Partida Rol por web

A Derek en realidad le había hecho gracia la ocurrencia de Craven (era raro que el escritor se tomase alguna cosa demasiado en serio, porque ya había comprobado que cuando lo hacía nunca nada terminaba bien) pero la reacción defensiva del resto le sorprendió; por una parte le hizo ver que el viejo capellán había hablado con más saña de la que le suponía, y por otra parte realmente no creía contar con el apoyo de otras personas (nunca le había sucedido algo similar). 

De todas maneras sonrió torvamente a Craven y dedicó una inclinación de cabeza a Daphne y a Lewis, para luego comentar mientras su cuerpo formaba un extraño ángulo con la muleta:

-Bueno... habrá que pensar en alguna otra cosa entonces...  a ver qué averiguamos acerca de esos de "la puerta y la llave" o como sea que se llamen. Tañ vez tengamos suerte y se reúnan pronto... y tal vez podamos coger a alguno para preguntarle algunas cosas... o colarnos en la reunión... o lo que sea.-

Muchas gracias, mayor. Le mantendré informado —Daphne colgó el teléfono. Estaba orgullosa de ser estadounidense. En cualquier otro país se hubiesen lavado las manos desentendiéndose por completo de aquel asunto. Pero en los Estados Unidos de América cuidaban los unos de los otros. 
Cuando volvió al lado de sus compañeros esperó a que guardasen silencio para ponerles al día del asunto. Su mirada se posó  en todos y cada uno de ellos, aunque quizás un poco más fría en el religioso.

Bien, nuestro "amigo" el macarronni va a ser investigado, aunque ya les adelanto que piensan...bueno, me incluyo, que es practicamente imposible que ese panelaprimuláceos sea el cabecilla.—Daphne miró a su alrededor, consciente de que no era un tema demasiado adecuado para hablar en un lugar público como aquel. Nada más ni nada menos que un hall. La mujer por tanto trató de abreviar. —Aún así lo investigaran, así como investigarán esa "asociación". Por cierto, que al parecer el hombre con más poder en este pueblo es un tal "John Irvin Deaths"

Disculpen.- Os dice el encargado de recepción desde detrás del mostrador.- No he podido evitar escucharles hablar de la puerta y la llave. ¿Se refieren a la asociación?

En un principio os quedáis callados, dudando, pensando que habéis hablado en un lugar demasiado público. Pero el recepcionista interpreta ese silencio como un sí.

La asociación la puerta y la llave es en realidad un club de caballeros formado por los ciuda­danos más influyentes de la localidad. - Continua.- La aso­ciación realiza numerosas obras para la comu­nidad, como son la recaudación de fondos para edificios públicos, organización de fiestas y ce­lebraciones, o dejar parte de su local social para que se realicen exposiciones de arte y obras de teatro.

Es un honor para San Mateo que sus ciudadanos más influyentes sean también los más filántropos. ¿Están pensando en visitarla? Puedo indicarles como llegar, si quieren. Si van ahora incluso puede que les atienda el señor Pars, el presidente, suele pasar todas las tardes allí.

Error de principiante. Habían cometido un maldito error de principiantes. Sin embargo aún podían solucionarlo. Si ese hombre les había oído hablar acerca de la "investigación" estaban perdidos a menos que... A menos que fuesen "beneficiosos" para dicha asociación. Claro que era una locura ir con sus nombres y ni hablar de utilizar un nombre que el teniente DiCaprio pudiese recordar.

Estás en un asunto más turbio que aquel de Alemania Daphne...será mejor andarse con el mismo cuidado

Oh, vaya...que sorpresa...—dijo REALMENTE SORPRENDIDA—Soy Claire Greywood. Que vergüenza que nos hayan descubierto así...verá somos de una comisión que premia a las asociaciones benéficas y a nuestro pequeño comité le toca investigar las de California. Estaría bien que nos indicase lo que pueda...así como el tipo de obras que han hecho últimamente, ya sabe, los que todavía no han salido en prensa... Oh....relamente ha sido una terrible falta de precaución por nuestra parte...si descubren que alugien sabía que estamos aquí quedará descalificada

Daphne parecía azorada...bueno realmente estaba azorada aunque no por los mismos motivos que aquel hombre debía pensar.

