Partida Rol por web

Sangrientas Navidades 2: Terror en el campus

Nieve en el campus

Cargando editor
12/02/2017, 19:17
Director

Nieve en el campus

Fundada en 1866, la universidad de New Hampshire era una de las mejores y más selectas universidades públicas estadounidenses. Todavía a mucha distancia de las universidades privadas como Harvard o Yale, pero con un gran prestigio en el mundo universitario. A pesar de ser una de las más selectivas en su admisión también era la universidad de Nueva Inglaterra con más becarios Fulbright. Su campus principal se encontraba en Durham, un pueblo al sureste del estado de New Hampshire y con una población de apenas 15.000 habitantes. Prácticamente la misma cifra de estudiantes de la universidad que residían en el campus, lo que convierte a Durham en una ciudad meramente universitaria. El clima en Durham era particularmente frío en invierno, con nevadas muy copiosas y frecuentes heladas.

Los estudios más destacados de la UNH eran biología marina, ingeniería y música, incluso contaba con un club de robótica bastante reconocido. La mascota de la universidad era un gato salvaje y así lo mostraba la gran estatua del mismo que presidía la plaza frente al rectorado. El equipo de hockey de la universidad, los Wildcats, era un de los mejores equipos universitarios de este deporte. Los hombres de blanco y azul, habían logrado el campeonato de su conferencia en dos ocasiones llegando en ambas a la final de los playoffs, aunque cayendo en la final contra Minnesota las dos veces.

Muchos de los universitarios de la UNH pertenecían a alguna de las once fraternidades con las que contaba el campus, viviendo en las casas de sus correspondientes fraternidades. El resto de estudiantes se repartía en la ciudad de Durham, donde uno de cada dos personas era un estudiante universitario. Una de las más concurridas fraternidades era Pi Kappa Alpha, situada en un edificio de tres plantas de estilo neovictoriano y con habitaciones suficientes par albergar a 50 personas, en su mayoría compartiendo habitación. El edificio contaba con un salón principal para el ocio en la planta baja, y dos cocinas y un comedor en cada una de las tres plantas. Los novatos ocupaban la última de las plantas, que además era la más fría Era además, una de las fraternidades más activas del campus, pues organizaban numerosos eventos sociales.

Las vacaciones de Navidad se encontraban a la vuelta de la esquina, un buen momento que aprovechaban muchos estudiantes para regresar a sus hogares familiares y reunirse con sus padres y hermanos tras meses alejados de ellos viviendo en ciudades, o incluso estados diferentes. Pero antes celebrarían con su familia de la fraternidad la fiesta que tradicionalmente Pi Kappa Alpha preparaba para todos sus miembros, de la cual ya se estaban ultimando los detalles. Aunque todavía quedaban las últimas clases del año antes de las vacaciones, la cafetería de la facultad se encontraba tranquila en el periodo libre que quedaba entre las dos últimas clases de aquel día.

Cargando editor
15/02/2017, 14:23
Michael "Mike" Sullivan

- Despierta ya, capullo.

Ese había sido el sonido de despertador de Mike desde que compartía habitación con Lawrence, en la segunda planta de la casa de la fraternidad Pi Kappa Alpha. Y no porqué Mike no tuviese puesta la alarma en el teléfono, todo lo contrario. Despertar después de haberse pasado casi toda la noche jugando a cartas y bebiendo con otros miembros de la fraternidad se había convertido en una dura misión para él, tanto que parecía haber desarroyado una inmunidad completa al sonido de la alarma. Por desgracia, Lawrence no. Harto de soportar el pitido insufrible del teléfono, su compañero solía sacudirle con la almohada y dedicarle dulces palabras de amor hasta que Mike decidía abrir un ojo. Y aquel día no había sido una excepción.

Mike no era el estudiante más aplicado, pero solía hacer acto de presencia en las clases (aunque solo fuese para aprovechar el efecto somnífero de la voz de alguno de los profesores). Aquel día, sin embargo, se había saltado un par de clases por una buena causa: La fiesta de Navidad de la fraternidad. Se había quedado en la casa fraternal para poder recoger algunos pedidos, entre ellos el disfraz especial de Santa Claus que pensaba ponerse durante el evento.

Se presentó en la cafetería con gorro de Papa Noel mientras enviaba mensajes relacionados con la fiesta. Aun había que lanzar el aviso oficial del evento, aunque todo el mundo sabía que se realizaba mucho antes de que cualquier PKA abriera la boca. Se colocó junto a la barra y pegó el moflete izquierdo sobre esta. El pompón del gorro fue a caerle sobre el ojo.

- Cafeeeeeee... - dijo como un zombie que pide cerebros.

Después se giró, terminando de escribir, mientras echaba un ojo a la sala.

