Partida Rol por web

El coche de Cole se mueve entre las callejuelas con rapidez, pues el trafico es bastante fluido y los visitantes están metidos en las dependencias turísticas del lugar. Además de que la mayoría de los turistas prefieren dar un paseo por el pueblo con la brisilla agradable que anda, aunque vosotros al contrario de ellos, estais ateridos con un sudor frio que os resbala por las sienes, pero provocado por el final de Alicia. Cole había tenido más experiencias con la crueldad con los cadaveres, una tactica bastante expedictiva de las guerrillas eran los cadaveres mutilados, pero la aparición del cadaver y lo ocurrido antes en la biblioteca le superan. Rachel canturrea para si misma intentando bloquear la imagen, pero los ojos vidriosos del cadaver mirandoos con reproche. Finalmente llegais a vuestro destino...
El puerto del pueblo es bastante amplio para ser de un pueblecillo, hay muchos huecos donde seguramente por la mañana temprano había sus respectivos barcos, los pocos que hay son barcas de pesca y barcos del mismo tipo, evidentemente el pueblo vive marginalmente de la pesca minoritaría. Encuentra un lugar para aparcar cerca de la entrada de la lonja, para vuestra sorpresa os encontrais a los otros a poca distancia, parece que están igual que vosotros de tocados su experiencia ha debido ser bastante similar...

El cochel de Jamal termina su periplo por las callejuelas, lo que había sido un laberinto complicado se ha convertido en doblar unas cuantas callejuelas para llegar a vuestro punto de destino, en tanto Tiffany esta rodeada de tarjetas de visita con su macabra nota, quizás es otra broma, pero casi podeis imaginar el destino de la motera, aunque no os importe mucho, os imaginais que estais por el mismo camino...
El puerto del pueblo es bastante amplio para ser de un pueblecillo, hay muchos huecos donde seguramente por la mañana temprano había sus respectivos barcos, los pocos que hay son barcas de pesca y barcos del mismo tipo, evidentemente el pueblo vive marginalmente de la pesca minoritaría. Encuentra un lugar para aparcar cerca de la entrada de la lonja, para vuestra sorpresa os encontrais a los otros a poca distancia, parece que están igual que vosotros de tocados su experiencia ha debido ser bastante similar...

Mis, no muy entusiastas, intentos para que Rachel me explique lo sucedido parecen infructuosos. Y sus ojos me disuaden de intentar ojear el libro, que como un talismán, aferra desde el final del incidente. Al descender del coche el olor a sangre y pescado me obliga a aferrarme a la puerta para superar un momentáneo mareo.

Mi primer impulso de lanzarme en post de las noticias del resto se agosta cuando veo el maliciento gesto de mi compañera. Rodeo el vehículo para abrir su puerta y pregunto con tono suave. -¿Estas bien? ¿Te sientes con fuerzas para ver a los demás?

Mientras hablo confidencialmente con mi bella compañera hago un gesto al resto para que se percate de nuestra presencia y se reunan con nosotros.

Aún continuo algo perplejo, confuso y enfadado por todo lo pasado hace un momento, a cada paso que damos, nos encontramos con una situación aún peor y aquella tarjeta absurda acerca de la vagabunda no lo mejora nada. Me preguntaría qué demonios le ha pasado a la mujer con problemas de control de la ira, pero soy yo, así que me da completamente igual, ahora mismo. Aparco el coche donde puedo, ansioso por salir de mi propio coche. Me aseguro de llevar la pistola encima, porque ya no tengo claro si eso formaba parte del extraño "sueño" si es que se le puede llamar así, o bien sigue en la guantera, con las... tarjetas raras.

Veo a lo lejos la señal del macho-man del otro grupo, el poli. Ellos no parecen tener mejor aspecto que nosotros, bueno, probablemente porque ha debido pasarles lo mismo que a nosotros, han perdido a la vagabunda, a saber cómo...

-Crees que ellos también tuvieron que hacer lo mismo con la vagabunda?- le pregunto a Tiffany, en voz muy baja, refiriéndome a lo pasado con Kim.

La visión de las tarjetas me dejó completamente azorada. ¿Cómo habían llegado ahí? Pero más importante aún... ¿Era verdad lo que decían? ¿Qué clase de psicótico jugaba con nuestras vidas así?

Llegamos a la lonja. Otra vez tuvimos que dar unas cuantas vueltas, pero al menos las calles estaban donde debían estar, el mapa ahora sí nos mostraba el trazado correcto. Allí se encontraban los otros dos... y no había rastros de Alicia.