La idea de Daphne había sido muy buena y lo mejor de todo muy rápida. Me acerqué a ella y poniendo el semblante más serio que pude traté de apuntalar su plan.
- ¡Vaya! Quizá debamos descalificarla e irnos a evaluar la Asociación de Voluntarios de San Francisco. Es la que toca para mañana y sabes que vamos muy justos de tiempo, Claire.

Steffan se quedo al margen del teatrillo realizado por aquella mujer. Era mejor que no participara pues podría meter la pata. No cabía duda de que se le daba bien.

- ¿Me acompaña alguien a alquilar un coche? Nos moveremos más cómodamente.- No sabía si la sede de la asociación quedaba cerca a o lejos, así que esperó a que el recepcionista diera las indicaciones.

Al ver que el hombre entraba en la conversación Thomas se puso en tensión, esperando tener que entrar en acción, como solía hacer. Pero al fin y al cabo Daphne cambió las tornas. 

Su desarrolló en un momento una mentira creíble, pero aunque parecía que había colado, al sargento no le gustaba esas artimañas, con lo que permaneció en silencio. Mientras pensó en que si iban a la casa de la asociación quizás le diese tiempo de echar un vistazo por si descubría algo que no quería ser descubierto.

- Yo le acompaño- dijo con su voz grave el sargento poniéndose en camino inmediatamente.

No, por favor, no hagan eso.- Responde el azorado recepcionista.- Prometo no decirle nada a nadie. Será un pequeño secreto sin importancia entre nosotros. Nuestra asociación¹ no merece ser descalificada por un simple desliz sin importancia. ¿Verdad?- Os guiña un ojo cómplice.

Lo último que la asociación ha hecho aquí en San Mateo ha sido recaudar fondos para la sufragar la nueva oficina del sheriff y sé que estás últimas semanas han dado una serie de conferencias por toda el área de la Bahía. Ciudad Vallejo, San Francisco, San José, San Mateo....- el hombre cuenta con los dedos mientras enumera una a una las ciudades que componen la terrible lista de asesinatos.- y seguro que alguna más que se me olvida. Por lo que se ve han sido unas semanas de mucha actividad.

¿Quiere alquilar un coche?²- pregunta solicito a Woods- Pueden contratar los servicios del coche de caballos que les trajo hasta el hotel, pero tendrán que volver andando hasta la estación. La asociación está a menos de diez minutos³ andando desde el hotel, saliendo, la primera calle a la izquierda, no tiene pérdida.

No le hizo falta caminar demasiado por San Mateo para darse cuenta de que allí no había posibilidad de alquilar un coche.

- ¡Putain! Me parece que lo del coche no va a poder ser.-Dijo mirando hacia arriba al sargento.-¿Cree que podría ser peligroso? No me gustaría que nos pillaran sin poder defendernos, no sé si me entiende.- Steffan quería alquilar un coche para poder llevar algún arma consigo en el maletero. El sargento era un hombre de acción y esperaba que hubiera venido preparado, al igual que Steffan había hecho.

- No se preocupe, si está tan cerca no hará ninguna falta.- La lista de los lugares donde la asociación había estado dando las conferencias dejó a Steffan las manos frías. Se estaban acercando a la boca del lobo, no cabía ninguna duda. Miró a sus compañeros con gesto grave. 

Bueno.... no sé...quizás —Daphne miró duditativa a Lewis— ¿Usted que cree? Si desde la asociación se enterasen de esto, nos despedirían inmediatamente...y en mi situación es muy complicado conseguir un trabajo... Claro, que si queda descalificada por nuestra culpa no me sentiría bien... ¿Podría usted guardar el secreto? Vamos, no decírselo ni a clientes ni a nadie de la asociación. Hasta ahora la competencia no parece muy dura...fijese...hay una que quiere abrir universidades a negros... Daphne volvió a mirar a su Lewis— Creo que nos podemos fiar de su palabra... ¿No cree?