Cargando editor
15/02/2017, 15:27
Mercy Wells

Las últimas clases del trimestre eran siempre iguales: o bien te daban toda la información de golpe, la cual no habían sido capaces de darte durante los tres meses previos, o bien te tocaba estar escuchando dudas de algo por parte de tus compañeros.. cosas que se dieron hace meses y se suponía que debían saberlas.

Mercy trataba de mantenerse centrada en clase y más aún en estas fechas. Se acercaba el aniversario de la tragedia de Birchmont, un capítulo en su vida el cual quiere dejar atrás y olvidar. Aunque claro... aquel loco se aseguró de que no se le olvidase nunca y menos aún los supervivientes. El timbre sonó y Mercy recogió sus cosas. Era el tiempo del descanso, quizás charlar con alguien. Debería llamar a Kurt... hace mucho que no hablamos... iba caminando como un zombi hacia la cafetería, pensando si llamar a uno u otro.

Se fue abriendo paso entre el alboroto de voces provocado por tantas conversaciones a la vez. Una vez en la barra, logró pedir un café y un donuts, los cuales miró con recelo. Era lo que siempre la pedían en el Starbucks....

Quizás debería llamar al doctor Marcus... desde que medió su número personal hace meses, no le he llamado nunca... Se sentó en una mesa no muy alejada de la barra, pero si de las voces de los demás. Necesitaba pensar y ese murmullo constante no se lo permitiría.

Sacó un frasco de pastillas del bolsillo de su chaqueta y se tomó una de ellas. Ya va siendo hora de que las use. Y es que sólo pensar en las Navidades y en Santa Claus, ya era motivo de angustia para la joven Wells.

A lo lejos contempló al loco de Mike con su gorro rojo enviando mensajes con su móvil. La fiesta de ΠΚA parecía ser inminente y Mercy no podría escaparse de ella... era su propia fraternidad.

Notas de juego

La imagen es de "Southern New Hampshire University Dining Center Interior".

Cargando editor
15/02/2017, 19:00
Noah Turner

Recostado en una silla desde hacía un buen rato, apenas había tocado el café, el cual ya había dejado de echar el característico humo blanco que marcaba que estaba más caliente que la temperatura ambiente;  eso era algo complicado, porque sentado cerca de uno de los grandes ventanales por los que el frío exterior se colaba uno tenía la sensación de que hasta un helado ayudaría a sentirse mejor, pero él lo había conseguido. Por suerte, no le importaba lo más mínimo, pues ni tenía frío, ni pretendía tomarse aquél brebaje que ahora parecía más agua sucia con posos negros al fondo. 

No, él estaba allí por el wifi, y a juzgar por cara de sueño, bien podría haber estado ahí desde el día anterior. Para quien le conocía, no habría sido nada descabellado suponer tal cosa, y es que, quitando el pequeño detalle de que no había sido allí, sino en su cuarto, sí que se había pasado en vela casi toda la noche frente a la pantalla de su portátil. Casi hasta le dolían las muñecas por culpa de eso.

Pero contrariamente a lo que cualquiera habría pensado, no se la había estado pelando como un mono durante horas, sino que había estado jugando al World of Warcraft hasta la hora del mantenimientos, que venían a ser las 05:00 am. Esa había sido la hora a la que se había acostado, y por supuesto, tres horas después..., no, no había ido a clase. Hasta casi mediodía no se había levantado, y había ido directo a la cafetería; las clases de ese día eran una pérdida de tiempo, y bueno, llegado el momento, él conseguiría los exámenes con antelación. Casi siempre era así, y no tenía remordimiento alguno en ello, pues al fin y al cabo, era su manera de demostrar su habilidad. Si los profesores no eran capaces de mantener a salvo sus ficheros no era su culpa, tenía derecho a echar un vistazo. Y por desgracia también lo iba a tener aquél maldito loco...

Se sentía como si hubiera vendido su alma al diablo con aquél trato, y como si fuera de verdad un demonio, justo apareció por la puerta. Mike, como siempre, iba con pintas de haberse acostado incluso más tarde que él, y como era también habitual, destacaba por encima de todos. Con aquél gorro de Santa Claus llamaba la atención, que es lo que le gustaba, pero además daba a entender que algo se avecinaba: la fiesta anual navideña de ΠΚA..., que no era más que otra excusa para beber hasta emborracharse, y otro montón de cosas que a él no le interesaban lo más mínimo pero que, por desgracia, iba a tener que aguantar. 

<<Es un pequeño precio a pagar>>, se recordó a sí mismo, mientras buscaba con la mirada a quien sabía que también estaría allí. Mercedes Wells, la mayor de las gemelas que habían sobrevivido a los ataques de Birchmont hacía casi, casi, un año. La matanza había sido la noticia más sonada en todas las noticias, y desde entonces la había seguido con ahínco. La noticia, no a ella, aunque a ella también; algunos decían que estaba obsesionado, y, para que engañarse, así era. Pero eso le daba igual. Había entrado a la fraternidad por ella, y pensaba conseguir hablarla fuera como fuera.

