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NORTEAMÉRICA: MISSOURI: KINGSDALE:

ANTRO JUICER DE KINGSDALE: EL ESQUELETO QUE RÍE:

KINGSDALE: ANTRO JUICER "EL ESQUELETO QUE RÍE":​

Día: 22.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA NOCHE.

El tenso silencio continúa mientras cada vez más de los presentes comienzan a apuntar sus ojos en vuestra dirección. Casi parece como si todo el local presintiera un arrebato de violencia, y se mantuviera en tensa calma. La calma que precede a la tormenta.

O Cuchillo Rojo habla pronto y rebaja la tensión, o los problemas pueden surgir de la nada.

En apenas un instante las experiencias más recientes de la vida de Cuchillo Rojo pasaron ante sus ojos. En cierto modo aquel hombre acababa de resumir de forma escueta lo que había sido su vida en los últimos meses. Los recuerdos brotaron de alguna parte de su turbada mente, y aquello le hizo... feliz.

- ¡Todo cierto, tesorito! - respondió sonriente.- Pero, a la vez... - hizo una pausa para dar más énfasis a lo que iba a decir, tenía su atención (y la de toda la tabernucha) y eso le gustaba.- ¡Incorrecto! - soltó una risita y se dispuso a aclarar todo punto por punto.- El orden es incorrecto, tesoritos... Cuchillo estuvo en la banda del Cuchillo... es gracioso ¿verdad? - volvió a soltar una risotada, a pesar de que el chiste era de todo menos gracioso.- Pero Cuchillo nunca fue el líder, tesoritos... Cuchillo ayudó a los Rifts Warrior a acabar con la banda del Cuchillo porque a Cuchillo no le gusta lo que hacían... y así se hizo amigo de los tesoritos y los tesoritos invitaron a Cuchillo a ser uno de ellos... De modo que... ¡Sí, sí, sí! Cuchillo es un Rifts Warrior como bien decía - continuó sonriendo mientras tamborileaba rítmicamente con los dedos en la mesa.- Y bueno, después de eso Cuchillo se cansó un poco y decidió irse por ahí a vivir aventuras... Bueno, Cuchillo no definiría a los Caballeros Infernales del Profeta Luz Oscura como una secta - Cuchillo Rojo adoptó un gesto pensativo.- Diría que son más bien una banda... ni eso, casi los definiría como una vil horda de gentuza sin cerebro... Pero una vez más ¡Incorrecto! Cuchillo nunca fue su líder... Cuchillo fue su fetiche... su profeta... ¡Su Dios! Pero Cuchillo nunca daba órdenes... Aunque eso poco importa ya, porque son historia ¡Destruidos! ¡Catapum! ¡Al infierno con ellos! Así que Cuchillo está ahora interesado en sus nuevos amiguitos porque echa de menos a sus tesoritos, los Rifts Warriors.

KINGSDALE: ANTRO JUICER "EL ESQUELETO QUE RÍE":​

Día: 22.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA NOCHE.

El tipo se ha dado su momento para pensar. Tanto que por un momento creí que se haría de día, por todos los malditos infiernos... A pesar de la pausa dramática del loco, me he distraído en amedrentar un poco a algunos parroquianos curiosos (ser Juicer no es dejar de ser un metomentodo, aparentemente), y en echar un vistazo a la imponente arma que dejó sobre la mesa. Su estructura habla de un arma pensada para matar rápidamente, y su seguramente peligroso filo parece respaldar ese pensamiento. Necesitaría verla más de cerca para decir algo más sobre ella, cosa que evidentemente, no va a pasar.

Por fin Cuchillo nos cuenta que la Historia le ha tratado injustamente, haciéndole quedar como un asesino perturbado e infernalista debido a las compañías que ha frecuentado. A pesar de su forma de hablar, la cual merece que le salten varios dientes, sé o que es que te juzguen por algo que ni siquiera entiendes, y peor aún, que te hagan responsable de algo que además odias. Se supone que es un Rift Warrior, así que supongo que merece el beneficio de la duda.

