-Sabemos manejarnos en el desierto, somos una caravana al fin y al cabo ... esperemos que ningún conflicto nos alcance.-
Rhotan da un vistazo a sus hombres y ellos asienten sin miedo. -Bien, entonces, ¿partimos ya?-
Krunhos asintió y comenzó a caminar junto a sus compañeros en silencio. Tras unos minutos rompió con una frase corta Si es necesario puedo intentar ser guía. No tengo la experiencia del elfo, pero tengo cierta intuición sobre el terreno que puede ayudarnos. Tras lo cual siguió marchando pesadamente, listo para responder ante cualquier amenaza.
El goliat asintió afirmativamente con la cabeza al acto de seguir adelante, todos parecían afectados por la pérdida de los caídos, y aunque en un principio a Le-kugath parecía haberle afectado, solo fue por que no supo hacer nada por el elfo, pero no por el hecho de haberle perdido en una batalla, había compartido esas mismas historias anteriormente y había aprendido a llevarlo con endereza...
Así que cuando estuvieron preparados para marchar, Le-Kugath también lo estaba, había que seguir adelante, siempre adelante...
El oasis de los Manantiales de Plata ha sido desde siempre un punto vital para la ruta de comercio entre Urik y Tyr. Su longevidad en un desierto lleno de peligrosos monstruos y brutales bandidos es un testamento a la habilidad de los elfos Manos de Plata que han guardado este oasis fortificado durante generaciones.
Kilthas se podría sentir perfectamente orgulloso de este lugar si no fuera por que está muerto.
El lugar consta de un caravasar amurallado que contiene en su interior el "Manantial de Plata", la fuente de agua del oasis y lo que le da el nombre. Puertas alrededor de las murallas internas llevan a dormitorios, habitaciones comunes, tiendas de comida, establos y almacenes donde los comerciantes pueden guardar con seguridad sus mercancías.
Rhotan Vor os recuerdo el principal objetivo en este lugar.
-Los elfos son conocidos por tener un gran conocimiento del desierto y es probable que sepan cosas del cañón de Gothay y sus peligros. Por no decir que podremos descansar aquí con un poco de calma y lejos de las fuerzas que nos han acechado en el desierto.-
-Primero descansemos, luego podréis intentar conocer al cabecilla llamado Toramund.-
Quizás era porque no había tenido tiempo de ver mundo, pero de repente se me hizo muy extraño ver tanta hermosura en medio del árido desierto. Y con la cara de embobada que se me queda a medida que nos acercamos, no dejo lugar a dudas por mi sorpresa. Ya que por algún motivo que no sabría explicar, esperaba poco mas que un charco de agua grande. - ¿¿ Habéis visto esto ?? - Pregunto a los que se encuentran a mi alrededor, como si todos compartiesen mi facilidad de impresionarme.
Ya poco antes de llegar, salgo del carro y me adelanto unos metros, impaciente para entrar. Pero es en ese instante que recupero la compostura y me obligo a actuar como alguien un poco mas adulto. Retrocedo sobre mis pasos para llegar con el resto de la caravana.
Primero descansemos, luego podréis intentar conocer al cabecilla llamado Toramund.
Me encanta esa idea. - Sonrió ámpliamente, excitada ante la expectativa de dormir y comer en mejores condiciones. Por eso antes de dejarme perder por el manantial, me tomo el tiempo necesario para despedirme personalmente tanto de Rhotan como todos y cada uno de los miembros que conforman la caravana. Independientemente de su "rango".
Si no recuerdo mal, aquí teníamos que:
- Buscar información.
- Entregar una carta personal.
- Informar de la eliminación de los bandidos.
Pues subiendo personaje a nivel 3.
Lo cierto que no habia visto tanto verdor desde aquello jardines...donde vio esos jardines, la cabeza empezaba a darle punzada y decidio dejar irse ese pensamiento.
Lo cierto es que seria agradable descansar largo y tendido por fin. Cuando se supone que iremos a ver a ese tal Toramund
Pues... yo no subo nada, solo lo pantalones cuando voy a dejar un regalito para el abono de las plantas, una vez que este bien limpito.
La caminata junto a la caravana llegaba a su primer descanso. La verdad, es que el mul veía a los demás viajeros como blandengues que no aguantarían mucho más y necesitaban descansar profundamente con abundante agua. Él mismo podría seguir por muchos días más, cazando algún animal de las áridas llanuras, descansando poco. No necesitaba dormir tanto, su cuerpo siempre seguía adelante. Varias veces había escuchado de los crueles amos que tal característica hacía a su especie algo ideal para ser esclavo. Era verdad, y era al revés: necesitaban esclavos así, y por eso existían.
Ser un liberto le era complicado, ya que esas mismas características pedían a gritos ser utilizadas para trabajos forzados, pero algo le decía que eso mismo le haría vivir en paz y armonía con Athas. Eso apaciguaba su mente.
El lugar que se alzaba ante ellos le recordaba la opulencia de los terribles señores esclavos, que aparentaban un físico débil, pero su mente era fuerte, sus recursos parecían ilimitados. Caminó al lado de Kohebe
¿¿ Habéis visto esto ??
