Partida Rol por web

Cuando Kadeb me besa la mano al presentarse, le sonrío levemente algo sonrojada. ¿Qué se supone que tengo que hacer en una situación así? Supongo que ser sincera y aceptar el gesto. Antes de poder decir nada, noto como se queda mirándome unos instantes a los ojos y se va algo nervioso. ¿Dije algo malo...? No entendí muy bien el porqué se fue así bruscamente, a lo mejor había hecho algo que no le gustó.

Suspiré mientras hacía una mueca algo triste y justo vino una chica que se notaba que del norte, pero con un toque distinto. Cuando dijo lo de la carnaza no lo entendí, nunca había escuchado tal expresión. – Oh... ¿Qué significa eso?– Le di vueltas unos segundos y llegué a una conclusión – ¿ A-acaso es porque fui antes algo torpe...? – Suponía que iba en modo de que serviría para caer en las trampas o hacer de señuelo, otro contexto no era capaz de sacarle.

Me fijé unos instantes en la mujer en sí. Tenía un tipo de belleza que nunca había visto en mi tierra, pero eso no la hacía menos guapa. Cuando me di cuenta de que me había quedado mirándola unos instantes aparté la vista rápidamente, haciéndome la tonta. La verdad es que si ya me costaba relaciorme con hombres, con mujeres era aún peor. Siempre estuve rodeada por mis hermanos varones.

Mientras bebia un largo trago de cerveza se acerco el extraño humano que parecia que estaba buscando mas una moza que una aventuras y se presento a la linda elfa que estaba charlando conmigo. Sin poder evitar una sonrisa mientras tomo el ultimo trago de mi cerveza, la dejo golpeando la barra, y me extiendo mi mano tras la ligera presentacion de la elfa - Saludos Kadeb, como bien a dicho mi amiga, soy Brock, un placer, pero me da que tu no estas tan interesado en las mujeres elfas que en sus ruinas JAJAJAJA - lanzo una grave y profunda carcajada.

Tras las presentaciones veo que llega alquien encapuchado, y decido no dejar por terminada la conversacion con la hermosa elfa que me acompaña y responder sus ultimas palabras - Creo señorita Siobhan que nos llevaremos muy bien, y creo que ambos disfrutariamos con mutua compañia - le digo al oido con una amigable sonrisa y mi jarra apunto de verter el resto de la cerveza en mi garganta, tras el ultimo sorbo llega alquien a la posada, alquien muy interesante - parece que el contratador ya ha llegado, parece que esto comienzo ya señorita - y golpeo suavemente tu hombro.

Tras darle un leve golpe en el hombro a Siobhan, veo como ña encapuchada entra en la taberna como si fuera alquien que controlara, incluso demasiado, dandome un poco de mala espina al tema. Escucho su propuesta , iba a aceptar, pero era un aventurero y una cosa es desear aventuras y otra era ir a la muerte voluntariamente.

la Espada de Elerion no me sonaba de nada  ni tampoco nada de esas ruinas (tirada de Historia ambas, creo que hay que usar el dado medio, si estoy equivocado master comentame y hago las tiradas de nuevo o los valores en funcion de estas)
 

Me acerco a la encapuchada con mi jarra de cerveza y me siento delante de ella, señorita - Buenas encapuchada, o como deberia llamarla? queria, o imagino que todos queremos saber algo mas de informacion sobre el arma y lo que es aun mas importante sobre esas ruinas como localizacion asi como que podriamos encotrarnos, pues cuando mas sepamos sobre el tema mejor preparados podriamos estar para ir y por tanto mas posibilidad de que le traigamos esa espada que tanto le interesa -
 

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Al oír lo que Brock acaba de decirle a Kadeb me atraganto levemente, a medias horrorizada y a medias divertida por la alusión a las elfas y a las intenciones del cazador...diosa, ésto va a ser entretenido. Me sonrío también cuando oigo lo siguiente que dice Brock, y me da tiempo de contestarle en voz baja.

Entonces entra la encapuchada, Brock me da otro golpe en el hombro y me quedo callada acodada en la barra y mirando para ella...ésto cada vez se está poniendo peor, no puede ser que nos vaya a dar semejante cantidad de dinero por ir a recuperar un objeto que lleva ahí desde hace tanto tiempo, ésto tiene que tener trampa.

Mientras veo cómo el enano va a hablar con la supuesta contratadora (intento evitar una sonrisita pero se me escapa...es demasiado vehemente) para intentar averiguar más cosas acerca del sitio ó de la espada, intento estrujar mi mente para saber si mi padre ó Gallagher me han contado algo acerca de las ruinas, porque tiene que haber alguna razón para ese precio tan desorbitado.

