Partida Rol por web

Como esperabais, el viaje en coche hasta Massachusetts se hace tremendamente pesado. Pese a que el coche del sargento es bastante cómodo y espacioso, los baches, el traqueteo, el ruido del motor y los amortiguadores os hacen reconocer que habría sido mejor idea coger un tren cama. O por lo menos lo habría sido si no llevaseis en el maletero lo que algunos han cogido de sus casas y hoteles

Empieza a amanecer cuando por fin llegáis a Arkham, con tiempo más que de sobra para llegar al departamento de filología de la universidad de Miskatonic que es donde habéis quedado con el profesor Olive.

Las nevadas calles del campus están vacías, es domingo y aún demasiado pronto para que empiece a haber gente por las calles, pero las instrucciones que le dio el profesor a Keeper son lo suficientemente precisas como para que no os perdáis.

El frio exterior hace que se empañen los cristales del coche mientras esperáis que llegue la hora en la que habéis quedado con el profesor.

Cuando es la hora acordada salís del automóvil y camináis hasta el edificio donde se encuentra el Departamento de Filología. Las puertas están cerradas, pero Keeper toca la puerta.

Segundos después, un hombre moreno con pequeño bigote y expresión de mala leche perpetua os abre la puerta.

- ¿Sí?- Pregunta. Keeper se presenta y después lo hace con el resto del grupo. El profesor os estrecha la mano a todos excepto a Daphne a quien besa la mano con un gesto de cabeza y un - Señora.

No esperaba tantos visitantes, señor Campos. - responde depsués- Pero, por favor, pasen pasen, no se queden ahí fuera con el frio que hace.- Os hace gestos con la mano para que entréis.- Pensaba atenderles en mi despacho, pero siendo tantos, es mejor que lo hagamos en la sala de reuniones de la segunda planta. Síganme, por favor.

Una vez todos dentro, el profesor cierra la puerta y se dirige hacia unas escaleras de mármol situadas justo enfrente de la puerta. Todos lo seguís hasta la segunda planta y nada más llegar allí entráis en la primera puerta a la derecha.

Siéntense, por favor.- os dice cuando entráis a una sala de reuniones para una diez o doce personas, con una mesa ovalada en el centro de caoba y sillas de la misma madera y los asientos tapizados en verde.

Una vez todos sentados vuelve a hablar.- Si no me equivoco, están ustedes interesados en las investigaciones del profesor Zarramenov ¿Verdad?

El sargento aparcó el coche y se dirigió junto con sus compañeros a ver al profesor Olive. 

Cuando éste les recibió, le estrechó la mano como solía, con fuerza y mirándole directamente a los ojos. Estaba claro que si el profesor era serio y tenía mala leche, pasaba a ser un corderito al lado del gigantón de Boston.

Siguió al profesor a la sala de reuniones de la segunda planta y se sentó de forma marcial, recto como el palo de una escoba, en una de las sillas de caoba. Y esperó a que sus compañeros hablaran mientras el observaba todo con mucha atención.

Steffan se sintió algo ofendido debido a que el Profesor Olive parecía no darle un trato especial a él, como compañero de profesión. Estaba acostumbrado a recabar más atención en el mundo académico. Antes de tomar asiento en la sala de reuniones se dispuso frente a Olive y se presentó.

- Encantado Profesor Olive. Soy el Profesor Wood, de la Universidad de Tulane de Nueva Orleans, Doctor en Ciencias Químicas y Farmacología.- Tendió la mano al profesor con gesto pomposo.- Una vez sentado se quedó un poco perdido ante la pregunta lanzada al aire. 

¿Estoy interesado en el trabajo de ese tal profesor "Zarrapastroso"?- A pesar de su situación, no podía evitar subestimar aquella Universidad. Se quedó mirando a "Keeper" esperando que fuera él el que contestara, pues él no tenía ni idea.