Guardé una de las tarjetas en mi bolsillo y seguí a Jamal casi inmediatamente. El negro no era de mi total confianza, la cabeza aún me escocía ahí donde me había golpeado, pero al menos lo conocía más que a los demás. Ya me había mostrado su verdadera naturaleza y tras lo de Kim, una especie de pacto se había forjado entre los dos, haciendo que en ese momento, puestos a elegir, hubiera mandado a los otros por el caño y me hubiera largado con el dealer de allí sin dudarlo.

-Es probable... más que problable, estoy casi segura de que así fue... no hay rastros de la vagabunda... pensar que ella me advirtió de todo esto y no quise creerle- era tarde para lamentaciones. Ahora tenía que encontrar la manera de poder dejar ese pueblo con vida lo antes posible.

-Aquí estamos otra vez- preferí no hacer mención a la ausencia de Alicia. No quería explicar lo de Kim e indudablemente ellos, si habían pasado por lo que nosotros, se pondrían a la defensiva e intentarían hacernos hablar. -Han tenido algo de suerte? lo que es nosotros, no hallamos nada de interés en la playa.

la tienes el arma, no te la llevastes a la playa xD, aunque está lleno todo de tarjetas no te ha desaparecido nada ^^.

Sigue sujetando el libro, contra su pecho, como si quisiera introducirlo dentro de ella, asimilarlo. Su mirada está perdida en la nada y parece como si no se diese cuenta de nada. Y es que prefiere no rememorar lo que han visto en la biblioteca... ni lo que han visto ni lo que han vivido... y si eso ha pasado en la biblioteca donde solo hay libros, no se quiere ni imaginar lo que puede pasar en la lonja... donde seguramente habrá ganchos donde colgar el pescado y esas cosas.

Baja del coche como una autómata cuando llegan al lugar.

-Alicia ha muerto. -Declaro con brusquedad. -Yo, tengo la culpa. -Confieso mientras inadvertidamente me interpongo entre los recién llegados y Rachel. -La abandone creyendo que podría enfrentarse con... -Mis palabras se ahogan.

-De alguna forma la biblioteca se convirtió en un aberrante remake de Dune y Hellrraiser. La realidad se distorsiono...
Intente averiguar algo útil. Pero me temo que solo Rachel ha tenido éxito. -Concluyo mientras busco la mano de mi compañera de desventuras intentando animarla.

A vuestro lado está el edificio enorme de la lonja de pescado, que está compuesto de 3 barracones enormes conectados por unos pasillos de madera, las puertas principales están cerradas con un gran candado, en tanto que las ventanas tienen contraventanas de pesada madera cerrada con cerrojos. En un gran cartel pone "cerrado" en letrás más pequeñas pone la razón de ello. El lugar esta vacio de gente, pues al estar cerrado no se puede visitar, y solo algún visitante ocasional mira la causa de que este cerrado.

Nota la mano de Cole apretando la suya. Parece que vuelve a fijar la mirada en lo que tiene delante y no en la nada. Mira a sus compañeros y cree que falta otra de las chicas.

-Este libro era el que teníamos que conseguir de la biblioteca. Es un cuento para niños, pero creo que hay algo de verdad. Al tocar el libro y conseguirlo, el mundo volvió a la normalidad.

Aprieta el libro fuertemente contra su pecho.

Me quedo mirando al poli y a su damisela, con frialdad, en silencio. Lo de Hellraiser me suena, pero lo de Dune, ni puñetera idea, ahora resultará que el poli es un puto friki... En fín.

"Así que ellos también han sido puestos a prueba... Y fracasaron, igual que nosotros. Aunque al menos ellos sacaron, qué? Un estúpido libro? Y nosotros? Sólo arena en los calzoncillos. No sacamos nada de nada, sólo... bueno, eso."

-Pues parece que habeis tenido mejor suerte que nosotros. Perdimos a Kim y no sacamos... nada útil como un libro ni nada parecido- respondo escuetamente.

"Un cuento para niños, fantástico, ese maldito doctor es jodidamente retorcido... Espera, no era Kim profesora de niños o algo así? Definitivamente, ese tipo es muy pero que muy retorcido el hijoputa. Tarjetas de Alicia en mi coche y un libro infantil en manos de esos dos. Jodidamente sucio, definitivamente."

Me quedo silencioso de nuevo, pensativo. Cada vez estoy más encabronado con este maldito juego de muerte y locura.

