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Sangrientas Navidades 2: Terror en el campus

La venganza de Wild E. Cat

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06/05/2017, 18:38
Director

La venganza de Wild E. Cat

Hellen Dillbert era la encargada de cubrir los partidos como local del equipo de hockey sobre hielo de la universidad de New Hampshire para el periódico del campus. La estudiante de periodismo de primer año había escrito un artículo cuyo titular rezaba "la venganza de Wild E. Cat", donde hablaba del buen momento de los chicos del equipo local en comparación con el descenso en el juego en los últimos partidos de los Huskies, rival de aquel día tan señalado en el calendario. Aquel titular se había convertido en el lema para el último partido de la temporada regular. Significaba mucho, ya que los de Uconn les habían endosado un doloroso 5-0 en el primer partido de la temporada, jugado en Connecticut. Aquel resultado había marcado el devenir de los dos equipos durante los primeros compases de la temporada, especialmente para los Wildcats que habían perdido sus diez primeros encuentros de manera consecutiva. El capricho del calendario había querido que se volvieran a enfrentar para el último partido de la temporada, y tras una racha de casi quince partidos sin conocer la derrota, el equipo local necesitaba ganar a los Huskies para sustituirles en el pase a los playoffs, pues éstos últimos llevaban una racha negativa en su juego y todo hacía apuntar a que quedarían finalmente fuera del derecho a competir por el campeonato.

Wild E. Cat, la mascota del equipo, saltó al hielo del Whittemore Center luciendo el diez a la espalda de su camiseta blanca, hizo un par de cabriolas y se deslizó con delicada soltura por el hielo para delicia de los aficionados locales. El estadio estaba lleno hasta la bandera: profesores, estudiantes, familiares y amigos se habían congregado en el Whittemore Center para animar a los suyos. El logo de los gatos salvajes lucía en el blanco hielo de la pista sobre la que los jugadores rivales y locales calentaban a la espera del comienzo del choque.

Mike Sullivan, considerado por muchos como uno de los mejores defensas de la liga, calentaba banquillo para sorpresa de todos los aficionados de los Wildcats que no entendían la decisión del entrenador. Alguno de ellos sugirió que tal vez estaban tan confiados de ganar a los Huskies que el entrenador lo estaba reservando para los playoffs, pero eso no tranquilizó a muchos, que temían una lesión de su estrella dada la poca tendencia del entrenador Umile a confiarse. Lo cierto era que Dick Umile, quien llevaba ya 26 años en el banquillo de los Wildcats viendo pasar chavales que se creían el próximo Wayne Gretzky por sus filas, había castigado a Mike a chupar banquillo por culpa de su falta de compromiso con el equipo. No en vano, ya era la quinta vez que el joven llegaba tarde al entrenamiento previo de un partido importante. 

En el exterior, las temperaturas se habían desplomado y la nieve caía copiosa sobre New Hampshire. Las últimas noticias que habían recibido decían que el temporal amenazaba con dejar aislado al pueblo. Las carreteras estaban cortadas, y el aeropuerto más cercano, Portsmouth, había suspendido cautelarmente los vuelos. Al menos el calor que los aficionados de los Wildcats estaban brindando a sus jugadores era palpable para cualquiera que escuchara los cánticos de ánimo. Se respiraba ambiente de hockey.

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06/05/2017, 19:14
Archie Clark

Archie había conseguido unos asientos fantásticos para todos justo encima del banquillo de los locales, y se dedicaba a lanzar palomitas sobre Mike como diversión previa al encuentro. Un tipo gordo cargado de una bandeja enorme de nachos y unas bebidas quiso sentarse en uno de los asientos libres que Archie custodiaba y éste le lanzó un gruñido y bufó para espantarle alegando que aquellos asientos estaban reservados para los Sullievers. En cuanto vio llegar a los demás les hizo gestos con ambos brazos para llamar su atención y que se sentaran junto a él. Después se dedicó a gritar con ambas manos entorno a la boca, sólo para fastidiar a Mike.

-¡¡¡Suuuuuuullly!!! ¡¡¡Suuuuuuullly!!!

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07/05/2017, 20:21
Michael "Mike" Sullivan

Mike no parecía estar muy pendiente de lo que sucedía en la pista. A decir verdad, prefería no mirar demasiado, sobretodo desde que llegó a la conclusión de que la mascota del equipo había estado más tiempo sobre el hielo que él, en aquella ocasión.

