Partida Rol por web

Réquiem por un vástago

La llegada

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16/12/2011, 09:25
Wilhelm Waldburg

El Príncipe Wilhelm te ha llamado a su presencia. No estas muy seguro de porque. Normalmente no suele convocarte, salvo que vayan a convocar alguna caza de sangre, o que su guardaespaldas particular (una especie de sheriff de vuestra parte de la ciudad), Peter Klaist, esté muy ocupado y necesite tu ayuda para buscar a algún fugitivo o algo por el estilo.
Acudiste a la cita, en el mismo lugar de siempre, el castillo de Charlottenburg. La impresionante vista nocturna del castillo te sobrecoge un poco cada noche. Entiendes por qué Wilhelm lo eligió como su sede. El guardia nocturno te deja pasar, como siempre. Sigues de memoria el camino hasta la sala de audiencias. Cuando abres la puerta “el Protector” (como se conoce a Peter Klaist) está de pie esperando, vigilante como siempre. Te dirige una sonrisa amigable.
Una magnífica sala decorada con cuadros, cortinas, tapetes y mantelería del siglo XVI es la habitual sala de reuniones de Wilhelm. En el centro reposa una mesa rectangular bastante alargada, donde podrían sentarse perfectamente hasta 20 vástagos.
Wilhelm sonríe y te hace un gesto para que te sientes:
- Buenas noches Frank. Gracias por venir con tan poco tiempo de preaviso. -
Tomas asiento y el Príncipe prosigue: - Sabemos que Gustav planea algo. Quizá haya decidido dar el paso definitivo para hacerse con Berlín… y por supuesto es algo que no pienso permitir. Ha llegado un nuevo grupo de vástagos a la ciudad. Tengo mis sospechas de que Gustav ha planeado algo con ellos. Viniendo de Gustav puede ser cualquier cosa. Peter les echará un ojo. –
Wilhelm titubea unos segundos. Mira por la ventana y luego vuelve a dirigir su mirada hacia ti: - Ya sabes la política de puertas abiertas que mantengo. Quiero que Berlín sea una ciudad cosmopolita, que vástagos de todos los rincones quieran venir aquí. Los Giovani han pedido permiso para residir en la ciudad. Les he concedido permiso para que primero uno de ellos se instale aquí. Pero tendrá que ayudarnos con el asunto de Gustav. Cuento con que no sospeche nadie de el por ser nuevo y por ser Giovani. Debe estar a punto de llegar. Necesitara un guía y serás tu. Muéstrale un poco nuestra ciudad. Acompáñale a que se presente ante Gustav. Acto seguido quiero que planeéis una serie de eventos que desacrediten a Gustav como Príncipe, puede que sea fácil provocar un ataque anarquista en su zona de la ciudad, o incluso un atentado que sea una flagrante violación de la mascarada… Lo que sea pero que vaya socavando su posición. – Mientras habla Wilhelm se ha ido acercando a ti y apoya una mano con firmeza en tu hombro. – Cuento contigo Frank, pero si os cogen estaréis solos. Yo no sabré nada y cuento con que no os vayáis de la lengua. Gustav es muy peligroso. –

Notas de juego

Sabes que el Principe Wilhelm es muy cercano a los vastagos, es de trato amigable y siempre echa una mano cuando se le necesita. Es raro para ser un Principe, casi parece demasiado buena persona...

Por ello no te sorprende el trato que te ha dado siempre, y el que te esta dando ahora. (lo de ponerte la mano en el hombro no era ningun tipo de amenaza o algo asi...)

