Partida Rol por web

¡Salvad a los niños!

Un mal menor

Cargando editor
06/12/2013, 17:50
Director

Tu cama vibra y temblequea.

Este debe ser uno de esos famosos movimientos sísmicos que a veces sacuden la ciudad.- piensas. Lo último que recuerdas es estar escribiendo un diario en un Deli, no sabes cómo llegaste a casa ni por qué tienes ese enorme dolor de cabeza.

Abres los ojos pero todo está oscuro.

¿Pero qué demonios? Te das cuenta de que tienes los brazos inmovilizados, atados a tu espalda a la altura de las muñecas. Lo que hasta hace unos segundos pensabas que era tu cama pisa un bache en mitad de la calzada y los amortiguadores no pueden evitar que tu cabeza golpee techo y suelo. Mueves las piernas e intuyes que te encuentras en el maletero de un automóvil. Maldices tu suerte para darte cuenta de por qué esta todo tan oscuro, un saco de tela arpillera cubre tu cabeza.

Inconscientemente empiezas a asfixiarte.

Notas de juego

Estaría bien ponerte un nombre
 

Cargando editor
09/12/2013, 23:32
Douglas Tavington

Tengo un sabor agrio en el paladar ¿Donde me encuentro? Estoy tumbado sobre la cama por lo que supongo que debo haberme quedado dormido, seguramente en mi cama ¿Donde si no...?

Mi cuerpo rebota contra una fría pared de metal y entonces capto el sonido de motor y ruedas moviéndose.

"¡Oh no!"

Intento gritar pero mi lengua da con algo que me tapa la cara, algo rugoso y áspero. Mi corazón se va acelerando por momentos, mis ojos se mueven veloces dentro de sus órbitas. Intento moverme, pero tengo las manos atadas a la espalda.

"¡Oh no!"

Entonces entro en pánico, me falta el aire y sin importarme la bolsa que tengo en la cabeza, comienzo a gritar, sacudiéndome violentamente.

-¡Sacadme de aquí!-

Sé que grito en vano, pero no es la razón la que impera ahora en mi mente, es el miedo.

Notas de juego

Perdón por lo del nombre, lo cambié pero olvidé darle a guardar. Ya está bien puesto.

Cargando editor
10/12/2013, 18:04
Director

Tus gritos no parecen causar el menor efecto en los ocupantes del automóvil pues el vehículo continua su camino como si tu no estuvieses fundiendo tus cuerdas vocales en un intento en vano.

Poco a poco vas tranquilizándote y dejas de chillar, sabedor de que no servirá absolutamente de nada. Al hacerlo, tu respirazión se vuelve más fluida consiguiendo que la sensación de asfixia disminuya.

Desde tu incómoda posición notas como la carretera empeora por segundos con una mayor cantidad de baches y traqueteo, por el tiempo que llevas despierto supones que has debido abandonadar tanto las calles San Francisco como las carreteras que salen de ella y que ahora circulas por una especie de camino.

Mas o menos diez minutos después el coche se detiene y sus dos puertas se abren. Oyes unos pasos que se acercan al maletero y una llave que entra en el bombín.

En cuanto el maletero se abre, unos brazos fuertes te sacan y en volandas te llevan hasta dejarte en una silla casí sin dejar que pises suelo. A tu espalda oyes el desagradable chirrido que producen las bisagras mal lubricadas de una puerta que se cierra.

Cargando editor
10/12/2013, 23:37
Douglas Tavington

Cuando me quedo solo en la sala intento tranquilizarme y pensar. ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién puede haberme traído? Le doy vueltas a la pregunta intentando buscar una respuesta diferente a la que se repite incesante en mi cabeza.

"Alguien al que debes dinero te ha traído aquí ¿Qué otro motivo podría haber? A no ser que... ¿Alguien envidado por mi padre? Bah, eso sería absurdo..."

Mi mente sigue divagando mientras acepto que muy probablemente mis acreedores me han dado caza, pero si ese fuera el caso seguiría quedando una duda.

