Partida Rol por web

Requiem

Capitulo 1: Pajarito

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02/06/2011, 17:18
Director

Un hombre gordo corría huyendo por el callejón de atrás. Llevaba un traje azul pastel y una camisa blanca con chorreras. Sudaba a borbotones y resoplaba abriendo la boca de par en par en un desesperado intento de coger aire. Su carrera irregular de acelerones y frenazos, de giros a la izquierda y a la derecha fue a morir a una verja alta de cojones. El gordo miró hacia arriba, hacia la cúspide de la malla metálica. Contempló  una cima imposible de alcanzar.  En señal de  rendición se dejó caer hacia delante apoyándose con las manos en aquella barrera. Sus pulmones quedaron libres al fin de las exigencias de la carrera dejando escapar una bocanada de aire en forma de resoplido. Llevar oxigeno a todas las partes de la inmensidad de ese cuerpo de más de 120 kilos era un trabajo duro y poco reconocido. 

No tardó en llegar a la típica escena del callejón sin salida una sombra curvada y ondulante. Le siguió su dueño. Un negro alto y espigado que dilataba el tiempo entre paso y paso como lo hacen las personas que se creen importantes o que simplemente lo son. Tenía un par de ojos vivos, de color claro. Eran unos ojos indagadores. Parecían un par de Inspectores de Hacienda. Lo invadió todo un olor extraño, un olor como a queroseno.

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02/06/2011, 17:18
Señor X

Por el amor de Cristo. dijo el  negro hablando muy despacio. Sonó a frase hecha. Deja de correr. añadió cuando sus zancadas habían reducido la distancia con el otro a unos escasos metros. Hablaba friamente como si  sacara las palabras  de un congelador.

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02/06/2011, 17:19
Harold

No es justo. Harold, escuchó la voz de la sombra que le perseguía  mezclada con el sonido de sus propios esfuerzos respiratorios transformados en un desagradable quejido asmático. Sentía la presencia de aquel tipo justo detrás y muy cerca. Dos factores (cerca y detrás) que no solían augurar nada bueno en una persecución cuando eres tú el que va delante. Pensó en girarse y  ponerle cara a la sombra serpenteante. Incluso hizo el amago con la cabeza. Sin embargo renunció a la idea.

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02/06/2011, 17:21
Señor X

No sé de donde te habrás sacado tu idea de la justicia. Contestó el negro y Harold sintió en su nuca un viento gélido que le movía el pelo. Era como si aquel hombre se hubiera tragado un ventilador.

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03/06/2011, 09:58
Harold

Vas a matarme ¿verdad? El tema de su vida era ahora lo más prioritario para él; asi que dejó atrás las presentaciones, los buenos días y ese tipo de formalismos. Quería saber si llegaría a ver el partido de los Giants que daban a las ocho y media.

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03/06/2011, 09:59
Señor X

No me hagas preguntas y no te diré mentiras... dijo el Señor X. No era su verdadero nombre pero aquellos tipos  de los que tenía que ocuparse le habían colocado ese sobrenombre y había acabado por agradarle mucho. Tenía estilo y la verdad es que nadie antes le había llamado señor. Supuso que a ellos no les importaría que se lo quedase. No. Seguro que no les importaría.

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03/06/2011, 10:04
Harold

Maldita sea. No he hecho nada.  Probó suerte. Johnny, un amigo suyo de la infancia, le había dicho  cuando eran unos críos que  pasase lo que pasase negara siempre los hechos. Claro que no es lo mismo negar haber roto los cristales del escaparate de una heladería que negar haber estado en aquella gasolinera a cara descubierta sujetando un rifle con cuatro testigos señalandote. Johnny había acabado en la silla electrica por aquel atraco y quizás Harold debió darse cuenta entonces que  negar las cosas no siempre funciona y que a veces resulta mucho más eficaz comprarse un pasamontañas.

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03/06/2011, 10:06
Señor X

Quizás.  Hacía siglos que no se lo pasaba tan bien y no se esforzó por disimular en su tono cuanto estaba disfrutando jugando con aquel pajarito.

♦  ♦  ♦

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03/06/2011, 20:56
Director

Allí estaba el típico restaurante de comida italiana de medio pelo. Spaguettis del supermercado recalentados que aparecían en el menú a precios baratos bautizados con rimbombantes nombres italianos que hacían juego con la ópera que salía de un tocadiscos. Uno podía intuir a un par de gordos con túnica conspirando a garganta pelada en un escenario barroco como responsables de la banda sonora del local. Había madera por todas partes. En las mesitas pequeñas cubiertas por manteles de cuadros rojos y verdes. Madera en las sillas dispuestas alrededor. También las estanterías que estaban colgadas en la pared eran de madera. En ellas las botellas de vino se apretujaban como los hinchas en las gradas baratas del Polo Grounds*

Notas de juego

* Polo Grounds era el estadio de los New York Giants hasta 1957, año en el que el equipo se mudó a California

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07/06/2011, 14:07
Director

Notas de juego

PODEIS COMENZAR.

