Partida Rol por web

Ya hace unos minutos que has salido de la posada, avanzas por las pequeñas calles del pueblo con tranquilidad sin demasiado tráfico ni ningún impedimento tanto ordinario como extraordinario como te temias, para tu alivio, aunque sabes que sera cuando llegues a tu destino cuando empezaran las cosas raras seguramente. Ya ha terminado la hora de comer y los primeros turistas empiezan a dirigirse hacia la playa, llevando sus horteras ropas y todo el equipo para pasar una tarde tostandose al inclemente sol de la tarde.

Tras examinar el mapa, te das cuenta de la cercania del lugar y buscas aparcamiento, pronto te tocara volver a enfrentarte a esas criaturas horribles...

El camino se abrió y tras ver como perdía el auto de Rachel en la curva, seguí rumbo a mi destino. El pueblo parecía estar en perfecta calma. Los turistas ¿es que en este lugar olvidado de Dios alguien puede hacer turismo? se movían por las calles como si nada, totalmente ajenos al horror que estábamos experimentando a manos del doctor de pacotilla y la locura que encerraba la comunidad.

Maldita sea, esto no me gusta nada... se respira demasiada tranquilidad...

Tras encontrar un lugar donde aparcar, tomé mi bolso, las llaves del auto y bajé, dejándolo cerrado con llave por cualquier cosa. Antes de terminar de rodear mi auto, abrí el baúl y saqué una llave inglesa. No era un gran arma, pero para tomar a alguien por sorpresa podría servir.

Bueno Tiff, has llegado al final del recorrido. Ni tus jodidos compañeros de trabajo lograron sacarte de quicio... no dejarás que un tío que no se deja ver por ningún lado lo haga, ¿verdad? Sonreí de lado y me acerqué a la entrada. Pensé en dar un rodeo, espiar por los alrededores, dilatarlo. Pero no tenía sentido. Si iba a enfrentar la muerte, que fuera de manera directa, cara a cara.

-Ya verás hijo de puta... vamos a derrotarte

Lo primero que te fijas del lugar es la verja de hierro forjado que tiene un buen montón de hiedra que esconde los barrotes excepto los de la puerta principal. Al avanzar hacia el interior te das cuenta de que no hay apenas visitantes, solo dos turistas que andan haciendose fotos con las primeras estatuas conmemorativas, el lugar es bastante amplio, del tamaño de un campo de rugby, y no tienes la menor idea de por donde empezar. El lugar parece estar compuesto de setos bajos, con arboles estrategicamente puestos para dar sombra y un pequeño lago interior que francamente ha tenido mejores dias. Aqui y alla hay pequeñas estatuas de momentos de la guerra de independencia, tambien algunos cañones o cosas de ese estilo.

Sin dudar más, crucé la verja y me introduje en aquel parque tan extraño. A quién podía interesarle los monumentos a guerras pasadas? evidentemente los turistas del lugar pensaban igual que yo porque no se veían más que dos o tres sacando fotos a estatuas que habían tenido mejores momentos.

Sin tener una idea clara de lo que allí me esperaba, caminé por el sendero principal, entre los setos y arbustos que enmarcaban el lugar. ¿Donde mirar? ¿Qué se suponía que tenía que hacer? Confusa miré a un lado y a otro. Estaba claro que donde hubiera gente "común" no hallaría nada, así que decidí que empezaría el rastrillaje desde el centro y sin demorarme más, me acerqué al lago y comencé a rodearlo en busca de lo que fuera que tenía que hallar.

Con un ligero escalofrio entras al parque y avanzas por los arboles, como esperando que algo salte detrás de cada seto. Pero tras un rato lo más peligroso que te has cruzado son las abejas que van de flor en flor buscando polen, sin más compañia que los solitarios turistas que pasan de tí para hacer fotos de las estatuas y cacharros de guerra que se corroen por el oxido. Te giras por el lago de agua algo verdosa por las algas y el fango que la enturbian, hay incluso unos patos comiendo sea lo que sea que comen en ese agua. De repente oyes un estampido, como el de un disparo, aunque uno de los turistas parece hablar algo de un cohete de pirotecnia...

Caminé por el interior de aquel parque y nada me llamaba la atención. Con los nervios a flor de piel, comencé a recorrer el perímetro del lago, mirando aquí y allá.

Nada... el cabrón no ha dejado nada! Sin dejar de alternar a un lado y al otro continuaba mi búsqueda, cuando un sonido fuerte me sobresaltó. -Mierda!. Alguien dijo algo de un petardo. Yo, interiormente lo dudaba. Con cuidado Tiff, cuida tu retaguardia...

