Partida Rol por web

Requiem

Capitulo 2: Capricho

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29/07/2011, 15:24
Director

En contra del pensamiento popular el destino no es caprichoso ni mucho menos. El destino es un hijodeputa cuyo pasatiempo favorito es el de descojonarse de nosotros. Pasa su tiempo preparando pequeñas trampas como un científico elabora con cuidado y esmero esos laberintos de madera para sus ratitas blancas. Trozos de queso por aquí y por allí. La técnica del ensayo y error. Una y otra vez hasta que la rata consigue llegar al centro y pulsar un pequeño botón que encienda una bombilla roja. El destino sigue el mismo patrón. La diferencia está en que la bombilla roja en nuestro laberinto ha sido sustituida por un cartel de neón que dice: “Gilipollas. Como se puede ser tan gilipollas”.

Uno de esos laberintos para ratas humanas del destino estaba en la calle 42 Coincidía en su entrada con la puerta del Burbank. Un local de streaptease.  La puerta era de doble hoja y  debía pesar quinientos kilos, kilo arriba, kilo abajo. Si hubiera estado más caliente habría pasado por ser la mismísima puerta principal del  infierno. El desorbitado peso  era  una señal inequívoca que casi todo el mundo puede interpretar, pero que por alguna ignota razón muy pocos siguen. Y es que debía existir un buen motivo para el exceso de lastre.

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29/07/2011, 15:27
Director

Pasaba la medianoche cuando aquellos tipos llegaron a la entrada....

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29/07/2011, 15:28
Katrina Kalinigta

No pienso entrar ahí. dijo Katrina Os esperaré aquí. En el coche. parecía totalmente decidida a hacer lo que decía. Miraba de soslayo a la calle desierta evitando el coincidir de sus ojos con la entrada al Burbank. Las luces de neon invadían la zona reflejandose en los charcos en un extraño juego.

Ni hablar No tenía ninguna intención de entrar en el local donde van a terminar los caminos de los fracasados de la madrugada.

 

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29/07/2011, 18:11
James Hudson

- Bueno, yo si podría permitirme tomar un trago – dijo James tras observar un tiempo en silencio la puerta de aquel antro, y en respuesta al comentario de Katrina.

Aquellas puertas le daban mala espina. En general aquel tipo de lugares eran antros en donde los oficinistas iban a empaparse en alcohol y gastar algo de su sueldo antes de tener que volver a casa para tener que seguir soportando a sus familias. Generalmente, pero aquellas puertas, aquel lugar tan cerrado, le hacia pensar que no se trataba de otro antro para padres de familia cansados, si no que era otro de esos lugares utilizados por sujetos de mayor importancia para arreglar sus asuntos, concretar negocios, o tomar algo “luego del trabajo”. Al menos ese tipo de sitios suelen ser un poco mas decentes, normal, por otro lado, si un cliente es capaz de romperte la piernas o dejarte sin negocio por encontrar una mosca en su cubo de hielo. Esa es al menos la idea que puede hacerse Hudson de aquel lugar, el cambio que puede dar a la percepción la diferencia entre una puerta que dice “entra” entre otra que dice “alejate”. En todo caso el tal Beaumont le resultaba aun mas interesante al ver aquel lugar, aunque aun le siga molestando la idea de que aquel negro con el cual había tenido el enfrentamiento horas atrás siguiera caminando por ahí, sin ningún rasguño.

- Bien, Jennings, vamos ahí – dice mientras abre la puerta del vehículo – te invito un trago – añade su voz cansada mientras baja del vehículo, dando un portazo tras él, y caminando hacia la puerta.

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30/07/2011, 13:38
John Doe

Buenas noches. les sorprendió una voz ronca

Apareció una camisa negra desbordada  por unos músculos abruptos que la rebosaban por todas partes. Los brazos estaban surcados por venas, semejantes a cables que corrían bajo una delgada película de piel blanquecina. Los músculos parecían esculpidos por un cincel sobre marmol. Sobre él corrían las letras de un par de tatuajes que el paso del tiempo y el sol habían llenado de tonos verdosos. “Mens sana in Corporem sano” se podía leer claramente en la inscripción de su brazo izquierdo. “Esta es la palabra de Dios” rezaba la leyenda verde de su puño derecho.

¿Que haceis aquí hijos míos? Bajo una cara cargada de ángulos rectos destacaba ahora el blanco del alzacuellos de un sacerdote.

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31/07/2011, 10:46
Trevor Jennings

- Alla vamos a otro de esos lugares donde la escoria y las almas perdidas acaban definitivamente perdiendo el poco dinero y esperanzas que les quedan - penso Jennings para si mientras recordaba lo poco que le falto para ser uno de los clientes habituales de sitios como este o peores. Cunado iba a responder a la invitación de James las palabras del sacerdote le sorprendieron.