Estaba sentado en el banquillo, golpeando suavemente el stick contra su casco de forma monótona. No podía negar que estar allí era un fastidio, y que el estrenador acabaría por arrepentirse de aquella decisión. Tansolo esperaba que no decidiera dejarlo allí el partido completo, y aquel simple pensamiento hizo que aumentara la intensidad de los golpes contra el casco. No fue hasta que una palomita voló por encima de su cabeza que Mike no volvió en sí. Miró el suelo, y se dió cuenta de que no era el primer proyectil que impactaba contra él. Se giró, para descubrir que el artífice era, como no, Archie. Mike le dedicó una sonrisa absurda y un corte de mangas antes de volver la mirada hacia la pista. Si no fuera porqué su amigo era igual de memo que él y siempre estaba ahí para hacer alguna payasada que le devolviera el buen humor, los golpes de Mike contra el casco ya habrían dejado marca.

Medio desparramado sobre el banquillo, no le quedaba más remedio que ver pasar los minutos hasta que al entrenador le pareciera que ya era suficiente castigo. Fue entonces cuando los gritos de Archie hicieron que se girara de nuevo, viendo como los demás se aproximaban. Envalentonado, se dirigió a Umile.

- Vamos entrenador, ya los oyes. -dijo señalando con el pulgar hacia Archie.- Prometo no volver a llegar tarde, pero... -se quedó un rato en silencio, con las manos en el aire.- ¿Es eso más importante que ganar este partido? Nos estamos jugando los playoffs.

Con un poco de suerte, algún otro compañero se sumaría a su causa y el entrenador entraría en razón. Por algún motivo, sin embargo, Mike preveía que Umile seguiría siendo el mismo bastardo estricto de siempre.

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07/05/2017, 22:05
Noah Turner

Estaba allí porque tenía que estar. Tal vez porque había prometido estar e, incluso, porque quería enterarse de todo aquello que habían estado hablando en el comedor. Lo que sabía, sin ningún margen de error ni duda alguna, es que no estaba allí por gusto, mucho menos porque le interesase el equipo de la universidad, el hockey, o el deporte en general. Para él, los playoffs eran tan importantes como un drama romántico, y lo que pasara con los Wildcats... Bueno, por él, podían perder si con ello se libraba de tener que verse arrastrado de nuevo a otro partido. Su opinion al respecto, en realidad, estaba siendo bastante fácil de adivinar, especialmente por su posición sobre el asiento, apoyando los codos sobre sus rodillas y recostado sobre las palmas de sus manos, aburrido. Si hubiera tenido un stick, se habría parecido demasiado a Mike como para aceptarlo, sólo que sin el enfado por no estar sobre el hielo, sino más bien por estar tan cerca de éste. 

Tras un rato así, suspiró y giró la cabeza. Sonrió a Archie débilmente, que estaba haciendo el tonto y metiéndose con Mike, o tal vez apoyándole, volvió a mirar al suelo y, tras suspirar de nuevo, rotó el cuello hacia el otro lado. Allí estaba también Mercy, a la que sonrió mientras se ponía rojo. Al menos, eso, era algo que estuviera donde estuviera no iba a cambiar, y estaba bien.

Tras un par de minutos, se dio cuenta de que seguía mirándola, y apartó la mirada para dirigirla al campo. Allí Sullivan estaba hablando con el entrenador, lo que le hizo ladear la cabeza, interesado por un momento. ¿Saldría a jugar al final "La Torre"? ¿Tendría que apoyarle entonces? 

Suspiró y volvió a perderse de nuevo en sus pensamientos. Iban a ser unas horas muy largas hasta que aquello acabara y pudieran hablar de cosas importantes...

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08/05/2017, 00:18
Lena Johansen

El tema que dijo Hellen me dejó intrigada.

Demasiado, de hecho. Incluso después de despedirnos y volver a mi cuarto para cambiarme, la idea me seguía rondando por la cabeza: Sería real la violación del año pasado en el campus o simplemente era un bulo, una leyenda urbana tipo " si mezclas Mentos(tm) con Red Bull te salen alas por el culo" o algo así, solo que mas grave.

Me vestí rápido para ir al partido con ropa cómoda. No tenía gran interés en el resultado, la verdad. Iba porque Mike nos había invitado y Archie se puso pesado con que nos guardaría los sitios. Además, no perdería la ocasion para picar un poco mas a Mike. Sería divertido. Pero claro, quien iba a pensar que un deporte dedicado a los Canadienses iba a mover a tanta gente del campús para ir a verlo. Menos mal que Archie cumplió su palabra al guardarnos sitios justo detrás del banquillo de nuestro equipo. ¿Teníamos un equipo? Bueno... el de Mike, claro.

 

-Gracias por los sitios, Archie!- Agradecí mientras dejaba la cazadora en mi asiento mientras bajaba un par de escalones apra acercarme a la mampara que nos separaba del banquillo y Mike.- Voy a saludar a MIke ahora que parece que no está ocupado- Bromeé viendo que realmente el entrenador no lo iba a sacar de momento.- Hey Noah! - Saludé al chico que parecía un manojo de nervios cuando miraba a Mercy.