Cuando te giras para saber que ha pasado con el cohete o lo que fuese, notas algo en el agua, hay un bulto enorme flotando en el agua donde antes no habia nada, pronto te das cuenta de que es un cadaver humano, pero por la forma que miran los turistas solo tu puedes verlo, hay algo puesto en el cogote del cadaver que flota poco a poco hacia la orilla, en tanto otra detonación se oye a lo lejos, respondida por otra poco después...

Qué están festejando estos hijos de puta? ni que fuera el jodido 4 de julio! Mi cabeza no paraba de registrar las explosiones. Esperaba, sinceramente, que se tratara de fuegos artificiales o algo por el estilo y no de disparos. Tiene que ser eso... esta gente no estaría de lo más campante si fuera otra cosa, aunque... los muy jodidos ni siquiera pueden ver ese cadáver...

Cerré los ojos con fuerza, intentando disipar cualquier alucinación. Al abrirlos, el cuerpo seguía allí, cada vez más próximo a la orilla.

Tengo que alcanzarlo... tengo que ver que trae en el cuello. Sin cuestionarme siquiera que pudiera haber enloquecido, busqué a mi alrededor un palo o algo que me sirviera para traerlo hacia mí. No podía esperar todo el día a que el cuerpo decidiera llegar hasta la orilla y no pensaba meterme en ese infecto lago para ir en su búsqueda.

Buscas con la mirada un palo lo suficientemente grande y consistente para alcanzar el cadaver que flota mansamente en las aguas del lago, pero no encuentras nada parecido, los arboles que han sido podados en las cercanias han sido desbrozados para que ninguna rama caiga sobre algún incauto. De repente escuchas otra detonación y ves como uno de los turistas que esta por las cercanias cae a un lado con la sangre manando de su cabeza, su acompañante una oronda mujerona empieza a gritar como si la vida le fuese en ello, pero al mirar a tu alrededor no puedes ver a nadie armado, aunque parece que sale humo de una de las estatuas...

Tras recorrer los alrededores y no hallar nada que me sirviera para acercar el cadaver hasta donde me encontraba, lancé un suspiro de frustración. Las cosas no iban a resultar sencillas al parecer. Empecé a debatirme si debía o no entrar a aquel lago cuando otra detonación, esta vez mucho más cerca, me sobresaltó. Apenas tuve un segundo o dos para darme cuenta de que, unos metros más allá, había caído un turista con la tapa de los sesos volados. Esos dos segundos fueron la calma que precedió a la histeria que hizo presa de la mujer que se encontraba a su lado.

Tras mirar a mi alrededor a toda prisa y no ver a nadie más, me dispuse a acercarme a ellos rápidamente y ver si podía prestar ayuda, pero un hilillo de humo, apenas perceptible para mi ojo desvió mi atención. No tanto porque implicaba la presencia de un arma, si no porque parecía provenir de una de las estatuas.

-Lo que faltaba- dije para mi misma. -Ahora estas cosas cobran vida o que?- en vez de ir hasta donde estaba la mujer para brindarle consuelo o meterle una media en la boca (lo que fuera para que dejara de gritar), me puse a correr hacia la estatua, cuidando no quedar en su línea de tiro, pero dispuesta a llegar a ella cuanto antes y ver si quedaban rastros del disparo o cualquier otra cosa que me diera la pauta de que lo que había visto no era una simple alucinación de mi mente sugestionada.

Al llegar donde la estatua no hay volutas de humo, como si fuese todo otra de las jugadas de tu imaginación, entonces a unos cuantos metros algo explota y la roca que habia queda despedazada, las esquirlas se proyectan hacia todos lados y tienes la suerte de que solo sufras unas cuantas raspaduras de algunas que se han lanzado hacia tu dirección. Una nube empieza a tapar el cielo, a pesar que cuando habias venido era un dia soleado y esta empezando a llover. En la orilla del lago ha llegado el cadaver que se queda varado como una de esas ballenas que van a morir a las playas...

-Mierda!- la exclamación escapó de mi boca ante la explosión, que me pilló totalmente por sorpresa. Allá, más atrás, la mujer que había visto morir a su marido seguía gritando y pidiendo ayuda, pero yo no tenía cabeza para ello. El muy maldito que estaba detrás de esto había intentado matarme, de eso no había duda. Sin embargo, iba a necesitar más que eso para acabar con Tiffany Sanders.