- Lo mismo podriamos decir nossotros Padre. ¿Que hace un hombre de dios en un sitio como este donde el nombre de Yavé solo se pronuncia en vano? -

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31/07/2011, 23:03
John Doe

Voy a donde me envía el Todopoderoso. No discuto sus ordenes.  aquello empezaba a oler a reprimenda parroquial. A horas extras del sacerdote en su misión divina.

Entonces tiró de una cuerda que tenía atada a la muñeca izquierda. Ésta se tensó y apareció en escena la imagen de Jesucristo. Era una estatua de un par de palmos de alta colocada sobre un pedestal que a su vez el sacerdote había instalado sobre un carrito con ruedas que chirriaban al desplazarse. La figura rodó sobre su trono movil impulsada por el tiron de la cuerda. Se detuvo cerca del sacerdote como si los dos tuvieran todo aquello ensayado. De pronto y de las entrañas de la figura de Jesus emergió una luz. Quedó al descubierto un pequeño cable negro que se introducía en el interior de la figura y que procedía de una pequeña batería colocada en la parte de abajo del carro.

Este es Jesucristo. señaló el ingenio religioso-luminiscente-rodante-

Y os está vigilando

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02/08/2011, 14:11
John Doe

¿Qué? ¿Se os ha comido la lengua el gato? sus hombros formaron un signo de interrogación.

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03/08/2011, 09:18
John Doe

Venís a darle al asunto ¿verdad? el sacerdote hizo un gesto imitando estar follando.

Guiñó un ojo y señaló una gran ilustración que habían pintado con superlativo realismo en la misma fachada. Unas cuantas fulanas desnudas de cintura para arriba. Sacerdotisas de la secta de la curva. Adeptas de la Filosofía de la Voluptuosidad y la Moral Distraída. Sirenas inmóviles que llamaban a cualquiera que navegara por las aguas de la calle 42  a estrellarse en los arrecifes del alcohol adulterado y la ropa interior femenina diminuta.

Notas de juego

Todo bien?

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03/08/2011, 10:23
Trevor Jennings

- Si eso, al asunto - dijo Trevor con una voz un tanto cansada y cinica - Pero espero que el tema lo resolvamos rapido y salgamos rapidamente de este antro. Como diria usted "Por el bien de nuestras almas" - y le hacce un gesto con la cabeza a James para que le siga para a continuación empujar la puerta de entrada del local de streaptease - Vamos alla -

Notas de juego

Estaba esperando a si alguien queria hablar con el sacerdote

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04/08/2011, 01:38
James Hudson

James se mantuvo en silencio escuchando a quel sujeto. Pintorezco, extraño en cualquier otro lugar del mundo, en cualquier otro momento, menos ahí y en ese preciso instante, cuando hasta aquel sujeto con su dios observador, sus tatuajes y su cuerpo escultural, eran de lo mas normal, un personaje mas entre tantos que salen a recorrer las noches, cuando la gente decente vuelve a casa.

Se mantuvo en silencio mientras Trevor intercambiaba unas pocas palabras. Gerneralmetne le dejaba hablar a él, se le daban mejor las palabras, y Hudson nunca fue una persona que se caracteriara por su paciencia, razon por la cual permanece callado tanto cuanto es necesario.

Cuando tuvo la oportunidad de seguir su camino junto a su compañero no se demoró, y volvió a ponerse en marcha, directo a la puerta, aunque sus ojos se quedaron clavados en aquel reverendo, mientras su cuerpo se alejaba, el cuello de James se tuerce en direccion al tipo, sin quitarle el ojo de encima, curioso.

- Yo no tengo tanta prisa... - Dijo finalmente a Trevor, por lo bajo y volviendo de nuevo la vista al frente, hacia la puerta. Tal vez por estar acostumbrado, o por no ser tan buen samaritano como su compañero, pero la idea de ir a ese tipo de lugares no le incomoda demasiado.

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04/08/2011, 08:13
John Doe

Al igual que un vampiro no puede entrar en una iglesia, ambos sabían que el cura no entraría en aquel lugar de pecado. Allí dentro estarían a salvo de sus afilados sermones y sus reproches moralistas.

Estais en su lista negra. ese "su" hacia refrencia inequivoca a su acompañante. A aquella versión luminiscente de Jesucristo

Es un hecho cientifico… si engañas a Dios …. Vigilandote…. tiraron de la pesada puerta y el sonido de la música interfirió con las palabras del reverendo. Su discurso se desmoronaba sodomizado por las notas musicales.

