Partida Rol por web

Blancaflor permaneció en la escalera, como correspondía a cualquier dama que se preciara en apuros. No sería ella quién enfrentara los oscuros pasillos y los innumerables peligros que allí abajo pudieran acechar. Mirando fijamente hacia adelante, poniendo su mejor cara de compungida y llevando su mano izquierda a la frente, mientras con la otra se apoyaba en uno de los grandes y musculosos brazos del bárbaro, exclamó.

-¡Por favor compañeros! Tened piedad del pequeño roedor. ¡No es malvado! Sólo necesita alguien que le de un poco de conversación de vez en cuando y que se le asignen tareas dignas, no estar merodeando por allí al acecho de si le regalan una migaja de pan o un trocito de queso- Por un instante la muchacha se quedó pensativa. Ya comenzaba a sonar como el caballero venido a menos desde que había muerto. Mmmm, debería dejar de prestar tanta atención a Gregory, ahora lo único que me falta es que se me pegue su tonadilla... ¿cómo era? algo de los ricos... o los patrones y el pueblo... buf, por suerte no la recuerdo...

-Cuando la pequeña rata aparezca, dejadme a mí el trabajo de diplomacia. Ya veréis que hablando se entienden las ratas y la gente.

Verne dejó que el espantoso monstruo viperino tomara la cabeza de la expedición, siguiéndole a la distancia suficiente de no oir sus escalofriantes siseos, olisqueo a mi alrededor olvidando que mi olfato ya no es el que era y agito las orejas esperando escuchar algo, con el frasco aún en la mano, miro cada recoveco entre cajas y barricas a medida que avanzamos por este cubil.

¡¡¡ Oh mirad !!!

Todos alzan la mirada esperando ver a la rata, pero lo único que encuentran es a la chica coneja relamiendose los dedos y metiendo sus manos en un barril a medio abrir.

¡¡ Pastas de miel !! ¡¡ Mmmmmieliciosas !!

¿Queréis alguna?

Tiendo una de las pastas de miel al expresivo zombie que me sigue ahora tras de mí

Un hipnotico y atrayente sonido de cascabel procedente el extremo de mi reptilicia cola resuena suavemente en ese lugubre sotanillo. Lugubre pero lleno de manjares, cerveza, queso, ahora esa pastitas de miel.... y el susodicho roedor que andamos buscamos....

Antes que la coneja esa.... antes que los demas... he de encontrar a la rata manjar..... ssssss....zzzz......

Olvidando por un momento mi deber de proteger a la hermosa Blancaflor, y guiado mas por mi ansias de devorar, me deslizo rapidamente a lo largo de unos de los cuatro pasillos que conforman el sotano, concretamente (como bien ha indicado nuestro loado y apreciado master) el segundo por la izquierda.

Avanzo raudo en busca de esa rata, sin hacer demasiado caso a la raruna del conejo, y menos, y aunque me pese, a mi protegida damisela....

A pesar de los esfuerzos que la compañía estaba efectuando, el misterioso roedor seguía sin poder ser visto. Blancaflor, cansada de esperar en la escalera y más cansada aún de que nadie estuviera intentando rescatarla a ella de lo que fuere (no se podía considerar que Babylon estuviera haciendo un gran trabajo) resopló fuertemente, haciendo volar su flequillo levemente.

-Es evidente que si alguien quiere algo bien hecho, lo tiene que hacer una misma. 

Con resolución, apartó a un lado al bárbaro y pasó por su lado hasta llegar al primer pasillo.

-Rata... ratiiiiita... ¡ven pequeña! ven, nadie quiere lastimarte... vamos, no tengas miedo... ratiiiita... rati, rati, rati...-

A medida que la doncella se acercaba a donde se encontraba J. Verne, iba agachándose, buscándola por los rincones y haciendo gestos con las manos para atraerla hacia ella.

Pasando de la rata, y de todo lo demás, me centro en el verdadero problema. ¡Que los Dioses se apiaden de lo que se cruce en el camino de mi hamster!.

Abro el compartimento de mi cámara, y miro al duende que está en su interior. Al ver cómo está tocándose las gónadas a dos manos, le espeto- ¿Cómo que un acuerdo con un convenio? ¡Los duendes no tenéis convenios! ¡Para eso tienes esta cámara como casa de forma permanente, la cuál redecoras cuando te place sin pedir permiso! ¡Deja de hacer el vago y ponte a trabajar, que para eso te doy de comer! ¡So cacho haragán! ¡Haz fotos de una vez!

Al sentir la mano de Blancaflor sobre mi brazo el color sube a mi, sonrojandome y logrando que tartamudee torpemente.