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16/12/2011, 10:44
Director

Tus superiores te avisaron. Tenias que dejar una buena impresión en el Príncipe Wilhelm. Les ha dado permiso para residir en la ciudad. Han adquirido una mansión para ti. Pero el permiso del Príncipe es volátil. Ha pedido a los Giovani que le ayuden con un asunto y en caso afirmativo accederá a permitir a más Giovani residir en la ciudad. Tu sire te escogió, sabe que tienes una fuerte voluntad y cuenta con que hagas bien el trabajo y mejore su reputación. En ti recae el peso de que todo tu clan pueda acceder a los secretos que guarda Berlín. Sabes que muchos de los tuyos matarían por estar en tu posición. Si encuentras por ejemplo la Biblioteca oculta de Hitler, donde se supone que se guardan conocimientos acerca de la magia verdadera… serias la envidia de todo nigromante. En general Berlin tiene muchos secretos que aguardan ser explorados.
Sabes que la situación en la ciudad es difícil. 2 vampiros influyentes y poderosos compiten por su control: Gustav y Wilhelm. Tendrás que tener mucho cuidado con cada paso que des, y andar con pies de plomo.
La carretera por la que has llegado es muy buena, apenas has tenido tráfico y entras en Berlín sin mayores incidentes al barrio de Telpemholf, tuviste que dar un rodeo para evitar una zona peligrosa para los de la estirpe, los tuyos te habían avisado. El barrio resulta ser de clase alta. Te detienes en un semáforo en rojo, cuando una explosión sacude la zona. Al este de tu posición divisas un humo negro y al poco se oyen las sirenas de las fuerzas del orden y de los bomberos.

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16/12/2011, 10:50
Jean Carlo Giovanni

Voy sólo en el R8, los dos Ghuls han ido en otro coche directamente al refugio para ver que todo está en orden y que todas las necesidades están cubiertas. Tienen orden de solventar cualquier incidencia que puedan encontrarse, como persianas que no cierran, comprobar que hay luz conexión a internet, etc. Yo por otro lado me dirijo directamente a la visita protocolaria con el Principe, el legítimo, el que me brinda la posibilidad a mi y a los de mi estirpe de ensanchar fronteras, y por su puesto, esa es la única motivación que mueve a los Giovanni. Como clan independiente no solemos mezclarnos con los intereses de la Camarilla o del Sabbat, a no ser que estos nos beneficien de una forma directa, como clan, como individuo mi forma de ver las cosas difiere un poco. No me gusta la forma de actuar de la Camarilla, pero no la sirbo a ella directamente, más bien apuesto por un ganador en un conflicto interno y me aseguro que mi apuesta sea la gtanadora, si el competidor en este conflicto hubiera sido el Sabbat, trataría por todos los medios de no verme involucrado.

Espero poder disfrutar de algo de tiempo para mis própios asuntos, uno de los motivos que me han atraído de esta empresa, es distender un poco la correa que sentía cada vez más asfixiante. Voy sumido en mis propios pensamientos en una ciudad completamente desconocida para mi, cuando una explosión me pone en alerta.

- Vaya recibimiento... ¿Fuegos artificiales? Porca miseria...- Digo en voz baja para mi mismo al salir del asombro, no me agrada la idea de tener problemas sin siquiera haber bajado del coche. Si no hay mucho tráfico me pongo en marcha para salir de allí y evitar un registro innecesario, sería un problema que encontraran las armas, y llamar la atención siendo un desconocido no es bueno, y menos aún involucrarse en asuntos políticos sin haberme presentado ante Wilhelm. Voy atento a cuelquier eventualidad, echando miradas furtivas en dirección a la explosión mientras me dirijo al lugar de encuentro.

A una distancia más que prudencial de la explosión, vuelvo a una velocidad tranquila, no es que condujera muy rápido después de la explosión, pero me tomo el trayecto como una visita turística, fijándome en el diseño de los edificios, la disposición de las calles, y la gente que las transita.

Nada del otro mundo, está claro que no puede compararse al estilo Italiano.

 

Notas de juego

Entiendo que la explosión no ha sido muy cerca, si no es así, y ha sido al lado, edito.

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16/12/2011, 11:36
Director

Notas de juego

No, no ha sido excesivamente cerca pero la has notado. El ruido y el humo se ven.

Pero puedes evitar perfectamente la zona. No hay problema con el post. Esta perfecto :)

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16/12/2011, 14:42
Frank Martin Giovanni
Sólo para el director

Otro día, la misma canción, el príncipe no te suele llamar pero cuando lo hace TIENES que ir. Esa es la verdad para todos los vampiros que viven aquí en Berlín, pero lo es más aun para mí...