"¿Quien de todos es? ¿Quién podría llegar hasta estos extremos?"

Comienzo a hacer memoria en un intento de averiguar la identidad de mi captor. Tal vez saberlo podría darme una pista de cómo salir de esta situación. Sin embargo es en vano, demasiados nombre se agolpan en mi memoria y siento que estoy perdiendo el tiempo. Entonces tengo una idea. Me quedo inmóvil en el sitio y respiro lo más suavemente posible para amortiguar cualquier sonido que pudiera salir de mi. Entonces me concentro en mis oídos en un intento por comprobar si puedo escuchar a mis captores a través de la puerta que han cerrado .

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro escuchar para ver si consigo oír a mis captores a fin de poder discernir quien me tiene capturado. Creo que he echo bien la tirada, de todos modos, espero tu respuesta.

Cargando editor
11/12/2013, 22:22
Director

Notas de juego

Las tiradas de descubrir, escuchar y algunas más que puedes consultar en reglas  se deben realizar en oculto. Así cuándo yo ahora te diga que no oyes nada más te quedarías con la duda en lugar de estar seguro que no oyes nada más.

Cargando editor
11/12/2013, 22:23
Oswald Smith

Unos pasos se acercan desde detrás y te quitan de un fuerte tirón el saco que cubría tu cabeza. Parpadeas varias veces seguidas para acostumbrarte de nuevo a la luz.

Douglas, Douglas, Douglas.- Dice un hombre sentado en otra silla enfrente de la que tú estás sentado. Aún no puedes verle, pero sabes perfectamente que es Oswald Smith, el tipo al que le debes dinero, mucho dinero y como por arte de magia tu garganta vuelve a secarse de repente.

Cuando recuperas la vista descubre que estás en mitad de una nave de una fábrica abandonada hace ya varios años, que en toda nave sólo hay dos sillas, la suya y la tuya y que los dos hombres tan grandes como dos armarios roperos, que son los que ha  debido secuestrarte se encuentran un metro justo detrás de ti, amenazantes.

Me debes dinero Douglas.

Cargando editor
13/12/2013, 01:12
Douglas Tavington

Al ver al responsable de todo esto, un frio estremecedor me recorre la espalda. Tengo que tomarme unos instantes para no aparentar estar tan asustado como realmente me encuentro. La apariencia aquí es muy importante, sin embargo ¿Cómo salir de esta? Creí que podría salir de la ciudad antes de que empezara a buscarme. Me doy cuenta que le estoy mirando fijamente, sin pestañear. Me fuerzo a hacerlo.

-Se... Señor Oswald, precisamente quería hablar con usted. Se... sé que el negocio que tenía entre manos se ha ido al traste, pero no... no... no tiene de que preocuparse. Estoy trabajando al cien por cien en devolverle el importe íntegro, más los intereses por supuesto. Solo... solo necesito algo más de tiempo-

Aunque intento sonar tranquilo, las palabras se atragantan en mi garganta. Trago saliva rezando por tener la oportunidad de salir de ahí vivo y con las pierna intactas.

Cargando editor
13/12/2013, 20:00
Oswald Smith

Lo sé Douglas. - hace un gesto con la mano como si esos detalles carecieran de importancia haciéndote callar.- Sé que has perdido mi dinero y también sé que me lo devolverás íntegramente Douglas.

Se inclina hacia ti como su fuera a contarte una confidencia.- Voy a contarte una cosa Douglas. Este negocio se basa en el respeto. Yo sé que vas a devolverme el dinero, pero el resto de la gente no lo sabe.- Mientras habla niega con la cabeza para afirmar sus palabras.- Y... ¿Qué crees que pensarán el resto de gente a la que he prestado dinero si ven que no hago nada cuando alguien se retrasa en los pagos?...Yo té lo dire Douglas. Pasará que dejarán de respetarme y a ninguno nos conviene eso, ¿Verdad Douglas?

