Partida Rol por web

El Mul observó como el terrible hechicero absorvía y enviaba al olvido la poca vida de su tierra natal. Lo sintió en el corazón y en las tripas. Athas estaba sufriendo, cada vez que la magia arcana actuaba, Krunhos crecía en ira y dolor. Su visión era manifestaba una mezcla de estímulos externos con sensaciones que le transmitía su propio cuerpo de manera senestésica. Sus dedos iban apretándose al pesado martillo, su carne volviéndose pétrea, gris, áspera; el color tostado iba volvíendose blancuzco y luego gris-verdoso. Sus dientes rechinaron con potencia y varios chispazos saltaron entre ellos. Mientras su sólida mandíbula se abría, sus pies andaban sin detenerse y entre los incisivos y los molares crisparon brillantes arcos voltaicos. Un temblor comenzó a sacudir la roca y la arena suavemente cuando entró en la tierra que había sido desacrada por tan viles artes. Ese temblor se tradujo en la garganta del guardián con el rugido de una tormenta. Sus ojos se abrieron grandes, casi mirando la nada, enfrentando a temorizado mago y a su enorme montura. El filo de esa mirada también nadaba en chispas y el grito estalló en un trueno que empujó a ambos oponentes, que resistieron el embiste sin caer, pero recibiendo descargas eléctricas de las lejanas tormentas, ahora tan raras como los ríos.

La furia del planeta se manifestó tambien en venganza contra el hachicero ¡vuelve al polvo, abominación! exclamó el liberto cuando su pesado brazo golpeaba una y otra vez, rompierndo huesos y magullando carne como una terrible avalancha tronando a la luz del día. Las amenazas del desacrador fueron apagadas para no volver a oirse más en aquellos parajes.

El mul suelta un sinfín de ataques que terminan con el mago profanador en un santiamén. Una figura vagamente humana es lo que cae al suelo al lado del crodlu que no para de recibir embestidas atronadoras.

Una piedra mas lejos, otro de los arqueros elfos dispara una flecha hacia el Kalashtar esperando abatirlo. Por unas décimas de segundo parecía que el psionico iba a salvarse de la flecha, pero era casi imposible esquivar la famosa precisión elfica de la que solían hacer fama.

Hall-Khad cae al suelo desangrándose y cayendo en la inconsciencia.

Uno de los compañero es abatido por esos malditos arqueros, mientras el mul se abalanza contra aquel tipo de mago, el cual cae después de que el mul no le hubiera dado un respiro para poder reaccionar, el bárbaro decide ir a entretener a aquellos arqueros tan incordiosos, sabía que pondría su vida en peligro, pero tenía que hacer algo, así que se abalanzó con prematura ímpetu contra ellos, siendo que sus ataques al llegar allí, no fueran de la índole que esperaba causar, no obstante a uno de los arqueros lo dejó medio tocado, y con ello quedo algo satisfecho, aunque para nada de lo que en su mente había pensado al abalanzarse contra ellos.

El semi gigante corre tanto como puede entre las traicioneras arenas hasta llegar a uno de los elfos. Pero su arma rebota contra la piedra que usa de cobertura y observa como este lo mira con cara de odio.

Los elfos vuelven a preparar sus flechas y disparan, una de ellas surca el aire y se clava en el hombro de Kilthas. El otro arquero, frente a Le-Kugath, salta hacia atrás ignorando la dificultad de caminar en la arena y dispara al enorme oponente.

Este hace gala de la famosa precisión elfica y aunque el semi gigante estaba dispuesto a parar cualquier ataque con su enorme psique, la flecha acaba haciendo una fea herida en el torso.

-Maldito monstruo.- Masculla al ver que va a necesitar mas que eso para derribarlo.

(Para decir que sigo corriendo, casi como que no :Þ. Pasopalabra).

Dos flechas mas pasan silbando por el aire y se clavan ambas en el pobre elfo que cual Boromir cae de rodillas y finalmente pierde la consciencia en un charco de su propia sangre.

