Partida Rol por web

Escena de la playa

Os dirigis a la playa según las indicaciones del mapa turistico que adquiristeis en el hostal, previamente marcado por Rose. Se supone que en 15 minutos llegarias a la playa, por lo que haciendo unos pequeños calculos creiais que terminarias pronto para reuniros al resto, pero desgraciadamente algunas callejuelas de la parte antigua  del puebloson intrincadas, Jamal se tiene que hacer varias paradas y bifurcar por la salida principal del pueblo para poder seguir el camino acertado, y tras una media hora larga conseguis llegar a un pequeño aparcamiento que esta solitario a excepción de un coche de policia y un coche familiar adornado por peluches y varias placas con mensajes que se suponen graciosos, por una figurita de la estatua de la libertad puede ser que provengan de la ciudad de los rascacielos. Tendreis que subir por unas escaleras de piedra y despues bajar por un camino natural para llegar a la playa.

Aparcais en uno de los sitios vacios y salis pues el resto de camino tendreis que hacerlo obviamente andando. Escuchais como silban desde las escaleras de piedra y unos pasos evidencian que esta llegando alguien desde la playa. Al salir al descubierto veis como un hombre alto de más de 2 metros vestido con un uniforme de policia, es calvo, con nariz aguileña y con unos ojos penetrantes de color azul casi gris, que lo hacen parecido a un buitre, su sonrisa no mejora demasiado la situación. Al veros deja de silbar y os escudriña un momento, como calibrandoos y os saluda con un acento bien marcado del sur:- Buenos dias, Es un sitio que merece la pena... Sin lugar a dudas- Señalando con la cabeza a donde ha venido- Uno que merece ser cuidado. Me llamo Gerald y soy el jefe de policia de este pueblo- Mirando fijamente a Jamal,para despues sonreir al resto, con algo parecido a amabilidad:- Por cierto ¿Llevais mucho tiempo por aqui? Después de unos dias se conocen a todo el mundo incluso a los turistas...-

"Por lo menos no estamos solos".

Despues de aquello que me había pasado en el hotel, y de lo cual no quisiera acordarme, empezamos a viajar a traves de la ciudad para llegar a la playa. Aunque a los conocía un poco, mis labios permanecieron cerrados la mayor parte del viaje. El único momento en que dije algo fue ya pasados 20 minutos. Recordaba que llegaríamos yen 15 minutos y solo pregunté "¿falta mucho?". Sí, no soy una persona de muchas palabras, no se me daba bastante bien el estar aún con aquella imagen del hotel en mi cabeza.

Llegamos a la playa casi media hora despues. Me tranquilicé porque vi dos autos mas en aquella parada y uno de ellos era de policia. Jamal se detuvo y nos bajamos del vehículo. Caminamos uno o dos metros cuando sentimos unos pasos que venían de una escalera de piedra; una que llevaba a la playa. Frente a nosotros apareció un hombre mucho mas alto que nosotros, y que tenia apariencia de buitre. Aquel hombre, que se presenta como Gerald, me causa un poco de temor. Es muy grande, y su sonrisa pareciera genuina pero no muestra confianza con aquella nariz aguileña.

Me quedo detras de Jamal y Tiffany, y solo pronuncio un leve "hola". Trato de mirarlo al rostro, pero ese porte tan intimidante me hace desviar la mirada hacia la playa. Empiezo a observar la playa; buscando cualquier cosa diferente. Aunque parece linda, aun no consigo

Conduzco mi coche con calma y mirando a todos lados, tanto porque no conozco el lugar como por las dos pibas que llevo conmigo.
"Maldito pueblucho de blanquitos, es un puto laberinto!! No puede ser tan difícil encontrar la playa!", gruño mentalmente mientras continuo dándole al acelerador.

-Y parecía simple el caminito.... Ve hacia la luz Caroline, ve hacia la luuuuz...- murmuro por lo bajo, en tono sarcástico, mientras nos paseo en mi buga por las callejuelas del lugar hasta por fín dar con la jodida playa.

-Bueno, al menos hay aparcamiento- les concedo a los del pueblo. Aparco el coche alejado del de la poli, no me gusta nada su presencia en el sitio. Llamémoslo "alergia" a la pasma. También intento que quede separado del coche familiar con peluches, me da repelús. No sé que me da más miedo, si la poli o el pavo o pava con el mal gusto y horterismo de llenar su coche con peluches.