Esos eran sus pensamientos en ese instante, más o menos en un momento en que la situación era, por su parte, algo como "un chico bastante friki mirando embobado a una rubia sin casi pestañear siquiera", pero a la vez fingiendo que no había visto a Mike, haciéndose eco de ello poniendo una mano abierta a un lado de su cara como si le proporcionara la cobertura suficiente para que este tampoco le viera a él". 

Notas de juego

Debería llamar a Kurt... hace mucho que no hablamos... 

Me ha llegado :'D

 

Cargando editor
15/02/2017, 23:04
Marian Banks

Aquel día Marian no se tomó las clases con la alegría habitual -si es que alguna clase se podía tomar con alegría- aquel día se sentía privada de sus energías y cada día que le seguía iba siendo peor que el anterior. La perspectiva de conocer al nuevo novio de mamá era desagradable. Ella como siempre juraba y perjuraba que esta vez era un buen hombre, que no era un perdedor si no que tenía trabajo y no se aprovechaba de ella.

Al quinto había dejado de creer en eso, sería un perdedor como lo fue papá y como lo eran todos. Y ese fue el estigma con el que ha tocado vivir toda la vida. Sin embargo irse a la universidad tuvo algo bueno y era alejarse de aquella puta casa de locos... Sin embargo todo tocaba a su fin por las vacaciones. Qué le dirían si la oyesen decir que para ella las clases eran las vacaciones.

-Deja de rallarte Marian.- Se reprendió ordenando rápidamente sus pensamientos. -Vaya sí que han salido corriendo. Voy a la cafetería a ver si veo a alguien. -Resolvió.

Allí era imposible no percatarse del más imbécil, no estaba haciendo nada especial aquel día -cosa rara por otra parte- salvando su ausencia de las clases, lo cual era de agradecer, y aquel sombrero que la sentaba como una patada en todo el... recordándole su destino ineludible aquellas navidades. -Venga deja de ir a por él que no te ha dicho nada esta vez. Mira allí está Lena.

-¡Hola! -saludó -¿Qué andas haciendo? -Preguntó buscando iniciar una conversación mientras se sentaba.

Notas de juego

Voy a suponer que esta por ahí, por considerar una amistad mía a priori. Si queréis lo cambio.

Cargando editor
16/02/2017, 12:38
Lena Johansen

Saber que faltaba tan pocos días para volver a casa elevaba el ánimo de Lena. Se moría de ganas por pasar las Navidades con su familia, organizar las comidas, participar en los locos juegos que se inventaba su padre, salir a dar paseos todos juntos, bailar y cantar hasta altas horas de la madrugada como si de un nuevo Woodstock se tratara. Sí, le encantaba volver a casa y pasar tiempo con los suyos. La diversión estaba asegurada.

Pero aún tenían que terminar las clases y, sobre todo, la fiesta de la hermandad.

Se sentía llena de energía así que, antes de ir a clase, había ido a correr dando unas cuantas vueltas alrededor del campus sintiendo en su cara el frío de la mañana. Porque frío hacía mucho aunque, después de unos minutos de actividad sólo lo notaba en la cara, ya que el resto del cuerpo lo llevaba convenientemente tapado. Y para redondear la jugada, una buena ducha de agua caliente que relajara todos sus músculos. Aquello era vida…

Las clases habían sido un tostón, eso nadie lo podía negar, y más aún sabiendo que las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina y que la mente de Lena estaba más puesta en una buena fiesta que en la vida de los primeros colonos ingleses en Jamestown.

Pero, por fin, ya era libre y nada mejor que un buen café en la cafetería para iniciar las horas de descanso e intentar cotillear como iban los preparativos de la fiesta. Sin embargo, se olvidó de todo y de todos cuando recibió el primer mensaje de su Niels en el móvil. Riéndose por las imbecilidades de su hermano, se sentó en una de las mesas libres, ante el café más grande que pudo conseguir, mientras tecleaba contestaciones y esperaba respuestas sin fijarse en los que entraban o salían de la cafetería.

Hasta que una voz la sacó de su divertida conversación.

Ey Marian. —La observó unos instantes dándose cuenta que el día no había amanecido igual de bien para su amiga que para ella—. Joder, vaya mala cara que traes.

Mientras esperaba a que Marian se sentara y le empezara a contar sus problemas, lo bueno de Lena era que sabía escuchar, echó un rápido vistazo al resto de gente que pululaba por la cafetería. Saludó al loco de Mike con la mano, tendré que preguntarle después qué tal van los preparativos de la fiesta, y vio a Noah sentado ante su portátil, cómo no, con la mirada fija en Mercy. Lena negó con la cabeza y sintió cierta tristeza por el joven Noah, era tan tierno y achuchable que le fastidiaba que, por cualquier motivo, pudieran hacerle daño, aunque fuera de manera involuntaria.

