Partida Rol por web

ANTORCHA: TABERNA LA FUNDICIÓN:

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

La Taberna la Fundición es una de las más populares de Antorcha, pero desde que los fuegos se apagaron y su dueño, Khonnir, desapareció, la gente del pueblo ha tenido pocos motivos de celebración. Val Baine cerró tanto la taberna como la fundición hasta que se vuelva a saber de su padre, reservando la primera como lugar de descanso y recuperación de cualquier grupo que se dirija hacia las cavernas para buscar a Khonnir.

Al aproximarse los Rifts Warriors a la Taberna la Fundición, escuchan muy claramente un grito de terror procedente de una pequeña casa de piedra situada detrás de la taberna.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA.

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

-Eso tiene mala pinta.- dijo Muxu al escuchar el grito. ¿Es que no vamos a tener un segundo de paz? -Si vamos a ver qué ha sido, pongamos unas mantas en el suelo como base para dejar las camillas primero.-

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Sí, el grito había sido claro. Sí, claramente era un grito de terror. Pero les faltaba el contexto para evaluarlo. 

-No nos precipitemos. Estamos cansado, debilitados, llevamos a nuestros amigos inconscientes en parihuelas... Debemos elegir qué batallas luchar -dijo Callahan-. Tan solo hemos oído un grito, pero no sabemos a qué se ha debido. Bien podía ser alguien que se ha asustado por ver una rata en su cocina -viendo el estado de las calles sin alcantarillado, aquello no era algo descabellado de pensar. De hecho, era probable que tuvieran el tamaño de conejos-. No se ha oído ruido de golpes, ni gritos de una pelea, ni nada similar. Y no dejaría atrás a nuestros heridos por la simple sospecha de un conflicto doméstico. Al margen de no conocer las leyes locales -sí, no era la mejor actitud pero la realidad mandaba y no podían sacar las cosas de quicio por un simple grito-. Si quieres te acompaño a ver qué ocurre, pero no convertiría esto en algo más prioritario que el grupo. La taberna está ahí mismo. Dejemos a nuestros amigos dentro y vayamos después a ver qué está pasando. 

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Los que vamos con camillas, dejamos a nuestros compañeros en la taberna y avisamos cuando lo hagamos, vamos hacia vosotros para ayudaros en caso de que haya problemas, pero como bien dice Xavier, en nuestro estado no estamos para ayudar a nadie.

Antes de llegar a la taberna, habian pasado por el Almacén General, en el que habia todo tipo de equipo. Cuando estuviera todo tranquilo, el enano tenia interes de pasar por alli. 

- Todos llevamos las camillas. Raxus, tú y yo somos los más rápidos. Nos acercaremos allí tan pronto dejemos las camillas. Vicky, Alexa, Shidi, seguidnos. Mientras el resto hablad con el posadero y cuidad de nuestros heridos. Iremos volviendo tan pronto sea posible. Muxu, habla con quien esté a cargo de la posada, y encárgate de todo mientras estemos fuera, ¿ok?

Indicó Emil quien avanzó con el resto hasta poder dejar las camillas en el interior de la taberna para que, salvo que alguien lo impida, usar su poder de movimiento rápido para, curándose algunas de sus heridas más ligeras, moverse (con un poco de suerte junto a Raxus), hacia el lugar de donde había salido el grito de terror.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Miro a Emil con ironía. ¿De verdad vosotros sois los más rápidos? Parece que no sabes lo que estos implantes pueden hacer. Dejemos a camilla y yo os acompaño, aunque si hay combate no esté en mis mejores condiciones.

Sin esperar discusiones de ningún tipo, más teniendo en cuenta que mi fuerte no es precisamente hablar con otros, apresuro el paso aunque a veces me toca bajarlo por mi compañera para dejar a Hallberd en la taberna al cuidado de Muxu, junto a mi mochila.

Al final solo llevo la armadura, mi hacha y una daga mientras nos dirigimos a dónde salió el grito.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Ya le había parecido que tanta tranquilidad no quería decir buena suerte, más bien presagiaba lo contrario. Y aunque aún estaba por ver, lo que les había recibido en cuanto estuvieron junto a la Taberna, fue un grito de terror. 

Emil volvió a adjudicarse la voz cantante, y repartió órdenes. 

La Mística no respondió, siguió cargando con la camilla que había cogido, y se dispuso a entrar en la Taberna, para dejar a los compañeros inconscientes en sendas camas. Y aún no descartaba que ella también se quedara a descansar, un grito era eso, un grito, como el Predicador había comentado. Ya verían.

-Vamos primero a lo que vamos...