Krunhos entrecerró los ojos Deben tener muchos esclavos aquí por dentro tenía sentimientos encontrados. Por un lado empatizaba y deseaba ser quien los liberara, por otro quería pasar desapercibido y seguir con lo que le quedaba de su vida sin riesgos de vovler a caer en los grilletes.
Además de descansar deberíamos buscar con quienes comerciar lo que hemos recogido en el camino... quizá trocarlo por raciones, agua o piezas de cerámica. Luego me gustaría que hablemos. Cuando dijo ésto hizo un gesto con la cabeza señalando a sus improvisados compañeros: la joven monja, el síquico, el semigigante y el dray.
Si queréis encontrar a alguien que os compre las armas y toda esa chatarra, debéis superar una prueba de Streetwise dificultad 20. Aún así solo os darán una octava parte de su valor en piezas de oro o una quinta parte de su valor en otro equipamiento (es más económico en trueque que conseguir monedas).
Primero entregamos la carta. Seguramente para Toramund tiene un alto valor y no estaría bien retrasar su entrega mas de lo necesario. Después nos tomamos un merecido descanso y mañana, intentaré volver con Toramund, que esperé que esté de buen humor, para que nos de la información que necesitamos.
Mientras tanto, si queréis vender eso ... por mi adelante.
Y acto seguido, tomando la carta de (creo que la tenia Hall) y voy a buscar el mandamás.
¿ Alguno se mueve bien por las calles y mercados ? ... Mientras tanto tomo la carta que teníamos que entregar a Toramund y me dispongo a ello.
Nos vemos en un rato los que quieran hacer otra cosa.
No tan rápido muchacha, me vendría bien estirar las piernas y conocer esto un poco mas. Voy contigo
Que me voy contigooo
Mientras los demás se quedan a descansar o comerciar, Kohebe y Hall-Khad se dirigen donde los guardias vigilan el acceso a donde debería estar el señor del caravasar, Toramund.
Los guardias cruzan sus lanzas al ver que os aproximáis.
-¿Donde pretendéis ir?- Masculla uno de los guardas elfos.
¿Donde pretendéis ir?
Me detengo a una distancia prudencial, para no dar motivos innecesarios de comenzar un altercado. - Tenemos una carta para Toramund, y nos han pedido que le sea entregada personalmente. Su remitente era una mujer que respondía al nombre de Iseel. - Muestro la carta entre mis manos, segura de que desde esta distancia, seguirá en mis manos.
Edit by DM: Por ahora no estáis en un lugar privado y los demás pueden ver que estáis retenidos (y a lo mejor escucharos). Con lo que prefiero dejar destinatarios abiertos.
Hall-Khad afirma con la cabeza a lo dicho Kohebe
Edit by DM: Por ahora no estáis en un lugar privado y los demás pueden ver que estáis retenidos (y a lo mejor escucharos). Con lo que prefiero dejar destinatarios abiertos.
El mul se alejó del grupo, buscando elfos locales interesados en los rústicos artefactos que habían tomado de los cadáveres que habían sembrado en el camino. Se acercó a varios que estaban allí, saludándolos ¡eh, vosotros! ¿sabeis con quien puedo trocar? tengo armas variadas y algunas toras cosillas... como respuesta recibió malas caras y algún que otro No sin más. Siguió caminando, frustrado, acercándose a algunos puestos al costado de las estrechas callejuelas.
Bufó una y otra vez, al parecer los mul no eran tan comunes allí, o simplemente Krunhos no sabía con quien debía hablar en estos casos.
Finalmente volvió buscando al enano llamado Rhotan, quizá el podría ayudarle.
Motivo: Streetwise
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 17(+2)=19 (Fracaso)
Casi, casi, un 19. Vamos a ver si encuentro al enano, a ver si me puede ayudar.
El goliath veía como el grupo se separaba para repartir el que hacer, en la mente de Le-Kugath le vino en mente irse a descansar, pero vio que el mul se alejaba con la intención de encontrar con quien comerciar, y como la chica ya tenía acompañante el goliat decidió seguir los pasos del mul no para protegerle, pues había demostrado ser un eficaz luchador, sino por que creía que debía hacerlo...
Fueron a varios y el goliat solo observaba como el mul se dirigía toscamente a los allí presentes aunque se guardó que decirle mientras le seguía, quizá podrían encontrar a alguien y hacer un buen trueque, tenían bastantes que enseñar.
-¿Nadie te quiere comprar eh?- Sonríe el enano ante la pregunta. -No se, vi a un Thri kreen coleccionista en esa arcada, puede que esté interesado en tus adquisiciones, sobre todo acompaña la venta con un montón de historias sobre esas armas y como las conseguiste, eso añade valor.-
Rhotan no va hacer la tirada por ti, pero te "asiste" con lo que lo puede volver a intentar con un +2.
El elfo con el que habla Kohebe parece dudar unos segundos, deja a su compañero y desaparece en las sombras de detrás suyo. Minutos mas tarde reaparece y con un gesto indica a Kohebe como Hall-Khad que lo acompañen.
Ahora continuó otro mensaje con menos destinatarios.