- Lo dicho Cuchillo, brindo a tu salud - alzo mi jarra y doy un largo sorbo al líquido ardiente que contiene. Parece que "loqueseaeso" le ha dado un toque de alegría a la cerveza, siendo su regusto aún más espectacular. - Y si lo que quieres es reunirte con ellos, parece que nuestro camino es también ese. Quizás podrías decirles que somos buenos tipos... - a instante me doy cuenta de mi error. Mi padre me hubiera dado una colleja por mi impetuoso comportamiento, al haber solicitado la ayuda de un M.O.M. como éste. Parece una ruleta cargada, con sólo una bala, pero capaz de dejarte en el sitio. En fin, aparentemente, Callahan lo ha reconocido com Rift Warrior, y eso deberá bastar. Por ahora.

Sacudo la testa, mientras exhalo el humo del apestoso puro. - La verdad que llevo unos días deambulando aquí y allá, Callahan. Espero que no te importe que te acompañe a tu lugar de reposo para descansar un poco mis viejos huesos, ¿no? - miro al Merc con esperanza, suponiendo que el lugar donde dice alojarse tenga algún lugar libre para mí. Quizás también para los otros dos... bueno, ya se verá.

Xavier sonrió ante lo que Cuchillo Rojo dijo. Una sonrisa que solo apareció en sus labios. Los ojos, sombreados por el ala de su capucha, no decían nada.

-Dicen que el orden de los factores no altera el resultado, algo obviamente estúpido a la vista de lo que has dicho, Cuchillo. Y saber que quieres volver donde tus antiguos compañeros... Eso merece un brindis, por supuesto -concluyó Xavier-. Estoy... estamos interesados en dar con ellos, unirnos a sus filas. Ellos decidirán si nos quieren o no, pero contar con un buen padrino es algo que garantiza el bautizo -señaló al tiempo que alzaba su bebida-. ¡Por los encuentros y las oportunidades aprovechadas! -brindó dando un largo trago. Tras él, se secó la boca con el dorso de la manga y miró directamente a Raxus para luego encogerse de hombros-. Claro, por qué no. No prometo cama, pero al menos, hay un suelo que puede aprovecharse. No creo que nos nieguen un jergón para tus viejos huesos.

KINGSDALE: ANTRO JUICER "EL ESQUELETO QUE RÍE":​

Día: 22.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA NOCHE.

La tensa espera me hace pensar que Cuchillo Rojo realmente está más chalado de lo que yo esperaba, aunque también cabe la posibilidad de que sea una astuta táctica para aumentar la tensión al máximo antes de contarnos la verdad. Una estrategia brillante para cualquiera que sepa contar historias, como yo lo hacía en una vida anterior.

Mis músculos ya se habían tensado, preparado para responder con violencia a una iniciativa hostil, rastros de varios pasos por el ejercicio militar de la ciudad. Aunque no me guste aceptarlo y jamás se descifraría de mi actitud, soy todo un soldado cuando debo pues me entrenaron para eso... varias veces.

Sonrío ante su respuesta pues es satisfactoria para mí. Él es uno de los tantos ejemplos de que a veces las cosas no salen como uno desea ni las personas a nuestro alrededor son como uno desearía que fuesen, por lo que decido no culparlo por los rumores y habladurías de él. De todas formas, entiendo que no es un tipo del todo confiable pues tiene una moral (o ausencia de la misma) que le permite hacer ojos ciegos a las injusticias a su alrededor. Algo completamente distinto a lo que yo soy.

"Este tipo no tiene escrúpulos para conseguir lo que quiere. Lo bueno es que parece que ahora quiere encontrar a los Rifts Warriors y nosotros también, por lo que es un aliado potencial. Debemos tener cuidado de no ser un obstáculo en sus planes pues ahí nos venderá a la primera oportunidad de provecho."

Pero al parecer, a mis compañeros también le han bastado sus respuestas para considerarlo como un aliado momentáneo. Levanto mi copa de Martini para brindar en nombre del consenso y la alianza. No estoy muy seguro de hasta donde llegaremos juntos, pero esos fantasmas no tienen por qué atormentarme ahora.

Hablan acerca de partir mañana y de pasar la noche acá, por lo que, les hablo de mi apartamento:

 - "Yo tengo un lugar donde dormir. Es un viejo apartamento donde no tendremos espacio de sobra pero podremos pasar una noche seguros, tranquilos y gratis."