-Vale, ya llegamos por fin Srta. Kim, más tranquila?- respondo a su pregunta de "falta mucho?". Apago el motor, saco las llaves del contacto y me bajo del coche. Le abro la puerta trasera a Kim y luego la cierro tras bajarse ésta. Espero a que se baje Tiffany para cerrar el coche con llave. Que queréis? Soy de donde soy, quizás mi coche no sea de lujo pero no me fío ni de mi sombra! y menos en este puto pueblo de psicópatas disfrazados de ancianitas adorables que llevan tartas de manzana recién horneadas entre las manos. Me giro al oír la voz masculina de alguien que se acerca. El maldito poli se acerca. Porqué siempre todos los maderos son como lapas y se pegan a mi puto trasero?

-'Nos días Sr. Agente. Acabamos de llegar. De viaje. De vacaciones. Sí. Un campamento de empresa, sí, de esos en que los de la limpieza les tiran pelotas de pintura a los jefazos de arriba, ya sabe...- respondo, tratando de dar una imagen de normalidad, porque claro, las pintas que debemos hacer ahora mismo son... bueno, dejémoslo en particulares, porque seamos sinceros, no es fácil de explicar qué hacen una ejecutiva y una macizorra recatada, ambas blanquitas, bien vestidas, de buen barrio, al lado de un pintas, negrata, como yo... claramente de un barrio bajo.

-Es uno de esos días en que podemos cebarnos con los jefes sin que nos puedan despedir...- suelto una risotada, esperando que el madero cogiera la "indirecta" y se hiciera cómplice de los pobres currantes de abajo. Lo había visto en alguna peli de la tele, de estas de la López o una de estas pintas. Espero que la ejecutiva agresiva me apoye y le de más solidez a mi idea, ella tiene pinta de jefa, seguro que cuela que Kim es la secre y yo el mensajero o a saber qué.

El agente arquea la ceja un momento, con un gesto que te indica que está pensado: ¿Te crees que me estoy tragando este monton de mierda?, pero en vez de eso dice:- Claro, siempre hemos tenido un hermoso bosque, con una pista de pistolas de pintura, pero... Por aqui se va a la playa ¿Os habeis perdido? Hablariamos más tiempo, pero estoy en servicio y tengo que llamar "Hasta luego"- Sonrie el hombre cinicamente de una manera que os dice que estais fichados, se dirige a su coche patrulla y entra. Por lo que ahora teneis entrada libre hacia la playa subiendo por las escaleras, el hombre habla con fuerza por lo que podeis escuchar retazos de la conversación que gira en torno a una niña desaparecida hace unas horas y que los padres están en la playa buscando desesperados.

Vale, el madero no parece muy convencido de mi excusa, que se le va a hacer.

-No, no es que lo de las pistolas es mañana, hoy tenemos una ginkama de esas, ya sabe, buscar pistas y el grupo que llegue primero gana. Movidas raras que se montan los de Recursos Humanos!- respondo rápidamente al comentario del agente de policía, en vistas de que la ejecutiva agresiva está en otro mundo y la macizorra se ha parapetado literalmente detrás de mí.

-Claro, agente, no querríamos retrasarle por nada del mundo, el cumplimiento de la ley no debe esperar!- hago un gesto con el puño cerrado, de firmeza y alegría, como si realmente los polis fueran lo mejor del universo. Es eso o que empiece a registrarme el coche, cosa que quiero evitar por completo, aunque esté todo muy bien escondido.

Como ambas mujeres están muy silenciosas no me cuesta nada oír el lejano comentario del madero acerca de una niña desaparecida y sus padres que la están buscando en la playa. Deben ser los propietarios del coche lleno de peluches. Creepy. Sacudo la cabeza y me dirijo hacia las escaleras para bajar a la playa. No tengo muy claro qué debemos encontrar exactamente allí pero ofrezco mi mano a la macizorra acojonada para ayudarla a bajar, porque con esos zapatos aún es capaz de resbalarse y partirse la crisma y entonces sí que estaremos en un gran lío, aparte de que sería un tremendo desperdicio con lo buena que está. Para ser blanca, claro.