- Humm... Ehhh.... Ahh.... - digo con cara de pasmado mirando la mano de la doncella.

 Cuando esta sale en busca de la bestia portadora de plagas miro hacia los costados y me encuentro solo. Aterrado por la posibilidad de que me abandonen a mi suerte y ya sintiendo la peste que se propaga luego de la mordida del maldito roedor salgo detrás de la doncella

- No vayaís sola... es peligroso - digo a la doncella mientras miro en la oscuridad buscando al roedor asesino y quien a esta altura ya es culpable de la mayor parte de las pestes del mundodisco.

Rápidamente salgo detrás de ella para no quedar rezagado

Todo el grupo intenta localizar a la maldita rata, que parece estar bien oculta entre tantas  conservas. Mientrás que Verne la alquimista, ha encontrado una tarta de miel que parece estar muy apetecible y se la pasa a Gregory, pero el está tan abstraido en buscar al bicho pelon que la recibe en su cabeza, por lo que pronto empieza a ser el zombie más dulce del momento(literalmente).

En tanto Claus discute con su duende de la camara, aunque al final pone los puntos sobre las ies, y el duende decide que no es el momento de hablarle de sus vacaciones de verano y se marcha musitando:- De acuerdo, de acuerdo  hablaremos de esto cuando estes de mejor humor, ¡¡¡y necesitas más rosa si quieres fotografiar a las muchachas que ves, tio verde¡¡¡-y se oye como cierra la puerta.

El monstruo del armario intenta olisquear a su presa entre tanta conserva pero sin exito aparente, esa rata se escabulle mejor de lo que parece

Blancaflor se acerca a Verne intentando localizar a la pobre rata(según ella). En tanto Verne no se da cuenta de que se acerca por detrás la doncella, pues esta contemplando el estropicio de la tarta cayendole encima del pobre zombie. Detrás de Blancaflor va el barbaro más por miedo a quedarse solo y busca la rata para no tener que enfrentarse a ella.

Con todo este estropicio, y tantos humanos( y no humanos) hablando la rata sale corriendo de su escondite por el carril donde esta Tenorius que no puede creer su suerte, la ratita esta solo a unos 6 metros de él corriendo hacia el interior de la bodega, corriendo rauda y veloz... En tanto el hamster de Claus a conseguido llegar a un pequeño rincón donde guardan el coñac bueno para su propio disfrute...

Sin decir ni Muuuuuo mejor dicho ni Shhhhhhhiiiiiiiiii, salgo corriendo tras la rata, tirandome al suelo y deslizandome cuan serpiente en la arena... Ah!! Si es justo lo que soy y lo que hago!!! Pues eso...

- Blancaflor, no tan rápido... no puedo protegerte así - digo mientras avanzo lentamente cuidando mis pasos de venenosos colmillos de rata.

Al escuchar al viperino Tenorius correr no puedo dejar de imaginarlo huyendo de tal terrible bestia, seguramente ya tenga la peste. Será mejor tener cuidado y no tocar demasiado sus cadaver, podría ser contagioso.

Ahhh!!! Ya la tengo... esta cerquita!!! Ñam Ñam!!! Que rica, peludica!!! Que rabico mas viscoso y asqueroso!!!! Mmmmmm

Ya eressss mia!!!! Ratita!!!! Ven asquisssss!!! Arggssssss...... se me oye sisear desde el suelo a punto de alcanzar mi merienda....

Blancaflor casi había alcanzado a Verne cuando el bárbaro la llamó.

-Bien Babylon, ya era hora de que me ayudaras en esta empresa... Voy a tener que hablar seriamente con Gregory por mis derechos... ya va siendo hora de que las doncellas en apuro tengamos nuestro propio sindicato. ¡No puede ser que debamos rescatarnos a nosotras mismas!

Mientras esperaba que el muchacho le diera alcance, escuchó el siseo de Tenorius y su posterior nota de triunfo.

-¡¡¡No Bifidus, no!!! ¡La ratita no es comida, es nuestra amiga!- a toda velocidad, pero sin dejar de dar pasos cortitos y elegantes, como corresponde a toda una dama, la muchacha volvió el camino andado para dirigirse al pasillo donde se encontraba su amigo y ex- monstruo del armario.

Tan concentrado estaba el zombie en mantener la pose heroica, que apenas le dió tiempo de percatarse de lo que J.Verne le pasaba, y menos, despues de que la infame criatura a la que habían bajado a dar caza, apareciera velozmente intentando escapar de ellos.

-¡Ahí está! ¡No huyas rata cobarde! ¡Ven y lucha cómo un... un... esto.... Las neuronas del muerto viviente chirriaron al procesar la información de la frase que acababa de decir. ¡Bueno da igual! ¡Tú lucha! Terminó diciendo.

