Partida Rol por web

El día siguiente a la fiesta daba lugar a una especie de torneo realizado por los anfitriones de la casa. Las reglas eran sencillas, un peleador retaba al otro y se realizaba el combate. No muy diferente a un entrenamiento, lo que lo hacía más interesante eran las apuestas que se realizaban en los encuentros.
 Los que llegaron al patio de armas pudieron ver que los de Skagos ya estaban allí. El heredero al trono Skoll y su hermano pequeño Njodor estaban enfrascados en combate.

Entre los que esperaban su turno estaba algunos hijos de los nobles de Skagos que arengaban a los combatientes y hacían sus apuestas.

Vanya decidió ir a ver qué sucedía en el torneo amistoso, por lo menos podía ver a algunos buenos guerreros o al menos de los suyos, además de cuerpos bonitos dándose con todo y eso le gustaba. Curiosamente Demon no la seguía, lo había dejado en su alcoba. No quería hablar con nadir, así que se sentó medio escondida del resto del mundo, eso era algo que sabía hacer.

De buena mañana Draken había comenzado a prepararse para el encuentro, había desayunado copiosamente para coger fuerzas, se había vuelto a afeitar las sienes y aceitado el cabello para recogerlo mas fácilmente en la coleta de espiga en la que solía llevarlo.-Vamos Nathaniel.-Le indicó a su joven escudero para que lo acompañase a realizar los primeros entrenamientos personales de la mañana.

Cuando hubo calentado el cuerpo para la acción acudió al patio de armas ataviado con pesado algodón y una larga capa de pieles.-Buenos días, hermanitas.-Le dijo a las dos pequeñas posando sus grandes manazas en sus pequeñas cabelleras.-Buscando pretendientes?.-Le preguntó a las dos pequeñas mientras caminaba en dirección al maestre Krilan.-Maestre Krilan, preparese para atender las posibles heridas en caso de haberlas, por favor.-Le comentó al anciano para acto seguido dejarlo tranquilo en sus menesteres, tampoco buscaba importunar al eterno maestre.-Hermano!.-Saludó a Corum con una palmada seca en el hombro y una sonrisa lobuna bajo el bigote.-Vamos a ver tu mano de plata en acción?.-Le preguntó a su hermano mas cercano.-Que tal fue el viaje a los pantanos? conseguiste alguna victoria?.-Su tono volvió a ser tan tranquilo como siempre y sus ojos escudriñaron a su hermano mayor como de costumbre a la espera de alguna nueva competición personal.

Gorek, Till.-Saludó a sus hermanos mayores con un gesto de la cabeza pero sin acercarse demasiado a ellos pues un lobo reconoce a los superiores y no los desafía sino busca la muerte o el exilio.-Hola Lyra, señor Hornwood.-Con dos nuevos gestos de cabeza saludó al comandante de los ejercitos de su padre y a su lejana tia Lyra.-Hola Millicent, vienes a observar a los bárbaros también?.-Le comentó a su hermana bastarda mientras le señalaba a Njodor y luego a Marrku.-Esos dos de ahí hablan nuestra lengua y son bastante agradables, anoche les hablé de la familia y te presenté a ellos.

Njodor y Skoll detuvieron su combate al ver que ya había un gente del castillo. El más joven de los Bonegnawer se aparto a un costado y se tiro al suelo para disfrutar del siguiente combate mientras clavaba su mirada en Vanya.

El clima no era el mejor de todos, habían tenido que sacar la nieve del día anterior y el cielo decía que pronto volvería a nevar pero mientras tanto la situación daba para poder hacer algunos combates.

 Eskoll hizo un gesto a uno de sus súbditos y este le trajo una indumentaria de cuero. -Bueno, veo que por aquí si dejan que los gigantes habiten en sus castillos.- Dijo el hombre mientras miraba a Draken. -Creo que hoy voy a tumbarlo y demostrare lo fuerte que puede ser su futuro rey.- Tiro la espada a un lado y con la mano señalo el hacha de Njodor. Este se la arrojo y volvió a mirar a Vanya.

Eskoll Vistió sus protecciones de Cuero y armado con su hacha se mostro listo para comenzar el combate.

Vanya hizo un gesto y saludó a su hermano mientras sentía otras mirada sobre ella. No sentía frío pero aquella mirada y luego la reiteración de ésta la hizo sentir escalofríos.

-¡Qué rayos!

Se acomodó el abrigo deseando que su hermano, aunque no fuera su favorito, ganara.