Golpee con los nudillos la mampara para llamar la atención de MIke.

-Sulliiiii!!! Hey, aquí!!!- Dije como si fuera una grupi. Después, cuando llamé su atención y me miró, hice un gesto con las manos, poniéndolas en forma de corazón y le guiñé un ojo a Mike. Podría parecer que quería ponerlo nervioso, sin embargo prefería ver su cara de circunstancias mientras tenía al entrenador y luchaba por no reirse, ya que acto seguido señalé a la mascota de los Wildcats y la tiré un beso. Mike sabia a lo que refería.

Tras una carcajada, le saqué la lengua como burla amistosa.

- Vamos, entrenador!! Deje que la estrella se luzca un poco!! Su madre ha venido desde lejos para verle!- Mentí al entrenador - Mike ...Eh! Mike!! Una apuesta! Si pierdes te toca ponerte el disfraz ese!! ajajjaj- Grité mientras volvía a mi sitio, sin saber realmente si me había escuchado, o directamente me odiaba.

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09/05/2017, 20:20
Marian Banks

Apenas se fijó en los asientos que les habían reservado cuando se sentó en uno de ellos, sin fijarse en cual era. En su cabeza aún bullían los pensamientos relacionados con la noticia que le habían dado, de hecho en lugar de centrarse en disfrutar del encuentro empezó a escudriñar las multitudes que asistían al enfrentamiento de los Wild E. Cat esperando encontrar en sus rostros algún indicio de culpabilidad... Sin suerte.

Fue la ovación de Archie quien la sacó de sus propios pensamientos e hicieron que se fijase en lo que sucedía en el encuentro.

-¿No había dicho que era la estrella? -Preguntó extrañada al verle calentando el banquillo.

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09/05/2017, 20:41
Mercy Wells

Después de una monótona tarde de trabajo y un silencioso regreso a la fraternidad junto a Hellen, Mercy seguía sin sacarse de la cabeza lograr hablar con el doctor Marcus. Pero la presencia de su compañera de dormitorio la cohibía y decidió apretar el paso.

Vamos Hellen, llegaremos tarde al partido. Puso como excusa, cuando lo cierto es que quería quedarse sola de nuevo para volver a intentar localizar al doctor. Pero no tuvo suerte.

Después de pasar por la fraternidad y darse una merecida ducha, Mercy se encaminó a las gradas, donde la guardaban un sitio para ver la llamada "Venganza de Wild E. Cat". Había ido por el compromiso adquirido con Hellen, pues hubiese preferido estar en otro lugar antes que allí, viendo un deporte que no entendía ni disfrutaba. Estúpidas promesas de compañeras de cuarto. Pensó la joven mientras se sentaba entre el resto de universitarios.

Hola chicos. Dijo tras sentarse, con un tono bastante apagado y preocupado. Luego miró quien estaba con ella, pues ni se había fijado al llegar. Se había guiado por los gritos de Archie para localizar el sitio exacto. Miró a todos, uno a uno, tratando de descubrir por sus gestos cuan agusto estaban allí.

Clavó  unos instantes su mirada en Noah, a quien saludó con la mano y vió como el joven se puso rojo. Pobre, es tan tímido. Parecía que no era la única que no estaba entregada al partido y que si no encontraba con que entretenerse durante el encuentro, se iba a aburrir muchísimo.

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13/05/2017, 01:40
Director

Las palabras de Mike terminaron por convencer al entrenador Umile, quien normalmente era más blando con Mike que con el resto de sus compañeros de equipo. A fin de cuentas era el mejor jugador del equipo y, como era habitual en los grandes deportes norteamericanos, eso le proporcionaba cierto trato preferente.

-Está bien, está bien. Maldita sea, Mike. Pero no quiero que vuelvas a llegar tarde o no jugaras ni un minuto de playoffs. -Aseguró el entrenador Umile, que sabía perfectamente que los gritos que se escuchaban tras el banquillo eran del extraño amigo de Mike. -Sal a calentar con los demás, saldrás de titular.

Los aficionados que se habían acercado hasta el Whittemore Center estaban extrañados de que Sullivan no saliera de inicio pero cuando lo vieron salir a calentar se sintieron aliviados y corearon su nombre y el grito de guerra de los Wildcats. Una pequeña bocina anunció que el tiempo de calentamiento terminaba y el árbitro llamó a los jugadores para avisarles del comienzo del encuentro. Los sticks golpearon sobre el suelo haciendo saltar trozos de hielo y el disco se puso en juego para el equipo visitante mientras los aficionados convertían el estadio en un clamor.

