Partida Rol por web

Gregory se percató de la aparición de la funcionaria y el bicho reptiliano, que lo mismo podía dedicarse a la abogacía, que a vender seguros, y los saludó con la mano.

No teniendo nada que hacer en la barra, ya que no se veía capaz de beber nada (principalmente por que todo el líquido ingerido se le iría por los agujeros del esófago y no tenia ganas de limpiar la armadura), se acercó a la mesa en la que la bella dama había decidido sentarse.

-Dígame señorita, si no es impertinencia podría responderme, ¿Bajo que convenio trabaja usted?. Le preguntó a Blancaflor queriendo salir de dudas.

¿Q-q-quien dió el grito?  ¿Ha-ha-hay algun peligro?

La dama entra escoltada por el espantoso monstruo, y Gregory pronto se apresura a acercarse a Blancaflor para tratar que se una a su lucha por los derechos de no se qué, personalmente, espero que el aspirante a líder de masas encuentre pronto su ansiada meta, sea cual sea.

Me acerco al joven bárbaro, esperando encontrar una respuesta a mi pregunta, y observando a mi alrededor a cuantos parroquianos puedan haber, y, si todo está tranquilo, buscar y pedir una mesa donde todos podamos cenar tranquilos esta noche, pues tras el larguísimo camino, ya toca llevarse algo a la boca

¿Q-qué ha sucedido ? - Vuelvo a repetir a Baby (-lon)

¡Escondéos! -grito tras la pata del taburete- ¡No querréis sentir la furia de mi hamster cuándo se enfada y no le dan de beber! ¡No los mates, ellos no querían!

¡Por lo que sea, dadle una cerveza, algún licor, o algo!

La sufrida posadera de grandes te... ojos se baja del taburete al ver como la rata decide escapar al ver tanta gente de repente con intenciones poco claras, y se aleja por la puerta como no quiere la cosa con un chirriante Iiiiik de despedida. Mientras que el hamster en miniatura del turista gnomo Claus es empujado suavemente hacia la salida por el barbaro Babylon,  pues cree que el barullo se ha formado por la bola de pelo en estado etilico que ahora mismo esta restregandose en la pierna de un asustado pueblerino para que le de su cerveza, si os fijarais en su mirada nunca habrías visto más mala leche en unos pequeños ojos como en los de este hamster, pero en su habitual "a mi no me puede pasar nada malo mientrás que no haya violencia de por medio" no parece saber lo cerca que está de perder su pierna. Pero parece que el hamster está de buen humor, y parece comprender que es compañero del turista, y se marcha afuera un momento con una cuenta de un herido leve...

Los pueblerinos simplemente gruñen al ver que su diversión pasajera a terminado y se ponen en sus cosas sin percatarse demasiado en los nuevos integrantes del grupo tan extrafalario, excepto alguno que al ver más pertenecientes al sexo femenino, sueltan silbidoa atrevido  y algún piropo etilico en honor a Blancaflor. La cual se sienta en su mesa tranquilamente mientrás que es acompañado de don Tenorius, al que nadie parece reconocer debajo de su capa para alivio suyo(y seguramente de la mayoria de pueblerinos).

La posadera se arregla el traje y se baja del taburete ayudada por el joven barbaro cuando vuelve de "expulsar" al hamster y ante su pregunta la posadera comenta:- Gracias...- Y grita a los demás pueblerinos:- A ver si teneis los mismos huevos que este muchacho la siguiente vez que entren ratas... pufff- y con voz más suave y seductora:- No me llamo Glora, sino Castidad, Cas para ti chavalote.- Y se marcha a la barra meneando el trasero. Para a traves del barullo que forma el turista gritando que no hagan enfadar a su hamster, el zombie que intenta asegurarse que la joven dama Blancaflor esta bajo un convenio(aunque no tiene muy claro que es un convenio, pero sabe que es muy importante tener uno) y la muchacha nerviosa con un conejo en su bolso, que intenta enterarse de que está sucediendo aqui. La posadera grita:- ¡Bueno ahora que estamos todo el pueblo y parte ajena, tengo un problema muy importante de ratas en mi bodega ¿Alguien me ayuda?¡.- Ante el silencio de los pueblerinos, mira a los que han entrado:- Ey vosotros, si me ayudais os dejo la bebida, la comida y la cama hoy gratis-

-¿Problemas con la ratas? Pregunta Gregory. Que raro, las del cementerio eran bastante educadas y agradables, debe de ser una pandilla de borrachas maleducadas si viven en un sitio como este. Se dice a sí mismo preguntándose por el motivo de que unos animales tan simpáticos hayan decidido pasarse al vandalismo bodeguero.