Hoy eres tú, mañana será un tendero en Ciudad Vallejo, luego un amarillo al que cuidamos que su lavandería no se incendie se olvidará también..... Vamos un auténtico desastre que nadie quiere.

Voy a dejarte más plazo para que me devuelvas mi dinero y solo te voy a aplicarte un cinc.. un diez por ciento más en concepto de intereses. A cambio, tú, vas a ayudarme en algunos trabajos sin importancia. A veces mis hombres.- señala a sus matones.- llaman demasiado la atención y necesito a alguien con pinta de niño bien ahora que la policía la ha tomado conmigo y mis chicos.

Se levanta de la silla y se acerca a ti. Te da dos cachetes en la mejilla, sonoros aunque no dolorosos, mientras pregunta- ¿Está todo claro Douglas?

Sin dar tiempo a que contestes añade- Sé que eres un hombre de palabra y no se te ocurrirá abandonar la ciudad sin avisar.- Y se encamina en dirección a la salida de la nave, parece que lo peor a pasado y empiezas a respirar aliviado por la suerte que has tenido cuando escuchas.

Haced que no se olvide.

Cargando editor
17/12/2013, 23:33
Douglas Tavington

Con cada palabra que suelta Oswald, un escalofrío me recorre el cuerpo. Intento centrar mis pensamientos, buscar una forma de salir de esta, pero el miedo me atenaza. La habitación vacía, nadad e ruido, dos hombres. El lugar perfecto para hacer que alguien desaparezca.

"No, no puede terminar así. Así no..."

Sin embargo, la última pregunta del señor Smith me deja sorprendido. Me da la posibilidad de salir de esta con vida. Las lágrimas se agolpan en mis ojos e intento con todas mis fuerzas contenerlas, pero un súbito júbilo me invade por completo. Casi dejo escapar una sonrisa.

-Por supuesto señor Smith, no debe preocuparse por nada. Tendrá el dinero íntegro con el diez por ciento extra. Le agradezco esta oportunidad...-

Mientras hablo, le veo que se aleja, entonces hace una última sentencia y el pulso se me detiene. En cuanto Oswald deja de mirarme, comienzo a sacudirme en la silla, tirando con fuerza de las ataduras como si así pudiera llegar a soltarlas.

-¡No, por favor! ¡Señor Smith, se lo ruego! ¡Noooo!-

Un último grito sale de mis labios antes de que dos enormes figuras se echen sobre mí.

Cargando editor
18/12/2013, 18:39
Director

Sin darte tiempo para que reacciones los dos matones de Smith descargan sobre tí una brutal lluvia de puñetazos y golpes, no sabes bien cuanto dura, pues al cuarto o cinto derechazo pierdes el conocimiento.

Cuando despiertas no puedes creer que sigas vivo, te duele absolutamente todo tu cuerpo, es un dolor sordo, en el que no destaca ningúna zona por encima de otras, sientes como si acabara de pasarte por encima un vagón de tren.

Los hombres de Smith han debido soltarte una vez estabas inconsciente. Como buenamente puedes sales de la nave y vuelves a tu casa.

Cargando editor
18/12/2013, 18:55
Matón

Dos días después estás tumbado en el sofá de tu casa con bistec sobre tu ojo derecho, cada vez te duele menos, pero aún estas endolorido y tienes el ojo derecho hinchado y con un tono entre violeta y amarillo.

TOC. TOC.

Como puedes te levantas del sofá y diriges a la puerta.

Al abrirla, uno de los hombres de Smith que te dejó en ese estado te mira de arriba abajo con una sádica sonrisa en su rostro marcado por la viruela.

Traigo un encargo del señor Smith.- Te dice con una voz ronca que hasta ese momento nunca habías oido.- Pásate por la lavandería Año Nuevo. En la esquina de las calles Stockton y Clay, en chinatown. Di que vas de su parte.

Mañana a esta hora volveré a verte.- Dice amenazante antes de dar media vuelta y marcharse por donde ha venido.