Sin embargo, la primera jugada del encuentro congeló a la afición. Un pase diagonal cruzó el campo en dirección al jugador más adelantado de los Huskies, Mike salió a interceptar el disco confiado. Pues se trataba de un pase estúpido, uno de esos que los entrenadores condenaban con una visita al banquillo a quien lo realizaba, ya que el 99% de las veces terminaba en una perdida de posesión. Pero Mike falló incomprensiblemente y el disco se coló por debajo de su stick como si fuera un jugador novato de primer año. Aquello dejó totalmente descolocados a todos los jugadores de los Wildcats, que no esperaban que su mejor jugador, tal vez el mejor defensor de la liga, no interceptara un pase tan sencillo. El jugador rival recibió el disco y marcó a placer. No podía haber peor inicio de partido.

Mike se quedó perplejo mirando el disco, preguntándose por dónde había pasado, y no vio al jugador de los Huskies que venía hacía él como una locomotora. Fue arrollado y terminó cayendo de espalda y golpeándose la cabeza contra el hielo. Afortunadamente llevaba el casco bien abrochado y le salvó de un golpe peor, pero quedó tan aturdido que tuvo que ser sustituido. El entrenador Ulmire echaba chispas. No sabía si matarlo directamente o esperar a que se recuperara y matarlo después.

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13/05/2017, 01:56
Archie Clark

En el silencio sepulcral que la jugada del primer gol del partido había provocado en el estadio, sólo se escuchó la voz de Archie que sonó clara y audible para todos.

-¡Buuuuh! ¡Sullivan, paquete!

Archie parecía estar a punto de romper a reír, a pesar de la situación tan dramática. A él le gustaba el hockey tan poco como al resto, quizá por ello disfrutaba el doble viendo como el equipo perdía por culpa de la cagada tan descomunal de su colega. Se giró hacía el resto con risa de Pulgoso al tiempo que se tapaba la boca con la mano en honor al celebre personaje.

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13/05/2017, 02:17
Noah Turner
Sólo para el director
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Notas de juego

Resultado: 5; Posible +2 por "atento a los detalles".
Espero saber si noto algo para  hacer el post.

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13/05/2017, 19:15
Michael "Mike" Sullivan

Aun con las manos en el aire, y a la espera de que el entrenador se decidiera, Mike lanzó una fugaz mirada hacia el cristal que separaba el banquillo de las gradas tras oir un repiqueteo en él. Allí vió a Lena, que parecía haberse apuntado al mismo cursillo de animadora que Archie. Durante los eternos segundos de silencio de Umile, cada vez que Mike se giraba la veía haciando alguna nueva payasada, y tuvo que morderse el labio y contener las ganas de soltar alguna, porqué si lo hiciera estaría calentando banquillo hasta que se graduara. Finalmente el entrenador habló y le dejó entrar, acto que provocó que un alarido de euforia surgiera de la garganta de Mike.

- Si ganamos, te lo pones tú. -dijo señalando a Lena con una sonrisa de oreja a oreja.

Entró en la pista, con los brazos el alto para recibir el apoyo del público. Era en momento como esos cuando se preguntaba cómo podía haber gente preocupándose por los estudios en lugar de dedicarse al deporte. Saludó a sus compañeros y se puso a calentar con ellos, repasando todas las bromas sobre los Huskies que pudo recordar.

Tras el bocinazo anunciando el fin del calentamiento, Mike lanzó un último "¡Wildcats! ¡Wildcats" al público, puño en alto, y se dirigió a su posición. Colocó el stick contra el hielo y se puso a observar a quién iba a derribar primero. El partido comenzó y se lanzó a la acción, levantando trozos de hielo a medida que los patines iban cogiendo velocidad. "Venga, no me jodas", pensó al ver aquella jugada tan simple del rival, y avanzó para interceptar el disco. Pero por algún motivo, este se le escurrió como si fuese de humo, y cuando quiso darse cuenta llevaba demasiada velocidad para girar a tiempo. No pudo más que ver como el tanto más absurdo de la historia acababa de anotarse en su contra. De pié, con el ceño fruncido como quien ve un truco de magia, Mike se quedó mirando la portería como si fuera a recibir una explicación divina sobre lo ocurrido. Y de pronto, se fue al suelo, los sonidos se apagaron a su alrededor y las luces del techo del estadio se difuminaron. Completamente aturdido, poco pudo decir hasta que se vió de nuevo en el banquillo. Se quitó el casco y se echó agua en la cara, recobrando la normalidad como buenamente pudo. Aquel tío lo habia derribado. A él, al jugador con más derribos realizados en toda la liga. Y a traición, cuando ni siquiera miraba y el disco no estaba en juego.