-Yo estoy dispuesto a ayudar a cualquier damisela en apuros, que de todas formas forma parte de mi contrato, así que puede contar con mi putrefacta y hedionda mano para tal menester, noble y pechugona dama. Aunque me basto y conformo con la cama.

Mis vertebras agradecerán dormir en un colchón mullido por una vez, en lugar del frío y duro ataud de siempre. Pensó el zombie.

¡Qué idea tan fantástica! ¡Bebida gratis, y encima tendré ocasión de fotografiar cosas en lugares oscuros! ¡Eso siempre está bien!. Lo único, es que es imprescindible que mi querido y amado hamster venga conmigo. ¡Él no es una malvada rata como las de ahí abajo, y si no se le provoca, no mata a nadie!

Blancaflor escuchó las palabras de Gregory sin entender muy bien a qué se refería.

-¿Convenio? ¿qué es eso? Mira sir, llevo poco en este asunto de Doncella en Apuros... apenas me gradué el mes pasado y cierta princesita ha ocasionado que la demanda en mi profesión sea escasa... No entiendo por qué tiene que monopolizar a todos los rescatistas del planeta pero parece que así es. El convenio ese...¿es gratuito? ¿o me lo venden? ¿con quién tendría que convenir? ¿ese convenio me ampararía ante la avaricia de otras que intentan igualarme y desplazarme?- con desprecio, miró a la posadera que aún se encontraba haciendo un escándalo bárbaro a causa de una simple ratita. Como se notaba que nunca había tenido una conversación con una de ellas; con lo amables que podían llegar a ser. Si hasta se rumoreaba que una vez, a cierta joven que luego se casó con un príncipe, le habían confeccionado un vestido maravilloso y la habían salvado de las garras de su malvada madrastra.

Volvió su atención nuevamente hacia el gremialista zombie, aguardando su respuesta, pero nuevamente la "incapaz de hacer algo sola" de la posadera, distrajo la atención de todos los allí presentes.

-¡Por favor!- exclamó Blancaflor -¡Qué falta de cultura la suya! si tan sólo hablara con los roedores, ¡podría llegar a un acuerdo y convivir en paz! Pero no...- su rostro comenzaba a volverse colorado por la rabia y cada vez, sus brazos se movían más enfáticamente, acusando a la mujer -...lo que quiere es quitarme mi trabajo... ¡y sin siquiera tener diploma!- la muchacha estaba totalmente indignada.

-Mire usted, me sumo a mis compañeros a buscarle solución a su problema, con tal de que deje de chillar y distraer a los que deben encargarse de mi rescate... ¿vale?-

Blancaflor se cruzó de brazos con el seño fruncido y comenzó a tamborilear el piso del local con uno de sus pequeños y delicados pies, aguardando que la condujeran al sótano de una buena vez.

¿Ratas? ¿Ha dicho una plaga de ratas?, esto lo soluciono yo en un rás rás

Meto las manos en mi mochila izquierda, rebuscando, iniciando un tintineo de vidrios y botellas, de su bolsa derecha el conejo blanco salta sobre la barra de la taberna olisqueando a la camarera. Saco lo que parece ser un frasco de aliñar ensaladas, a juzgar por el olor y color, se trata de vinagre, un frasco vacio, un sobre de papel y una piedra redonda y muy pequeña aparentemente mundana, sacando un pequeño cuaderno de notas propias lleno de papeles sueltos y tachones comienza a meter todo en un nuevo y inicialmente vacio frasco

Un poco de vinagre para ahuyentar, un par de pizcas de piel descamada, y media bolita de caca de rata

El color, olor y aspecto de la pócima no ha mejorado por mezclarlo todo, simplemente parece vinagre con cosas repulsivas colgando pero J.Verne alza el frasco frente a sus compañeros con aire triunfal

Lista, una pócima anti-plagas, con esto señorita, le aseguro que esas ratas se marcharán de la taberna, y habiendo puesto media bolita en vez de una pizca, seguro que hasta se marchan de la provincia.