Cargando editor
20/12/2013, 00:04
Douglas Tavington

Todavía me duelen los músculos por la brutal paliza que me propinaron los matones y ahora uno venía para informarme de que debía pagar mi deuda ya. No puedo evitar que cuando comience a hablarme el miedo me invada. Su mirada depredadora me hace ver que arde en deseos de terminar el trabajo que inició en el almacén.

"¿Como me he metido en este lio?"

Le escucho con atención sin apenas pestañear, casi debo concentrarme para respirar con normalidad. Cuando termina, esbozo lo que parece un intento de sonrisa mientras asiento torpemente con la cabeza. El cuello duele muchísimo con este simple gesto.

-Ningún problema, me pondré en marcha enseguida-

Cuando se despide advirtiéndome que mañana volverá me hace ser consciente de que no tengo tiempo para nada, debo resolver lo que sea que quiera el señor Smith y luego marcharme de la ciudad a toda velocidad.

Cuando me deja solo en mi piso, me visto con dificultad y movimientos lentos,  siento como con cada gesto, mi cuerpo se queja instándome a tumbarme en el sofá a seguir descansando. Pero no tengo tiempo para eso y si no soluciono esto rápido, no tendré tiempo para nada. Tras unos tortuosos minutos, por fin estoy listo para abandonar el edificio, por lo que pongo rumbo a la dirección indicada. Mientras camino, intento imaginarme qué clase de trabajo tendré que realizar.

Cargando editor
21/12/2013, 18:10
Director

Chinatown está tal y como la recuerdas, sus bulliciosas calles llenas de innumerables colores, con todos esos faroles de papel colgando de los pórticos de todas las casa, esas cintas y pendones, esas banderas hondeando al viento y esos dragones dorados en los carteles de las decenas de restaurantes chinos que salpican la zona.

Los habitantes han adaptado la arquitectura del lugar para amoldarla a sus gustos y recuerdos. Por la calle te cruzas con niños y hombres vestidos con ropas tradicionales, incluso algunos, los que tienen más dinero sin duda, visten preciosas sedas amarillas que reflejan al andar. El idioma que escuchas en las conversaciones dista mucho de ser el inglés, de hecho, si no fuera porque acabas de bajar del tranvía podrías pensar que te hayas en mitad de Hongk Kong en lugar de en las calles de San Francisco.

En seguida localizas la lavandería Año Nuevo, justo en el lugar en el que el matón del señor Smith dijo que estaría.

Cargando editor
21/12/2013, 18:32
Lavandero

Buenos días. ¿En que puedo ayudalle?- Pregunta solícito el lavandero en cuanto entras por la puerta.

Cargando editor
25/12/2013, 19:21
Douglas Tavington

Cuando voy a contestarle, siento un fuerte pinchazo en el costado. No puedo evitar torcer un poco el gesto y llevarme la mano al lugar, pero intento sonreír amablemente al tendero. Nervioso por dentro, intento mostrarme confiado y seguro pues nunca se sabe quién puede estar observando o escuchando. Cuando el dolor remite un poco, me sacudo como si estuviera limpiándome algo que tuviera en la chaqueta y me acerco al tendero.

-Buenos días caballero, vengo de parte de un conocido de ambos- me acerco un poco más a él a fin de que solo pueda escucharme el tendero. -Oswald Smith, me dijo que viniera a esta dirección.-

Entonces observo la reacción del lavandero a fin de saber si está en el ajo o solo es un intermediario.

Cargando editor
30/12/2013, 16:55
Lavandero

Cuando mencionas el nombre de Oswald Smith la cara del lavandero cambia por completo. Te mira, evaluándote inseguro de que seas quien dices ser. Por suerte para ambos, el hombre llega a la conclusión de que aunque no parezcas el típico matón nadie en su sano juicio se atrevería a decir que viene de parte del mayor mafioso de la bahía de San Francisco si no fuera cierto.