Creo que es hora de ponernos de marcha para prepararnos. El viaje será largo y peligroso, como todos en esta época, por lo que debemos tener todo nuestro equipo a punto. Tengo que ver mis cosas y sacar todo lo que he conseguir y comprado en los últimos días. Este viaje no solo me sacará de Kingsdale, sino que de mi vida anterior. Es un viaje de ida y no de vuelta.

KINGSDALE: ANTRO JUICER "EL ESQUELETO QUE RÍE":​

Día: 22.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA NOCHE.

Las palabras del "Equilibrium" han despertado la sed en mí. Agarro la jarra y bebo la cerveza impregnada de licor con deleite a largos tragos. - Cuan cierto es que la bebida que no pagas, sabe cinco veces mejor - tras lo cual la poso en la mesa con un golpe sordo que hace levantarse el cuchillo de la misma un par de centímetros, cayendo de nuevo con un tintineo metálico.

- Bebas o no Cuchillo, no se debe rechazar una invitación como esa. Callahan, tu posada estará bien, pero este chico, ¡tiene casa propia! No me gustaría ofenderte "Equilibrium", así que siendo esta la última noche que pasemos en Kingsdale, acepto tu oferta con gusto. Quizás deberíais venir también, así podremos salir por la mañana sin retrasos, ni imprevistos. Ah "Equilibrium", con cualquier cosa abundante para desayunar me daré por satisfecho. Buen anfitrión, si señor - doy una calada al puro con felicidad contenida. La verdad es que no se debe usar la palabra "gratis" con un Enano a la ligera, es algo casi con tanta fuerza como "invitar a".

Me incorporo y al ajustarse la manta que me envuelve a mi cuadrada figura, se puede apreciar que hay un bulto en uno de los costados que hace que sobresalga un ángulo curioso en la forma de la manta/poncho. Es como si llevara algo cruzado a la espalda o quizás en el costado. Algo grande.

De camino a la barra, miro ceñudo a algún parroquiano que me corta el paso, pero sin incidentes llego a la misma, donde el hercúleo tabernero me saluda y tras un gesto, parece rebuscar algo debajo de la barra. Parece un gran macuto de cuero con presillas, como un petate militar pero bastante más recio. Procedo a colocarlo en mi hombro, y con un apretón de manos y una última mirada a la armadura negra que está cogiendo polvo en la vitrina, me presento de nuevo en la mesa.

- Bueno, ¿nos movemos? - tamborileo el pie en el suelo un par de veces, a la espera de ponernos en marcha.

KINGSDALE: ANTRO JUICER "EL ESQUELETO QUE RÍE":​

Día: 22.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA NOCHE.

Cuchillo Rojo sonrió aún más (si es que eso era realmente posible) cuando comprobó que acababa de adquirir tres nuevos compañeros de viaje con grandes aspiraciones a convertirse en valiosos y apreciados tesoritos. Encontrar nuevos tesoritos siempre animaba a Cuchillo y le hacía imaginarse cómo sería su vida junto a ellos y las cositas divertidas que iban a hacer. Aquellos pensamientos ocupaban su mente y le mantenían calmado y sosegado, alejando de él (al menos de forma momentánea) algún que otro pensamiento o recuerdo sádico o especialmente destructivo o violento. Hay un viejo dicho que reza que un Crazy en calma es un Crazy útil, y al menos con Cuchillo Rojo no se equivoca.

- ¡Sí, sí, sí! ¡Amiguitos! Cuchillo hablará bien de los futuros tesoritos a los Rifts Warriors - dijo, con visible entusiasmo en sus palabras.- Vayamos a ese refugio del que hablas, Cuchillo querría descansar y revisar el equipo... y puede que comer algo... Sí... - Cuchillo adoptó una pose pensativa mientras se levanta y volvía a colocar el machete en su lugar.- Cuchillo espera que sus nuevos amiguitos tengan alguna pista de dónde están ahora los Rifts Warriors.

KINGSDALE: ANTRO JUICER "EL ESQUELETO QUE RÍE":​

Día: 22.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA NOCHE

Miraba pacientemente a uno y a otro mientras hablaban. Encendió un cigarrillo y dio una larga bocanada que acabó en una espiral de humo expelida poco a poco. Una vez más se encogió de hombros, con aire de fatalidad. Las cosas eran como eran y no cambiarían porque se opusiera a cómo eran.