Dejó de observar a su alrededor para centrar toda su atención en la persona que tenía frente a ella.

Vamos cuenta, ¿qué pasa? ¿Sigues preocupada por volver a casa?

Notas de juego

No te preocupes, me adapto a lo que has puesto.

La última pregunta la hago porque me imagino que, siendo amigas, Lena sabrá algo de la situación personal de Marian. Vamos, que mi intención no es metarrolear :/

Cargando editor
16/02/2017, 13:59
Marian Banks

-Bufff sí, no veas lo que me rallo con eso.- Confirmó al teoría arrugando la cara, entonces se rascó levemente la cabeza y subiendo el tono de voz en una octava para animarse exclamó –¡Venga vamos a dejarlo que no voy a amargarte el desayuno! ¡Cuéntame de la fiesta de la que están hablando por los pasillos que he estado tan metida en lo mío que ni me he enterado de nada!

Cargando editor
16/02/2017, 17:49
Michael "Mike" Sullivan

Bebiendo de su café y observando por encima del vaso, Mike vió varias caras conocidas. Se fijó en Noah quién, como no, no perdía detalle de lo que hacía Mercy. ¿Acaso no se daba cuenta de que sus mensajes telepáticos no estaban funcionando? Si quería acercarse a ella, lo que debería hacer es... Bueno, acercarse a ella. En cierto modo, parecía que Mercy se estaba librando de él sin tener que hacer nada.

Vió el saludo de Lena. Aquella chica se había dejado ver por varias fiestas y había demostrado saber cómo pasárselo bién, cosa que Mike apreciaba, salvo cuando le daba por soltar un discurso sobre el sentido de esto o los derechos de aquello. Pero eh, mejor eso que no ser un explosivo con una mecha muy corta, como era su amiga Marian. Mike no recuerda cómo comenzó el asunto, solo sabe que un día ella comenzó a gritarle y a él le pareció divertido. Ni siquiera podía pensar en algo que realmente le desagradase de la chica, pero hacerla enfadar era parte de su entretenimiento, era superior a él. Saludó a Lena meneando los dedos y abriendo mucho los ojos mientras sorbía sonoramente de su café.

Al volver a fijarse en Noah, Mike casi escupió el café. ¿Qué estaba haciendo con la mano? Cuestionándose cuántos años tenía aquel chaval, comenzó a caminar hacia el fondo de la cafetería, como si pensara irse. Cuando estuvo fuera de la vista de Noah, se acercó en silencio por su espalda, y una vez a su lado, se asomó en toda su cara con los ojos en blanco y una mueca en la boca, acompañado de un alarido que sonó como una oveja ronca. Viendo el sobresalto de algunas personas en las mesas adyacentes, Mike hizo como si él también se hubiese sorprendido y se sentó junto a Noah. Lo miró seriamente unos segundos, se giró hacia Mercy y volvió a fijarse en él.

- Haciendo progresos, ya veo... -dijo burlonamente. Después bajó el tono y se acercó a él.- Oye, consejo de pika a pika*... Deja de calentar banquillo y dile algo, o haré como si tuviéramos once años e iré yo a preguntarle si quiere ser tu novia. -volvió a mirar a Mercy de soslayo, con menos sutilieza de la que se podría esperar por el tono en que hablaba.- Pregúntale si vendrá a la fiesta.

Se apartó algo de Noah y comenzó a sonreir y a afirmar con la cabeza, como si acabara de tener el mejor plan de la historia. Tan rápido como había puesto esa expresión, esta cambió y se puso serio mientras se levantaba y tiraba del brazo de Noah para que se moviera, a sabiendas de que el chico se negaría a seguir su idea.

Notas de juego

*Leyendo artículos sobre PKA vi que suelen usar el término "pike" para referirse tanto a miembros como a la fraternidad en sí. He supuesto que en castellano tendría más sentido decir "pika", que salvo el cambio de la c por una k, vendría a significar lo mismo.

Cargando editor
17/02/2017, 19:53
Mercy Wells

Mercy continuaba en aquel lugar sentada, con su café enfriándose a cada segundo que pasaba y ella mirando la pantalla de su móvil. En él un número de teléfono al cual jamás había llamado antes, no había habido necesidad de ello. Hasta ahora. La joven permanecía atenta a la pantalla, indecisa si debía o no llamar. Quizás este sea un mal momento... Se dijo a si misma tratando de quitarse así la idea de la cabeza.

Unas voces lograron hacer que Mercy apartase un instante la mirada de aquel móvil barato, viejo y "pasado de moda" como dirían algunas, para ver el motivo del alboroto. En seguida localizó a la dueña de aquellas palabras. Marian parecía querer ser el centro de atención a juzgar por aquel volumen de voz. Eso llevó a Mercy a ver algo más allá...