Al mirar hacia la orilla noté que el cadáver por fin estaba a mi alcance. Me dirigí hacia él, mientras el tiempo cambiaba abruptamente en apenas unos segundos y de tener un enorme sol sobre la cabeza, me encontraba bajo una cortina de lluvia. -Maldita sea, como lo hace? es que todo este jodido pueblo está encantado?- resoplando mientras caminaba enérgicamente llegué a la orilla y me arrodillé junto al maloliente cuerpo, preparándome para lo que pudiera encontrar allí.

Corres hacia la orilla mientras la mujer pide ayuda, pero pronto sus gritos son respondidos por otra detonación, prefieres no mirar hacia atrás por si te encuentras algo desagradable. Te arrodillas ante el cadaver cuyo aroma de pudredumbre llena el ambiente, la hoja esta metida en una cavidad  alojada en su craneo, al fijarte mejor reconoces la ropa, es la ropa de uno de tus compañeros, siempre dando la nota con su camisa hawaina, aunque basicamente era tan bueno que podía hacer lo que le viniera en gana, no puedes más que sonreir por su destino y pensar que otra vez este pueblo vuelve a jugar con tu mente.

La hoja es una tipica lista de balances, pero al final de ella pone "Encuentra el centro de todo" De repente lo que era una detonación de vez en cuando se convierte en una granizada de balas, al mirar a los lados encuentras que las estatuas han bajado y en la oscuridad que proporciona el aguacero empiezan a deambular por el parque...

Cuando vi al tipo flotando, todo hinchado y negruzco casi no lo reconozco. Sin embargo aquella camisa era inconfundible. Rob! como carajos viniste a parar aquí? Sin embargo, el tío era un cansino. Nunca lo hubiera contado entre mis amistades y en la oficina apenas nos saludábamos. Un extraño regocijo se apoderó de mí al verlo allí, mostrando la miseria humana en su máxima expresión, hasta que me di cuenta que no se trataba más que de otro truco del doctor.

Deja de intentar confundirme, grandísimo hijo de puta. No bajaré la guardia ni aunque me dejes la cabeza de Petersen en una pica.

Metiéndome en el lodazal que se había formado en la orilla, arranqué la hoja de su cabeza y, entre la cortina de agua me puse a leerla.

Un puto balance... que hace esto acá? que tiene que ver con el maldito rompecabezas que estamos jugando? Sin embargo, aquello no era todo. Una última frase cerraba aquella impresión, que nada parecía tener que ver con mi problema.

-El centro de qué?- exclamé frustrada al leer el remate. -Qué es todo? Acaso este jodido lago no es el centro? que se supone que tengo que buscar???- gritando mi frustración al cielo, me di cuenta tarde de que allí algo más estaba ocurriendo.

Al mirar alrededor, el sonido que momentos antes había oído sin registrarlo, cobró sentido: todas las estatuas se encontraban bajando de los pedestales y comenzaban a deambular por allí.

Fuck, lo que me faltaba... tengo que irme de este lugar, o terminaré como la histérica y su marido... con un agujero más del que tenía al volver a este mundo.

Con desesperación, miré en busca de la ruta de escape más próxima. Mi intención era esquivar aquellas cosas vivientes cuanto pudiera y para ello, debería correr como alma que lleva el diablo.

Hey, grandísimo hijo de puta de allá arriba... si existes y me oyes... mejor que empieces a darme una mano que la cosa pinta negra.

Como habrán imaginado, rezar no era lo mío.

Miras a tu alrededor hasta donde te deja llegar la niebla, si mal no recuerdas solo tenias que andar 2 minutos para llegar al final del parque y escapar, pero entonces te quedarias sin lo que te ha dejado el doctor aqui, si vuelves con el resto de tus compañeros te odiaran pues ellos han conseguido los objetos con sangre y sufrimiento, mientras que tu escapas con el rabo entre las piernas, viva si, pero ¿Por cuanto tiempo? Sea quien sea os amenazo con que mañana os mataria...

Avanzas unos pasos hacia la salida, cuando una de las balas, pues esas explosiones no pueden ser normales revientan a la señora que esta echada sobre su marido llorando, oyes otras detonaciones similiares, al parecer están cazando a los turistas que hay alrededor, ves salir de la niebla una figura de bronce, pero su rostro no es el de un afamado heroe de la guerra de secesión, sino una especie de araña panza arriba que se mueve y gesticula, que te recuerda mucho a los facehunters de la pelicula aliens, no parece haberse percatado de ti sino que se acerca a los cadaveres.

Pensaba que salir de allí sería sencillo, pero la lluvia dio paso a una niebla cegadora que me impedía ver el camino. Mientras me movía despacio, algo en mi interior no dejaba de decirme que diera la vuelta, que ese no era el camino, que aún quedaba algo más en ese lugar por descubrir, pero mi instinto de supervivencia no dejaba que otra cosa que la salida fuera mi obsesión.