-Yo regresaré a mi posada. Tengo allí mis cosas y ya he pagado por la habitación. Basta con que fijemos para mañana un punto de reunión y una hora y allí estaré. Puede ser ese apartamento del que hablas, Equilibrium o cualquier otro lugar. Tan solo será el punto de partida -dijo. Un nuevo sorbo a su bebida, otra calada y una nueva nube de humo-. Respecto al lugar donde ahora mismo pueden encontrarse los Rifts Warrior, tan solo referencias y ninguna certeza absoluta. Nuevo México. Dark Gate. Dónde está esta última, sinceramente, no lo sé, pero preguntando siempre hay respuesta. Sobre todo cuando se sabe preguntar -una sonrisa dejó al aire su blanca dentadura al tiempo que sus hombros volvían a alzarse-. Antes de tu llegada les comentaba aquí, a los colegas, que había sabido que estos justicieros habían sido contratados por el Barón de Markeen, vasallo de Tolkeen, y que se habían enfrentado a unos procoalicionistas -aquí su gesto pareció torcerse levemente, como si la sola mención de la palabra le molestara-. Unos mercenarios conocidos como los Remington Raiders, asentados cerca de los Grandes Lagos por lo visto. Es evidente que movilidad no les falta, porque son muchos los kilómetros de distancia entre su desierto y esa zona. Así que parece que nuestro destino, en principio, es su base en Nuevo México. Si te sirve como pista, Cuchillo Rojo, es cuanto yo sé. 

MAÑANA SIGUIENTE:

KINGSDALE: PUERTAS DE LA CIUDAD:​

Día: 23.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA MAÑANA.

- Es por la mañana cuando los cuatro aventureros se reúnen de nuevo a las puertas de la ciudad de Kingsdale.

- Equilibrium y Raxus son los primeros en llegar. Ambos van a pie y resulta evidente que no disponen de ningún vehículo.

Equilibrium lleva puesta una armadura intermedia modelo Bushman, y aparte de su mochila, en la que parece llevar una armadura ligera de repuesto, su armamento visible son dos pistolas Bandit IP-10, armas de iones aunque simulan revólveres antiguos.

Raxus lleva puesta una Spiked Armor, una armadura típicamente Titan Juicer con pinchos, ligera para él. Es obvio que ha recibido reparaciones recientes algo chapuceras. A cuestas, además de su mochila lleva una armadura más pesada de aspecto medieval, un hacha profusamente decorada y probablemente mágica, y un eyector de plasma Northern Gun.

- Los dos aventureros, Crazy y Titan Juicer, llevan pocos minutos esperando fuera cuando escuchan y sienten un retumbar en el suelo, provocadas por unas poderosas pisadas metálicas.

- Es la armadura de potencia pilotada por Xavier Callahan, su principal arma y medio de transporte, una Triax Ulti-Max. Además, le sirve para transportar su equipo, que incluye una mochila, una armadura pesada MI "Vaqueros", un rifle láser NG-L5, y una pistola de Iones NG-57.

- Poco después llega un hover-coche fúnebre negro con una torreta destruida. Es el vehículo de Cuchillo Rojo.

- El Crazy abre las puertas del vehículo y saluda. Lleva puesta una armadura intermedia modelo Bushman y además de su cuchillo rojo y guantelete de vibro-garras lleva una pistola Bandit IP-10. Entre los trastos en el interior del vehículo se ve una guitarra eléctrica con amplificador, un eyector de plasma pesado C-27 y un rifle láser Wilk's 447.

KINGSDALE: PUERTAS DE LA CIUDAD:​

Día: 23.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA MAÑANA.