Sonrío cuando Brock me dice que quizás nos llevemos bien. -¿Quién sabe?, tal vez si conseguimos éste trabajo podamos averiguarlo. No te preocupes, no dejaré que el grupo se pierda.- y me echo a reir de nuevo.

Momentos antes de la reunión, Na Tsusei ya había tomado asiento en la taberna, y en la penumbra observaba a los distinguidos aventureros que ahí se encontraban, examinando la misma recompensa que él perseguía, elfas, mujeres-pájaro e incluso un enano, no había visto razas parecidas nunca, tan solo en las historias de tierras lejanas que leía cuando era solo un niño. Na prestó atención a la recompensa que se ofrecía por el artefacto que demandaba el encapuchado y decidió que podría ser una oportunidad para continuar su viaje, al fin y al cabo necesitaba ese dinero, y más todavía, necesitaba un destino. Aún sin quererse hacer notar, esperó al momento adecuado para hacer acto de presencia...

Na, que estaba escuchando atentamente en la esquina de la taberna, se acerca finalmente al grupo para presentarse. El hombre de Nuln parecía todo un príncipe, apuesto y de facciones delicadas, podría pasar por una mujer de no ser por sus detalles masculinos. - Siento importunaros, pero parece que formaré parte de este equipo de búsqueda. Mi nombre es Na Tsusei -hacía una reverencia al presentarse- y veo que todos buscamos respuestas, pero a veces las tenemos más cerca de lo que creemos, solo hay que abrir la mente... - decía con una voz dulce mientras reflexionaba, caminando con elegantes pasos de un lado a otro, tratando de recordar cualquier detalle al respecto que haya recabado en su viaje hacia la aldea o su estancia en la misma.

Cuando la encapuchada se apalanca en la barra me levanto pausadamente y me coloco cerca de ella para escuchar lo que nos tiene que anunciar. Hemos de encontrar la espada de Elerion en un antiguo asentamiento elfo. Intento hacer memoria sobre estos datos para intentar recordar alguna cosa que haya oido en mis andanzas. Miro al resto de aventureros para calcular mentalmente a cuantas monedas tocarian por barba. Es menos que 1000 obviamente pero menos da una piedra. Me mantengo en segundo plano hasta tomar mi decision final.

Sonreí a la elfa, parecía ser el tipo de gente que en cuanto les sacas de su zona de seguridad se pierden, y a decir verdad era el tipo de gente que no duraría nada en el norte. Tomé asiento frente a ella, en la silla que el humano había dejado libre  y la volví a sonreír. -Lo que quería decir, es que nuestro amigo Kadeb parece que tiene otras prioridades antes que la misión.- Dije señalando con el brazo al cazador, que ahora estaba hablando con la otra elfa. - Justo como dice el enano, y alguien así, no aporta nada a un grupo, por lo que si necesitamos que alguien haga de señuelo será el más indicado.-  Expliqué todo esto, de manera intencionadamente lenta, haciendo una broma sobre la aparente dificultad de entendimiento de Annerï.

- Por cierto, yo soy Valeska, encantada.- Me presente tendiendo mi brazo hacia la elfa pero hablando para el resto de aventureros de la taberna.

Entonces todas las miradas se dirigieron hacia la puerta, al fin la persona que puso el anuncio había llegado, les explicó las condiciones del trato, lo que bajó sustancialmente la recompensa, pero recordaba algo sobre unas ruinas como las que describía, eso llamó mi atención, siempre me había interesado por la historia y los objetos extraños, y esa espada de Elerion, a pesar de que no había escuchado nunca sobre ella, parecía interesante.

No añadí nada a lo que dijeron mis futuros compañeros, simplemente me quedé callada dando por hecho que aceptaba los términos. 

Perdón, acabo de darme cuenta de que sólo hice una tirada, ahí va la otra y que los dioses repartan suerte

El hombre oriental tiene una forma de expresarse que hasta me provoca dolor de cabeza...demasiado filosófico para mi gusto, así que sonrío. Sin decir una palabra más, principalmente porque Brock se ha marchado y no conozco de nada a Kadeb, me acerco a la mesa dónde están sentadas la chica elfa y la mujer norteña, y les sonrío.- ¿Os importa que me siente con vosotras?. Me llamo Siobhan.- y les tiendo mi brazo.

- Por supuesto que no, toma asiento.- Dije al tiempo que por le daba una patada a una de las sillas para empujarla indicándola que tomara asiento.

Acepté con gusto su saludo tomándola del antebrazo y agitando con fuerza. - Esta es Ann, nuestra delicada compañera.- Dije haciendo un ademán algo teatral con el brazo para presentarla; había acortado su nombre ya que me parecía innecesariamente largo y difícil de pronunciar, Ann era mucho mejor.