Ahora solo hay que arrojarla sobre ellas e impregnarlas de esta fragancia para que se contagie la aversión hacia este lugar

Al escuchar el nombre de la posadera me siento un poco desilucionado. Sin darme por enterado del movimiento de caderas ni de que me llamó chavalote me dirijo a la mesa y me siento junto al resto.

- ¿Ratas? Las ratas no tienen armas, pero dicen que propagan enfermedades - Digo para mis adentros

- Cama, comida y bebida gratis... tentador pero no estoy tan seguro.

Al ver (y oler) la pócima de J.Verne no puedo evitar cerrar los ojos y cubrirme esperando una explosión. Unos segundos más tarde levanto un poco el brazo y veo que Verne levanta la pócima triunfalmente.

Algo avergonzado vuelvo a acomodarme

- Creo que sería mejor probarla en algo - digo intentando no mirar al gnomo ya que mis pensamientos van hacia su hamster

Escoltando siempre a la hermosa, deliciosa y exquisita Blancaflor, y ocultando su reptilicio cuerpo bajo la tupida capa, Bifidus escucha con atención, agudizando sus oidos carente de orejas, a sus compis de aventuras...

Ratas! Mi comida preferida!!! Bueno despues de los conejos y las hamsters... se dice asi mismo mirando de reojo al hamster que se va y al conejo que se sube a la barra de la posada....

Por momentos se evade de lugar y empieza a divagar, a imaginar que hacer con esos deliciosos roedores, ricos, ricos y con fundamento....

Mmmm.... ratas de posada... con ese sabor a queso, a cerveza, a lacon con grelos... mmmmm.... dulicioooooso!!!!

Bifidus no puede evitar relamerse, sacando su alargada y doble lengua....

- Sssseeñoressss.. Yo tengo una sssolusssión massss ssssencilla y deliciosssa que las posssimassss esssasss.... sus ojos vidriosos se encienden, su sonrisa se enmalece.... Unosss minutossss ahi abajo yo ssssolo y essss rata comida... ejem, ejem... digo pan comido....

La posadera parece encantada por haber encontrado a tan valientes extranjeros dispuestos a luchar por su honor contra la terrible bestia peluda ratonil que se oculta en el interior de la bodega. Y trás coger un manojo de llaves que estaba en algún lugar indeterminado de detrás de la barra, sale de la misma para abrir una puertecilla que lleva a unas escaleras hacía las tinieblas y os dice algo temblorososa:- Eso si tened cuidado, esa rata es igual o más grimosa que su compañera que habeis ahuyentado ... Solo tiemblo de pensarlo, pero intentar no dañar mis mercancias que tengo alli guardadas- Entonces del resto de parroquianos se oye una voz:- 2 a 1 que esa rata se los merienda a todos- Y otra se suma -yo lo veo- y asi poco a poco empieza a alzarse una algarabia de voces, de insultos y alguien esta cantando una canción patriotica(Hay gente que no se entera de que esta pasando siempre la hay).

Entonces se abren las puertas de par en par y todos se quedan mirando en silencio, para después bajar sus miradas mientrás con un trotecillo, el hamster de Claus se acerca a su amo, pues lo ha llamado y la verdad estaba cansandose de asustar a la población auctotona de animales del pequeño pueblo. Uno de los pueblerinos grita al final:- Pues yo apostaria por ese hamster, al viejo bill le ha pateado a base de bien...- la confusión por el cambio de algunas apuestas se hace evidente...

Echando un vistazo a la bodega os dais cuenta de que es una sala muy grande con varios montones de cosas ordenadas por la facilidad de que se pongan malas, por lo que si teneis que tener cuidado en ciertas partes porque se componen de botes de conserva y botellas o cosas de cristal o igual de fragiles. Mientrás que más detrás están las cosas en salazón y cosas tapadas en barricas de madera. Hay 4 columnas y Tenorius el hombre del saco que puede ver que la maldita sala se alarga hasta sus buenos 100 metros. Al parecer al final hay trastos inservibles que no tienen nada que ver con la posada. Cuando alguno de vosotros baja las escaleras nota el ambiente fresquito y seco que mantiene los alimentos en perfectas condiciones. En cuanto os meteis todos, os dice la posadera mientrás cierra:- Despues me dais unos golpes para que os abra, no quiero que vuelva a colarse nada dentro-

Ahhh se me olvidaba tambien se oyen unas patitas moviendose en la oscuridad, vuestra presa os esta acechando...