Después de cerca de 72 horas dando tumbos, bebiendo y haraganeando por los arrabales de Kingsdale, había vuelto al tugurio donde veía amanecer desde hace unos días. El patrón había llegado a considerarme un cuasi habitual, con lo que me dejaba guardar mis miserias bajo la barra, el lugar más seguro del local. Pero esa noche, la tercera que pasaba ingiriendo en vano alcohol y mirando con una sensación indefinible la negra armadura de la vitrina algo pasó. El Merc Callahan y el Crazy con piso propio, el "Equilibrium", habían llamado mi atención con la sola mención de un nombre que daba vueltas en mi cabeza desde hace meses, "Rifts Warriors". La llegada en medio de la conversación de un supuesto miembro del mítico grupo, el tal "Cuchillo Rojo", había sido el colofón de una noche extraña.

Tras una breve charla, y una noche de descanso reparador (el chico podría haberme sisado los calzones de haber querido) el amable Crazy me había ofrecido su hospitalidad y sus viandas. Un tipo legal este "Equilibrium". Por fin nuestros pasos nos llevan a nuestra cita en las puertas de la ciudad. Miro mis pies con algo de pena, pensando en los kilómetros que nos separan de nuestro destino (sean los que sean, serán muchos) y al llegar allí veo que quería decir el Merc con "recoger su Equipo". Saludo a la imponente armadura mientras me acerco a examinar los mecanismos.

- ¡Yajuuuu, Callahan, menudo juguete tienes aquí amigo! Subido en esto al menos podremos echar algún pulso, ¡Muahahahaaaa! - examino con ojo más interesado que experto el poderoso blindaje que oculta los mecanismos y sistemas. Un aliado así de parte de uno, siempre es bien recibido.

El rugido de un motor me saca de mi examen de la armadura de potencia del Merc, y cuando veo que la ventanilla se baja y el Crazy del cuchillo saluda con su cara peculiar, estoy a punto de derramar unas lágrimas de agradecimiento a los Ancestros. Devuelvo el saludo enérgicamente al raro hombrecillo.

- Vaya Cuchillo, veo que tienes un buen medio de transporte. Espero que lo tengas a punto, he cogido algo de peso últimamente, ¡Muahahahaaaa! - miro al "Equilibrium" - Bueno amigo, adelante o atrás. No me suelo marear, y además esos asientos son algo pequeños, ¿no te importa si me pongo atrás verdad? Dame anda, deja que ponga tus cosas aquí atrás, así las tendrás a mano - dispongo del asiento de atrás, el cual queda bastante ocupado por las mochilas y mi rolliza figura. - Oye Cuchillo, este agujero en el coche está bien por si hace calor y tal pero, ¿qué haces si llueve? ¡Muahahahaaaa! - compruebo las medidas para ver si podría asomarme cómodamente para hacer fuego de ser el caso.

KINGSDALE: PUERTAS DE LA CIUDAD

Día: 23.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA MAÑANA

La noche había transcurrido tranquila, con la mezcla habitual de repaso de material. las armas estaban cargadas y a punto. La grasa fluía por donde debía fluir. Y el sueño había sido tranquilo. Le aguardaba un largo viaje, un viaje potencialmente peligroso, más en solitario. Contar con compañeros de viaje resultaría agradable. Y no, no eran pensamientos de fogatas, café hecho al fuego y relatos de viejas batallas bajo la niebla de sus cigarrillos lo que le venía a la mente, sino los brazos y las armas que empuñarían llegado el caso. Viajar solo tenía sus ventajas. Acompañado, otras. En el presente, sabía lo que quería y necesitaba.

Enfundado en su armadura de potencia, el neumático sonido de cada de uno de sus pasos era como una canción de cuna que lo tranquilizaba. Silbaba por lo bajo cuando alcanzó el punto de reunión. Un somero vistazo a los presentes bastó para intuir de lo que eran capaces. Sí, había sido una buena decisión.

-¿Esos pinchos no estropearán la tapicería? -dijo divertido al ver cómo Raxus se disponía a ocupar su plaza. Era obvio que tendía a ser el primero en hablar porque con aquello se aseguraba en ser el primero en actuar y en elegir-. Señores, cuando quieran. Listo para la marcha.

KINGSDALE: PUERTAS DE LA CIUDAD

Día: 23.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA MAÑANA

Luego de una tranquila noche donde revisé todo mi equipo, haciendo saltar mis antiguos ropajes por los aires, carentes ahora del impresionante y deslumbrante estilo que debo poseer ahora como la celebridad que soy (o seré mejor dicho), hasta encontrar los atuendos que combinen con mi sombrero y mi cuidada barbilla (si, el secreto de un superhéroe está en su barbilla) conseguí meter en una mochila lo necesario para no descuidar mi aspecto personal.

