Partida Rol por web

 Comenzamos

 Había llegado el momento... numerosas razas que ahora eran enemigas, se habían vuelto a dar la mano, ahora eran hermanos, todos unidos contra el mal que acechaba el mundo de aquellos años. Había mucha gente, y la melodía de la música de elfos, humanos, enanos, vampiros y los temidos licántropos entre otras especies sonaba, mientras hombres y mujeres de todas razas danzaban juntos. Vosotros observáis la escena mientras coméis sentados en un pequeño grupo: Alm, Avalar, Damon, Titania, Tony y varias doncellas humanas semidesnudas que daban brincos al ritmo de la melodía alrededor vuestra

Estabais en la capital de los humanos, que sería pronto invadida por los Zombies invocados por el mal. Pero esta eventualidad era tan importante que ahora mísmo daba igual la amenaza, lo que importaba es que se habían estrechado las relaciones entre las razas y podríais combatir juntos, hasta el final de esa gran guerra, que acabaría con el final de la vida sobre la tierra. Para eso los sacerdotes y brujos de las distintas razas os convocaron allí, a los mejores guerreros de cada una de las razas. Pero ahora era tiempo de fiesta y diversión hasta el amanecer.

Como podeis observar hay un fuego entre vosotros, y las doncellas siguen dando vueltas, algo de lo que el elfo, la vampira y el licántropo no se habían percatado, aunque sí el humano y el enano, que no hacen más que mirar hacia atrás y devolverle sonrisas a las preciosas damas.

Hay muchisima gente reunida, cada una en pequeñas parcelas igual que vosotros, sentados alrededor de un fuego y disfrutando de los músicos, que van pasando entre los huecos que quedan entre corro y corro. Algunos danzan alrededor del fuego, otros, como vosotros, solo yaceis y coméis pollo, cerdo y sangre (para los vampiros)... es de noche y la zona de la fiesta es justamente a las afueras de la ciudad, en el bosque donde normalmente hacen guardia los soldados, que hoy descansan, uniéndose a la fiesta.

El lobo come apetitosamente su manjar de cerdo, acompañado por el enano, que le da insistentes bocados mientra bebe deliciosa hidromiel. La vampira se mantiene mirando fijamente al humano, con semblante serio, mientras da pequeños sorbos a su copa de sangre. El humano, no se da cuenta de este detalle y llama a las doncellas que por allí se pasean, yendo de fuego en fuego, sin ningún éxito, y el elfo se mantiene sin comer nada asqueado con la comitiva que tiene delante, tanto la gente como sus futuros compañeros de trabajo. 

Los músicos se acercan y os miran... 

- Señores, .-dice una enana que tocaba un violonchelo- ¿Quereis una canción en especial para que baileis vosotros también? ¡anímense estamos de fiesta!

El ruido ensordecedor de la música ahora a vuestro lado os suena a algunos como riquísima melodía y a otros como asqueroso ruido. El cesped es mullido y fresco, y aunque no hace viento, hace frío y de vez en cuando caen algunos copos de nieve, que se disuelven en la hoguera que teneis frente vosotros. 

El ambiente era… como poco, sobrecargado.

A la vampira, ver a todas aquellas chicas danzando alrededor del fuego le resultaba, como poco, tentador o quizás incluso molesto, prefería no mirarlas; allí poco tenía que temer por su instinto, en su mano reposaba una gran copa. No entendía como aquellos humanos habían accedido a hacer algo como eso, ya que, para ellos, lo de su raza, siempre habían sido considerados auténticos monstruos.

Suspiró mientras le daba un amplio trago a su dulce bebida, no estaba tan caliente como ella acostumbraba a tomarlo, pero al fin y al cabo…  No era muy de su agrado todo aquello, lo hacía por conveniencia. Ella, alguien que durante siglos había logrado sobrevivir sola, ahora temía por el fin de la vida tal y como la conocía. Aquellas criaturas encantadas, muertas en vidas, estaban frías, eran fuertes, nada que ver con los humanos. Era algo que no quería, ni podía permitirse, la existencia de la raza humana era más que importante para su propia existencia.

La aguda visión de Titania se desviaba entre sus compañeros, un hombre lobo… sencillamente repulsivo, este comía vorazmente junto al enano, aquellas ansias de apagar el apetito de una forma tan burda… era simplemente vulgar. El elfo en cambio permanecía impasible… y el humano, le costaba apartar la vista de este, aunque intentaba pensar tan solo en el contenido de su copa.

Entonces captó una voz que se dirigía hacia ellos. ¿Bailar? ¿Con esa compañía? No es que no hubiera bailado nunca, a ella, como a cualquiera, le gustaban los placeres mundanos, pero no con ellos. Podría pelear mano a  mano con… seres… tan repulsivos como ellos, pero bailar… eso era otra historia. Ignoró completamente la voz, dando a entender que la había oído con una simple mirada llena de recelos. 