Tomé su mano con cierta renuencia; aunque había estado para protegerla, tal vez casualmente, de aquella horrorosa situación en el hotel, no podía evitar pensar que tal vez podría ser peligroso

Gracias señor - le dije al darme la mano. Bajamos a la playa, buscando una pista invisible en un sitio gigantesco. Era una casi imposible cruzada por entender lo que estaba pasando. Caminaba en la arena con las zapatillas, aun teniendo mucho cuidado de no lastimarme.

Miraba a los lados, como buscando alguna respuesta a todo el asunto. Había escuchado lo de aquella niña y no podía dejar de imaginarme lo asustada que podría estar aquella chica. Tal vez me identificaba inconscientemente con ella, pero también buscaba en el ambiente alguna pista de donde podría estar. Volteé a ver a Jamal - ¿disculpa... este... ¿Por que le mentiste al policía? - Yo entendía la seriedad y discreción con la que se debía tratar lo que nos pasaba, pero no me daba la cabeza para aquella mentira tan confusa del chico - Es que no entiendo por que... bueno - bajé la mirada al piso algo apenada - Disculpa, no quiero incomodarle.

Miré a Tiffany. Estaba muy callada y no entendía por qué, si ella hablaba incluso mucho mas que yo - ¿Señorita... está bien?

Tiffany que estaba distraida examinando las escaleras con sospecha, parece que no se siente muy a gusto en la zona, pero es algo que parece intrinseco en ella, que se siente a disgusto en cualquier sitio, sale de su ensimismamiento y dice quitandole importancia:- Nada, solo estaba un poco distraida... Sigamos a la playa- Y se dirige con firmeza hacía alli.

Las escaleras son algo resbaladizas, y varias veces Jamal siguiendo su papel de caballero tiene el placer secreto(aunque en su sonrisa lobuna no lo es tanto) de sujetar a las muchachas para que no se caigan cogiendolas de la cintura. Trás varios tramos de escaleras de piedra por fín veis el final, y el gran mar se ve al fondo con la típica calma del Pacífico en este lado de la costa americana. Teneis que bajar otro tramo para llegar a la playa, que es de tamaño pequeño  recortada por los acantilados (Gracias a las escaleras, sino seria algo complicado subir y bajar por allí). La arena parece ser fina, no hay basura y con la excepción de una pareja que esta de pie llamando a gritos a una tal Veronica, no hay nadie más en ella.

La bajada a la playa es realmente "entretenida", sobretodo para mí, que con la tontería mis manos de negrata "catan" las carnes de la macizorra y la ejecutiva, al ayudarlas a bajar. Si es que no sé como pueden ni siquiera caminar bien con esos tacones y esos zapatos. Me duelen los pies sólo de verlos... No pueden ser cómodos, definitivamente. Miro a Kim cuando me pregunta por mi mentira.

-Es un policia blanco. Sita Kim, acaso cree que no somos un grupo "peculiar"? Dos mujeres blancas, de buena posición, no suelen ir acompañadas con un negro de barrio bajo como yo- empiezo mi respuesta. No sé como explicarle qué odio a los polis, gajes del oficio. Me giro hacia Kim, para mirarla de frente, cara a cara -Cualquier madero se haría preguntas si nos viera... Acaso cree que habría creído nuestra historia acerca de un psiquiatra que pasa consulta en sueños? Y que nos hace venir hasta aquí para jugar a un juego psicótico en el que pretenden matarnos?- enarco una ceja, mientras trato de dar mi respuesta, en un tono serio, que pocas veces utilizo.

-Sólo pretendía evitar que nos hicieran preguntas incómodas Sita Kim. Preguntas para las cuales no tenemos respuestas todavía. Simplemente pensé que dado que ma'am Tiffany es una ejecutiva de esas, que sería más creible para el madero aceptar que trabajamos en la misma empresa y que estamos haciendo un juego de pistas, de esos como en las pelis de gente blanquita que trabaja en grandes empresas. Eso explicaría nuestra presencia aquí y en el resto de sitios a los que iremos... Todo el mundo ha jugado alguna vez al Juego del Tesoro, es un clásico- me encojo de hombros -Es algo creíble. Por si las moscas, ya sabe...