De repente y sin comprender muy bien cómo fui a parar allí me encuentro encerrado en un sótano oscuro con una rata que por las apuestas bien parece ser una rata asesina. De haberlo sabido hubiera dejado a la otra rata comerse la silla de la posadera.

- Bueno, ya estamos aquí. Tú ve y prueba con tu pócima - digo dirigiéndome a Verne y luego mirando al hombre del saco - y tú si quieres adelántate mientras yo... - miro al rededor buscando una excusa para no adentrarme más en esta caverna de la perdición - me quedaré aquí... cuidando a Blancaflor - esto último con una sonrisa triunfal por haber encontrado una excusa que podría llegar incluso a ser creíble

Aparentemente, todo parece normal. Enciendo el flash de mi cámara para ver mejor, que viene a ser una vela de las de toda la vida. Una vez lo he hecho, echo un vistazo al lugar.

¡Esto está lleno de cosas para fotografiar! ¡Mirad que lugar tan sucio, tan mugriento, con un olor... Huele como a humedad, a rancio, y a... Vino! ¿Vino? ¡Mierda!.

Cuándo digo esto último me doy cuenta de que mi hamster ya no está, y que seguro que ha salido corriendo a por uno de esos barriles de los que procede el olor- ¡Espera! ¡No corras, que no sabes lo que puede haber ahí! ¡Sobre todo no rompas nada!...

Mira, que barril tan bonito... Le sacaré una foto.

Gregory observó lo que se presentaba ante ellos y chasqueó los huesos.

-Hummm, interesante sitio. Esto es más acojedor y espacioso que el ataúd que me dieron como pago por tantos años de servicio. Dijo el zombie. Ya se podrían haber estirado en algo como esto, que dinero no faltaba en la empresa... Bueno, ¿Por donde empezamos a desfacer entuertos y salvar damiselas? Preguntó desenvainando su oxidada y mellada espada de un solo tirón. ¡Aparece bestia inmunda! Le gritó a la rata que debía de andar por allí. ¡Enfréntate a mi acero justiciero!

Gregory había adoptado una pose heroica y teatral, aprendida tras tantos años de aprendizaje como caballero. Las frases eran producto de las asignaturas de salvación de princesas y eliminación de bestias de su título de FP.

Las ratas eran mamíferos primitivos, brutos y desgarbados, jamás podrían compararse con la elegancia y buen tacto de los lagomorfos

Atento, a la que le veas, indícamelo y le rociaré - Susurro al conejo de mi bolsa mientras comienzo a caminar por el sótano muy sigilosamente, esperando coger al roedor desprevenido, aún jugando en su campo, el frasquito destapado en mi izquierda, y una red en mi diestra, parece que J.Verne sabía que iba a cazar ratas, parece que hubiera nacido para ello, parece que su cometido en la vida fuera vivir este momento.

Con la poción espanta-ratas en una mano y la red en la otra, parece una auténtica gladiadora raticida

El lugar es largo, y los montones de cajas y barriles dan buena oportunidad de ocultarse y avanzar con un leve canturreo

Ratiiita, saaal ratita, quiero verte la colita, ratiiiiita

Como criatura clasificada en D&D como grande tirando a enorme, desciendo por las escaleras no sin dejar de mirar el cada vez mas bajo techo. Medio encorvado llego finalmente y en ultimo lugar, tras mi  primorosa damisela, a la base de las escaleras, "usease" al sotano en cuestión. Todo está la leche de oscuro, pero eso no es problema para un servidor, que haciendo uso de mis rayados e irisados ojos ultra-sensibles y con visión nocturna, escaneo de arriba a abajo, a lo largo y a lo ancho todo este mugriento almacen (*).

El sonido de unas deliciosas patitas de roedor llegan a mis atrofiados oidos....

Mmmm... rico, rico y con fundamentos!!!!