Realmente, tenía ganas de desfasar las pocas horas de tranquilidad que nops quedaban con total seguridad con vida...

Joder, vamos!!!. Se me fue la pinza y empecé a vailar al ritmo de la música. Viendo que la cosa estaba un poco apagada, utilicé mi maguia de

Seguidamente, 5 imagenes como yo empezamos a bailar. El ambiente era de euforia y agrado para todos excepto el vampiro y el licántropo. Pero buenio, que no aruinen la fuiesta

 Tony, te rogaría que volvieses a mirar las normas, ya que para que tenga efecto el conjuro que has hecho, antes de invocar las copias tienes que hacer esto: La dificultad para conseguir un hechizo, será inteligencia +

Miro a todos los que esta bailando y me voy a por mas hidromiel.

Veo que en la barra solo hay jarras de cerveza y entonces le robo el barril al que lo vende.

Vuelvo a sentarme y miro a la gente bailar

 ya sabes que no pasa nada!! lo que pasa es que hay que dejar las cosas claras desde el principio, que si no después hay confusiones! a disfrutar!! xDD

El bullicio atenazaba el ambiente sobrecargado, entre tanta música y griterío carentes de sentido para él. La compañía no lo mejoraba y la comida al menos equilibraba algo pero tampoco demasiado, no estaba viva y en el punto que le gustaba aun así al menos era comestible.

Sus ojos se levantan mientras despedaza con sus poderosas mandíbulas aquella comida. Observa a los seres que le rodean, un enano, si esa pequeña criatura le caía bien, y aunque sus manos pequeñas se alargaban demasiado a lo que no era suyo, confiaba plenamente en aquel “hombre”. Pero siempre había lo contrario, un vampiro, y encima una fémina...

Aquellos seres deberían ser aniquilados sin miramientos, y de las formas más crueles posibles, no la soportaba a su lado, y no lo haría. Mas le valía no provocarle, porque entonces conocería el poder que habitaba en él que no era poco, y sus largos años de vida como maldito le servirían de poco.

 El simple hecho de imaginar cómo despedazada el cuerpo de aquella chica, le excitaba enormemente y a su vez se mezclaba con furia y… asco aunque el vocablo no representara en el grado adecuado. Aquella mezcla de sentimientos tan contradictorios y a su vez tan apetecibles hacia que se le iluminaran la cara y sus gestos frente a su comida se convirtieron en algo más feroz tanto que acabo despedazando su comida.

Se aparto y observo a los otros en aquella mesa, mientras su mente se evadía del resto de comensales. Un elfo… bueno, no había tenido tratos con los de su especie, y tampoco le interesaban demasiado, lo aceptaría por el momento. Y por último el humano, seres tan inferiores y compartiendo mesa con alguien como él y encima no era el bocado de aquella noche, inaudito, pero en fin sobre esa raza no había mucho que decir que fuera interesante…

Alguien les interrumpe.

Bailar dice y con esos humanos. Debe haberse vuelto estúpida, aquella enana. Luego observa como el humano se adelanta y se une con los suyos mientras proclama ante todos lo que es.

Acto seguido simplemente se elude en un acto de indiferencia hacia todo aquel suceso mientras el enano trae un nuevo botín, al cual Damon no puede evitar añadir.

-Compartirás algo de ese brebaje conmigo, ¿verdad?- mientras una sonrisa se le dibuja en el rostro y su garra aferraba una jarra que dirigía hacia delante.

Había que aprovechar pocas veces tomaba algo que no fuera provisto de la naturaleza y esa noche era un día para celebrar fuese lo que fuese lo que se celebrara.

Avalar traia en su pequeño zurrón comida que a el le apetecia, pero aun no se la comeria, debia comer lo necesario para racionarlo todo bien para un mejor futuro. Casi todos parecian hacer lo que su instinto le decia, salvo los seres más concienzudamente preparados, los cuales eran el, y la vampiresa.

¿Esto lo hacen con continuidad?

Se preguntó a si mismo, mirando al cielo deslumbrante.

Bajó su rostro y lo giró, mirando, a parte de las mujeres danzantes que llamaban la atención, si por algun casual en aquel festejo tan extraño no era el único elfo en la fiesta. Se guió por lo que normalmente los caracterizaba, sus orejas puntiagudas y picudas. Le fue un tanto complicado hacerlo, pues debido a la música, el barullo y demas, pocos elfos lógicamente plagaban el lugar.

Despues de un barrido visual, decidio abtenerse a bailar, y aun sentado, intento ignorar cualquier ruido que no viniese con el, e identificar los que probablemente le interesasen, como el ruido amenazante de un matorral movido por una persona ajena o similiares, a parte de una conversación normal para el.

Mientras todos estos bailan me quedo un rato mirando al elfo, que hace ese aburrido guardando comida?