Greywood, Daphne Greywood. He servido como traductora de alemán y francés. —aquello no era del todo incierto puesto que parte de su trabajo había sido traducir, y en aquel momento traducía mucha documentación. Que además tuviese encargado analizarlo no era asunto del profesor.Al contrario que sus compañeros, la joven no se sentó inmediatamente. Se quedó contemplando la habitación, tratando de hacerse a la idea de que clase de hombre era el que ocupaba aquel despacho.—Si se refiere a las investigaciones sobre "simbología" ha acertado.

En los escasos segundos que habéis hablado, pocas ideas puedes hacerte el profesor Olive.

La sala de reunión es bastante sobria, las ventanas dan al lago y solo hay dos cuadros en ella uno con el escudo de la universidad y el otro conel escudo de la facultad de filología.

Mi amigo George no estaba realizando una investigación sobre simbología.- corrige el profesor.- Es, o era, Profesor de Historia Antigua de esta universidad, es­pecializado en las culturas del Mediterráneo Oc­cidental, anteriores al florecimiento del Imperio Roman.

Verán. Hace como seis meses, me confesó bastante excitado que creía haber encontra­do restos de una cultura común entre los diver­sos restos de los diver­sos pueblos mediterráneos del siglo VI antes de cristo.

Basaba sus teorías en un misterioso signo. Un signo exactamente igual al que me envió el señor Campos por correo, que podía encontrarse, toscamente labrado, en al­gunas tumbas de cierta región de la antigua Mauritania, en la actual Marruecos, el cual se­gún se decía era el signo del Abridor del Ca­mino.

Pero George había encon­trado el mismo signo en una necrópolis descubierta cerca de la ciudad de Tarragona, en España, sólo que allí recibía el nombre del signo de la Puerta y la Llave. Y afirmaba que, aquí en Miskatonic, había encon­trado referencias, en un venerable libro, de que el signo era conocido en la península árabe por las mismas fechas, bajo el nombre de «Umr al Tawil».

Georges partió hacia España dos meses más tarde, sobre Diciembre. Iba en busca del origen de este culto, que según él se encon­traba en la mítica ciudad perdida de Tartessos. Nadie ha vuelto a vuelto a saber nada más de él.

El señor campos me dijo que tal vez ustedes pudiesen ayudarme.- se acerca a la mesa y comenta en un tono más bajo.- Sospecho que ha sido secuestrado, o algo peor...

Mala suerte Derek

Extrañamente, tú sí que sabes que el profesor está vivo. Por lo menos que lo estaba ayer, cuando viste a un hombre con los ojos arrancados en mitad de tus alucinaciones.

No sabes como ni por qué, pero algo dentro de ti te dice que, sin ningún tipo de duda, ese hombre era el profesor George Zarramenov.

Aunque, tal vez no sea muy prudente revelar este hecho.

Mala suerte señor Wood.

Extrañamente, tú sí que sabes que el profesor está vivo. Por lo menos que lo estaba ayer, cuando viste a un hombre con los ojos arrancados en mitad de tus alucinaciones.

No sabes como ni por qué, pero algo dentro de ti te dice que, sin ningún tipo de duda, ese hombre era el profesor George Zarramenov.

Aunque, tal vez no sea muy prudente revelar este hecho a tus compañeros.

Derek no dijo nada en parte porque estaba cansado, el largo viaje por un lado y lo mal que suelen llevarse las muletas con las escaleras de mármol por otro habían mellado su capacidad de hacer comentarios (lo que probablemente era mejor). Sin embargo en cuanto ese tal Olive comenzó a hablar inmediatamente vinieron algunos recuerdos a su mente, recuerdos de esas cosas serpentiformes, algunas de las cuales iban vestidas de romanos...

Algo dentro de él se removió y supo que no era bueno. Si bien su mente estaba más abierta que antes en lo referente a lo oculto , mitológico o de ciencia ficción por lo vivido el Francia, el sargento solía desechar rapidamente tales pensamientos. Pero cuando estos llegaban, algo dentro de él se despertaba y le advertía. Y eso pasó cuando escuchó el nombre de George Zarramenov.