- Uuuh, me lo voy a comer... -dijo para sí mismo, mirando al equipo de los Huskies para intentar averiguar quien había sido. Se puso de pié.- Estos no me la cuelan más. Entrenador, estoy listo para salir.

Cualquiera con un par de dedos de frente entendería que Umile no iba a estar muy contento con el plan. Pero Mike no tenía el lujo de disponer de entendimiento, en aquel momento. Había Huskies que derribar y un partido que ganar.

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13/05/2017, 22:20
Mercy Wells

Mercy comprobó su móvil unas doscientas veces en el transcurso de aquellos interminables minutos, mientras la acción se desarrollaba en la pista de hielo y a su lado, con Lena y Archie animando a Mike. Era tal el entusiasmo que ponían, que comenzaban a contagiar a la joven. Miró al banquillo unos instantes y vió al entrenador hablando con la estrella del equipo, el cual salió a calentar. Mercy sonrió. ¿Por qué no?

Guardó el móvil y se puso en pie junto a Archie y Lena. ¡Vamos Mike! ¡Demuéstrales quien es el amo de la pista! Exclamó al joven, uniéndose a los gritos y aplausos con el resto de las gradas cuando Sullivan salió. Wildcats!! Wildcats!! Gritaba entusiasmada olvidando durante ese tiempo todos los pensamientos funestos y las malas noticias que había recibido en este tiempo.

Como era normal, Mercy no entendía nada de hockey, pero si pudo ver el fallo de Mike con el disco. Se habrá confiado demasiado? Pensó sorprendida a la par que veía como aquel tanto a favor de los Huskys subía al marcador. Se giró hacia Mike, viendo el gesto de decepción y sorpresa del joven mientras Archie le gritaba a su lado.

Pero algo hizo mirar a Mercy un poco más allá. Un jugador del equipo contrario, avanzaba a toda máquina hacia Mike y le embestía dejándole K.O. sobre el hielo. Mercy se llevó las manos a la boca y quiso gritar. Sabía que era un deporte de contacto físico y que muchas veces los jugadores se daban buenas palizas entre ellos, pero eso la pareció demasiado y buscó al agresor con la vista mientras una nube de jugadores se volcaba sobre Mike y le sacaban al banquillo nuevamente. Espero que esté bien... dijo casi como un suspiro.

Mike no tardó en recuperarse y Mercy respiró más aliviada viendo al joven bien. ¿Es normal que se agredan así? ¿En tiempo parado? Se atrevió a preguntar una vez vió al joven activo y listo para salir a pista.

¡Ánimo Mike! ¡Wildcats! ¡Wildcats! ¡Wildcats! exclamó nuevamente tratando de que todo quedase en un sencillo susto sin importancia. Total, aquello no era nada comparado con un enorme y horrendo Santa Claus, con mirada aterradora y una risa espantosa la cual deja helado hasta al más valiente... y un enorme hacha con la cual está dispuesto a matar a cualquiera que se encuentre en su camino.

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Notas de juego

Lol!!! Otro aumento de amenaza!!!!!

Master, no se si se podría aplicar el bonificador de psicología en este caso, a fin de cuentas hablamos de la conducta de alguien y creo que Mercy no se durmió en esa clase xDDD

A tu elección queda.

Por ciero, son 3 dados en Cognición, pero se me fue la olla al ponerlos.

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14/05/2017, 23:46
Lena Johansen
Sólo para el director
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Notas de juego

Como soy nuevo en el sistema espero hacerlo bien XD

Tiro y mañana posteo, así no relentizo al resto por si acaso^^

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15/05/2017, 22:21
Marian Banks

-Ya veo que sale... ¡Ya me parecía!- Comprobó satisfactoriamente Marian, el hockey no era lo suyo pero tampoco quería quedar como una ignorante. Aplaudía con alegría aunque no con el mismo fervor que el resto del público que jaleaban el nombre de Mike como si no hubiera un mañana.

-Definitivamente debe ser bueno-. Declaró bastante sorprendida al comprobar que las palabras que había oído hacía apenas unos minutos no eran vacías. El deporte de instituto tenía esas capacidades, podías olvidar por un momento que había un violador que podía estar en tu clase y simplemente abstraerte durante unos momentos de la dura realidad. Incluso de la propia realidad en sí misma que suponía Mike...

Esta magia duraba, hasta que alguien la destrozaba, y fiel a su estilo Mike se encargó de ello con una aparatosa caída que provocó una sonora carcajada en ella, la cual se vio silenciada al ver el impacto que le siguió

-¡Personal!- Exclamó levantándose reclamando una falta baloncestística. Las miradas de los que le rodeaban hicieron que advirtiera su propio error que optó por corregir sentándose cuanto antes intentando pasar desapercibida.