Me llevo un último bocado a la boca para echar un par de pasos hacia donde hemos visto la rata.... un momento... ¿En serio quiero ver como Bífidus se encarga de ella? Ecccsss.... que asco, Blancaflor quiere dialogar, tiene un gran aprecio por la vida, personalmente, si pudiera acercarme y rociarla con mi perfecta poción todo se solucionaría, la rata sería respetada y ninguno tendríamos que ver el repulsivo proceso de ingestión del monstruo viperino....

Con esta nueva resolución J.Verne corre tras la rata, espetando a su vez a Claus

Clauuus, corre trae la cámara, ¡¡ La rata está aquí !! ¡Tal vez sea una rata mutante de siete narices!

No me da tiempo a contestar al duende de la cámara sobre el color rosa, cuando un grito me sobresalta, y casi hace que la cámara se me caiga de las manos. ¡Han encontrado a la malvada rata, y por lo visto, posee siete narices!

Ni corto ni perezoso, y casi sin preguntar, voy preparando la cámara, mientras corro hacia no sé muy bien donde, el caso es correr, preparar la cámara y sacar fotos. ¡Sólo espero que esa rata mutante de siete narices no sea de color rosa, o tendré que discutir de nuevo con el duende de la cámara!

¡Esperad, no os peléis aún, tengo que sacar unas cuántas fotos!

Trás descubrirse la rata comienza una persecución detrás de ella por parte de nuestros aguerridos heroes, cada uno por sus propios motivos, desde merendarse a tan perfido animal por parte de Tenorius, plantarle pelea  por parte de Gregory, la simple curiosidad de Verne que quiere probar su asusta ratas, Blancaflor que quiere dialogar con la rata para que se vaya de la bodega, Babylon que no se quiere quedar solo y de paso aparentar defender a Blancaflor, y por ultimo pero no menos importante nuestro turista gnomo persigue a la rata porque se ha tomado en serio una frase literal sobre sus narices.

La rata "IkIKKK" (su nombre)  que a pesar de haber acabado en esta bodega resguardada y calentita,  proviene de una buena familia, conocida en todos los circulos ratoneros, tiene varias ratas hembra  que lo adoran (dentro de lo que puede adorar una rata) y muchos hijos que aprecian a su padre, esta pasando por el peor trago de su corta existencia, él había sido una buena rata y nunca había desaprovechado el pan ajeno, ni se habia dejado de orinar en la comida de los demás y no se merecia una persecución como está... Pero aqui estaban unos desaprensivos heroes para alejarlo de aquel lugar(si no la matan o se lo comen).

Todos os reunis gracias a que hay huecos entre algunos de las cajas y demás donde guardan los alimentos, juntandoos todos en el mismo donde va Tenorius en cabeza detrás de la rata.

¡Espera, no corras! ¡Tengo que hacerte un bonito book!

-¡Basta! lo único que lograréis con esta carrera es asustarla!- Blancaflor se apuró un poco más, sin perder la compostura, para ver si lograba alcanzar al roedor antes de que fuera tarde.

Gregory, al igual que sus compañeros, se lanzó en pos de la aviesa criatura con el fín de hacer desaparecer del mundo tan terripilante bestia de los infiernos.

-¡A por él, Azrael! Gritó a su mellada espada mientras corría tras la alimaña.

El exquisito aroma de Blancaflor mi embriaga, rondeandome de cabo a rabo. Por un momento me olvido de la rata, giro la cabeza y veo a esa dulzura como corre, agitando la melena al viento, o al aire rancio de la bodeguilla, saltando de baldosa en baldosa, todo como si fuera una feliz y estupendo sueño... Hasta que veo al infantil barbaro ese...

Su p&%$ madre!!! pienso, pero acto seguido...

Click!!! resuena en mi cabeza...

Joder la rata!!!!

Me centro en lo que ahora importa...

La tengo... la tengo...

...casi la puedo tocar con mis afiladas garras.... o no?

Verne se aparta de sus compañeros y esquivando barricas y cajas hace una auténtica carrera de atletismo, no se sabe a qué se dedicaba esta chica antes de echarse al camino, pero tal vez sea posible que fuera atleta profesional , o algo así, Verne tiene a la rata cerca, la huele, la siente, la ve, ¿La alcanza?

El frasquito en su mano, destapado, deja caer algunas gotas insignificantes, pero hará falta un buen chorro para que surta efecto sobre el roedor, espero que el animal no tenga malas intenciones y comprenda que esto es por su bien, hay que alejarle de la taberna por el bien de la propietaria, y para librar al animal de las garras de Bífidus... ufff que estrés