El lavandero mete la mano en un cajón debajo del mostrador y saca un abultado sobre que deja encima el mismo. - Aquí está todo. No falta nada. - 

Cargando editor
30/12/2013, 17:12
Director

Coges el sobre que hay encima del mostrador y sin abrirlo lo metes en el bolsillo de tu chaqueta, no sabes exactamente cuando dinero habrá en él, pero sabes que es mucho e intuyes que su procedencia no será especialmente limpia.

Con el trabajo hecho sales de la lavandería justo para cruzarte con cuatro hombres bastante bien arreglados que entran en ese momento. Por sus ropas, su número y porque no llevan nada en sus manos para lavar, intuyes que esta lavandería es una de esas tiendas de China Town donde se ofrecen más servicios que los que ponen en el cartel de la puerta.

Cargando editor
07/01/2014, 21:25
Director

Con el abultado sobre en el bolsillo vuelves a tu pequeño apartamento. Cada persona con la que te cruzas parece percatarse del bulto que hay en tu chaqueta y se queda mirando. Algunos se quedan mirándote fijamente mientras pasas a su lado. El camino se hace eterno mientras empiezas a sudar por el miedo a ser robado. Incluso dos policías que te cruzas por el camino parecen mirarte con más atención de la habitual.

Durante el camino te planteas no volver, ir directo a la estación de ten y coger el primer tren con destino a la costa oeste, pero sabes que Smith está muy bien relacionado y que no le importará pagar una buena suma de dinero para hacerte desaparecer.

Con la espalda bañada en sudor llegas por fin a casa. Una vez dentro ciertas la puerta con todos los pestillos que tiene e incluso colocas una silla delante de ella. Sin saber por qué sacas el sobré de la chaqueta y lo dejas en la mesa de la cocina, después te sientas mirándolo sin saber muy bien que pensar. ¿tal vez no haya sido tan difícil?

Tres horas más tarde vuelven a golpear la puerta.

Cargando editor
08/01/2014, 23:23
Douglas Tavington

Al oír los golpes en la puerta doy un respingo y me pongo en pie como un resorte. Pongo rumbo a la puerta cuando me paralizo a medio camino.

"El matón dijo que volvería mañana, por lo tanto, no puede ser él ¿Oh si? ¿Tal vez me observan y sabe que recogí el paquete?"

Doy un par de pasos más y vuelvo a detenerme

"Mucha gente me miraba ¿Y si me han seguido y lo que hay al otro lado de la puerta no es sino un ladrón?"

Rápidamente busco con la mirada algo contundente con lo que golpear, cogiendo una lámpara vieja que hay sobre una mesilla y vuelvo a avanzar hacia la puerta. Quieto frente a ella, intento reunir el valor para hacer frente a lo que pueda ser que haya al otro lado. De reojo miro la ventana y la escalera de incendios que hay más allá de ella, pensando en lo fácil que sería echar a correr. La idea parece cobrar fuerza cuando me digo una verdad a mi mismo.

"SI quien está al otro lado de la puerta es un hombre del señor Smith y ve que he huido, no habrá ninguna explicación que me salve esta vez, me encontrará y me aplicará el correctivo común para la gente que le roba"

Intento controlar mis pulsaciones y la respiración, sujeto con mayor fuerza la lámpara y apoyo la mano en la silla que interpuse entre la puerta y yo.

-¿Quien es?-

Notas de juego

Pues ya estamos de vuelta master, siento haber vuelto un día más tarde, pero ya puedo seguir el ritmo sin problemas.

Cargando editor
09/01/2014, 21:56
Matón

Soy el hada madrina que viene a colmarte de deseos. No te jode.- escuchas una voz conocida aunque reconocerla no te ayuda a tranquilizarte.- Cambio de planes, el jefe quiere verte ahora mismo. Coge el sobre y baja. Un coche te espera en la puerta.

A través de la puerta, sin abrirla, oyes como el matón de Smith baja las escaleras.