Mercy no parecía mucho más ducha en el tema por lo que optó por dirigirse a ella aparentando normalidad.

-¿Ha sido un poco extraña esa caída no? Al menos no parecía difícil coger eso, ¿no?- De inexperta a inexperta-. Preguntó

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Notas de juego

Tengo nivel 4 así que deduzco que van 4 dados

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18/05/2017, 23:23
Director

Los Wildcats aguantaron las acometidas de los Huskies como buenamente pudieron durante los primeros minutos sin su estrella, quien contaba pajaritos alrededor de su cabeza en el banquillo después de la jugada del primer gol. El temor de que volviera a repetirse el primer partido de la temporada congeló a la grada. Estaban convencidos de que iban a ganar, y el comienzo del partido no pudo ser peor; los de Connecticut, que parecían haber tirado el campeonato en los anteriores partidos, ahora estaban resucitando en el último partido para meter su cabeza en los playoffs, y mientras tanto, los Wildcats se sentían con la sensación de haber estado nadando contra un infierno de mar para acabar muriendo en la orilla.

Williams, el portero de New Hampshire tuvo que esforzarse a fondo para compensar el agujero en defensa que había dejado la provisional baja de Mike. Todos en la grada esperaban como agua de mayo que el defensa titular regresara al campo y empezara a hacer algo. Entretanto, Mike se recuperaba y le aseguraba a su entrenador que estaba listo para volver a la acción. Umile hizo un gesto al médico del equipo que inspeccionó las pupilas de Mike con una molesta linternita y le hizo un par de preguntas estúpidas para ver que tal respondía. Después asintió con la cabeza e instantes después Sullivan regresaba al campo ovacionado por todo el Whittemore Center, aliviado de que su jugador pudiera regresar a la pista tras tan aparatosa caída.

La gente se había puesto en pie para aplaudir a Mike, y cuando se sentaron los cánticos volvieron al estadio y los ánimos mejoraron considerablemente. Eso también lo notaron los jugadores, pues el equipo comenzó a jugar bastante mejor. En la grada, Archie había sido el único en abuchear a Mike mientras recordaba el fallo garrafal del primer tanto, Hellen no perdía ojo del encuentro y anotaba como loca en una libreta todo lo que sucedía para después elaborar su crónica. Noah observó con detalle como toda la grada se había levantado para aplaudir el regreso de Mike al partido, pero cuando todos se sentaron pudo distinguir a un extraño al otro lado de las gradas que se mantenía de pie y parecía estar vigilándoles. Marian también se dio cuenta de ello y, sin saber el motivo, notó un terrible escalofrío que le sacudió el cuerpo. El extraño era una figura alta y robusta, con un grueso abrigo de los Wildcats y con la cara semicubierta gracias a una gorra con el dibujo del gato del logo del equipo. Cuando alertaron a los demás de la presencia del extraño, Mercy se sobresaltó y dejó caer su bebida sobre la cabeza del espectador que tenían en la fila de delante. Quien no se lo tomó muy bien y se levantó enfadado dispuesto a discutir con ellos. Para cuando lograron tranquilizarle, el extraño ya había desaparecido.

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19/05/2017, 11:36
Michael "Mike" Sullivan

Una molesta luz sorprendió a Mike, que estaba ensimismado lanzando miradas asesinas a todo el equipo contrario.

- Dos más dos son cinco, por eso no hice la carrera de matemáticas. ¿Puedo entrar ya? -fue la respuesta final a las absurdas preguntas del médico.

En cuanto recibió el visto bueno, se puso el casco a toda prisa y salió corriendo hacia la pista. Hizo un gesto de disculpa hacia Williams por la monumental cagada de hacía unos minutos y alzó el stick como señal de agradecimiento al públicoy su acogida.

- ¿Quién ha sido el iluminado que me ha arrollado antes? -preguntó entre susurros a sus compañeros sobre el hielo.- Lo voy a mandar volando de vuelta a Connecticut.

El juego se reanudó y los Wildcats comenzaron a mostrar de nuevo porqué se habían convertido en la revolución de la liga. En cuanto los Huskies tuvieron ocasión de volver a hacercarse a su portería, Mike se lanzó como una bala hacia el disco y bloqueó el paso del jugador contrario, lanzándolo por los suelos. Tras pasar el disco a un compañero, miró hacia el público con cara de loco y asintiendo con la cabeza. Fue entonces cuando escuchó un grito, y no del tipo que se solía escuchar en aquel sitio. Miró hacia la grada donde se encontraba el resto, pero tan solo fue capaz de ver a gente moviéndose y gritándose. Frunció el ceño y negó con la cabeza, como el adultoq ue ve a unos niños pelearse por algo absurdo, y volvió a concentrarse en el partido. Quedaban muchos Huskies a los que tumbar.