Lewis devolvió la mirada a Daphne y asintió con la cabeza- parece que le podemos creer, pero ¿qué puede hacer para demostrarnos que no le dirá nada de esto a nadie, señor?- miré al encargado con interés y esperé a que me contestara algo. Quizá nos dijese algo interesante.

De nuevo la impertinente mujer había hablado demasiado, pensó Roderick, formaban un grupo de 5 hombres acompañando a una dama... era normal que llamasen la atención y que Dhapne ya estuviera "descalificada", sonrió para sí mismo mientras observaba el azoramiento de la dama mientras le daba otra buena calada al cigarrillo dejando que el humo recorriera parte de sus rostro, para después expulsar el aire de sus pulmones de manera pausada.

- Señor Thompson...- dijo refiriéndose a Lewis- estoy seguro que este señor es un hombre discreto, puede que me consideréis un romántico, pero yo aún sigo creyendo en la palabra de los caballeros- miró al recepcionista con intensidad- estoy seguro que no va a faltar usted a ella- terminó por añadir con una elegante sonrisa.

derek, que había permanecido callado hasta ese momento, habló con expresión seria mientras apuntaba algunas cosas en una libreta:

-Puede que sea discretoy también puede que no lo sea. De todas maneras este incidente debe quedar registrado tal y como ha sucedido. Más adelante veremos cómo proceder.-

- ¡Putain! Me parece que lo del coche no va a poder ser.-Dijo mirando hacia arriba al sargento.-¿Cree que podría ser peligroso? No me gustaría que nos pillaran sin poder defendernos, no sé si me entiende

Al acercarse Steffan y decirle ésto el sargento, sin dejar de mirar al encargado, le contesta con un pequeño gruñido acompañado de una leve negación con la cabeza.- grrr-. No creía que en este pueblo tuviesen problema alguno, pero por si acaso el sargento iba equipado para hacer frente a lo que pudiera ocurrir.

Lo que sí que le quedaba claro en toda este tejemaneje de farsas, es que las recaudaciones eran sitio donde habían ocurrido los asesinatos. Y el sargento, que no le gustaba todo aquello permanecía callado hasta que no pudo más y, controlándose, dijo:

- Y ¿no sabrá dónde es la siguiente reunión?- preguntó con su tono grave.

¿Universidades para negros? Habrase visto. ¿Dónde vamos a parar?- El encargado niega con la cabeza mientras dice estas sinceras palabras.

Podría invitarles al desayuno mientras dure su estancia en San Mateo, pero claro, dejando claro que es un gesto de amabilidad que nada tiene que ver con nuestra asociación y que evidentemente no tiene ningún significado adicional.

Ante todo soy un hombre de palabra.- Os dice justo después.- Les prometo que no diré absolutamente nada de ustedes a nadie del pueblo y así lo hare. Aunque entiendo que deban dejar registrado este incidente, solo espero que no sean demasiados duros con nuestra asociación.

¿Se refiere a si darán más conferencias? Pues me temo que aunque los rumores dicen que fueron un éxito rotundo no será posible hacerlo en las próximas fechas. El señor Deaths no está muy bien de salud, y asistir a todas y cada una de esas conferencias ha debido ser duro para él en su estado.

-¿Qué le sucede? Porque haber salido de gira en un estado delicado de salud habla bastante a su favor, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una sociedad filantrópica- se interesa Derek sin soltar la libreta y el lápiz.

El señor Deaths sufrió un fuerte ataque cardiaco hará ya unos cinco o seis años. Desde entonces, ha salido de su mansión en contadas ocasiones y siempre con su inseparable silla de ruedas.- Responde solícito.- Pobre hombre. Si esta vez ha salido a dar todas esas conferencias, recorriendo toda la bahía, tengan por seguro que ha sido por un motivo muy importante.

Vaya, eso es terrible... pero hace que sea aún más admirable que se dedique a hacer todas esas buenas obras. Bueno señor... encantada de conocerlo. ¿Les parece si vamos a visitar la asociación, señores?—dijo Daphne con una sonrisa de cortesía esperando que sus compañeros se diesen cuenta de que ponerse a interrogar en exceso al hombre podría ser extraño