- Mmmmmggrrr- gruño Highway por lo bajo.

- Y no sabrá dónde se hospedaba, la ruta que siguió y con quién se tenía que ver, ¿verdad?- preguntó el sargento buscando alguna pista sobre el paradero del profesor.

Aquel profesor con cara de pocos amigos era inmune a sus encantos diplomáticos. Eso le hizo comportarse como un niño enrabietado y se dedicó a aparentar que no le interesaba nada de lo que decía, aunque sólo era fingido, pues no se perdía ni una palabra de lo que decía. Se sentó de manera informal en la silla, jugueteando con el mechón d epelo que le caía pro la frente, bostezaba y jugueteaba con los dedos en la mesa de la sala.

Tap, tap tap

Señor Olive...para nosotros esto es más importante de lo que imagina. ¿Podría dejarnos ver ese libro?—A Daphne no le hacía ninguna gracia la última frase, y de hecho iba a tener unas palabritas con  Keeper. ¿Así que el ex-soldadito planeaba meter a su marido en problemas? Iba a conocer las iras de la mujer.

Roderick tras las presentaciones de rigor se había mantenido en un prudencial silencio. Escuchó atentamente al profesor y cuando comentó el caso del señor Zarramenov arrugó el ceño, como si estuviera meditando. Tras unos segundos se aclaró la garganta y añadió con toda tranquilidad.

- Y... si me permite la pregunta ¿Por qué nosotros deberíamos saber algo con respecto al paradero del Señor Zarramenov? Es odbio que sus recursos son mucho mejores que los nuestros para dar con el paradero de personas desaparecidas- añadió con cierto reproche.

A Keeper los derroteros que llevaba aquella conversación no le estaban gustando. La idea de ir a buscar a un hombre a España no era lo que tenía en mente, por lo menos desde que hacía menos de veinticuatro hroras que habían secuestrado a su hijo.

Bueno.- dice excusándose.- Yo no dije exactamente que le ayudaríamos a encontrar al profesor Zarramenov. Solo dije que estaba interesado en el símbolo y que tal vez pudiera hacer algo.

Si se refiere en el extranjero- responde Olive a Highway- La verdad es que sé donde se iba a hospedar en España, solo que su primer destino iba a ser Tarragona. Si se refiere a aquí en los estados unidos, tiene un apartamento en el propio campus. Todos los profesores tenemos uno, es un incentivo de la universidad.

Tengo llave de su apartamento y él guarda una copia de mis llaves, ya saben, por si las perdemos, nunca se sabe. Si lo desean puedo llevarlos hasta allí, está todo tal y como lo dejó. Nadie más que yo ha entrado desde que se marchó hacía España.

Lo siento mucho señora...- hace una pausa tratando de recordar el apellido de Daphne.- señora Greywood. No me dijo el nombre del libro, solo que lo había encontrado entre los fondos de la biblioteca de la universidad.

Por último se gira hacia Craven y Keeper.- Creo que subestiman el poder de un profesor universitario, les dice. He hablado con la policía, he escrito a la embajada en España, pero de momento no pueden hacer nada más. Ambos argumentan que solo tengo suposiciones y conjeturas, que George no me haya escrito ni se haya puesto en contacto conmigo no prueba absolutamente nada. Que tal vez no lo haya hecho porque no ha querido, pero yo sé que algo malo le ha pasado para ni siquiera escribirme.

Daphne fusiló con la mirada a Keeper. Por un momento la pacifica mujer llevó a tener la misma expresión que la de Highway. Después se giró hacia Olive e insistió

Bueno, supongo que aún así nos deje buscar en la biblioteca. Es grande si, pero habrá un registro y siempre podemos acotar las fechas si sabe aproximadamente de que siglo era el libro. 

-O simplemente consultar el registro y mirar los mismos libros que haya retirado el profesor.- dijo el silencioso Derek desde el rincón donde se había quedado, atento a las preguntas y repuestas le grupo en general, aunque sin opinar siquiera.