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04/08/2011, 08:21
Jesucristo

***Un dardo embadurnado en el veneno del reproche salió disparado de los ojos de la estatua. Se clavó en las nucas de aquellos dos y empezó a hacer efecto inmediato en sus conciencias. ***

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04/08/2011, 08:25
Director

--ZAS¡¡¡¡¡¡¡ La puerta se cerró tras ellos. El reverendo era ya historia.--

La planta de abajo del local se había consagrado por entero al consumo de alcohol y al contorsionismo femenino alrededor de una barra de acero. Rodeaban la pista sillones de una plaza. Perfectos para tíos solitarios. Perdedores que se habían dado cuenta de serlo décadas atrás. Tipos que habían tirado la toalla para dejarse llevar por la marea como una botella lanzada por un naufrago al océano. Todas aquellas botellas empujadas por las corrientes nocturnas acababan en el Burbank. Cada una contenía un mensaje en su interior. Un mismo y único aviso en todas ellas: “Para cuando leas ésto, seguramente ya estaré muerto”

La luz roja lo invadía todo. Sillones rojos, paredes rojas. Había algún tipo allí sentado. Estaban quietos como estatuas que unos gamberros hubieran pintado con aerosol rojo intenso. Estaban muy quietos. Parecían muertos que esperaban su turno para ser enterrados

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04/08/2011, 08:27
Woody

¿Una copa? Dijo el camarero desde la barra alargando la mano hasta una cajetilla de cigarros. Sacó uno con la boca. Luego sacó un encendedor. Lo encendió. Le dio una calada y su tarjeta de presentación fue una bocanada de humo magnífica.

¿Qué les pongo? Era un tipo de unos treinta  años. Llevaba una camisa de color azul. Aunque pudiera ser blanca. La luz roja no jugaba a favor de distinguir los colores. Las mangas se remangaban sobre unos brazos peludos que acababan en unas manos nudosas

Notas de juego

El local es bastante grande. Ahora mismo no hay actuando ninguna chica. Hay varios tios sentados esperando el próximo show. Otros están sentados en la barra bebiendo.

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04/08/2011, 18:53
James Hudson

Hudson entró en aquel lugar a paso sereno, a la retaguardia de Trevor, unos pasos delante de él. Sus ojos iban de un lado a otro mientras trataban de escudriñar entre los recovecos de aquel lugar mal iluminado y monocromático, casi pudiendo sentir el zumbido de aquel color rojo tan furioso que cubría cada palmo del lugar.

El resto de la personas, o los restos de lo que antes pudieron haber sido personas, ahí sentados, casi inmóviles en sus lugares, contemplando todo lo que ofrece aquel sitio sin tener que pagar de más, pasan completamente desapercibido para el detective. Una herida de guerra, un efecto secundario de haber pasado gran parte de su vida rodeado por los mas bajos exponentes de la raza humana, tanto tiempo entre miserias, entre proyectos de personas tirados a la basura, entre cascarones vacíos luchando por mantenerse en pie y no ser llevados por el viento, le habían vuelto inmune a todo aquel espectáculo. Cualquier otro se habría indignado al ver tal insulto a la ética y los altos valores morales, pero para  Hudson aquello no es mas que la realidad, “lo normal”, y no puede darse el lujo de decir que lo observa desde fuera.

Su vista pasa sobre aquellas personas con indiferencia, mientras sigue recorriendo el local con la mirada, tratando de encontrar, inconscientemente, a aquel negro entre la gente, con una sonrisa de oreja a oreja, mirando directamente a James y reclamando su zapato, aunque tal cosa no sucede, y para cuando se percata de aquello se encuentra apoyando el trasero en uno de los bancos frente a la barra.

Nuevamente dejaría a  Trevor hablar, hacer lo suyo, aunque ese día en particular no parecía especialmente afilado con su lengua, suele hacer un mejor trabajo a la hora de hablar, al menos mejor trabajo que James, siempre que no se encontrara demasiado fuera de su entorno. Olvidando excentricidades y cualquier actitud pretenciosa, Hudson, como sujeto de ambiciones sencillas que es, tan solo hizo su pedido al camarero mientras llevaba otro cigarro a la comisura de su labio y echaba una mirada por sobre su hombro.

- Una cerveza... fría – dijo.

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05/08/2011, 12:22
Trevor Jennings

Trevor entro en el local y a pesar de la oscuridad deseo haber traido unas gafas de sol para cubrir sus ojos de ese color rojo que estaba por todas partes. Tras acercarse junto a Hudson a la barra donde les espera el camarero, que por supuesto tenia más pinta de maton que de otra cosa, se sento en uno de los desgastados taburetes y respndio a la pregunta del hombre - Ponme otra cerveza a mi tambien. Y por cierto esto que es ¿un local de streptease o un cementerio?. Nos habian dicho que algunas de las mejores chicas de la ciudad bailaban aqui pero parece que nos han mentido -

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05/08/2011, 16:40
Woody

Aquí tienen amigos El camarero le respondió con una muestra del repertorio oratorio típica de los de su profesión. El “aquí tienen” terminó con el –CLICK- del chocar de los vasos sobre la superficie pulimentada de la barra. La cerveza se esforzó por no derramarse.

Las mejores chicas también tienen que descansar, amigo.  limpiaba vasos con un trapo blanco que había sacado de detrás de la barra

Unos pocos minutos no cambiarán esa cara de desesperado que te has traido parecía seguro de poder dominar la situación. Después de todo no serían más que dos tipos acabados más.