Mientras agarro con una mano la silla que se está arrastrando por el suelo respondo con energía a su saludo con el otro brazo. Luego me dejo caer con agilidad en la banqueta y le sonrío tranquilizadora a la otra elfa.- Hola, Ann. Encantada de conocerte. - Siguiendo lo que me dijo Gallagher acerca de que a la mayoría de los otros elfos les desagrada profundamente el contacto físico y no se muestran muy receptivos con mi raza simplemente asiento con la cabeza en su dirección, esperando a ver cómo se comporta al verme.- ¿Venís de muy lejos?. No se suelen ver muchos habitantes del norte por aquí...y es la primera vez que conozco a uno de mis primos, prima en éste caso- y suelto una risita. Es una prueba para la otra elfa, me han dicho que la mayoría de ellos montaría en cólera si un elfo del bosque los trata con familiaridad, pero tengo que comprobar cuál es su tendencia.

Por lo que sabéis del puesto comercial, era de tamaño medio y se hacían toda clase de intercambios. No estáis seguros, pero habéis escuchado por las leyendas y las historias que se cuentan que también habitaba un mago bastante poderoso que se dedicaba a investigar algunos libros de magia que según se dice aún siguen allí. También sabéis que todos los aventureros o curiosos que han ido a las ruinas y les han alcanzado la noche no han regresado.

La encapuchada estaba tranquilamente sentada en la mesa mirando hacia delante. Cuando el enano se le acerca le mira, pero sin dejar ver su rostro. Cuando este termina de hablar, con tranquilidad mientras el tabernero traía lo que parecía ser un desayuno dice:

Puedes llamarme contratista señor enano… sobre el arma, solo necesitáis saber que la deseo y que vos podréis obtener 1 000 monedas por ella, la cual sin duda la reconoceréis cuando lleguéis ante ella si es que lo lográis… sobre donde se encuentran las ruinas… cualquiera de los habitantes de esta aldea podrá decíroslo

La mujer coge la jarra que tenía delante, era curioso ver que era leche seguramente de cabra ya que eran los animales que podían verse por la zona. Mientras toma una gran hogaza de pan que parecía estar rellena de alguna clase de carne

Lo que he oido sobre el emplazamiento elfo no son mas que leyendas. Hace mucho tiempo que la magia desaparecio. Unas cuantas historias no me haran desistir del trabajo. Solo hay que hacerlo durante el dia y se acabo la historia. salgo de mi 2º plano y me dirijo directamente hacia el encapuchado.

- De acuerdo, Señor contratista¡¡ Acepto el encargo sin mas demora. - Le digo mientras tiendo mi mano hacia el sujeto. - Alguien mas para repartirse el sueldo o me largo yo sola?  - comento mientras miro al corrillo de interesadas e interesados. 

Escucho atentamente a la encapuchada, comprendiendo que ocultaba demasiadas cosas, pero eso no me habia causado problema al aceptar una aventuras, sino que me incitaba mas a emprendarla para probarme y para descbubrir cada vez mas.

- Ya veo encapuchada, no me diras, nada ...

Cuando de repente una chica ave salta detras mia aceptando el trabajo y pidiendo mas luchadores si fuera necesario

- Pajarito, yo tambien me enrolo a la aventuras, y mi hacha ya tiene ganas de probar la sangre de las sabandijas que alli moran - momento que saco mi hacha y acaricio su hoja.

- Me gustaria salir lo antes posible, pues parece que aqui no obtendremos mas información, y para la recompensa ... dividirlo en partes iguales, y aunque alguno muera, su parte se entregara a quien el decida según sus deseos declarados previamente ..., eso podremos determinarlo de camino a las ruinas ,.... -  Digo en voz alta y el tipico contrato establecido por mercenarios aventureros a lo largo de todo el ancho mundo que conocia, justo y equitativo para cada hombre y mujer que luche.

- Asi que, quien participa, y si alquién tiene alguna idea mejor que lo diga , y sino, pues vamos que sino perderemos el dia como matronas cotillas en la plaza , JAJAJAJAJA- me rio a carcajada esperando que nos organizaramos lo mas rápido posible.

Ya tardaba el enano en hacerse notar. Podria ser un excelente aliado si la cosa se torcia, ademas parecia un enano de palabra cuando propuso el contrato verbal de las condiciones de reparto, incluidas las postmortem. - Acepto pues, maese....como ha dicho que se llamaba? - le digo a mi interlocutor.

- Mi nombre es BROCK, es un placer conocerla pajarito, JAJAJA- extiendo mi mano para saludarte como hacen los mercenarios agarrando tu antebrazo y termino riendo mientras agito tu brazo, sin darme cuenta que tiro de ti de forma fuerte.