¿Que hace Mike con el chico aquel? En otro tiempo Mercy se hubiese dedicado a llamarle: simplón, alelao, tolili, tontainas, friki, empanao... y un largo etcetra más. Pero no esta Mercy. No perdió de vista al joven y alocado deportista durante el tiempo que estuvo con Noah. Hasta que le agarró y comenzó a tirar del pobre chaval.

Guardó el móvil en su mochila y cogió el café mientras se levantaba del asiento. Con paso firme y decidio se acercó hasta Mike y el joven. No, Mike! Quieto! Caca! Caca! Le exclamó como si hablase a un niño pequeño o a un perro cuando estaba llegando a su lado.

Quieres que te hable así o que te tiré el café encima, Mike? Le preguntó algo enojada. No me gustan los abusos.  Así que suelta al chico.. Ya! Luego miró al joven. Le recordaba de haberse cruzado con él en la fraternidad o en los pasillos de las clases, pero jamás habían cruzado palabra alguna.

¿Estás bien? Preguntó Mercy con amabilidad. No te dejes pisotear por tontos como este. Le dijo mientras le daba un codazo a Mike. Sino tus días aquí acabarán siendo una pesadilla.

Mercy le guiñó un ojo a Noah, para luego girarse a Mike. Para la próxima, tendré un café hirviendo para tirártelo encima. No lo olvides. Fue una leve regañina. Sabía que Mike era bastante payaso y le gustaba demostrarlo, pero que metiese a otros en sus bromas...

Cargando editor
19/02/2017, 15:28
Lena Johansen

Lena miró a su amiga con cierta preocupación, sabía cómo le afectaba la vuelta a casa y no quería verla tan desanimada, sobre todo porque ella sí estaba verdaderamente contenta por volver a ver a su familia.

Pero el tema de la fiesta era lo suficientemente atrayente para quitar de la cabeza las penas a cualquiera. Encogiéndose de hombros, ya que no tenía ni idea de lo que se estaba cociendo, Lena se volvió hacia su amiga con un guiño en los ojos.

La verdad es que no tengo ni idea de lo que Mike está preparando, aunque reconozco que me muero de curiosidad. Seguro que, siendo él el organizador, será un desmadre total. Cuento contigo ya lo sabes.

Fue nombrar al payaso del campus y, justo en ese momento, escuchó las voces procedentes de la mesa donde estaba Noah. Frunció el ceño unos instantes sin saber muy bien qué estaba pasando pero, cuando vio a Mercy ir hacia ellos y el tono tan infantil que empleaba con Mike, no pudo más que sentir cierto fastidio. Mike podía ser un capullo pero desde luego no era un abusón.

Se giró de nuevo hacia Marian con una sonrisa maliciosa en los labios.

Pero podemos pedirle a Mike que nos cuente algo de lo que le bulle en la cabeza.

Sabía que no se llevaban precisamente muy bien, aunque nunca supo el porqué, y que su propuesta podría ser una bomba de relojería a punto de estallar si los juntaba a los dos, pero Lena tenía demasiada curiosidad por saber qué planes tenía el organizador de la fiesta.

Cargando editor
19/02/2017, 22:53
Marian Banks

No quería ser una agonías así que dijo unas palabras impropias de ella:

-¡Qué diablos! Vamos a ver qué se cuenta, espero que le pillemos menos desatado de lo habitual-. Añadió con una sonrisa al tiempo que se incorporaba de su asiento. En ese momento tomó aire buscando obtener además del oxígeno una infinita dosis de paciencia...

-Vamos

Cargando editor
21/02/2017, 00:46
Noah Turner

Al aparecer Mike por sorpresa tras él, su reacción, más o menos, fue similar al grito de una niña pequeña que se hubiera asustado al ver una araña en su hombro. Exactamente, fue, tal como era de esperar, un grito chirriante, corto y aguado acompañado por un movimiento nervioso que acabó con su mano golpeando el vaso de café que aún permanecía sin tocar al borde de la mesa. Fue instintivo, pero aquello le hizo ponerse más nervioso aún y casi notó como un sudor frío le empezaba a correr mientras se apresuraba a coger un montón de servilletas para parar el continuo goteo de oscuro líquido que ya había llegado hasta el borde de la mesa y empezaba a resbalar hacia el suelo. 

Tardó unos cuantos segundos en los que no consiguió nada más que, además de dejar un gran charco, tener en la mano un montón de papel mojado con el que no sabía que hacer. Pero eso no era lo peor, por supuesto que no; la escena había llamado la atención de toda la cafetería, que se habían girado para mirar que pasaba. Era típico de Mike, ser el centro de atención por una payasada, pero no era lo que él quería, ni buscaba, ni lo que le gustaba. En ese instante se sentía acobardado además de tenso, y se puso rojo mientras empezaba a temblar como un flan por culpa del odio que sentía en aquél momento por el deportista. 

