Partida Rol por web

-Oh, bien, estupendo. Si nos damos prisa encontraremos a nuestro miembro perdido sin más molestias que una pequeña queja en el libro de reclamaciones. Dijo Gregory recolocándose el brazo en el hombro mientras se acercaba al guardia.

-Disculpe señorita. ¿Podría hacerme el favor de sujetarme el brazo mientras le doy unas puntadas? Le preguntó a Blancaflor antes de echar a andar. Necesito que alguien me eche una mano con esto, jejeje.

¿Y tú desde cuando calculas a ojo? ¡Coge lo que puedas y sígueme! - Salgo corriendo, de manera bípeda al comienzo y a cuatro patas y rápidos saltos después, sin mirar atrás, sé que Aasimov no sufrirá daños, estoy casi al final del túnel, tan solo unos pocos saltos más y.... ufff es el camino tan grande cuando eres tan pequeña.... Mi esperanza es que al final del túnel haya un kit de pesca con el que recuperar mi maletín....

—Id vosotros a buscarle, yo me quedaré con el grupo a ver el Sacta Santurum ese. Seguro que es muy interesante y puedo sacar unas fotos muy bonitas —Digo al resto del grupo, mientras sigo a los turistas, acompañado de mi fiel hámster.

Seguro que la visita es interesante... Y muy provechosa.

Blancaflor sujeta el brazo del zombie intentando cogerlo con lo que parece ser la yemas de sus dedos, mientrás que mira horrorizada como se mueve, por lo que pide al zombie:- Si se da prisa mejor que mejor...- En tanto el guardia no espera demasiado y avanza con pasos pesados hacía la entrada del pasillo donde esta la desviación, seguido por Byfidus, que se lamenta de un fuerte dolor de cabeza con un "Shhh, necesito otra copa para quitarme la resaca...". El barbaro los sigue aunque mirando nerviosamente a su alrededor, no le gusta eso de ir al pasillo de los heroes, pero tampoco puede dejar a la extraña alquimista en peligro.
El guardia llega al final del pasillo, cuando se gira hacía el de los heroes dice:- Pero ¿Que demonios?- Al acercaros vosotros veis que recoge con su pica un montón de ropa femenina y una mochila.

Trás una pequeña carrera llegas al final del pasillo, poco antes de que te conviertas de nuevo en una muchacha locuela con cierto frio por el roce de tu piel desnuda en el pasillo, tu hermano ha conseguido llegar llevando una de las pociones que habías hecho en la boca y la deja a tu lado diciendo:- Es lo único que he podido coger con tanta prisa...- Para tu sorpresa es la de telaraña, quizás sea util, quizás no. En tanto te das cuenta de que detrás tuya hay una pequeña puerta, que puede ser que lleve a otro pasillo con trampas o a la habitación Santa Santorum del vampiro.

-Bien, será perfecta - Verne mira bien a trasluz la poción no las tiene muchas consigo... debería empezar a etiquetar las pociones, pero su buen ojo le dice que - Es la poción de telaraña, bien sigamos - Verne no da ninguna importancia a la falta de ropa, tan solo repara en ello cuando coje la poción y la va a guardar en un bolsillo, ¡casi se le cae al suelo!, se la deja en la mano pero sigue actuando con total normalidad mientras mira a su alrededor, tal vez haya alguna nota o similar para los héroes que pasen el pasillo, (tal vez un equipo de pesca para recuperar sus cosas) en cualquier caso solo hay una puerta asi que tras mirar lo que haya en este previo, pasará al otro lado esperando respuestas acerca de qué debe hacer ahora.... (al fin de cuentas, dista mucho de ser una heroína)

Para tu disguto no ves ningún libro de firmas, aunque pensandolo bien, dudas de que muchos de los barbaros buscadores de tesoros o de los fanaticos cazadores de murcielagos se dedicarán a plasmar su firma(unos porque no saben escribir, otros porque no son personas que disfruten de esos detalles). Por lo demás no encuentras caña de pescar ni nada parecido, por lo que a no ser por los medios que ya tienes, no habra forma de traerte tu bolsa. Tu hermano te mira de cabo a rabo y comenta:- Mira, no se que pensaras tu, pero estás con el culo al aire, si la siguiente sala esta repleta de armas, no puedes volver a convertirte en conejo, por lo que tendras que quedarte por aqui, y a mi se me da muy mal pedir ayudas haciendo señas, pues lo único que dicen es "que mono" e intentan rascarme detrás de las orejas...-
Abres la puerta cercana y ves que lleva a una gran sala adornada con decenas de gargolas terrorificas, en el centro de ella resplandece una bola de cristal que ilumina la sala con una luz azul bastante agradable, cuando vas a dar unos pasos para ver de que se trata, te fijas de que hay una figura vestida de negro que está sujetando un papel y leyendolo en voz baja, mientrás que hace muecas y gestos con sus manos como interpretando un papel, reconoces su rostro con los de los retratos de la sala donde pasarón los turistas... Estás a las espaldas del vampiro-mago.