Asenti en silencio ante el saludo de Draken, y de la misma manera me acerque a el-Bien,¿ vas por el pequeño o por el mas grande?-pregunte en voz baja y disimulando para que nadie mas que mi hermanito me oyera.-Al menos parece que aqui la pasaremos mucho mejor que en la fiesta , ¿no lo crees Draken?-Las palabras eran a mi hermano pero no podia dejar de ver a Skoll, sin duda alguna queria probar que tan bueno era el sujeto.

Volvi la mirada a Vanya, no me asombraba en lo mas minimo que estuviera hay, despues de todo era una Bolton, disfrutaria de ver estos entrenamientos sin duda alguna.

Draken respondió a las palabras de Eskol con un gesto de la cabeza.-¿Te incomoda que sea mas alto? Vayamos a practicar un poco pues-Draken silbó para llamar a Nathaniel.-Trae mi coraza y mi escudo, necesitaré que me armes para cruzar un par de golpes.-Despidió a su escudero mientras buscaba las armas que emplearía, una lanza de cazar jabalíes.-No olvides coger ese mandoble de ahí.-Le señaló al escudero un arma roma del armero.-Tal vez se rompa la lanza.

Se deshizo de la pesada capa de pieles y se ajustó los puños de la camisa mientras su escudero le ayudaba a armarse, una imponente escena dada la descomunal figura de Draken.-Empalaré a Eskol. Njodor y Marrku son amigables y puede que pronto sean de la familia.-Le explicó a su hermano mientras se ceñía el peto de recio acero y pasaba a ajustarse los pesados guanteletes.-Si claro, la fiesta fue divertida para mi, trabé amistad con la familia de los skagosíes y si la cosa va bien tal vez su hermana me caliente la cama esta noche.-Le explicó a su hermano mayor desde su privilegiada altura.-Estoy listo.-Confirmó en cuanto la armadura estuvo ensamblada y comprobada, empuñó la lanza y levantó el pesado escudo y con pasos ágiles para alguien tan armado y descomunal se introdujo en la zona de liza.

Eskoll rio a carcajadas mientras Draken se ponía su coraza. -¿Tanto miedo tienen los de por aquí que se visten con todos esos metales? Pregunto al Bolton.
-No tienes que preocuparte, no te voy a lastimar mucho, si lo prefieres tomare un arma de madera así estas más tranquilo.- Agrego y volvió a reír.

El Skagosí vio que también Till había llegado. Con el hacha lo señalo y dijo: -No te relajes mucho que luego tal vez te toque a ti.- Comento y volvió a prestar atención a su rival

El hombre de Skagos se preparo para el combate, si bien estaba mas suelto de armadura y eso le permitia una movilidad mas agil el heredero de la casa Bonegnawer prefirio esperar para ver que hacia el grandote.

Draken lo miró de arriba abajo mientras caminaba con pasos tranquilos hacia su contrincante, alzó el escudo y empuñó con fuerza la lanza.-No te preocupes.-Fue todo cuando dijo a las jactantes palabras de su adversario.

La sangre le estaba comenzando a bullir de la molestia, ese bárbaro le estaba molestando demasiado y lo suficiente para que Draken fijase su objetivo en atravesarlo, tal vez así aprendiese un poco mas de respeto.

Eskoll vio que el grandote se movía a un paso lento y con cautela hacia él, no podía moverse mucho debido a todo lo que traía encima así que el Skagosí aprovechando su movilidad se acerco para atacar al Príncipe.

Con un rápido golpe Eskol encuentra una zona en donde la coraza no llegaba a proteger del todo y descarga su poderoso golpe contra Draken que siente el golpe pero sabe que no le causo daño.

Aprovechando su velocidad y su experiencia en combate Eskol entiende que golpeando así no podría hacer mucho por lo que decide usar su fibroso cuerpo para empujar al gigante y lo logra sin muchos problemas.

-Mientras más grandes son mas fuerte caen.- Dice riendo y ataca desde su ventajosa posición al Gigante caído

No dije una palabra a ninguno de los dos, simplemente me detuve a observar a ambos en silencio, y solo me dispuse a ver como mi hermanito ¿peleaba?

Draken rodó a un lado tras ser derribado y en silencio acompañó el movimiento con un gruñido de esfuerzo al ponerse en pie, aquel golpe lo había dejado aturdido y se notó en la forma en la que golpeó a su contrincante con violencia pero sin precisión, con pasos lentos y calculados retrocedió para recuperar el aliento, con paciencia, puede que pronto llegasen sus oportunidades.