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19/05/2017, 14:26
Mercy Wells

Mercy se animó nuevamente a los cánticos y aplausos de los seguidores de los Wildcats, animada sobre todo por ver a su estrella, Mike Sullivan, salir nuevamente a la pista recuperado de aquel sucio golpe. No pudo evitar mirar a Noah, el cual permanecía fuera del ambiente del partido. Debía reconocer que animar y hacer el ganso en las gradas era divertido y parecía que el tiempo avanzaba más deprisa.

Se fueron sentando todos y Noah parecía mirar a algo o alguien fijamente. La joven iba a acercarse a decirle algo tipo "deja de mirar así, que parece que te has enamorado de alguien al otro lado de la grada", pero las palabras y señales tanto de Marian como Noah hicieron a Mercy mirar hacia donde indicaban.

El rostro de la joven palideció de pronto. Aquel hombre, allí plantado, con aquel enorme tamaño, su rostro bien oculto... esa forma de mirar...  No sabía porqué, aquella imagen la hizo recordar aquel atroz pasado, pues ya la habían mirado así con anterioridad.

De manera involuntaria y a causa de la impresión, Mercy dejó caer el batido de fresa de su mano, derramándose sobre el ocupante del siguiente asiento. La joven tardó en reaccionar, aun cuando el joven ya se había levantado y comenzado a soltar improperios por la boca.

Perdón! Fue lo primero que dijo la joven al volver en si, aunque eso no parecía ser suficiente. No tengo excusa... yo.. lo siento de veras,  no fue mi intención.. lo juro... Decía tratando de disculparse. Hacía tan solo un año, se hubiese puesto chula y reído de aquel sujeto, humillándole ante todos los presentes. Pero ahora temblaba y deseaba desaparecer de allí.

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20/05/2017, 11:56
Marian Banks

La multitud jaleaba enfervorecida al tiempo que un grupo de bestias acorazas se desplazaban velozmente por la superficie helada que era el lugar de encuentro de los dos equipos. Aunque no supiese mucho las normas había que reconocer que aquel deporte era más vistoso y menos lento que el baseball o el football lo que se agradecía. 

Al principio eran los otros quienes parecían tener más frenesí, no había que ser un genio táctico en ese deporte para entender que estaban dominando el partido. Cosa que cambió con la llegada de Mike... Cosas de ser una estrella. 

-¡Vamooos Wildcats! -Exclamó totalmente poseída como todos sus compañeros de grada, de pie y saltando. Ver las cosas en vivo era otra cosa a verlas en la tele, siempre lo pasas mejor. La jugada terminó enseguida por lo que todo el estadio empezó a sentarse... Todos menos uno...

-¡Eh! -Avisó con un codazo a los que tenía al lado. -¿Ese por qué sigue de pie?... Qué tío más raro... Oye... No creéis... No no puede ser el violador, es un estudiante... Pero tiene una pinta de raro... Creo que miraba para aquí. -Concluyó sus argumentos farfullados mirando a sus compañeros, entonces se centró en la cheerlander personal de Mike ignorando el desafortunado incidente con el refresco:

-¡Shhh Archie relájate un poco, estás llamando demasiado la atención! 

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22/05/2017, 00:21
Lena Johansen

-Pufffff! Jeh!!- Rei tapándome la boca desde mi sitio cuando vi que tumbaban a Mike.

Ademas, Archie no tardó mucho en hacer burla de la misma situación.

Tengo que reconocer que el salto que di de mi asiento no fué producto de broma, ni para hacer un chiste. realmente me sorprendió. No estaba acostumbrada a ese tipo de deportes de contacto. De hecho casi no sabía nda de ninguno. Quizá lo básico: Meter la pelota dentro del aro, en la portería o en un agujero en medio del campo de césped. Pero poco mas. Mi interés estaba en otros deportes mas ... civilizados, en los que imponía el respeto y disciplina: las artes marciales.

Y desde luego el placaje que le hicieron a Mike era como una llave de judo hecha por un luchador borracho de la WWF.

Si, vale. Me había asustado y preocupado por MIke. ¿Por que? Yo que se!! Al final Mike no era solo un graciosillo. Tenia su aquel... Y ya que me puse en pié, para que no vieran mi preocupación reaccioné riéndome.

Tampoco estaba tan mal1 al cabo del rato volvió a salir al campo de juego.. ¿se dice así?... para cargar contra el enemigo. Y así yo pude volver a sentarme tranquila en mi sitio. Hasta que el codazo de alguien me hizo reaccionar.