Rápida como una centella crucé la sala, el polvo de cien años no se inmutó bajo mis zapatos, las gárgolas quedaron petrificadas por el relámpago blanco que se abalanzó sobre el vampiro por la espalda, en un abrazo mortal clavando una estaca directamente en su corazón dejando que la corrupta criatura soltara un alarido de desesperación mientras se descomponía en manos de la cazadora...... Eso hubiera hecho una cazavampiros..... pero no era el caso

A Verne ni siquiera se le ocurrió que Aasimov fuera a por las otras pociones una a una, no tuvo más idea asi que tan solo avanzó en la sala quedando hipnotizada por la luz palpitante de la esfera azul, sin prestar ninguna atención a las inanimadas, aburridas y siniestras gárgolas y emitiendo un tenue y débil ulular de placentera satisfacción: UuUuUuh... que luz más bonita

Sin querer interrumpir al mago carraspeé un poco intentando llamar su atención.... hasta conseguir que me mirara

Athó.... athó-athó.... Ehemm.... estoo... hola, Señor Vampiro debo decirle que me encanta el merchandising que tiene ahí fuera, es lo más, querría pedirle tres o cuatro cosas.... ah oh sí.... ¡Qué educación me han dado! Me llamo J.Verne aprendiz de alquimista y éste es mi hermano I.Asimoov, un gusto

Me he dejado un par de cosas por el pasillo y ... .aa-aa-aatchís... - La falta de pelo al estar transformada en humana hacia que el frío suelo contagiara a todo mi cuerpo provocandome algunos escalofríos - .... y me haría falta algo de ropa... Aaaa-aaatchís

Tras haber sujetado el brazo del zombie sindicalista con un poco de asquito (por no decir mucho), la chica siguió al guardia hasta el pasillo de los héroes. Al parecer Verne se había internado por aquel camino. Menuda descocada nos salió esta coneja! y ahora qué?

-Disculpe señor guardia, pero no queremos ir por ese pasillo, no somos "héroes", así que... pero, ¿qué es eso que ha encontrado?- la chica dejó de lado su recelo de entrar en el pasillo de los héroes al ver que el guardia había encontrado ropa de mujer y una mochila. Sin esperar a los demás se avalanzó sobre las cosas. Si se trataba del atuendo de Verne, era evidente que la coneja lo estaba pasando o muy bien o muy mal; si se daba esto último, iban a tener que ir a rescatarla. Aunque fuera un tanto alocada, la chica le caía bien y no era de buena educación dejar perdidos y en peligro a los miembros del equipo. 

Seguí a los demás andando con lentitud y rezagado, hasta que el guardia se para y descubre ropa de chica y una mochila. El corazón empieza a latirme con fuerza,  el hecho de que esa ropa pueda ser de Verne, hace que me ponga aún más nervioso. Desde luego sólo entraría en aquel pasillo si no hay más remedio y van todos los demás...

El guia ve alejarse al guardia con el resto del grupo y suspira aliviado, que se aleje un zombie que se esta pudriendo a ojos vista, ese personaje con capucha que parece un armario empotrado(Bifidus) y el pequeño barbaro con su hacha. En cuanto a tí simplemente te ignora, sin duda pensando que eres una especie de delirio provocado por el trabajo tedioso que hace. Cuando finalmente llegais a una puerta que pone en caracteres grandes "Sancta Sanctorum" En un cartel algo más pequeño enfrente de la puerta pone con letras goticas " Por favor no útilicen flash en sus fotos el conde es bastante sensible a la luz, no dejen sueltos a los niños pues al conde no le gusta que se subana su capa, por favor manteneros siempre detrás de la cinta de seguridad"
Tu hamster se impacienta, no esta viendo bebida en esta aventura y tampoco gente a la que aporrear, y te lo hace saber con sus movimientos nerviosos.

—Eh, compañero —digo a mi "pequeño" y fiel compañero el hámster gigante del espacio ahora en miniatura— ¿Quieres que vayamos a ver al conde? Seguro que entre los dos podemos convencerle de que esto que está haciendo por el pueblo no está bien.

Cuando le digo esto, miro la cinta de seguridad. Ni él ni yo tendremos problemas en cruzarla, ya que hay como dos gnomos y medio de mi actual altura hasta la cinta. Así pues, le digo— Venga, vamos a verle. Seguro que después de unos copazos, comprende lo que es la buena vida...

Diciendo esto, me subo al lomo de mi roedor, y le digo— Vamos, arranquemos, que así llegaremos antes, y cuanto antes lleguemos, antes estaremos bebiendo. Además, nunca hemos bebido con un conde.