PARA SABER COMO HABEIS LLEGADO HASTA AQUI LEER LA ESCENA TRASFONDO

Debeis abrir el sobre que os ha entregado Beverly o bien podeis hacer lo que querais.

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07/06/2011, 17:00
James Hudson

James permanecía detrás del volante de aquel Buick, aun con el motor en marcha, mirando hacia la fachada del “Roberto y Luigi”, sin observar nada en especial, tan solo pensando un poco mientras de fondo aun podía escuchar el ronroneo provocado por el motor del coche.

Sus vista se desvió hacia el espejo retrovisor, en cuyo reflejo podía ver el rostro de Katrina, sentada en el asiento trasero del coche. Una mujer llamativa, sin duda, que podría despertar el interés de cualquier hombre con solo hacerse a la vista. No se detuvo mucho con aquella imagen, no quería dar la impresión equivocada, ademas de que ya le había echado los perros a Beverly unas semanas atrás, apenas se incorporara a la agencia, cuando aun no estaba demasiado asentado en aquel lugar como para no permitirse mezclar el trabajo con otras cosas... no quería parecer un baboso, ademas de saber muy bien que su función ahí es trabajar y no andar de coqueteo.

Entonces, dejando de contemplar el rostro de Katrina, su vista se posó en Trevor... Trevor Jennings. Había escuchado algo de él en los pasillos de la central, tiempo atrás, pero poca atención había prestado entonces como para recordar algo realmente importante. Mira a aquel hombre y al sobre que lleva entre sus manos, el sobre que les habían dado en la agencia.

- Entonces... ¿que hay en el sobre? - preguntó finalmente con su voz grave y ligeramente rasposa por el tabaco y el alcohol, mientras apaga el motor y observa el sobre que Jennings lleva entre sus manos. Apenas conoce a esa gente, apenas acaba de llegar a la agencia, sin ningún trabajo considerable en su historial, pero sabe muy bien que no se encuentra ahí para hacer amigos, para intercambiar historias o analizar a la gente mediante largas miradas silenciosas. No, había que hacer el trabajo, y mejor ponerse a ello cuanto antes.

Saca un cigarro de su bolsillo y se lo lleva a la boca mientras espera respuesta, buscando el mechero entre los bolsillos de su saco.

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07/06/2011, 17:23
Director

Notas de juego

Llevas el sobre que os ha dado Beverly. Es de color marrón y no tiene ninguna marca ni indicación.

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07/06/2011, 18:05
Director

Trevor examinó el sobre y comprobó que era áspero al tacto. Era de ese papel que usan en Hacienda o los del Gobierno para enviarte multas, que te han denunciado o simplemente para comunicarte que vas a ir a la trena. Si ves tu nombre escrito a máquina en un sobre de esos date por jodido. A Ulysses le gustaba la idea de crear esas sensaciones en sus asalariados. Pequeños juegos mentales. Pero claro Ulysses está chiflado. Todos lo sabían.

Al abrirlo el sobre marrón (y áspero) vomitó dos sobres más como una de esas muñecas rusas. Eran blancos esta vez. Uno grande y otro más pequeño. No había nada escrito en ellos. Ni una puñetera marca. Nada. Por más que los miraran seguían siendo completamente blancos. De fondo se escuchó la carcajada ahogada de Ulysses Burton aunque eso sucedió solo en sus mentes. (O quizás no)

Notas de juego

¿Que sobre abres?

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07/06/2011, 18:21
Katrina Kalinigta

Impulsiva, le quitó a Trevor los dos sobres de las manos, con una habilidad tal que  cuando su compañero quiso darse cuenta ella ya los estaba abriendo. Katrina se encontraba algo molesta con James por haberse puesto al volante del Buick, así que se pasó todo el recorrido haciéndole mohines provocativos, devolviéndole sus miradas inquietas o lanzándole miradas tan frías que hubiesen helado los bigotes de un esquimal.

- El motor parece un viejo con asma, James. Te lo estás cargando. ¿A quién sobonaste para que te dieran la licencia? -bromeó con sorna-.

Paseos así la aburrían. Lo mismo que el tiempo que pasaba lánguidamente en la oficina sin hacer nada. Al principio le hizo gracia medio flirtear con Beverly pero esa zorra solo se dedicaba al "jefe" y a su trabajo. Intentó intimar y sonsacarle cualquier cosa, pero la chica era tan sosa como una alpargata. Bostezó, extrajo un cigarrillo de su pitillera y lo encendió. Acto seguido exhaló el humo con gracia y parsomina a la cara del serio Trevor.

Se concentró en los sobres. Los palmó y agitó. Abrió el grande, primero lo grande, luego lo pequeño. Qué guasón ese Ulysses. Tan jodidamente loco como el tipo que Katrina conoció en las Vegas dos años atrás y que se creía un reencarnado de Mefistófeles. Echó una mirada por la ventana al restaurante italiano; menudo lujazo, se dijo. Bueno, chica, en sitios peores has comido. Además, los italianos suelen ser divertidos y de sangre caliente.

Miró el contenido de los sobres.