Continuo con el descenso, con calma. El mar es bonito. De hecho, fascinante. Sólo lo he visto en fotos y en la tele. Desde luego es impresionante, al menos visto de este modo, sin rascacielo, ni contaminación ni barcos en la bahía.

-Sin prisas. Nada de resbalar- digo mientras vamos bajando, poco a poco, no sin algún resbalón ligero por parte de alguna de ambas mujeres, y casi mío al intentar sujetarlas. Pero eh, soy como un gato negro! Puro equilibrio! Sólo falta el último tramo, que parece algo dificultoso, más que el primer tramo. Estrecho, igual de resbaladizo y con acantilado como compañía extra. Paso en primer lugar, para así ayudar a bajar a las otras dos mujeres. Me estoy comportando y todo. No sé porqué lo hago realmente. Quizás sea por lo pasado en la pensión. Parecian tan aterradas ambas... y descontroladas.

-No sé que pretende nuestro doctor que hagamos aquí. Quizás que nos caigamos por estas condenadas escaleras y abrirnos la cabeza contra algún pico del acantilado...- murmuro por lo bajo.

Al terminar el último escalon hay una pequeña superficie de cemento en el que hay una pequeña ducha, suponeis que para limpiarse de la arena después de bañarse en la playa. Para ser tan aislada esta bien cuidad y se nota en lo limpia del agua y de la arena. Cuando pisais la fina arena no podeis impedir que entre alguna en vuestros zapatos, pero para solucionar las cosas hay que mancharse. La pareja está al lado de una toalla con su traje de baño y una sombrilla, sin duda a la espera de un buen dia de playa... Sus caras no reflejan eso, el padre se muerde el labio con rabia mientrás que sujeta a la mujer que compulsivamente llora, para intentar calmarla con algunos comentarios que ni él mismo se cree. Al escuchar como llegais la mujer deja de llorar, quizás esperanzada, pero al ver quienes sois termina de nuevo en los brazos protectores del hombre, que os mira de forma expresiva cuando os dice:- Perdonen a mi esposa... Estamos pasando un momento duro. ¿No habran visto a una niña de unos 6 años con traje de baño? Se lo que piensan que se metio en el agua y que se la ha llevado la corriente, pero maldita sea, la maldita playa no cubre más de un metro, hasta 100...- Cuando mirais a vuestro alrededor, no podeis ver que haya lugares para ocultarse, paredes lisas de piedra y una única entrada por las escaleras de piedra... Pero si no han tenido en cuenta esa opción, es porque se tarda bastante en subir y se ven a distancia.

De repente os dais cuenta de que hay algo flotando en la parte más alejada de la playa... algo con un color rojo llamativo.

Finalmente las escaleras se acaban y empieza la tortura de la arena de playa en mis botas. Me pregunto como demonios consigue filtrarse en unas botas como las mías?! Miro al matrimonio, que parece realmente desconsolado. No sé muy bien qué decir, no soy vigilante de playa, de hecho, esta debe ser la primera vez que veo el mar en vivo y en directo. No soy un chico de sol y playa, para que engañarnos, ya estoy suficientemente "moreno"...

Escucho al tipo hablar de su mujer y de su hija, una niña pequeña perdida, a saber donde. Me recuerdan en cierto modo a mi madre, sólo que ella me dejó por imposible.

-De qué color era su bañador?- les pregunto a los padres torturados, al ver algo rojo flotando en el agua. Me lanzaría al agua pero es que no sé apenas adar. Como ya dije, soy un chico de ciudad, ni jarto de vino me voy a lanzar al agua que fijo que me ahogo o algo peor.

El descenso del segundo tramo de escaleras fue más difícil aún que el primero. Mi orgullo me impidió quitarme los tacos, por eso fue que en más de una oportunidad terminé en los brazos de Jamal para mi consternación. No es que tuviera nada contra los de su clase. Ni siquiera es que me fijara en su color. Simplemente el tío tenía toda la apariencia de estar disfrutando de la stuación y ya podía imaginármelo haciéndose toda la película del trío entre él, la rubia que no sabía decir más que mearse -metafóricamente hablando- en los pantalones y yo.