Escucho lo que necesita Wilhelm y tengo que contenerme para mantener la expresión neutra, este parece el típico trabajo que no quiere hacer nadie y que además implica política lo cual no me interesa en lo más mínimo, pero tenia que aceptarlo, entonces Walburg nombro que tenia que trabajar con alguien. Solo eso ya me molestaría, la misión parecía complicada y no quería tener que hacer de niñera de ningún novato, pero encima era Giovanni, demasiado. Frenando mi lengua en el ultimo momento le respondí con la mayor compostura que pude al príncipe:


- Wilhelm con todos mis respetos, yo trabajo SOLO.


LA frase fue tomando más fuerza de la que yo hubiera querido, al fin y al cabo le debía mucho a este "hombre" y no quería desagradarle lo mas mínimo... por mi bien.

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17/12/2011, 12:16
Director

Prosigues tu viaje hasta el castillo de Charlottenburg, lugar de tu cita con el Príncipe. La impresionante vista nocturna del castillo te sobrecoge un poco. Entiendes por qué Wilhelm lo eligió como su sede. Aparcas muy cerca de la entrada. Bajas yte diriges hacia la única entrada visible. El guardia nocturno te deja pasar y te indica con la cabeza una de las puertas laterales del castillo. Extrañado te diriges allí. Otro guardia te abre la puerta mientras dice:

- Está esperándole señor. Acompáñeme -

Y comienza a andar por los pasillos. Sigues al guardia mientras echas un ojo al castillo por dentro. Está decorado como en la época en que fue construido... siglo XVI o XVII calculas. Probablemente sea un lugar turístico y muchos humanos paseen por ahí durante el día, pero crees que estáis accediendo a una zona vedada a los que no son de la estirpe.

Finalmente llegáis a una pequeña sala con una mesita y un diván. El guardia te indica que te sientes y dice que te avisará cuando el Príncipe le indique. Acto seguido se lleva una mano al pinganillo y susurra algo: - Ya está aquí. -

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17/12/2011, 12:27
Wilhelm Waldburg

- Lo sé Frank. Por eso te necesito a ti. - Wilhelm hace una pausa, parece que está meditando cómo decir lo que va a continuación. - Por mucha política de puertas abiertas que hagamos, nunca podremos fiarnos del todo de gente como los setitas o los giovani. Te presentaremos como su guía en la ciudad. Le obligaremos a colaborar contigo para frenar a Gustav. Queremos que se sienta confiado, pensando que tiene a alguien de los nuestros para explicarle lo que necesite y apoyarle. Pero has pensado bien, ¿qué mejor forma de tener a alguien vigilado? Infórmame de todos sus movimientos. Quiero saber si llega a acercarse lo más remotamente a algún cementerio. O si establece algún tipo de contacto con cualquier Tremere. Maxwell Ldescu es un tipo peligroso. Quiero saber qué intereses tienen los giovani en nuestra ciudad, y hasta dónde están dispuestos a llegar para ello. Pueden ser muy útiles para acabar con Gustav, pero no quiero que se vuelvan en mi contra. -

Aunque trabajes sólo el plan de Wilhelm es inteligente... te parece que tiene sus lagunas pero es endiabladamente astuto.

- Además, uno de los nuevos que han llegado, los que sospecho que trabajan para Gustav, es una tremere. Quizá sea demasiada coincidencia pero no creo en ellas. -

Wilhelm sonríe amablemente, y continúa: - Si no lo necesitara no te lo pediría. Aumentaré tus territorios de caza. Tendrás el título oficial de Azote de Berlín. Y probablemente alguna recompensa más si nos deshacemos de Gustav. Recompenso a quienes me sirven bien. -

Notas de juego

Nota: sabes que el tal Maxwell Ldescu es el primogénito Tremere de Berlín Occidental

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17/12/2011, 13:33
Jean Carlo Giovanni

El resto del viaje ha sido apacible, sin contratiempos ni nada destacable. Aunque le ha ido rondando por la cabeza el tema de la explosión, no le ha dado más importancia de la necesaria, al menos por el momento, si había sido fruto de las disputas entre los vástagos el Principe Wilhelm lo sabría y si no era así querría saber de que se trataba.