-¡Inaudito! Exclamó Gregory al ver las ropas señaladas por los demás. Alguien ha debido de pensarse que esto es una casa de baños.

El zombie estaba preplejo por lo recien encontrado.

-Pues a nosotros nadie nos ha dicho que el castillo dispone de semejante servicio de solaz y descanso. Le dijo al guardia. Dígame buen hombre, ¿Podriamos hacer uso de dicho servicio una vez terminemos con la visita?

Cuando va a acercarse a la puerta principal donde van a pasar los turistas, el que has reconocido como el vampiro de este castillo escucha tu vos y poco a poco se da la vuelta con las garras que tiene por manos estendidas, hasta que te ve, sus ojos se quedan como platos revisando tu cuerpo desnudo con cierta babilla roja saliendo por la comisura de sus labios, intenta hablar, aunque tiene que parar para limpiarsela con un pañuelo que saca de la capa que imaginas que tiene tambien bolsillos como tu querida ropa, que estara ahi en medio del pasillo cogiendo polvo:- Vaya, vaya una hermosa heroina con una armadura magica invisible, que tiempos estos, increible...- Sin que puedas siquiera a seguirle, empieza a dar vueltas a tu alrededor con una velocidad increible, que quizás como conejo y solo quizás podrías igualar. Finalmente ditamina algo apesadumbrado:- Las heroinas de antes tenian más... más- Haciendo gestos con sus garras para indicar su pecho y su culo.- Pero bueno serviras, bueno se te permite el primer ataque y...- Entonces la puerta se abre, decenas de turistas llegan con sus camaras de fotos haciendo flashes lo que deja confundido al vampiro, varias orondas madres tapan los ojos a sus hijos y pegan capones a sus maridos que parecen disfrutar del asunto. Puedes ver a Ziffbong Claus montado en su fiel hamster que sonrie de oreja a oreja mientrás saca su camara de fotos.

Pues para el estupor y rubor de Blancaflor son las ropas de Verne, un poco más a lo lejos en medio del pasillo entrampado, se encuentra su mochila con pociones, pero ni sangre ni otros restos más organicos de Verne, por lo que imaginais que está viva. El guardia se rasca la cabeza, no haciendo demasiado caso al zombie y una idea se le presenta, mientrás que os apunta el arma:- Vosotros sois heroes infiltrados¡¡¡ Ya me parecía a mi que ese tio con el hacha no era normal, alzar las manos donde pueda verlas... o las zarpas o lo que sea- A lo lejos ois un griterio y un montonazo de flashes todos a la vez, parece que los turistas han llegado a la camara del conde vampiro.

Tu hamster se deja montar mansamente a expensas de lo que haya en la sala. El guia abre con dificultad las pesadas puertas mientrás que proclama:- Y ante ustedes el Sancta Santorum de nuestro querido conde.- Cuando se abren las puertas tardas un momento en aconstumbrarte a la luz de la sala, pero algún paleto cuasigracioso grita:- Y su picadero al parecer, que ya tiene a la tia despelotada y todo- Pronto te das cuenta de que tiene razón el palurdo, ante ti tienes a Verne al lado del vampiro que parece examinarla, hasta que ve con horror que le han pillado infraganti, decenas de flashes empiezan a funcionar mientrás que el conde grita dolorido por las fuertes explosiones de luz.

—Pues así sin ropa, la cosa cambia —pienso al ver a Verne desnuda— Luego tendré que "charlar" con ella.

Recapacitando un poco sobre lo que ocurre, me doy cuenta de que la muchacha esté en peligro, así que espoleando a mi hámster, corro hacia ella y el vampiro.

Cuando estoy al lado le grito— ¡Tú, quieto ahí! ¡Venía a hablar contigo sobre lo bueno de los cubalibres, el alcohol y las fiestas, y resulta que eres peor que yo! ¡Aquí el único que puede hacer guarreridas con las muchachas de mi grupo soy yo, así que detente o enfréntame a mí... Y a mi hámster!

A Gregory la repentina acción del guardia no le pilló de sorpresa, o al menos, no tanto como el haberse encontrado con las ropas que ahora sabía, eran de su compañera Verne. Ante las amenazas no pudo hacer otra cosa que desenvainar su mellada espada y adoptar una postura de guardia.

-¡Y dale con lo de los héroes! ¡Empiezo a estar más que harto de que me acusen de ser algo que hace mucho que dejé de ser! Le respondió al hombre. ¡Ya lo decía mi abuelo, cuando las palabras fallan, es hora de recurrir a las hostias! ¡Te voy a enseñar yo la diferencia entre un héroe, y un portavoz sindicalista con argumentos de acero templado! Le gritó al guardia con visible enojo. Tanto que sus ojos muertos habían vuelto a adquirir aquella luminosidad infernal que delataban enojo en alguien incapaz de sonrojarse de pura furia, ante su carencia de presión sanguínea.