Partida Rol por web

Eso es mas cabal que el llevar a una sola persona...aunque debemos llevar las armas preparadas. Es posible que no tengan clemencia y directamente nos acribillen en la calle—respondió la mujer.para eso quizás uno o dos de nosotros deba ir atado con ligas falsas y las manos al frente. Evidentemente en mi caso no hará falta. Llevaré el revolver de la manga y el maldito cerdo me llevara agarrada del brazo. Y más le vale soltarme en el momento oportuno. Una de las ventajas de ser mujer es que siempre se puede pretender ser más estúpido y débil que uno es y nadie se sorprende.  

Roderick se acarició el mentón pensativo, de todo lo que habían propuesto parecía que las últimas propuestas eran las menos descabelladas dentro del tremendo despropósito que suponía meterse en aquel berengenal...

- Puede que eso funcione... ahora habría que ver si nuestro amigo estaría dispuesto a colaborar y decidir como nos organizamos.

Volvisteis al coche y sacasteis al matón del maletero, para explicarle lo que debía hacer si quería conservar la vida unos minutos más.

El plan estaba claro y parecía bueno, unos entraríais sentados en el coche con las manos atadas con nudos falsos y simulando que os habían hecho prisioneros mientras otros dos lo haríais escondidos en el maletero abierto para salir en el momento oportuno, pues no era muy normal que un solo hombre llevase custodiados a cinco rehenes.

Cuando llegara el momento de bajar del coche, el matón del diría que salieran mientras os amenazaba con una pistola descargada del difunto Highway, y luego cogería del brazo bueno a Daphne y la llevaría dentro.

El coche se acerca despacio a la mansión y los tres hombres armados parecen reconocerlo. Uno de ellos se acerca a la ventanilla.

Hola Ray. ¿Qué hacen estos aquí? - pregunta extrañado mirando el interior.- ¿Dónde está el señor DiCaprio?

Cambio de planes John.- responde un sudoroso hombre que sabe que le apuntan varias de vuestras armas de fuego directamente a la espalda.- El señor DiCaprio me dijo que les trajera aquí. Que el señor Deaths quería hacerles unas preguntas.

Ya sabes.- Dice tras unos segundos con una sonrisa efectiva en la cara.- Donde manda patrón no manda marinero.

El tal John mira el interior del automóvil y sus ocupantes, una vez comprueba que van maniatados contesta con una sonrisa- Claro que lo sé.

Aparca en el coche del señor Deaths en el garaje, ya sabes lo poco que le gusta al señor Dicaprio que su Ford T coja polvo. ¿Necesitas ayuda con esta gente?

No gracias, puedo apañármelas. Me quedaré haciendo guardia hasta que llegue el señor DiCaprio, no sea que les de por intertar hacer algo raro.- Luego pone en marcha nuevamente el coche y conduce hasta la parte de atrás donde no parece haber nadie vigilando. Parece que el plan ha salido bien.

Daphne había bufado, sollozado y gritado cuando estaban delante de los otros matones, pues era lo que se esperaba que una mujer haría en aquel momento, más cuando el coche se separó y estaba lejos de oídos ajenos, aún sin levantar la cabeza que había dejado colgando musitó.

Si tienes alma nos ayudarás con tu jefe. Ha secuestrado a mas de una docena de niños, entre ellos mi hijo. Así que si no quieres conocer las llamas del infierno...bueno, ya sabes.

Sin bajarme del coche miré con disimulo por la ventana intentando descubrir cualquier indicio de hostilidad.
No me creía que los matones de la entrada se creyesen la pantomima que estabamos haciendo así que decidí ir con los ojos muy abiertos.

Al ver que Lewis estaba atento a los de fuera, Derek dijo a su "captor":

-Chico, todos vamos a morir. Algunos lo harán en unos minutos, otros tardarán un poco más y algunos, los que más suerte tengan, tardarán probablemente años. Tu ¿Cuánta suerte crees que vas a tener? Porque cuando éstos noten que nos has ayudado estás listo.-

El señor Deaths no ha podido secuestrar a nadie.- Responde Ray en voz baja a la referencia del secuestro.- Lleva años recluido en su silla de ruedas, así que no sé cómo quieren que lo haya podido hacer.

Aunque en el momento que vuelve a ver vuestras armas apuntándole directamente al pecho recapacita y con voz temblorosa continua hablando.- Lo más probable es que el señor Deaths se encuentre en su dormitorio, en la planta primera. Nosotros solo tenemos permiso para estar en la planta baja nunca para subir arriba.

