar de mover sus ojos, su manos y brazos y ahora incluso su reptil cabeza....

-¡Por los metacarpos de mis manos! Gritó Gregory al ver a los enfurecidos animales atacar a sus compañeros. ¡Esto es inadmisible! ¡No pueden pensar que un jabalí verrugoso y una estúpida zarigüeya son enemigos guardianes destacados para alguien con nuestra formación!

Al no muerto se le veía bastante contrariado ante la situación. Gregory desenvainó su espada, y se dispuso a atacar a los animales.

-Si es que así no vamos a levantar el país... comentó dando grandes zancadas para ayudar a la damisela (ahora) en apuros Nunca avanzaremos en la dirección correcta si no se valoran nuestras competencias, y siempre nos encargan trabajos por debajo de nuestra clasificación profesional. ¡Que yo era paladín de nuestro sacrosanto imperio! ¡Valgo para algo más que para cortar jamón!

Gegory continuó acercándose sin dejar de refunfuñar cosas sobre sindicatos, manifestaciones obreras, y atrasos laborales.