Apenas pusimos los pies en la playa, la irritación de sentir la arena dentro de los zapatos pudo con mi genio. Con el rostro adusto y un gesto severo, me los quité casi con rabia, maldiciendo en mi interior el haber elegido justamente esta zona para buscar la famosa pista del doctor Who.

-Maldición... espero que estos tíos no nos vengan con sus llantos. No soporto a la gente que no puede hacerse cargo de sus propios problemas.- Sin disimular, eché una fiera mirada a Kim. Ella seguramente se mostraría enternecida con la parejita y lo más probable es que quisiera perder el tiempo ayudándolos cuando los idiotas se merecían el sufrimiento que estaban pasando por no saber cuidar a su prole como era debido.

-No señor, acabamos de llegar a la playa y no hemos cruzado a ninguna niña por el camino. De hecho, al único que cruzamos fue a ese policía... Geral creo que dijo que se llamaba.- Señalé la cima del acantilado al tiempo que hablaba. Por el rabillo del ojo, algo en movimiento, rojo como la sangre, llamó mi atención al tiempo que Jamal realizaba la pregunta que yo no hubiera formulado jamás. Ahí vamos... mira tu el negrito este como se quiere hacer el buen samaritano... como si el doctor le fuera a dar puntos extra o algo así. Tomé a Jamal del brazo mientras sonreía forzadamente. -Jamal, creo que no es momento de importunar a esta gente. Sigamos con nuestro paseo que no nos queda mucho tiempo libre aún. ¿Verdad Kim?- no creía que la muchacha abriera la boca, pero debía intentar mantener la apariencia de pertenencia a un mismo grupo con ellos dos.

El comportamiento de Jamal parecía el de todo un caballero. estaba pendiente de nosotras durante todo el acantilado. Paso tras paso, movimiento tras movimiento; siempre estuvo ahí para sostenernos de caer.

El mar, visto desde la playa se veia hermoso. Me habría quedado viendo sus olas mil horas de no ser porque teniamos algo que cumplir. Caminábamos por la arena mientras yo me hallaba a ratoshundida en mis pensamientos. Tiffany aún me causaba temor pero Jamal estaba ahí para cuidarnos. estaba yo detras de ellos sin decir algo que fuera a aportar mas a la inexistente conversa.

A lo lejos, una pareja mostraba en sus rostros tiristeza, desesperación, impotencia; conocía esos rostros porque ya me habia pasado antes. Estaban absortos en sus problemas; el hombre siendo la columna, y la mujer derrumbada en lágrimas. Nos contaron de su niña perdida. "Que triste" pensé yo... a decir verdad no podía imaginarme esa situación sin sentir que las lágrimas brotarían de mis ojos. Pensaba ayudarlos cuando Tiffany me lanzó una mirada que expulsaba odio y rabia a granel; decidí mantenerme bajo perfil.

En algún momento Jamal habló de una prenda roja y volteé instintivamente a verla. trataba de mirar bien a ver que era y me acerqué unos pasos para ver que era...

Tiffany coge a Jamal y con unas disculpas intenta alejarlo de la escena de los padres en su dolor, pero el padre dice:- El color del traje es amarillo ¿Le has visto?- La mirada no es completamente hostil, pero un hombre sumido en el dolor puede pensar lo peor, incluso cuando le estan ayudando. Casi es peor si os marchais, pues el hombre parece estar pensando seriamente el porque de esa pregunta...

En tanto Kim avanza unos pasos hacia el objeto rojo que ha sido arrastrado por las olas. Pronto te das cuenta de que es una chancla de un rojo un tanto chillón que esta agarrada a algo, que tiene un colo particular y huele verdaderamente mal. Al acercarte un poco más tienes que taparte la nariz y te das cuenta que a traves del agua limpia del mar ves un pie mordisqueado por los pies, y que parece haber sido derretido por alguna especie de acido, un pie de niño...

Escuchais como alguien avanza por las escaleras de piedra y el policia con el que hablasteis antes, baja poco a poco por los escalones teniendo cuidado para no resbalarse.

AHHHHHH!!!!!...  Me tapo la boca con asombro y terror, como para acallar cualquier grito que saliera de ella. El pie de un niño!. Retrocedo unos pasos, aún ordenando un poco mis ideas - q... q... que... no... - Instintivamente retrocedo con terror, con pánico; pero sin poder reaccionar de una manera activa.