Al llegar frente al edificio majestuoso que es el castillo Charlottenberg se queda un rato admirando su construcción, aún sin saber nada de arquitectura salta a la vista que es un edificio que ha visto crecer y cambiar la ciudad. Una pequeña fortaleza digna de alguien de categoría, aunque quizá con un exceso de ego importante. Al bajar del coche comprueba que lleva la pistola, la lleva en la cintura por delante de la pierna izquierda oculta por una de las solapas de la americana con el seguro puesto. Avanza hacia la puerta con aire despreocupado, el guardia me deja  pasar sin necesidad de identificarme, lo que me sorprende un poco, aunque no doy signos de ello.

O en efecto su ego es enorme, o sus redes de informadores funcionan a la perfección, o voy a trabajar para alguien demasiado descuidado.  

Ninguna de las tres opciones le agradan.

Sigue al segundo sujeto en silencio por los pasillos hasta llegar a una sala, cuando me dice que me siente con un movimiento carente de hostilidad abro la solapa de la chaqueta mostrando el arma y la saco con dos dedos. Frente a la vista del guardia extraigo el cargador, lo guardo en el bolsillo interior de la chaqueta y vuelvo a colocar el arma en su sitio, esperaba un cacheo o algo por el estilo, pero es mejor no dar pie a malentendidos.

Finalmente se sienta y aguarda.

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17/12/2011, 14:29
Frank Martin Giovanni
Sólo para el director

Mientras el príncipe hablaba abrí la boca y un pero se ahogó en mi garganta, el plan del príncipe iba encajándose en mi cabeza y sus flecos se ataban uno tras otro, si el clan Giovanni se descarriaba lo más mínimo en Berlín yo como futuro azote podría castigarlos a placer.


Una pérfida sonrisa se dibujo entonces en mi rostro y el príncipe puso saber de inmediato que aceptaría su mandato sin rechistar, le había dado a su perro el hueso que quería roer.


- Investigare al clan Giovanni y socavare la posición de Gustav.


Haciendo un ademan con la cabeza me puse en pie y espere a que el príncipe me despidiera o me llevara hasta el Giovanni que tenía que escoltar hasta Gustav.


- Si necesitas algo más Wilhelm, házmelo saber.

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18/12/2011, 16:42
Director

Al cabo de un escaso minuto el guardia se lleva de nuevo la mano al pinganillo y te hace un gesto:

- Ya puede pasar, señor. - abre la puerta y te hace un gesto con la mano...

Cuando entras puedes admirar la sala donde te encuentras. Una magnífica sala decorada con cuadros, cortinas, tapetes y mantelería del siglo XVI es la habitual sala de reuniones de Wilhelm. En el centro reposa una mesa rectangular bastante alargada, donde podrían sentarse perfectamente hasta 20 vástagos.Wilhelm se halla en la posición más cercana a ti. Detrás de él, junto a la mesa pero sin estar sentados, permanecen de pie 2 figuras. 

Wilhelm es un hombre de unos brillantes ojos azules y un rostro redondeado. Sus rasgos son fuertes y resulta atractivo a la vista. Parece el típico ventrue: lleva ropa de la mejor calidad y no lleva un pliegue fuera de su sitio.

De las otras figuras, una es un hombre bajito con el rostro bastante pálido, el pelo y los ojos castaño oscuros. Viste ropa elegante que le sienta bastante bien.

La otra figura en cambio... tienes que parpadear un par de veces para asegurarte... no puedes creerlo.

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18/12/2011, 16:58
Wilhelm Waldburg

Ves que Wilhelm hace un gesto con la cabeza a Peter. Éste se lleva la mano al bolsillo, saca un comunicador y transmite unas instrucciones.

- Creo que nuestro invitado ha llegado. - anuncia Wilhelm con una sonrisa. Se encara hacia la puerta de la sala y ésta se abre.

Una figura entra en ella con paso elegante y calculado. Los ojos del recién llegado pasan rápidamente por toda la sala, se detienen unos segundos en Wilhelm, posteriormente en Peter y finalmente en ti.

Ambos parpadeáis unos instantes y no sabéis cómo reaccionar.

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18/12/2011, 16:58
Director

Wilhelm titubea mientras mira sin cesar a Jean Carlo y posteriormente a Frank. Su mirada pasea de uno a otro sin cesar. La expresión de sorpresa del Príncipe os hace saber con absoluta seguridad que ni el mismo tenía ni idea de lo que iba a pasar, o de quién eráis cada uno.
 