¡Pero qué...! – de repente, dándose cuenta de que había gritado, cerró la boca de golpe y entrecerró los ojos, bajando la voz a continuación –. ¡¿Eres tonto o qué?! – exclamó, pero sin alzar el tono –. Y Mercy no me gusta, no quiero pedirla... no, no, ¿qué haces? Para, ¡para! – el repentino cambio de actitud del jugador de hockey le hizo retorcerse mientras intentaba soltarse, pero lo que era aún más malo, no le dejaba explicarse.

Pensándolo bien, de todas formas, tampoco era tan malo. No sabía si era peor que el otro creyera que estaba por Mercy – <<si, "estar por", ¿qué pasa? ya sé que no tengo cinco años>> –, o que supiera que en realidad lo que quería era entrevistarla sobre los macabros asesinatos de los que se había librado de puro milagro gracias, según había investigado, a la intervención del apuesto y fuerte quarterback del instituto en el que estaba*, el año pasado. Quería preguntarla acerca de sus amigos, de cómo había ocurrido todo, que pensaba de lo que había hecho el señor Stark y si creía que trabajaba sólo en todo aquello. Ser un crío asustadizo que no se atreve a pedir salir a una chica fuera de sus posibilidades era mejor que ser considerado un friki psicópata, así que si, casi era mejor que Mike fuera tan payaso como para hacer lo que hacía. 

O al menos es lo que pensó hasta que aquello atrajo la atención de la superviviente, ¡y fue hasta ellos! No podía estar pasando, no así. No es como lo había planeado, aunque en realidad no lo había planeado de ninguna manera, ninguna que fuera a cumplirse al menos. 

De nuevo el sudor frío, los nervios. ¿Por qué no dejaba de temblarle la mano? La escondió bajo la mesa, apresándola entre sus piernas, que casi al instante empezaron también a vibrar con el mismo son. Resopló. La cabeza le daba vueltas y casi le pasó desapercibido que Mercy acababa de regañar a Mike y que le había hecho una pregunta.

¿Que? ¿Eh? ¿Qué? Yo... – se obligó a centrarse, a relajarse –. Esto, si, si, estoy, estoy bien..., gracias – intentó sonreír, y casi pareció un cachorro intentando ser acogido –. No ha sido nada, sólo está haciendo el tonto, como siempre. Je.

Miró entonces hacia la mesa donde estaban Lena y Marian, y miró a la primera como si necesitara ayuda y fuera la única salvación posible en medio del mar – ¡que narices! océano de lava – en el que se acababa de meter. 

Notas de juego

¡Siento el retraso! Días duros, y se me fue.

Cargando editor
21/02/2017, 16:02
Michael "Mike" Sullivan

En plena cruzada por ganarse el título a "Mejor plan para ayudar a otro", Mike apenas se dió cuenta de la llegada de Mercy hasta que esta empezó a hablarle. La miró confuso, sin saber a qué venía todo aquello.

- ¿P-pero que...? - fue todo lo que llegó a decir antes de que el codazo de Mercy lo interrumpiera.

Observó la escena durante un instante, como si acabara de aparecer allí y no supiera qué demonios estaba sucediendo. Tras la última amenaza de Mercy, colocó las manos en señal de tiempo muerto e imitó el sonido de una bocina de estadio, intentando que parara aquel sinsentido.

- ¡Wow! ¿Pero qué estás diciendo? -exclamó aun confuso, tras lo que señaló a Noah mientras acercaba la cara a Mercy a medida que hablaba.- El hermano aquí presente tiene un problema, y yo me he limitado a intentar ayudarle desinteresadamente. -se quedó un instante quieto, con la boca y los ojos muy abiertos.- Pregúntale a él si quieres, pero supongo que ya no necesita mi ayuda.

Comenzó a alejarse despacio con los brazos extendidos, como si mostrara que no iba armado. Tras dar unos pasos, se acercó de nuevo para recuperar su café y volvió a alejarse del mismo modo. Cuando estuvo a pocos metros de ellos, volteó la borla del gorro de Santa Claus de forma teatricamente airada, soltó un suspiro de reprobación mientras alzaba la cabeza y comenzó a caminar cual conde pomposo en una mala obra de teatro. Tras un rato de pantomima, se fijó de nuevo en Lena y Marian, quien parecían fijarse en él. No le hizo falta más invitación para, literalmente, deslizarse hasta su mesa. Al frenar, estuvo apunto de derramar el café. Miró el vaso con los ojos muy abiertos durante un segundo, tras el que procedió a disimular como buenamente pudo. Se acercó al lado de la mesa por donde no habian asientos y simuló que se sentaba, apoyando el codo en el borde con total naturalidad.