Veo al oficial y logro responder a este miedo que se siente dentro de mí, pero mis labios no logran recitar palabra alguna. Me he quedado muda sin poder decir nada mas alto que un susurro. Me acerco a Jamal y lo tomo por la camisa y me lo jalo a mí para decirle lo que acabo de ver - Ja... jamal... Un pie de un niño... - Era el único que, hasta ahora, había sido confiable de todos los que me rodeaban - La cosa roja, en el agua, un olor nauseabundo, un pie...

Instintivamente tal vez, mis ojos se humedecieron y me limpiaba los ojos con la muñeca. Sentía que me faltaba el aire, por lo general el pánico hacía eso. Quería hilvanar siquiera alguna idea para explicar coherentemente lo que sucedía, pero no había forma de explicar que había un pie de niño en el agua... ¿Y si era de la niña? Mi mente empezó a construir ese hipotético caso y mi rostro tomó un tono pálido, de ese que sucede cuando el miedo se apodera hasta de tu aliento.

Tomé un respiro profundo, para intentar calmarme pero me costaba enormemente. Sentía que todo iba demasiado lento, o era la adrenalina que me tenía en alerta. Volví a ver a Jamal y le dije, esta vez recuperando un poco la voz - Jamal, haz algo...

La ejecutiva agresiva, de repente, tira de mi brazo para que nos apartemos del matrimonio que busca a la niña, intentando alejarnos de ellos, por alguna razón que no alcanzo a entender.

"Sólo les he preguntado el color del bañador por si es esa cosa roja que flota en el agua, tampoco es para tanto... No es que vayamos a hacer de detectives ni a ayudarles a hacer una batida con ellos por toda la playa!". Miro de reojo a Tiffany, tratando de interrogarla con la mirada, pero no me da margen a mucho más. Primero se queda callada como una tumba y ahora le da por mandonear a diestro y siniestro. Supongo que es lo que tienen las blanquitas con dinero y maletines caros, que les gusta mangonear y mandonear a todo el mundo.

Sonrío levemente al matrimonio y no digo nada más, e intento caminar con Tiffany sin que parezca que soy un perro arrastrado por su amo, tironeando de la correa, cuando oigo la respuesta del padre desconsolado.

-Ah pues entonces nada- digo con la máxima indiferencia posible. Lo que he visto en el agua es rojo, no amarillo, no es la niña, así que tampoco es necesario alarmarles con tonterías innecesarias, aunque pagaría por ver corretear a los blanquitos como hormiguitas enloquecidas por el calor del asfalto en verano- Si vemos a una niña con un bañador amarillo se lo haremos saber a la policía, no se preocupe, espero que tengan suerte en su búsq...- iba a terminar la frase y largarnos por patas cuando Kim, la macizorra, se tira a mis brazos totalmente descompuesta. Pero a quien se le ocurre ir a mirar? Es que nunca ha visto pelis de terror esta mujer?

-Un pie? de niño?- le susurro, mientras trato de agarrarla para que no se caiga a la arena echa un gurruño.

"Haz algo?! Que cojones quiere que haga? Que coja el pie y me lo coma? Se creerá que soy Spiderman o algo así?!" gruño mentalmente, aún tratando de asimilar lo que está pasando. Me giro hacia Tiffany y luego hacia los padres y las escaleras, por donde está bajando el policía con el que nos hemos cruzado antes. Lanzo un suspiro de exasperación, por lo bajo.

-Está bien...- le susurro a Kim- Tiffany, quédate un momento con Sita y ahora vuelvo. Cuanto antes terminemos con esto, antes podremos ponernos con el juego de pistas...- continuo diciéndole en voz muy baja a Tiffany y a Kim, para que sólo me oyeran ellas. Me separo de ambas y me acerco hacia el madero, me va a entrar urticaria nada más de tenerle delante pero no nos queda otra. Si nos acercamos al pie, aún son capaces de acusarnos de algo y yo me niego a meterme en el agua, para que vamos a engañarnos.

-Sr. Agente de policía, mi amiga se acercó al agua porque vio algo de color rojo flotando en el agua, se pensó que era un pez o algo así, ya sabe, de esos de colores y ehm... se ha llevado un buen susto, cree que es un... pie. Humano. Quizás deberían ir a revisarlo por si encuentran algo más, ya sabe, en plan CSI- le comento a éste.