Tan solo la mano de uno de mis compañeros señalando en dirección a alguien me hizo entrecerrar los ojos. Miré al resto y la cara de ellos era un poema. Estaban en modo " estreñido On". Y no era para menos. Era un tío grande que, por algún motivo, no se sentó cuando el resto lo hizo. Era como el que aplaude al final de una actuación cuando todos ya han terminado de aplaudir. Como el que se reía a destiempo de un chiste. Lo pilláis, ¿no?

Pues igual.

Un escalofrío recorrió mi espalda sin saber por qué. Pero mi mirada hacia Mercy pronto volvió mi cara pálida, al igual como la suya. Algo ocurría con ese tio. ¿ Lo conocían? Porque Noah reaccionó igual.

-¿Lo conocéis? ¿Mercy, Noah?- Pregunté al mismo tiempo que al vaso del refresco de Mercy caía sobre los que teníamos delante.

Ella se intentó disculpar como pudo, pero estaba descolocada y a esos tios no les bastaría con una simple disculpa.

- Hey colega , ha sido culpa vuestra! Nos habéis asustado!! Si no pusierais tanto entusiasmo en el partido...- Intenté defender a Mercy.- Vamos hombre... quitáos las camisetas y presumir de músculos, a ver si os hecháis novia!!

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22/05/2017, 11:29
Noah Turner

Todo había ocurrido muy rápido, dentro de una especie de neblina que le impedía prestar atención. El ruido, la gente, los gritos –hasta Mercy, que parecía tan aburrida como él, se había animado a ponerse en pie para aplaudir a Mike–, todo aquello eran cosas que él no es que no disfrutara, es que le ahogaban. Era como ir de compras con su hermana mayor, o con su madre; todos se divertían menos él, que se dedicaba a caminar como un zombie sobre las brillantes superficies de las tiendas. La diferencia es que allí nadie le prestaba atención y al menos podía estar sentado, ambas cosas que agradecía. 

Sólo se animó a levantar la cabeza un par de veces, la primera para sonreír, divertido, ante los efusivos comentarios de sus compañeras –que sabían tanto como él de hockey–, y la segunda cuando escuchó el pitido de falta y a su alrededor hubo exclamaciones ahogadas dirigidas a la Torre. Cuando miró a la pista, en ese momento, pensaba que vería a Sulli en medio de una montaña de gente inconsciente, jugadores todos de los huskies, pero al darse cuenta de que era lo contrario y que se lo estaban llevando fuera del campo se sorprendió. No era habitual que le dieran de su propia medicina, y aquello parecía que había sido gestado e intencionado. Parecía que el equipo contrario quería librarse del principal defensa de los Wildcats, y había estado a punto de conseguirlo. Casi. 

Mike volvió al campo poco después dispuesto a vengarse, los ánimos se relajaron por parte de los seguidores locales, y todo pareció volver a su curso. Sin darse cuenta se sintió más relajado –cosa que era inexplicable, ¡ni que tuviera cariño a ese idiota!–, y pudo volver a su contemplativa vida. 

Entonces lo vio.

El tío le produjo un escalofrío, no supo porque, pero tenía algo raro. Cuando veía películas de miedo, siempre había alguien así. Miraba a unos chavales fíjamente, desde lejos, y desaparecía. Nadie volvía a saber nada de él, pero de repente, al poco, un tipo disfrazado mataba a alguien, o lo intentaba. Todos sospechaban, la policía llegaba y se mencionaba que habían visto a alguien, un rarito, mirando en el partido. Nadie le daba importancia, pero aún así se le buscaba, y nunca resultaba ser él. ¿Quién entonces? Era el gran misterio de toda peli de terror, lo que los chavales tenían que descubrir antes de que les asesinaran a todos. Si daban con el nombre, podían pararle.

Su mirada se desvió a Mercy, y al pasar por Marian se dio cuenta de que no era el único que se había fijado. No quiso señalar, ni llamar la atención, pero no pudo evitarlo. La más pequeña de las Wells se dio cuenta de que miraba algo, y las bromas quedaron apagadas en cuanto ella también se fijo.

Lo siguiente pareció suceder a cámara lenta por un lado, y demasiado rápida por el otro. El batido se le cayó a la chica de las manos, empapando a los de delante. Él desvió la atención sólo unos instantes, y cuando volvió a mirar hacia el hombre ya no estaba. Delante suya se habían levantado y estaban insultando, y para cuando quiso decir algo ya habían salido todos en defensa de Mercy, menos él, que se había bloqueado. Al final, cuando todo se calmó, miró a la chica, luego a Lena, y negó. 

No, no le conozco de nada – explicó, seguro de que así era –. Ni idea. Seguro... Seguro que no es nada – dijo devolviendo la mirada, con tristeza, hacia Mercy –. No tiene nada que ver...