- Tranqui, por mí no te levantes -dijo desenfadadamente a Marian viendo que se había alzado de su sitio. Alargó mucho los morros y sorvió sonoramente de su café mientras movía su mirada intermitentemente de una a la otra.- ¿Y bien? ¿Listas para la ¡FIESTA DE NAVIDAD DE PI KAPPA ALPHA!?

Gritó la última parte a pleno pulmón, esperando que se enterara toda la cafetería. Se giró hacia Noah y Mercy, a los que dedicó una estúpida risa de satisfacción.

Se levantó de su incómoda posición y se deslizó encima de la mesa, quedando medio tumbado con el codo sobre ella y la cabeza apoyada en la mano.

- Estais invitadísimas. -concluyó.

Cargando editor
21/02/2017, 21:35
Archie Clark

Un joven negro ataviado con una llamativa camisa de colores variados y llamativos, unos pantalones holgados y unas converse rojas entró en la cafetería cargando una pesada mochila llena de parches de logos ochenteros. El joven en sí parecía recién salido de un videoclip de MC Hammer y caminaba a grandes zancadas con las manos en las asas de las mochilas. Era alto y delgado, y llevaba un corte de pelo al estilo flat top que exageraba todavía más su altura. Se trataba de Archie Clark, un joven de primer año que compartía habitación en la fraternidad con Noah, y para desgracia del tímido muchacho, Archie era el complemento ideal de Mike. Era algo así como su doble negro de primer año. Archie era un joven gracioso, alegre y despierto, amante de los juegos de palabras y las bromas. No era el tipo de persona al que deberías contarle tus problemas ya que, en su inocencia, probablemente crea que la mejor manera de que los superes es haciendo chistes sobre ellos. En realidad era buena gente, y un tipo de fiar, pero le cuesta saber cuándo mantener la boca cerrada.

Archie venía de Compton, uno de los barrios más peligrosos de Los Ángeles y gracias a la supervisión constante de su madre, junto a su propio buen criterio, se mantuvo alejado de las bandas juveniles, que eran algo habitual en su barrio. Archie ha llegado hasta New Hampshire gracias a una beca de minorías, pero eso no le impide ser un buen alumno. Especialmente en ciencias.

-¡Ey ey ey! -Gritó al llegar donde se encontraban los demás. -¡Mike, eliminado al primer strike!. -Dijo simulando que le golpeaba en el pecho con un bate. A Archie le encantaban los juegos de palabras, por absurdos que pudieran parecer. -¿Qué pasa hermano?.

Cargando editor
23/02/2017, 21:10
Lena Johansen

La intención de Lena no era sólo hablar con Mike sobre la fiesta sino que, después de ver la cara de desesperación de Noah cuando sus ojos se encontraron, no pudo más que salir en ayuda del tímido joven. Pero ni ella ni Marian tuvieron tiempo casi de levantarse porque, no contento sólo con armar el cante dejando en evidencia al pobre Noah, en esos momentos había puesto su atención en ellas y, con paso más rápido del que sería adecuado sobre todo si se lleva un café en la mano, acabó literalmente en la mesa.

Por su bien espero que no sea tan rápido ni tan payaso para todo.

Por supuesto Mike, ya sabes que yo siempre estoy más que dispuesta para la juerga, sobre todo si es una de las tuyas.

Lena intentó pasar por alto los ruidosos sorbos de café, los gritos y los exagerados aspavientos del payaso oficial, para centrarse en lo importante, que no era otra cosa que saber el avance que tenía con los preparativos de la fiesta.

¿Ya sabes la temática? Aburrida no será, pero espero que no sea demasiado loca si queremos salir vivos de ella. ¿Lo tienes ya todo preparado? Si necesitas ayuda con cualquier cosa me lo comentas ¿vale?

No tuvo oportunidad de añadir algo más ya que, el alma gemela de Mike, hizo acto de presencia. Si por separado ya eran temibles, aquellos dos juntos podían ser una bomba de relojería a punto de estallar y, en esos momentos, lo más sensato era alejarse bastante de ellos.

Cargando editor
23/02/2017, 21:29
Marian Banks

Marian permaneció en segundo plano mientras hablaba su amiga. En aquellos momentos lo prefería porque no quería la atención sobre su persona. Optó por mantener una sonrisa un pelín forzada mientras sus cabeza divagaba respuestas.

-Eso es, coméntanoslo si necesitas ayuda. -Dijo forzando la sonrisa. -Avísame con lo que sea. -Le dijo a su amiga como si estuviese buscando forzar una despedida, y como que no quería la cosa y de manera casual se aproximó a su oreja para luego alejarse.

 

Cargando editor
23/02/2017, 21:35
Marian Banks

-Dos Mikes Sullivan, esta es mi señal para largarme antes de liarla. -Susurró sin perder la sonrisa antes de marcharse.