Miro al hombre lobo que tengo al lado y brindo la jarra con el, este si que me cae bien,  es un tio divertido y espero poder robarle hasta la ultima moneda en cuanto se duerma.

Cojo una jarra y la meto en el barril, la hidromiel de estos humanos no esta mal, pero no se puede comparar con la que hacia mi clan antes del accidente.

Entonces me llega una olor que no puedo soportar,cerveza, miro en todas direcciones para ver si hay alguien bebiendo eso o soy yo que me lo estoy imaginando.

Repentinamente grito enfurecido:

-Quien de vosotros esta bebiendo cerveza!? 

 El humano, el mago que estaba con vosotros os dais cuenta que de pronto se ha esfumado, no hay ni una réplica que podais localizar con la vista, aunque, es normal, con tanto barullo de gente bailando al mismo tiempo. Los músicos al ser ignorados se encojen de hombros y siguen la ruta a otro grupo de gente, humanos, que están sentados en otro fuego contiguo al vuestro. Alm vuelve con su jarra de hidromiel y comienza a beber como un cosaco, el líquido resbala asquerosamente por su boca hasta caer al fresco césped. 

La vampira sigue con un gesto incómodo, brazos cruzados y mirando al frente. Ahora había perdido de vista al humano...

Entonces algo la hace salir de su shock... el sonoro golpe del lobo y el enano brindando con hidromiel... cada vez más odioso ese lobo. En ese momento el enano se mosquea muchísimo, gritando ¿Quién está bebiendo cerveza?. 

En ese momento entra violentamente el camarero que se encargaba de la barra y señala al enano con furia mientras dice:

- Tu! maldito enano!! tu me has robado el último trago de hidromiel!! 

Coje una maza y la prepara para darle un golpe

- Devuelveme mi hidromiel maldito!!.- Parece que el hombre (humano) no estaba muy por la labor de negociar con el enano pacíficamente...

En ese momento el Elfo descubre un grupo de elfos al otro lado de donde se encuentran ellos, casi dentro de la fortaleza. Están desorientados y mirando de un lado hacia otro a todos esos odiosos humanos con aires de superioridad. Sin duda no se encuentran a gusto allí!

Intento esquivar el mazazo y devolver el golpe. 

Pensaba que estaba cerca, entonces preparo mis dagas  y mantengo los cuchillos a buen recaudo 

Al escuchar el grito de ese hombre se me olvida completamente la cerveza y me escondo disimuladamente detras de Damon intentando pasar desapercibido.

-(susurro)Damon, no te he comentado el detalle de que esto lo he robado no? Entonces me parece que seria buena idea que tirases este vaso si no quieres pelear, si quieres pelear, que a mi no me importa, entonces ayudame.

 Mientras digo esto voy sacando mis dagas de sus fundas y las hago girar en la mano con una sonrisa de oreja a oreja apenas cubierta por mi barba. 

 Para cuando se quiso dar cuenta el humano había desaparecido de su entorno… suspiró, el único de aquellas criaturas que despertaba algo en ella –aunque ese algo fuera hambre- había desaparecido… ahora se aburriría un poco más incluso.

Dio otro trago a su bebida degustando su dulce sabor. Se llevó la mano a la boca, una gota había rebasado por la comisura de sus labios. Estaba muy tranquila, había aprendido a tener paciencia no era difícil cuando vives tanto tiempo, pero esa tranquilidad fue rota por la potente voz del enano.

Mirarlo era una de esas escenas grotescas, realmente daba vergüenza ajena, bebiendo cual cerdo, dejando que todo se le derramara sobre la barba sin reparo alguno, ella misma se había sentido incómoda por una sola gota que le había caído… suspiró al ver la escena que estaba teniendo lugar, un enano escondido tras un hombre lobo ¿podría darse lugar una escena más grotesca? Además podía incluso adivinar por que podría ser, pero no iba a pensar más sobre eso, que se las apañaran como pudieran, solo pensar que tendría que convivir con ellos le causaba dolor de cabeza.

Finalmente se decidió ponerse en pie, su copa había quedado vacía y aunque su sed estaba saciada, aguantar una fiesta como aquella sin nada que llevarse a los labios podría resultar peligrosa para todos los presentes.

Iba dando una vuelta para buscar de donde rellenar su bebida, no pensaba probar el hidromiel ni ninguna otra bebida humana, caminó pausadamente alrededor de su fuego, moviéndose hacía la barra, aunque el humano que había tras ella parecía molesto por algo… esperaba que la atendiera rápido, pero mientras aprovecharía para observar a las personas a su alrededor, quizás pudiera haber alguien interesante.

-Quiero otra copa de sangre  – dijo fríamente depositando la copa en la barra, aunque sin estar segura de que aquel infra-ser la estuviera oyendo, pues parecía buscar algo a lo lejos -, humano.

Añadió la última palabra en un tono bastante despectivo, le irritaba sentirse ignorada.