Avancé unos cuantos pasos a tientas, escuchando ahogadas explosiones a mi alrededor, sin darme cuenta de lo que ocurría en realidad hasta que vi como una estatua asesinaba a la mujer que aún lloraba a su marido y el entendimiento me cayó de golpe. Oh Dios... están cazando a cualquiera que ande por acá... tengo que esconderme, tengo que hallar lo que falta para acabar con esta pesadilla con vida!

Con sigilo comencé a volver sobre mis pasos. Sin querer, mientras retrocedía, pegué un grito ahogado. Ante mí tenía una especie de araña color bronce que más se parecía a una criatura de ciencia ficción que a un héroe de guerra, caminando hacia uno de los cadáveres. Por las dudas no esperé a ver que hacía. Esquivándola, me dirigí hacia otro lado, internándome cada vez más en el parque, intentando dar con ese "centro de todo" mientras procuraba que no me viera ninguna de aquellas monstruosidades.

Imaginas que el centro del parque no puede ser el lago, sino que tiene que ser un sitio en tierra, pensar en meterte en esas aguas cenagosas con vete tu a saber cuanto cadaveres entre medias no esta en tus expectativas. Te alejas hacia uno de los caminos rodeados de arbustos, mientras que sea lo que sea se marcha arrastrando a los dos cadaveres, mientras que su cara aracnida se mueve con placer. Entre la niebla empiezas a ver más figuras que se retuercen en la oscuridad y más disparos, es cuestión de minutos que eliminen a los turistas que quedan... y vayan a por ti. Pero no hay ningún monumento que sea representativo y que se pudiera decir que es el centro, además casi todas las estatuas estan moviendose por el parque cazando a la gente...

Con el mayor sigilo posible, comencé a alejarme del lago y de aquellas estatuas que habían cobrado vida. No tenía ni puñetera idea de hacia donde tenía que ir, pero lo que sí tenía en claro, es que allí donde me encontraba no iba a hallar más que la muerte, así que, decidida a explorar todo el parque, si fuera necesario, me alejé de la orilla, en sentido contrario al que llevaba aquella especie de araña y su alimento.

La niebla dificultaba mi visión. A lo largo y a lo ancho del parque no lograba distinguir ninguna edificación que atrajera la vista, ni ningún monumento que pudiera señalar que el centro estaba próximo, pero ello no era suficiente para que me diera por vencida. Afianzando mis manos en la llave que llevaba al bajar del auto y sin perder detalle de donde ponía mis pies, seguí caminando sin cesar. Si en ese lugar había una jodida pista, yo la iba a encontrar.

Avanzas sigilosamente, ocultandote de vez en cuando entre los arbustos, alejandote del lago, donde flota ese nauseabundo tipejo del que has sacado una nota. ¿Que busques el centro? Si ni siquiera puedes ver tus propias manos en esta niebla, otra burla hacia tí y esos guardias-estatuas o lo que sea parecen estar haciendo redadas, has escuchado otras tantas detonaciones y gritos, pero no te decides a contarlos, no quieres saber si todavia les queda munición para ti. Si hubieses llevado un mapa habrias sabido que era el centro, pero ahora solo puedes recordar  el gran lago enorme y las estatuas en todos los rincones... Pero lo más parecido al centro es el lago, entonces es cuando ves a las figuras acercandose, cercandote en la niebla, son muchas, ahora ya no tienen victimas y sus cabezas aractnidas están dando vueltas a buscarte.

-No!- tras deambular durante minutos que me parecen horas, me di cuenta de que seguía dando vueltas por el mismo sitio, que aunque deambulara de aquí allá, no veía ni el dichoso centro ni nada que me sirviera de ayuda. Para colmo de males, las estatuas-araña comenzaban a cercarme, viendo que era lo único que quedaba con vida por allí. Ya no tenía donde más huir.

Resignada y temblando de rabia e impotencia me giré para quedar de cara al lago. Al parecer iba a tener que sumergirme en aquellas aguas, lo quisiera o no. Quien sabía lo que ocultaban, que horrores me esperarían en aquel sitio, pero lo que era seguro, era que si permanecía en la orilla, aquellos monstruos se harían conmigo un festín.

Sin quitarme las zapatillas, aún sabiendo que ellas implicarían un peso extra si tenía que nadar, comencé a internarme en el lago, reprimiendo con todas mis fuerzas el temblequeo que me provocaban las aguas heladas y el terror que poco a poco comenzaba a invadirme.