A pesar de que al tío no le agradó nada que le dijera lo que tenía que hacer, terminó accediendo, como siempre hacían todos cuando me ponía autoritaria. Jamal me siguió la corriente. Para aumentar nuestra fortuna, el padre desconsolado parecía reacio a ser ayudado y a desgano confirmó el color del bañador. ¡Bingo! ahora nadie tendrá cargo de conciencia y podeán dormir todos felices sabiendo que no han hecho nada que un buen vecino no haría. A ver si seguimos con el jueguito del Dr. de una vez. Comencé a caminar junto a Jamal para pasar de largo cuando Kim, oh, la tímida y "nuncamemeto" Kim no tuvo mejor idea que acercarse al mar. Como una pobre niñita en apuros corrió de vuelta hasta nosotros para echarse en los brazos de Jamal. A ver si va a ser todo un teatro para tirarse encima del negrito... sí que es una zorra de las peores esta rubia.

Sin embargo y a pesar de todo mi recelo, no pude evitar escuchar las palabras de la chica y la reacción de Jamal. ¿Un pie? ¿De que coños hablan? Easton en seguida se hizo cargo de la situación. En eso vi que el poli que cruzamos antes de bajar, volvía a escena ¿Por qué está de nuevo aquí?

-Ven Kim, trata de ponerte bien- condenada rubia... ¡¡¡para qué fuiste en busca de lo que traía el mar!!! -nada nos ocurrirá a nosotros. Ahora el policía se hará cargo de la situación y nosotros podremos encargarnos de nuestros asuntos. Miré a Jamal como para darle a entender que yo me ocupaba de ella. Esperaba que el tío fuera lo suficientemente astuto como para librarse del policía y de los padres angustiados.

El padre al escuchar lo que vocifera Kim suelta a su esposa que cae de rodillas al suelo, mientrás que avanza con cierto temblor en sus piernas, sin hacer caso al resto, dirigiendose hacia donde la chancleta roja está varada. En tanto el policia baja poco a poco, pronto os dais cuenta de que hay una niña detrás suyo, pero el cuerpo del policía la ocultaba en un principio, la niña tiene el traje de baño amarillo chillón que comentó el hombre... y una sola chancleta.

Un gemido sale del fondo de la garganta del hombre que ha recogido el pie que estaba semi-sumergido en la playa, está mascullando algo y no parece haberse dado cuenta de los recien llegados.

Mientrás que la madre grita al levantar la cabeza:- mi... mi niña¡¡¡-

Y sale corriendo abrazando ala pequeña, que empieza a llorar y dice:- Lo siento... queria explorar y me he perdido...-

Al reconocer la voz el padre se levanta y se une a la pareja en el abrazo, aunque pronto se convierte en rabia su dolor y exclama:- Pero eres idiota o que¡¡¡, vaya susto nos has dado- Pero vuelve a abrazarla. La policia se adentra unos pasos, recoge el pie con una mano enguantada , os mira con cara de pocos amigos mientrás que Jamal le comenta la actuación de Kim y os dice:- Vosotros os quedais aqui, hasta que llame por telefono a la central...,en cuanto ustedes- Hablando con la familia reencontrada:- Recoger vuestras cosas y marchaos... La playa esta cerrada.- Y deja el pie cercenado donde lo ha encontrado.

Pronto el guardia y la familia se marchan por las escaleras, pero la niña que no ha dejado de echaros miraditas, se da la vuelta y os sonrie... en tanto que abre la boca y su lengua se alarga hasta caer laciamente entre sus pechos no desarrollados, para volver a entrar en el interior de su boca y alejarse con sus padres.

Pongo cara de interrogación y algo de confusión cuando el policia desvela que detrás de él está la niña. Miro a los pies de la cría,y cuento, en un acto reflejo. 1 y 2. Tiene ambos pies. Pero sólo una chancla. Me giro para mirar hacia el agua, donde está la chancla perdida y el supuesto pié mordido, del cual se ha asustado Kim. Vale que es un poco nerviosa esta chica, pero no me creo que lo sea tanto como para llegar al punto de autoengañarse a sí misma y ver un falso pié de niño muerto...

