Partida Rol por web

-Pero ve con cuidado Lewis, y no te asomes demasiado.- dijo Derek a quien el zumbido le daba muy mala espina después de lo vivido durante la guerra.

Me acerco a la ventana que tengo más próxima y me agacho. Poco a poco voy asomando la cabeza hasta que puedo ver el suelo.

A Craven se le heló la sangre en las venas cuando el anciano dijo su nombre y su profesión, ¿Donde se habían metido? pero lo más importante ¿Qué estaba pasando? El zumbido y los disparos no hicieron más terminar por destrozarle los nervios, por primera vez no deseaba salir corriendo de allí sino esconderse y tirar al dichoso Deaths escaleras abajo con silla incluida.

Entonces Claypole y Wood sugirieron a Lewis mirar por la ventana, el capellán siguió con la mirada al hombre con el corazón en un puño.

- ¿Qué es ese zumbido Lewis...?- preguntó con temor con la atención puesto en su compañero pero aún aferrando el arma con el que tenía apuntado al matón.

Los tres hombres que custodiaban la casa yacen muertos en el suelo sobre un charco formado por su propia sangre. Dos de ellos presentan algunas de sus extremidades amputadas con algún objeto que no solo los ha cortado sino que además ha desgarado y profundos cortes surcan su pecho y esplada. Mientras que último de los tres se haya completamente carbonizado.

Una sombra cruza el suelo al que estás mirando y aunque no quieres, no puedes evitar mirar al cielo donde ves lo que parece un insecto del tamaño de un hombre revolotear alrededor de la casa.

No lo podía creer. Me separé de la ventana y me senté contra la pared. - Están muertos... los tres. Hay dos con unos cortes tremendos y el otro está carbonizado. Es tremendo. Y ahora mismo está sobrevolando la casa un insecto... DEL TAMAÑO DE UN HOMBRE. Dije absolutamente aterrado. La visión me había producido una gran impresión y ahora mismo no era consciente de en lío estaba metido. No podía quitarme de la cabeza la imagen de aquella cosa.

Roderick abrió los ojos de par en par presa del pánico y olvidando al matón pero con el arma bien sujeta entre su temblorosa mano se acercó a la ventana  para comprobar con sus propios ojos lo que les acababa de indicar Lewis.

- No es momento para bromas Lewis...- dijo tratando de infundirse valor y rogando para que lo acababa de decir su compañero no fuera cierto.

Aunque no llegó a acercarse a la ventana pues las palabras del señor Deaths hicieron que se volviese

Compruebo con agrado que el señor Trohman ya ha conocido a alguno de mis a..mi..gos.- El viejo Deaths pronunció está última palabra con esas extrañas pausas.- Un precioso niño el pequeño Lewis junior, una lástima que su padre haya decidido venir a suicidarse a mi propia casa.

En ese momento la manta de cuadros que cubría por completo el cuerpo cae al suelo y en lugar de un cuerpo humano lo que desciende de la silla de ruedas es un ser rosados de alrededor de un metro y medio de altura, con un cuerpos mezcla de crustáceo e insecto con varios grupos de miembros articulados. En el momento de pisar el suelo unas asquerosas alas membranosas se despliegan a su espalda. Con un movimiento rápido de cabeza, la máscara hecha de piel humana que hasta ese momento pensabais que era la cara de Dethas cae al suelo mostrando una especie de elipsoide retorcido, cubierto por gran número de antenitas que debe ser lo que aquella cosa tiene por cabeza.

El capellán se detuvo en seco al escuchar al anciano y se volvió por completo. Abrió los ojos por completo ante aquella horrenda transformación.

- ¡Por todos los cielos!- exclamó completamente aterrado apuntando ahora a aquel insecto en el que se había convertido el señor Deaths con la mano temblorosa.

El hombretón con cara de perpetua mala leche al que habéis arrastrado con vosotros se queda completamente paralizado ante la visión de la cosa que era en realidad el señor Deaths. Una sospechosa mancha comienza a dibujarse a la altura de su entrepierna, mientras sus zapatos descansan ya sobre un charco amarillo cada vez más grande.

¡¡AHHHH!!

El grito de Daphne debió oirse en toda la casa, pues había sido particularmente agudo y penetrante. Primero serpientes y ahora insectos ¿Que más iba a tener que enfrentar aquella mujer antes de encontrar a su pequeño? Y eso si lograba encontrarlo. Por poco la mujer sufrió un desvanecimiento, pero mantuvo la compostura lo suficiente como para quedarse totalmente paralizada, con el brazo rígido apuntando a aquel malnacido mientras daba pasos atrás con los ojos desorbitados y, sin ser capaz de decir nada más. Sin darse cuenta siquiera que había disparado

El grito de la mujer fue lo que hizo que Roderick reaccionara dando un respingo mientras descargaba tres tiros a aquella abominación.

Estás completamente seguro de que el insecto que has visto fuera es de la misma especie del ser que antes se hacía llamar señor Deaths y también de que los miembros amputados de los matones lo han sido por esa especie de pinzas que esas cosas tienen en unas de sus extremidades.

-Me cago en la puta....- fué todo lo que pudo decir Derek mientras se quedaba con la boca abierta. El creía estar preparado para todo después de lo de los hombres-serpiente. pero era evidente que no.

Ante los gritos, disparos y extraños ruidos que venían de la habitación del aparentemente inofensivo Sr. Deaths, Steffan se acercó al inerte refrigerador y disparó con la intención de estropearlo.

¡PUM,PUM!

Asustado por lo que Lewis describe y alertado por los gritos de sus compañeros Wood entra en el laboratorio dispuesto a convertir la máquina refrigeradora en trozos metálicos sin funcionamiento. Por suerte, tuvo la precaución de no respirar el viciado aire que generaba, pues de otro modo, la falta de oxígeno de ese aire le habría dejado sin sentido en el acto.

Cuando los perdigones de la escopeta dejaron sin funcionamiento la extraña máquina el aire de las habitaciones comenzó a ser más cálido y respirable.

Como si aquello fuera la señal que había estado esperando esa extraña mezcla entre insecto gigante y crustáceo deforme se lanzó impulsado por sus potentes extremidades traseras directo a acabar con vuestra patética existencia. Por suerte, sus pinzas se cerraron unos centímetros a la derecha de Roderick sin causarle ningún daño.

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Derek retrocede de un salto alejándose todo lo posible y, mientras trata de controlar el temblor de sus manos y las naiseas que lo invaden, mira toda la escena con los ojos como platos y usando la muleta como si se tratare de un un escudo tras el que podría guarecerse.

En cuanto sintió el aire más cálido se sintió reconfortado. Rápidamente cargó de nuevo su escopeta para salir zumbando hacia donde estaban sus compañeros.

- JODER. Es igual que el que está afuera.
El volver a ver un insecto igual que el que había visto sobrevolando la casa y que encima unos momentos antes se trataba de lo que creíamos que era Deaths, me produjo una inmensa impresión y no me permitió ni siquiera sacar mi arma.
Me quedé en el suelo sentado intentando asimilar aquello.

Roderick no se meo en los pantalones porque era un hombre muy educado y no tenía tiempo de esas cosas... sobretodo cuando un ser del averno de ese calibre había estado a punto de afeitar le la barba y lo tenía a escasos metros para que lo volviera a intentar...

En su lugar se echó hacia el lado contrario en el que se encontraba el bicho, poniendo toda la tierra de por medio que pudo entre ambos y volvió a descargar otra ráfaga de balas, rogando al Altísimo mayor puntería en aquella ocasión.