Nuevamente me relamo pensando en esos manjares... De sobra es sabido que las ratas de posada son mucho mas exquisitas que esas insulsas ratas de campo, siempre pasadas por agua, que solo saben a hierbajos y otras cosas verdes... Y como solia decir mi ya difunta abuela....

Bifi, hijo! De lo que come el grillo.... poquillo!!!!!

Que sabia era mi abuela, que porte, que don de serpientes tenía! Toda una dama! En fin, que me desvio del tema...

Como iba diciendo, bajo al sotano, observo con atención desde mi elevada posición, y haciendo caso omiso a las palabras de ese proyecto de barbaro imberbe, me planto a un lado de Blancaflor, si moverme, sin inmutarme....

Sin embargo, siempre alerta, a cualquier movimiento sospechoso, saltaria o me deslizaría subrepticiamente para evitar tener que comerme rata a la poison!

- Sssseñorita de orejassss felpudassss... no malgassste esssse elixssir en esssstas pequeñecesss... deje que actue un professsional... hasssme essse favor....

Babylon y Blancaflor se quedan arriba de la escalera protegiendo la retaguardia del peligroso roedor(ejem...). En tanto el hamster de Claus a escapado otra vez a su dueño y se ha internado en la oscuridad, seguramente en busca de las reservas de bebidas alcoholicas, mientrás que su amo decide hacer una cuantas imagenes de cierto barril de pepinillos que parece tener buena pinta y ser un recuerdo pintoresco, pero cuando saca el encuadre y pulsa el boton que realiza la imagen, se oye un clic y una pequeña cabecita sale de un lateral de la maquina:- Lo siento jefe, pero según el convenio que hemos hecho con ese zombie es hora de "hacemos como si comieramos el bocadillo y hablamos de lo que hicimos en nuestro dia libre" es que no comemos ni hemos descansado ningún dia ejem...- Al parecer el pequeño gnomo tenia una rebelion en su pequeña maquina, quedandose en la punta de la derecha cerca de las escaleras.

En tanto con Gregory el zombie a cabeza, con su valentia como escudo se va por el pasillo de enfrente al fin al cabo no tenia nada que ocultar y había estado muchos años en servicio con su espada y no temia a ningúna rata maleante y se interna poco a poco, con su crujientes huesos rebuscando en cada rincón a la bicha. Por lo que decide ir por uno de los pasillos del centro siendo el más en la derecha.

En cambio el resto del grupo se interna en la oscuridad de la bodega, se dividio de una manera más discreta. La alquimista dispuesta a envenenar al ratón,se alejó en las sombras llamandolo en susurrros, mientrás que  se esconde en la oscuridad de tal manera que donde estuvo  una muchacha nerviosa ahora no hay nada, avanza silenciosa en la busqueda y captura del peludo malhechor asustador de damas de buenas pechugas. Pero no consigue localizar al sigiloso roedor, por lo que tiene que meterse aún más entre barriles, cajas y botes de conservas al interior de la oscura bodega. Por el pasillo más en la izquierda.

Por ultimo baja por las escaleras Tenorius, protegiendo a su dama, que se ha quedado con el pequeño barbaro, está dispuesto a utilizar sus dotes sibilinas para comerse a la sabrosa rata y terminar con todo este jaleo. Como ya pudo ver antes, la sala se compone de 4 largas columnas de objetos que se extienden hasta el final de la sala que mide unos 100 metros(A saber como se aguanta la posada sin caer al interior de la misma) a simple vista no localiza a la rata, pues hay muchos objetos impidiendo verla, y tendrá que internarse en uno de los pasillos para ver si la localiza, el único que queda libre es el del centro a la izquierda, y por alli que se marcha tan contento, de un pequeño banquete como de ganar el favor de su dama.

En tanto dejais de oir a la rata, al parecer se ha ocultado entre las cosas, y tiene que estar en alguno de los 4 pasillos, sino se ha ido por algún abujero lejos de vuestro alcance. Tambien ois como se rompe una botella... Al parecer el hamster de Claus ataca de nuevo.

Gregory, espada en mano, caminó por la bodega en busca de la maligna bestia que había convertido aquel lugar en sus tierras de caza particulares.

Avanzó con toda la cautela y el sigilo que le permitieron su oxidada armadura, y el crujir de sus huesos enmohecidos, y se preparó para lo inesperado.