Notas de juego

podéis hablar pero aparte hacedme una tirada cada uno (frank 6 dados, jean carlo 2 dados).

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19/12/2011, 08:22
Frank Martin Giovanni

Cuando cruzo mi mirada con el invitado un escalofrió recorrió mi espalda, forzándome a dar un salto y levantarme tirando la silla donde estaba sentado de espaldas. Frunzo el ceño y con un movimiento más automático que pensado, desenfundo mi pistola y apunto al Giovanni mientras miro a Wilhelm visiblemente irritado.


- ¿De que va todo esto? ¿Quién cojones es este?


No podía ser quien parecía ser... no podía... no... él... murió.

- Tiradas (1)

Motivo: Master

Tirada: 6d10

Resultado: 10, 5, 5, 5, 2, 8

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19/12/2011, 09:05
Jean Carlo Giovanni

Abre la puerta, y se queda en el umbral un instante mientras inclina la cabeza en un saludo a Wilhelm, pero ladea la cabeza levemente al ver su expresión de sorpresa. Mientras pasea la vista por los otros dos sujetos, uno de ellos se levanta de pronto empujando su silla.

Pivotando sobre el pié izquierdo da mieda vuelta y pega la espalda a la pared, por un momento se lleva la mano a la cintura para desenfundar su arma, pero hace escasos minutos la ha descargado.

Mierda.

Con un rápido vistazo controla que está haciendo el segurata, con todo no escucha lo que Frank dice. Jean Carlo no es consciente de quien hay en esa sala, pues todo ha sucedido muy rápido.

- ¿¡Así es como tratais a los invitados!? Era de esperar... Malditasea... ¡¡¿Que es esto una puta encerrona?!! Puta Camarilla... - añade al final para si.

Sabe que no le dará tiempo de sacar y cargar el arma con el guardia aquí, por lo que espera, igual solo quieren dinero, o es un malentendido.

- Tiradas (1)

Motivo: Master

Tirada: 2d10

Resultado: 5, 6

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19/12/2011, 14:43
Wilhelm Waldburg

- Quietos los dos! - la potente e imperiosa voz de Wilhelm os paraliza. Ambos os encontrais de repente como si flotarais en una nuba, con una extraña sensacion de paz y tranquilidad que os embarga...

- Por favor mister Giovani, tome asiento. - Wilhelm deja pasa su mirada del invitado a Frank: - Tu tambien Frank, creo que es bueno que aclaremos todo esto. -

Mientras Wilhelm habla Peter se ha situado estrategicamente entre medias de vosotros dos. Y ahora deja ver un par de pistolas que lleva enfundadas, antes tapadas por la gabardina pero ahora perfectamente visibles.

Cuando os sentais, el Principe toma asiento tambien y empieza a preguntar: - Sois muy parecidos, y es evidente que os conoceis... pero ninguno esperabais encontrar aqui al otro. ¿Que pasa aqui? - su voz ha dejado de retumbar y suena tranquila y cristalina... seguis con una abrumadora sensacion de paz... no teneis ningun tipo de ira, no os duele la cabeza... es algo inexplicable pero os encontrais muy bien.

Notas de juego

A efectos de juego, ahora mismo Wilhelm esta tan sorprendido como vosotros, pero para que no llegue la sangre al rio esta usando un poder de Presencia a nivel 6: disuelve todas las hostilidades presentes en el area, os inunda una sensacion de paz y calma, y sois incapaces de emprender cualquier accion hostil (no tiene por que ser contra el como en Majestad-presencia nivel 5). Si quereis empezar alguna hostilidad avisad y tendriais que gastar 1 punto de FV, y tirar vuestra reserva total de FV a dificultad 10. Con 1 exito podriais hacer alguna accion hostil contra quien querais.

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19/12/2011, 14:59
Director

Notas de juego

Respecto a tu tirada, a pesar de la tension del momento tus expertos sentidos se percataron de que Peter Klaist, el Protector, hizo un leve movimiento mientras tu apuntabas a tu hermano y el trataba de desenfundar su arma. Has visto como el guardaespaldas del Principe ha pulsado algun boton de su intercomunicador (probablemente los refuerzos esten en camino por si hay problemas). Aunque has visto a Klaist en accion, y no dudas de que seria capaz de manejaros a ti y a tu hermano sin problemas...