Cargando editor
25/02/2017, 01:10
Noah Turner

Un instante estaba totalmente paralizado, tras haberse quedado "a solas" con Mercy. Al segundo siguiente, por supuesto, estaba atemorizado. Y un momento después Mike le devolvió a la realidad con aquél aire despreocupado que algunos se tomaban como una actitud de juerguista y bufón y él, simplemente, como que era tan tonto como aparentaba. Era la clase de gente que tendría que haber alcanzado su techo en el instituto, pero que por algún milagro inconcebible había alcanzado la universidad y llegado a límites insospechados. No lo entendería jamás..., pero al menos había que reconocerle que tenía valor. O al menos lo habría hecho si no hubiera demostrado con aquél grito que, de nuevo, era el payaso que fingía ser. 

Suspiró. 

Luego miró a Mercy, abriendo mucho los ojos, e intentó sonreír.

Oye, ¿tú, tú...? – carraspeó – Si. Esto, ¿tú irás a la fiesta de Navidad? – podía ser una pregunta estúpida, pues estaba claro que nadie de la fraternidad se la iba a perder; el problema era que en este caso concreto, la cuestión iba con segundas. Sabía de ella, sabía de la última fiesta a la que había asistido por esas fechas. Lo cierto que en este caso, la burla que había escuchado a Lena "espero que no sea demasiado loca si queremos salir vivos de ella", tenía un sentido mucho más macabro del que se podía apreciar a simple vista. 

Pensar en ello le hizo terminar de lograr sonreír. Aunque se apresuró a ponerse serio: no quería parecer un psicópata. 

Después apareció Archie, al que por supuesto, conocía ya demasiado bien. Había llegado a pensar que el estar juntos era algún tipo de broma cruel por parte de Mike, o sólo un intento de tenerle controlado. No tenía ni idea, pero era un descontrol de chico que, unido al otro, formaban un dúo demasiado pesado. Ellos se creían graciosos, él los creía una carga. Y encima era una de la que no podía librarse. 

Cargando editor
26/02/2017, 04:05
Mercy Wells

Mercy miró a Mike mientras se iba alejando poco a poco. Eso, ve a hacer de buen samaritano donde realmente hagas falta. Le dijo en tono jocoso y no le perdió de vista hasta que le vió centrarse en Lena y Marian. Al menos esas dos saben cuidarse solitas de Mike y de sus tonterías.

Volvió a centrar toda su atención en el joven que estaba a su lado. Le miró a los ojos unos instantes. Era curioso que siendo compañeros de fraternidad no se conociesen aún. Iba a presentarse cuando el joven rompió el silencio preguntando por la fiesta de Navidad.

Mercy trató de mantenerse entera y fingir que todo estaba bien, aunque por dentro los recuerdos del ayer la perseguían como fantasmas y mucho más por estas fechas. Esbozó una sonrisa amable al joven. Claro que iré. ¿Quién se perdería su primera fiesta de Navidad de la franternidad? Continuó manteniendo una sonrisa agradable. En estos momentos era en los pocos en los cuales se sentía afortunada de haber sido aquella joven pija, cínica e hipócrita, pues no la costaba demasiado ocultar sus temores detrás de un rostro casi angelical.

Ahora necesitaba más que nunca hablar con el doctor Marcus. Una cosa era saber que se avecinaba la Navidad y la fiesta... Y otra ver que era inminente y no podía escapar de aquello. Miró la hora. Pronto seguirían las clases. Mejor llamo luego... Y Archie entró dando la nota. Negué con la cabeza al verle entrar.

Por cierto, me llamo Mercy. Le dije tendiéndole la mano al chico con amabilidad. Tu eres...

Cargando editor
26/02/2017, 12:12
Michael "Mike" Sullivan

- Bueno, es la Fiesta de Navidad, te puedes imaginar por...

El relato de Mike se vió interrumpido por una voz conocida. Archie acababa de hacer acto de presencia, y eso era prioritario. Se giró hacia él al tiempo que recibía el imaginario golpe de bate. Mike se dejó caer de espaldas sobre la mesa, llevándose la mano al pecho y dejando escapar un más que pésimo falso quejido de dolor. Después se levantó rápidamente y se acercó a su amigo.

- ¡Archie, mi amorrrr! -dijo en un español algo lamentable mientras le montaba la pierna cual perro en celo, parando tan solo cuando vió que las chicas se marchaban.- Hey, ¿ya os vais? Archie tío, la próxima vez que vengas dúchate, que las espantas a todas.

Tras esa última broma tomó a su colega por el cuello como si le hiciera una llave de lucha libre. Mike no entendía cómo podía haber gente estresada en la universidad, él se lo pasaba siempre en grande.

- Justo les estaba preguntando a estos si estaban listos para el fiestorro. -dijo con el brazo sobre el hombro de Archie.- Yo lo tengo casi todo listo, ¿tú cómo lo llevas?