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

No había ni un segundo de descanso cuando ya estaban correteando de nuevo como pollos sin cabeza. ¿Realmente iban a dejar sola a Muxu? Y lo peor de todo ¿Estaba otra vez obedeciendo las estúpidas órdenes de Emil? Aquello tenía que acabarse y pronto. A cada paso que daban, a Vicky le daba la sensación de que se estaban convirtiendo en unos locos sanguinarios y eso la asqueaba en demasía.

Se plantó. -Vais muchos, me quedaré con Muxu por si acaso-. Sentenció decidida a quedarse con los compañeros heridos. -Dudo que necesitéis más potencia de ataque de la que ya lleváis, pero por si acaso, avisadnos-.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Escuchar las palabras de Xavier Callahan le causó ironía.

-Parece que luego de esa carga iniciando el combate contra los bandidos te has vuelto cauteloso, Callahan. Está bien, lo que dices tiene sentido.- le dijo al mercenario. Está bien, mejor así, cauteloso en vez de un sucio descarado que pone en riesgo sus minúsculos encantos. Aún recordaba con una sensación extraña sus palabras cuando "despertaron" y estaba semidesnuda. ¿Por qué sigo pensando en eso?

Pero finalmente, antes de llegar a la taberna cargando a Halberd junto a Emil, el elfo mostró intenciones de depositarlo en el suelo y la alcaldesa hizo lo mismo con delicadeza. El resto parecía hacer lo mismo.

Muxu se dirigió hacia la taberna mientras podía verse a Raxus yendo directamente hacia dónde se había producido el grito en la casa del fondo. En eso, un estridente y violento sonido de alguna puerta o ventana, probablmente, se escuchó proveniente de la misma zona. Definitivamente algo sucede allí.

La maga alcaldesa aceleró el paso, pese a que era demasiado temerosa para animarse a entrar a esa casa, al menos buscaría interceptar a alguno de sus valientes amigos que se adentrarían allí para asistirles de algún modo. ¿Invisibilidad? ¿Armadura de mago? Pensaba la maga mientras equipaba su vibro-cuchillo. Ayer he titubeado y para cuando me di cuenta mis amigos estaban abatidos, esta vez no pasará, esta vez los protegeré como pueda antes de volver con los heridos.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Seguía algo tocado de la última escaramuza y aunque ya disponía de sus capacidades mágicas listas para usarse, no veía necesario el exponerse demasiado por un único grito. Viendo que no iba a quedar más remedio que separarse después de dejar a los heridos el mago optó por evaluar sus opciones.

—Me quedo cubriendo a los heridos, no sirve de nada que nos juntemos demasiados en un espacio cerrado, nos entorpeceríamos —dijo mientras echaba un vistazo a los compañeros que no podían valerse por ellos mismos y que iban a necesitar que alguien les custodiara.

—Si la cosa se pone fea gritad.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

No había habido tiempo. Sin aclarar lo que estaba ocurriendo, todos empezaron a dejar las camillas en el suelo, así que también ella lo hizo. 

Con cuidado, y maldiciendo entre dientes. 

Buscó un lugar donde parapetarse en el caso de que llegara un ataque. No lo vio, de modo que empezó a preparar su ballesta. No se movió del sitio, defendería a los heridos que seguían inconscientes.

-¡Yo me quedo! ¡Los que estéis más preparados id a ver!

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

Creía que se precipitaban. Era oír un grito y acudir a ver lo que pasaba cuando ni siquiera nadie había pedido ayuda. Eran recién llegados, cargaban con varios inconscientes amén de que algunos de ellos estaban heridos y con un pie más allí que aquí y desconocían el lugar, sus gentes y sus conflictos. 

Pero allí estaban, con un Emil encantado de conocerse y de decir a los demás lo que debían hacer, y a los demás saltando a su alrededor. Nada de aquello le gustaba. Pero en aquel momento, malherido, dolorido y con necesidad de dormir a pierna suelta y de tomarse un caldo caliente, lo que quería hacer y lo que le habían pedido hacer coincidían en el espacio y en el tiempo. 

Así que allí estaba, daga en mano por si las moscas, y junto a los heridos, aunque más parecía un velatorio por los muertos. 

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO.

La prudencia se había impuesto a su natural curiosidad, seguía muy tocado. Los salteadores le habían golpeado en zonas de su cuerpo en las que no sabía que podía sentir dolor. Se encontraba cansado del camino y de su trabajo como porteador, si no le quedaba más remedio que luchar lucharía, pero en aquel momento no estaba seguro de que hiciera falta.

Por pura precaución descolgó la ballesta que llevaba cruzada a su espalda y la cargó entre sus manos poco después de colocarle un virote listo para ser usado. Prefería una ballesta, con sus mecanismos, a la complejidad técnica de disparar con arco. Armado y cuidado de los heridos, o eso se decía a él mismo, se mantuvo esperando.