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20/12/2011, 00:23
Jean Carlo Giovanni

Tras la sorpresa inicial y el impulso posterior de intentar huir por cualquier medio, Jean Carlo repara en lo que sus ojos han visto en la habitación y no ha sido capaz de entender. El que por poco empieza a disparar no es otro que su hermano mayor. No hay duda, o eso, o una especie de broma de mal gusto. No es capaz de omitir la orden de Wilhem, ni siquiera tiene capacidad para planteárselo.

Entra de nuevo en la sala, como si los últimos segundos no hubieran tenido lugar. Mientras entra observa un instante a Frank para cerciorarse que sus ojos no le han jugado una mala pasada y toma asiento levantando levemente la parte trasera de la americana para que no se arrugue. Con los codos apoyados en la mesa espera hasta que Frank también se sienta.

- Parece que nuestra primera... encuentro... no ha ido como esperábamos.- Se dirige al Príncipe Wilhem en un alemán tosco, habla poco a poco pensando cada una de las palabras empleadas y dudando de vez en cuando. - Si esto no es una broma, parece que aquí el caballero tiene mucho que... mucho que contar. - Frunce el ceño levemente sin salir de su asombro y mira a de nuevo a Frank, emplea ahora el Italiano. - No se como decirlo, somos, viejos conocidos... ¿No es así Marti? - Usa el nombre que ha usado siempre con su hermano, desde crios. Pese a la extraña sensación de tranquilidad que le envuelve, siente un ligero malestar, como cuando se mira una de esas fotografías imposibles de escaleras que entran en un bucle ascendente infinito, sin principio y sin final.

Realmente de todo lo que podía haber imáginado esto es lo único que no habría sido capaz de preveer, después de lo ocurrido en el banco había pensado en él muy pocas veces, ni siquiera se había planteado si podría haber sobrevivido, tenía claro que no, pero sin duda se había equivocado. Su reclutamiento y su posterior reclusión le habían nublado la mente de tal manera, que tenía la sensación que ese último encuentro había tenido lugar siglos atrás pero en este momento, sentado ante un Príncipe, o futúro Príncipe de una ciudad completamente desconocida, los recuerdos lo asaltaban con tal claridad que hasta sentía el olor de la gasolina, de la pintura ardiendo, los silbidos de las balas y las voces de angustia de los rehenes retumbaban en su cabeza como si nunca hubieran desaparecido. 

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20/12/2011, 08:54
Frank Martin Giovanni

La ira se disipa como si nunca hubiera estado allí, mientras me muevo lentamente y recojo la silla que acabo de tirar para sentarme en ella me doy cuenta extrañado que sigo con el arma en la mano, la guardo y me siento paciente. El que esta frente a mí parece mi hermano... ¿es mi hermano? Mis dudas se agolpan y de repente me llama por un nombre que parece un siglo que no escucho "Marti".
Frunzo el ceño por un instante pero algo vuelve a tranquilizarme, las imágenes se agolpan y vuelvo a ver como mi hermano salta por los aires cuando un vehículo estalla cerca de los atracadores... y como lo veo desde el suelo después de haber sido abatido por una ráfaga suya...


- No me llames así. Digo en italiano poniendo una mueca de enfado.


Miro al príncipe y después a Klaist, tengo unas ganas tremendas de salir de aquí e irme con mi moto a quemar todos los bares de Berlín. Pero seguramente haría algo de lo que me arrepentiría el resto de mi vida... De nuevo vuelvo a relajarme, me remuevo en mi asiento incomodo y finalmente hablo de nuevo, esta vez en alemán.


- Este vástago parece ser alguien a quien yo daba por muerto... mi hermano.


Miro al príncipe, no con ira pero si una seriedad que daba a entender más que toda una retahíla de palabras, nunca se me dio bien expresarme, pero la mirada muchas veces hace innecesario decir nada más.