-Que...? comienzo ha preguntar mientras lanzo una oscura mirada a la estirada. -Tu necesitabas reforzar tu autoridad arrastrándola a un lugar donde no seria útil. -Acuso silenciosamente antes de recordar que Alicia también ha muerto por mi culpa.

En silencio me acerco a la puerta intentando averiguar por que la lonja esta cerrada. Con tanta gente y a plena luz del día no nos iba a ser fácil allanar el lugar.

Mientrás el resto conversais bastante turbados de vuestras experiencias en esta mañana de locos, Cole se acerca a la puerta donde un cartel pone en letrás más o menos grandes "Cerrados por obras de restauración, perdonen las molestias" Al mirar a su alrededor no parece que haya maquinas u operarios, pero es lo que pone en el cartel, quizás estén en su dia de descanso... quizás es una maniobra bastante burda para que esteis vosotros solos si intentais colaros.

-He vigilado demasiados sitios así para que esto cuele. Esto no es una obra.
Aunque se salten la normativa y no halla casetas ni señalizaciones, una cuadrilla deja su propia huella. Debiera haber una cierta cantidad de desorden, luces encendidas, puertas y ventanas mal cerradas...

Voy a echar un vistazo alrededor.

¿Jamal tienes todavía mi linterna? -Concluyo tras regresar, agradecido por tener algo en lo que ocuparme y evitar mi propia sensación de culpabilidad.

Mira sin mucha confianza ese lugar. Tiene un noseque que lo hace tétrico.

-Tendríamos que ir con cuidado.

Decide, mientras, ojear el libro de cuentos. Ella sabe bien poco de forzar cerraduras y le interesa más lo que pueda sacar de ese libro.

Con cada minuto que pasaba, me sentía más intranquila. Alicia había muerto luchando contra algo. Ese algo podía sentirlo como lo que habíamos vivido en la playa... sin embargo Kim, nuestra Kim estaba viva... o eso parecía. Aparté aquellos pensamientos de mi cabeza y me concentré en lo que contaban los otros dos.

Un libro infantil... una muñeca... una niña perdida en la playa... ¡Mierda! sé que se me está escapando algo... ¿qué es?

Vi que el tipo con pinta de poli se acercaba a la lonja y tras inspeccionar la zona volvía comentando lo del engaño. ¿Podremos fiarnos de él realmente? Ya Tiffany, demasiadas paranoias. Descansa un poco mujer o terminarás loca, encerrada en un cuartito como ese del de tu sueño.

Moví la cabeza de un lado a otro como queriendo despejar mis pensamientos. Iría con Cole si los demás aceptaban entrar allí también, pero tendría cuidado con él, al igual que con Jamal. Al menos la otra mujer parecía demasiado atemorizada como para ser un peligro real.

-La chica tiene razón. Colémonos allí con cuidado y entremos a ver que nos ha preparado el jodido doctor en este lugar. Cuanto antes acabemos, antes podremos salir de este pueblo maldito.

Me encojo de hombros, si quieren entrar ahí dentro, por mi vale, total no es como si el doctorcito fuera a dejarnos tranquilos, decidamos lo que decidamos...

-Sí, todavía tengo la linterna- saco la linterna del bolsillo del pantalón y se la tiendo al poli. No es que me fie de él más que del resto, de hecho no me fío de ninguno, pero ahora mismo, son mejor compañía que todas esas aberraciones que lleva soltándonos el maldito pueblo desde que salimos de la pensión de Disney channel. Me situo al lado del poli para entrar en el edificio, no me importa ya lidiar con lo que sea, ya han estado a punto de matarme dos veces en menos de 24 horas, no es algo a lo que no esté acostumbrado, aunque normalmente suelen ser pandilleros con armas automáticas y no monstruos de 3 metros de alto, claro.

Ojeas el libro atentamente, es el cuento infantil que estaba leyendo la mujer con unos dibujos que a pesar de ser infantiles resultan cuanto menos macabros, como si un Tim Burton drogado hubiese dibujado el cuento, pasas las hojas y termina en una parte en blanco, cuando los dos monstruos se dividen para buscar su nombre. Uno de ellos es humano completamente, mientrás que el otro es más horrible que incluso cuando era un monstruo, los dos toman caminos distintos en su busqueda.

Cole recibe la linterna, pronto veis una oportunidad al notar que la afluencia de turistas llegada casi la hora de la comida empieza a ser más ligera, y son pocos los ojos curiosos que os pueden vigilar al menos a simple vista. Os fijais tambien de que hay varias tapas de alcantarillado cerca del lugar, y que tambien está cerca del muelle, quizás haya alguna entrada por la zona maritima.