Miré mis dos armaduras y decidí llevar puesta mi armadura Bushman pues cabe la posibilidad de que las cosas se pongan feas, considerando sobre todo que no tenemos ningún vehículo. Caminar a pie por los páramos es llamar a la desgracia así que debo estar preparado para ello. Metí la armadura ligera en mi mochila por si la necesito. Puse mis dos pistolas en el cinto, listo para sacarlas y disparar como un verdadero vaquero.

"Bueno, considerando cuando tardo en sacarlas sin que se me caigan de las manos, debo practicar el movimiento."

Con eso y un par de cachivaches más, mi mochila estuvo lista. Le puse un colchón que tenía de sobra a Raxus y tuvimos una austera pero agradable cena antes de dormir. El día siguiente sería largo y complicado, así como el resto de mis días. Estaba tan emocionado que casi no pude dormir.

Ahora estoy al lado del Juicer cuando veo llegar a Callahan en su enorme robot y a Cuchillo Rojo en un lujoso auto. Silbo de sorpresa por el buen gusto del M.O.M mientras veo como el Enano se sube a la parte trasera, a lo que le respondo:

 - "Por supuesto, me gusta más el asiento delantero para poder ver el futuro llegar de frente."

Veo que dentro de un vehículo estaré más protegido de lo que pensaba, por lo que me saco mi armadura Bushman y me pongo mi Urban Warrior, para estar más cómodo dentro del hover-coche. Cuando termino de cambiarme y ajustar mis armas, guardo la armadura en la mochila y me subo al asiento del copiloto mientras hablo:

 - "¡Es una bonita máquina la que montas, Callahan. Me recuerda mucho a un robot que vi una vez, propiedad de un buen amigo Merc. Lo conocí en un bar, una noche y decidimos viajar juntos. No me dijo que era dueño de semejante máquina y cuando lo vi llegar al otro día con ella... ¡Wooow! ¡Espera! ¡Eras tú y eso es ahora! ¡Como pasa el tiempo! Ya parece un recuerdo lejano. Bueno, estoy listo para marchar."

Me pongo cómodo en el asiento y saludo a Cuchillo Rojo:

 - "Tienes un excelente gusto, Cuchillo. Este vehículo es muy elegante y el que parezca fúnebre no necesariamente es una mala señal, algo así como que nos lleva a nuestra muerte, no. ¡No! No... No... no."

Me quedo mirando el coche con rostro de asustado, por lo que decido sacar mis pistolas y llevarlas en las manos, preparado para lo que sea que el destino nos aguarde, que espero no tenga nada que ver con el sino que parece reflejar la decoración de la caja metálica que nos transportará.

KINGSDALE: PUERTAS DE LA CIUDAD:​

Día: 23.

Mes: Diciembre.

Año: 104 PA.

POR LA MAÑANA.

Cuchillo había acudido a la cita con un entusiasmo renovado. Después de aquella noche ya había olvidado todas las calamidades que había tenido que pasar últimamente, pues sus nuevos amiguitos iban a conducirle hasta sus amados tesoritos los Rifts Warriors. Fue el último en llegar, y cuando lo hizo detuvo su vehículo junto a sus nuevos amigos y bajó la ventanilla con rapidez. Sacó medio cuerpo fuera y agitó su mano de un lado a otro, sonriendo como de costumbre.

- ¡Buenos días, amiguitos! Subid, subid al coche de Cuchillo... hay sitio de sobra - dijo mientras hacía aspavientos con las manos.

Apartó algunos de sus chismes para que el enano pudiera acomodarse adecuadamente en el asiento de atrás y el Crazy pudiera tomar asiento junto a él. 

- Pues ya estamos listos, tesoros - soltó una risita, como ya era habitual en él.- Ese agujero fue una torreta una vez... Cuchillo debería arreglarlo pero anda corto de fondos - se encogió de hombros.- Entonces, mis buenos amigos ¿Hacía dónde debe dirigir Cuchillo esta máquina? - golpeó ligeramente el volante, indicando que se refería al coche.