Mientras tanto Kava nota como el conjuro que lanzó el profanador antes de morir continuaba drenando su energia.

el dray sentía una nausea nefasta que lo descomponia, su vida se le escapaba entre los dedos, sus enemigos se alzaban frente a el en superioridad y la batalla parecía difícil, una sonrisa se dibuja en el rostro, y enseña unos dientes puntados y babeantes, sus heridas lo habían puesto al extremo y esto le hacia desear luchar con mas esmero, la roca que estaba frente a el era baja, asi que aprieta el mango del trinkal con las dos manos y un rugido de guerra exclama, AL ATAQUEEEEEE MUERTE A LOSS BANDIDOSSS con una fuerza sobrecogedora lanza un tajo en contra la montura del mago asesinado, mientras grita AAAARRGGG SSEGUIRE LUCHANDO MALDITOSSSS sus fuerzas parecían volver a el y se mueve a la retaguardia del semigigante, debemos limpiar este franco para si queremos la victoria

El Crodlu, aún y su jinete, es un oponente duro de luchar y esquiva parte del ataque de Kava solo recibiendo una herida superficial.

Al mismo tiempo, el elfo de delante de Le-Kugath, suelta su arco y saca su espada corta para lanzar dos feas cuchilladas a su oponente mientras una expresión sádica asombra a su rostro. Sin embargo el semigigante es hábil en la lucha y evita uno de los ataques, parando el segundo con su enorme psique.

El crodlu ataca al mul casi saltándole encima y usando su pico y sus patas para atacarle con furia. No obstante el guerrero es capaz de evitar la gran mayoría de ataques y quedarse solo con algunos rasguños.

Venga Krunhos. Que este pollo tiene que estar riquísimo hecho a la brasa.

Respirando rápidamente, con sus músculos latiendo, contenidos por su densa piel, la tormenta amainó, pero seguía lantente en la mirada asesina del mul. Sin estar todavía satisfecho por la destrucción del cruel hechicero, Krunhos fue por sus lacayos, ignorando peligrosamente al salvaje reptil. Se lanzó contra los elfos arqueros, rugiendo, tronando; su martillo rompió el hombro de uno de ellos y el terrible estallido dejó sordos a todos sus enemigos cercanos.

El Crodlu intenta mordisquear al Mul, pero este se zafa y llega hacia los elfos para repartir joya y sogozo.

Cerca de Kohebe uno de los elfos observa como esta se acerca peligrosamente e intenta derribarla con una flecha, y aunque impacta, solo consigue una herida superficial.

Desde su posición ve como el mul sigue su avance y el semigigante decide hacer lo propio y con un ataque tremendo parte por la mitad al elfo con espada, para lanzarse seguidamente y con energías aparentemente renovadas contra otro agresor, pero se precipita y su ataque no llega a ser lo precisamente necesario...

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Le-Kugath empala la cabeza de su oponente con su trikal y carga hacia el siguiente elfo que consigue parar la embestida justo a tiempo. Este suelta su arco al suelo, desenvaina su espada corta y lanza dos rápidos ataques que el semi-gigante apenas es a tiempo de bloquear, pues sus defensas están bajas después de darlo todo unos segundos antes.

El elfo se ceba en su victima realizando múltiples cortes y haciendo que se empiece a desangrar.

Al otro lado del campo de batalla, otro elfo apunta hacia Kohebe y dispara su flecha con mortal precisión y haciéndole doblar la rodilla a la monje.

El destino a veces es traicionero y un par de flechas se me clavan a pesar de las precauciones. Aprieto los dientes, intentando canalizar el dolor para no perder la concentración. Inspiro profundamente y salgo de las piedras saltando por encima de estas. Sin muchos problemas alcanzo a los elfos arqueros y descargo sobre ellos una lluvia de golpes y fuego sin ni siquiera tocarlos.

Tras unos segundos salto atrás, serena y envuelta en llamas. Esperando su reacción.

Kohebe lanza una buena tunda de golpes dejando a todos sus oponentes amoratados y sorprendidos con el alcance y agilidad de la jovencita. Uno de ellos reacciona apuntando de nuevo con el arco y soltando una flecha, pues envuelta en llamas no e atreve a ir a acuchillarla en persona.

La flecha rebota en la piedra que cubre a la chica y se salva de un nuevo impacto.

Al otro lado de la duna, Krunhos puede ver como el elfo mas cercano a su persona tira el arco y saca su espada, seguramente para repetir lo que hizo su compañero con Le-kugath. El Mul intenta defenderse como puede pero finalmente el elfo acaba acuchillándolo por duplicado y creando una fea hemorragia.