 

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07/06/2011, 18:51
Director

El sobre grande contenía una carta firmada por Ulysses, que rezaba así:

 

Señores pardillos, 

Hay gente que hace cualquier cosa por dinero. Si has nacido en Italia o en Irlanda, matar, robar y extorsionar resultan mucho más rentables hoy en día que trabajar como estibador o en una fábrica de carbón. A esta gente le gusta tanto el anonimato como la pasta y por eso necesitan una agencia como la nuestra para resolver según que problemas. Uno de estos clientes desea que alguien reciba un mensaje, una pequeña reclamación sobre el derecho a ejercitar ciertas actividades. Un formalismo. No sabe su dirección y no es una felicitación por el día de acción de gracias así que no puede recurrir a correos ni a las páginas amarillas. 

Tenéis que encontrar a ese entrometido, se llama Jack Beaumont y entregarle el sobre pequeño que contiene el mensaje en cuestión. No lo habréis abierto ¿verdad?. Apostaría cien pavos a que lo habeis abierto. ¿Verdad? Joder .

Bien, no es que no me fíe de vosotros pero me he adelantado y he hecho mis investigaciones. Lo único que he averiguado es que en su banda hay un antiguo conocido, un chivato de poca monta que se llama Dexter. Lo último que se sabe de él es que trabaja en un restaurante italiano. (Sí, es ese que teneis delante). Sacadle el paradero de Beaumont a ese capullo y entregar el mensaje en mano. Fácil ¿no?

No la jodais.

Ulysses Burton. 

P.D. ¿Habéis visto a Jack?* Ese cabrón anda por aquí. Le vi el otro día en el hipodromo.  El muy hijodeputa no quiere darme lo mío. Si le veis partidle algo. Lo dejo a vuestra elección. Me fio de vosostros. Las piernas sería una buena opción. Sólo es una idea. Lo dejo en vuestras manos pero partidle algo que duela.

Notas de juego

* Jack es el supuesto espía sovietico que afirma ser la reencarnación de Houdini y que es el protagonista de las obras de teatro que son las esquizofrenias alucinogenas (y esquizoides) de Ulysses.

⇒ Tiradas de callejeo. Lanzais 3d10 desglosados. En modificador poneis lo que tengais en carisma más lo que tengais en callejeo. Para saber el resultado tomais el resultado del medio (ni el más alto ni el mas bajo) si teneis la habilidad callejeo. Si no la teneis usais el valor más bajo obtenido.

Por ejemplo: saco 2,4,7. Si tengo habilidad callejeo cojo el 4. Si no la tengo cojo el 2. Luego sumo Carisma + Habilidad Callejeo.

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07/06/2011, 19:12
James Hudson

James, aun con el cigarro sin prender en la comisura de su labio, mientras con sus dedos jugueteaba con el mechero, escucha las burlas de Katrina, a las cuales no responde mas que con una mirada fría que refleja por el espejo retrovisor. Por un momento la tentación de contestar es grande, pero guarda silencio y presta atención a los sobres mas pequeños, esperando saber, de una buena vez, que hay ahí dentro y que tiene que hacer en un restaurante italiano.

Escuchó con atención el contenido.. aunque este no le alegrara demasiado.

- Conseguir una dirección y hacer de carteros... ¿eso es todo? - dijo, decepcionado, mientras se giró en su asiento, mirando tanto a Trevor como a Katrina, esta ultima aun con la carta en mano – hasta un jodido policía de transito puede hacer eso... - pensó mientras su entrecejo se fruncía y la llama que emergió del mechero tras un chispazo encendió el cigarro negro que colgaba de sus labios. Su vista se perdió por la ventanilla del coche, hacia la calle, mientras exhalaba el humo por la nariz.

- Tiradas (1)
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07/06/2011, 19:03
Trevor Jennings

Habia sido una buena cosa para Trevor entrar a formar parte de la agencia del Sr. Burton ya que a pesar de su supuesta locura la gente que pertenecia a ella parecia bastante competente y a su vez discreta. Como por ejemplo los dos compañeros que le habian asignado Hudson, un hombre de pocas palabras con aspecto de tipo duro y no digamos Katrina, de las que el ex-policia no conocia sus habilidades pero seria un placer averiguarlas. De todas maneras hasta el momento los trabajos asignados habian sido simples y rutinarios, y la pereza se estaha adueñando de nuevo de él hasta que del sobre que abrio Katrina surgieorn otro dos. Entonces sus ojos se abrierón y sus ojos de languida mirada pasaron a cierta curiosidad.

- Quizas esto sea mas interesante de lo que parecia en un primer momento - pero antes de poder examinar los sobres para detectar alguna pista la bella muchacha procedio a manosearlos sin contemplación y abrirlos a continuación para descubrir un encargo que en un primer momento tampoco era nada del otro mundo - Supongo que si todo va bien seremos capaces de encontrar al tal Beaumont. No perdamos el tiempo entoces y hablemos con ese Dexter, supongo que este es el restaurante donde trabaja. Sino si que seria una buena broma del Sr. Burton - y dicho esto Trevor baja del coche.

- Tiradas (1)

Notas de juego

callejeo 16