-Disculpe Señor Agente, mi compañera de trabajo es muy sensible, estas cosas la impresionan mucho y vimos eso flotando en el agua nada más llegar a la playa. Sólo intentabamos ayudar a los padres... por eso se lo dije en privado, para no provocar el pánico- comienzo a intentar justificar lo pasado. Los maderos son todos iguales, ven a un negro y un trozo de cadáver y ya empiezan a acusar con el dedo al negrata. Puto racista! Claro, porque siempre tiene que ser el negro no?!- Pero no tenemos nada que ver con ello. Acababamos de llegar al pueblo y nos gustaría poder volver con nuestros compañeros de trabajo. Mi amiga está muy afectada y necesita descansar- estoy siendo todo lo máximo de suave que puedo ser. Siendo yo quien soy, claro.

"Mierda, eso me pasa por intentar hacerme el buen samaritano! Si es que me tenía que haber callado y dejado que los blanquitos se quedaran ahí muertos de asco! Este puto pueblo me desconcierta, éste no soy yo, yo no ayudo a blancos ricachos!"

Entonces la niña, cuando se marcha con sus papis, se vuelve hacia nosotros y saca esa horrible e inhumana lengua bifida. No se me cae la mandibula al suelo de milagro.

"Que cojones es eso?!!" Miro a Kim y a Tiffany, consecutivamente, intentando discernir si ellas también han visto lo mismo que yo.

"Nos habrá afectado la maria que llevo escondida en el coche? Quizás con el calor del coche ha hecho una reacción rara y ahora estamos teniendo alucinaciones: el pie cortado, la lengua de la niña... Sí, debe de ser eso, la maria de algún modo nos ha provocado eso, se debe haber recalentado y filtrado por la ventilación del coche y ahora estamos teniendo un viaje de alucine". Sí, intento auto-convencerme a mi mismo de ello, a pesar de que sé a ciencia cierta, que eso es imposible. La maria está bien guardada y desde luego por un calentón del coche jamás de los jamases nos provocaría vahidos que nos colocase, sólo si le prendieramos fuego podría hacer ese efecto! Pero no importa, estoy más que dispuesto a aceptar esa versión de los hechos.

-Nos podemos ir ya, entonces?- le comento al policia. No quiero que si intentamos irnos empiece a dispararnos. Y esa niña horrible me da escalofrios... Y no quiero continuar mirándola pero no puedo evitarlo, esa lengua taaaan larga y biperina es casi hipnótica.

Aun recuperando el aire luego de aquel momento de pánico, veo que el policía bajando por las escaleras. Por un momento deseé salir corriendo a decirle lo que había visto, pero no porque confiara en él, sino porque era un policía y los policias se supone que son buenos.

El hecho fue que no lo hice porque detrás de él apareció la niña. Por un momento, un sentimiento de confusión y alivio me invadieron; no sabía que sucedía pero me alegraba que la niña estuviese completa... o por lo menos como la podía ver; aún le faltaba una chancla. La observé y algo levemente parecido a una sonrisa, tal vez por el alivio, se dibujó en mis labios - ¿eres tú?... - Su madre sale corriendo y la abraza, casi con lágrimas en los ojos. Siempre es lindo ver los reencuentros familiares, aunque tal vez esa imagen del padre amoroso jamás se bosquejó en mi familia. El simple hecho de saberlos felices me hacia aparentemente feliz esos segundos.

Escucho a Jamal explicarle al policía y solo asiento disimuladamente "¿Por que nos cree culpables de algo? Yo solo sentí curiosidad y quería ayudarlos". Miro al oficial de policía y trato de parecer lo mas inofensiva posible - tampoco es que fuera muy dificil, de verdad tampoco quería seguir ahí - Señor oficial, de verdad quiero irme de aquí... estas cosas no... no... no estoy acostumbrada a esto.

El oficial se da media vuelta y se aleja con la familia, pero la niña, que lleva rato viéndonos entre risilas, sonría y saca su lengua. una lengua bífida que recorre en largo desde su boca hasta su pecho. Que horrible imagen Que demonios? Miro las caras de Tíffany y de Jamal; ellos tenian que haber visto lo mismo que yo. Siento que estoy empezando a imaginarme cosas.. no quiero imaginarme cosas... yo no me voy a volver loca...