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20/12/2011, 19:53
Wilhelm Waldburg

- Bien. Creo que será mejor que hablemos en su lengua natal para no incomodar a nuestro invitado - prosigue Wilhelm en italiano. - Señor Giovani, quería agradecer a su clan su apoyo en mi empresa... Como le dije a sus superiores, primero usted, y posteriormente más gente de su clan, podrán establecerse en esta ciudad. - veis que titubea unos segundos - Er... Frank será su guía. Él le acompañará y mostrará los rincones de Berlin, y así usted podrá decidir dónde desea establecer su refugio. Sé que sus compañeros han dispuesto de una mansión con todas las comodidades. Pero conociendo sus intereses y gustos... creo que encontrarán otros sitios más apetecibles. Serán suyos, cuando caiga Gustav. -

Wilhelm se levanta y cruza las manos a la espalda. Da unos pasos alrededor de la mesa hablando con una pasión y una convicción como nunca habías sentido: - Esta ciudad podría ser el centro de la nueva civilización. Tenemos tanto que dar, tanto progreso que ofrecer... y Gustav no hace más que echarlo todo a perder. Retrasa la evolución, la inversión de las empresas en nuestra urbe, y es un peligro para la mascarada y la Camarilla. Sus obsoletas normas están abocadas al fracaso. - Wilhelm se detiene. - Es por eso que necesito a alguien de fuera. Usted, señor Giovani. Alguien que nadie pueda relacionar conmigo. Tiene que socavar la posición de Gustav. Frank ha entendido el objetivo y puede ser más claro. No pido que atenten contra Gustav, pues no tendría sentido. Pero sí pongan en evidencia su estructura, preparen atentados contra sus sedes de poder, o las bases de su organización... lo que se les ocurra. - Wilhelm sonríe. Su franca sonrisa siempre desarma a la gente que viene a parlamentar con él. - Sé que Gustav ha contratado a mercenarios de fuera. Han llegado esta noche a la ciudad. Y planearán algo contra nosotros. Peter, aquí presente - dice mirando al guardaespaldas. - Hará todo lo posible por evitar sus planes, pero si vosotros os enteráis de algo informadnos. -

Wilhelm está tranquilo y parece satisfecho. - No es sencillo. Socaven la posición de Gustav, ridiculícenle delante de toda la Camarilla, y tendrá un puesto asegurado en mi ciudad, Jean Carlo. El resto de Giovani que quieran venir tendrán que pedirle permiso a usted... creo que eso le agradará. - durante un instante la sonrisa de Wilhelm pasa de ser afable a la de un depredador... pero es un cambio mínimo... en menos de un segundo su sonrisa habitual vuelve. - Espero sinceramente que las diferencias que tuvieran en el pasado como hermanos, se queden en el pasado. - os mira interrogativamente a ambos.

Notas de juego

Os ha soltado toda la parrafada en un impecable italiano.

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21/12/2011, 10:43
Jean Carlo Giovanni

Inclina la cabeza agradecido por el gesto de Wilhelm. Sin duda no habría entendido la mitad de las cosas y posiblimente habría malinterpretado más de una frase si hubiera hablado en Alemán. Además le había mostrado que debía tener cuidado de lo que decía incluso en su lengua materna.

- Gracias. - Inclina la cabeza. - Sin duda usted sabe como negociar, un acuerdo más que generoso por su parte teniendo en cuenta que prácticamente estoy aprendiendo a caminar. Pero... - Mira un instante a Frank y decide no terminar la frase. Pese a creer que claramente un error, prefiere tenerlo vigilado que vagando a sus anchas, es mejor saber donde hay que dispara que hacerlo a ciegas.

Habrá que estar atento a más de un flanco, pero almenos no me atacarán desde las sombras, almenos Marti no lo hará...

- ¿Dice usted que tendremos total libertad de acción? Siempre y cuando no le pongamos a usted en un compromiso, claro. Lo digo más que nada, por que me sería de gran ayuda no tener que rendir cuentas a nadie, no sentirme vigilado, no trabajo bien bajo presión. Es uno de los motivos por lo que acepté venir a esta ciudad, me sentía enjaulado entre los mios, y es una sensación que aborrezco. No le defraudaré, me aseguraré que mi inversión produzca ganancias... Para ambos.