Pero Thomas odiaba esperar pues le obligaba a ser un sujeto pasivo en los hechos que sucedían. Estiró el cuello y miró al fondo en busca de alguna pista.

—¿Va todo bien? —preguntó, dejando claro que intención por ayudar había, pero únicamente si era necesaria dicha ayuda.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO

Corrió tras Raxus, y a pesar de las cortas piernas del enano, parecía que nunca lo alcanzaría. Pudo ver al enorme Robot descontrolado que parecía buscar demoler la casa.

En eso escuchó a Alexa gritar que se quedaría protegiendo a los heridos, pero parecía que no estaban amenazados, y si antes lograban anular al robot, antes podríamos todos volver con nuestros compañeros. También vió que Thomas movía los labios pero no alcanzaba a oírle.

-¡Amiga!¡Ven, te necesitamos!- le gritó mientras agitaba el antebrazo llamándola. Con el alcance de su ballesta bien podrá ayudar en ambos puntos desde esta esquina.

La maga alcaldesa continuó persiguiendo a Raxus, hasta alcanzarlo cuándo aquél se detuvo a desenfundar su hacha mágica, y conjuró una armadura de mago en él para que tenga mayor protección en la primera línea.

Luego, la maga alcaldesa se acercó unos pasos más para lanzar un aura de custodia protectora y beneficiar a todos los que tuviera cerca, pero cuidadosa de no estar demasiado cerca del alcance melé del bot, con temor a entrar en combate directo.

-¿¡Está todo bien allí dentro!? ¡Nos estamos ocupando del robot aquí fuera!- gritó a los adentros de la casa por donde había venido el grito de hacia unos momentos.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO

Raxus, tras dejar la camilla que transportaba a uno de sus compañeros heridos, se puso a correr en dirección al ruido, ajeno completamente a las heridas sufridas. A mitad de camino desenvainó su hacha y en un instante vio el problema: un dron estaba golpeando la estructura de la casa. 

El enano cargó contra aquel ser mecánico y le dio un buen en su cuerpo, más este se revolvió dando un golpetazo en su pecho que le escoció. 

¡Puta máquina!- exclamó mientras lanzaba otro golpe que partía en dos al dron, acabando con aquella situación. 

El enano sonrío satisfecho con el trabajo realizado- ¡dron eliminado!- gritó, triunfante

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO

Todos echan a correr por la calle principal en dirección a dónde ha sonado el grito. La verdad, yo hubiera preferido llevar a nuestros compañeros dentro de la taberna antes de ir allí, pero ya que se ponen en marcha yo también lo hago.

No viendo por donde pasar, saco mi fiel hacha y la nueva daga, salto sobre las camillas y me dirijo al espacio entre los dos edificios. Sin embargo cuando llego al otro lado casi me caigo de culo, completamente horrorizado por lo que veo. Parece que un dron de combate, uno de los más poderosos que conozco, ha perdido el control y se dispone a arrasar este sitio.

Tardo unos segundos en recuperarme y darme cuenta de mi error, tiempo suficiente para que el enano de buena cuenta del robot antes de que pudiera llegar al combate.

Muxu digo, mirando a la ex alcaldesa, quizás deberías volver con nuestros compañeros para que no estén preocupados. Raxus y yo nos quedaremos aquí fuera para vigilar que no haya nuevas sorpresas. Creo que deberíais ser Emil y Alexa los que entréis en la casa y comprobéis que está todo bien, o si hay alguien herido.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO

Con dos golpes tremendamente poderosos, el titán juicer logró abatir al robot para tranquilidad de todos.

Equilibrium habló para organizar cómo proseguir. -Desde luego.- dijo mirando al justiciero, agradecida de no ser ella quien tuviera que entrar a la casa con sus potencialmente peligrosos recovecos.

-¿Entrarás, Alexa? Déjame desvanecerte primero para ir más segura si lo haces, ¿Si?- le dijo a la psíquica mientras se le acercaba, y seguidamente miró a Emil, sintiendo un poco de culpa por ni siquiera habersele cruzado por la mente ocupar su conjuro en él en vez de con Alexa. La maga frunció el entrecejo. ¿Qué es eso? Una forma parecía que se asomaba detrás del elfo, pero entre el polvillo de los escombros no podía estar segura. -Cuidado.- Advirtió.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA (INMEDIACIONES DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN).

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO

Yo vigilo, si. Pero espero que no haya más combates, que no estoy ya para aguantar más golpes- reconoció el enano, que comenzaba a notar las heridas y el cansancio acumulado.