Baja del coche dice en voz bien alta- ¡Vamos, bajad! No tengo toda la noche.- Luego abre la puerta trasera, que por un estrecho pasillo da al salón. Cuando entra, lo primero que hace es encender las luces y cerrar las tupidas cortinas.- Esa puerta da a las escaleras- Vuelve a susurrar señalando una de las puertas.

Era verdad lo que decía el matón. Puede que Death mismo no pudiera moverse pero el italiano estaba bajo sus órdenes y podía ser el que lo hubiera planeado todo. Después de lo que habían visto en la asociación se imaginaba el por qué no les permitían subir a la primera planta.

- Ahora verás la razón de por qué no os dejan subir.- Sujetaba la recortada cargada pues se esperaba lo peor.

"Y ahora viene lo peor... subir las malditas escaleras..." pensó Roderick con amargura pues realmente no sabía que iba a pasar una vez llegaran arriba, ni que es lo que encontrarían. "Esto te pasa por hacerte el valiente, no deberías de haberte metido en este embrollo. Esto no va a acabar bien..." se reprendió a sí mismo mientras su mano se movía de manera inconsciente hacia el bolsillo donde guardaba su petaca "Ya lo sé, maldita sea... pero la culpa no es mía, sino de los gritos... sólo quiero que se cayen... Vas a morir y lo sabes... pero al menos los gritos cesarán... o eso espero" el capellán se permitió un buen trago de licor para infundirse valor, ya sólo le quedaba un último trago para vaciar el recipiente, así que lo guardó.

- Vamos- declaró- y tu te vienes con nosotros- le dijo al matón que les había ayudado, apuntándolo con el arma.

Con el matón a rastras subisteis por las lujosas escaleras de mármol blanco de la mansión Deaths, alumbrados únicamente con las linternas que habíais dejado en el coche y tuvisteis que regresar por ellas.

La casa permanecía en el más absoluto de los silencios, como si nadie ni nada la habitara. Una vez arriba tardasteis unos segundos en orientaros, las tres puertas de cristal del lado norte daban sin lugar a dudas al balcón de la fachada principal.

Pero otras cinco de madera de roble permanecían completamente cerradas y sin ninguna indicio que pudierais usar para intuir su contenido.

No es cierto que la casa esté en el más absoluto de los silencios. Desde detrás de una de las puertas, la que da al lado este, escuchas un zumbido monótono. El mismo ruido que haría un motor o compresor, pero infinitamente menos ruidoso que cualquiera de esos aparatos eléctricos que hayas escuchado antes en tu vida, si es que se trata de uno de esos y tu oído no te está gastando una mala jugada.

Por si fuera poco, notas como por debajo de la puerta sale un aire frío, mucho más frío del que hace en la calle.

No es cierto que la casa esté en el más absoluto de los silencios. Desde detrás de una de las puertas, la que da al lado este, escuchas un zumbido monótono. El mismo ruido que haría un motor o compresor, pero infinitamente menos ruidoso que cualquiera de esos aparatos eléctricos que hayas escuchado antes en tu vida, si es que se trata de uno de esos y tu oído no te está gastando una mala jugada.

Por si fuera poco, notas como por debajo de la puerta sale un aire frío, mucho más frío del que hace en la calle.

Notas como por debajo de una de las puertas, la que da al lado este, sale un aire frío, mucho más frío del que hace en la calle.

- Un momento. - Se me escapó más que dije.
- ¿No notáis eso? Es como un zumbido. - Dije a la vez que levantaba un brazo y señalaba a la puerta que daba al Este. - Viene de ahí.
Era un zumbido suave. Como de una máquina.
- No sé, no me gusta nada esto. - Dije con cara de circunstancias y un creciente miedo.

Y el aire es mucho más frío—añadió Daphne con tono sombrío—más frío incluso que el de la calle. Es como si hubiese conectado un ventilador o un generador de frío.

La mujer frunció el ceño tratando de recordar si había alguna enfermedad que Deaths pudiese tener y que requiriese frío para el tratamiento. En ese caso solo tendrían que entrar en aquella habitación y desconectar los sistemas para ponerle en apuros y hacerle confesar. Si. Quizás Daphne no tuviese experiencia golpeando o seduciendo para sacar información pero no cabía duda de que tenía medidas más refinadas.

Puede que tenga que ver con la enfermedad de Deaths