Partida Rol por web

Santiago, Dios y el Rey

V - Caza de bruxas

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11/09/2014, 19:54
Director

Despidiose el mediero, alejándose a buen paso con la promesa de traer de vuelta útiles para combatir al demonio, et quién sabe si alguna información valiosa en tal sentido. Quedaron entonces don Jofre et Fernando solos al borde de la arboleda, preguntándose qué fazer a continuación.

Notas de juego

Pues eso, espero a que me digáis cuál es el siguiente paso que vais a dar.

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11/09/2014, 19:55
Director

Uniose el mediero a un par de alegres mercaderes, quienes recibiéronle de buen grado. Eran un hombre veterano, cuyo pelo mostraba ya las canas de la experiencia, y un joven mozo que parescía, por los rasgos, hijo suyo. Dijeron llamarse Juan ambos dellos, siendo "Juan" el padre, et "Juan el joven" el hijo.

- Venimos nosotros de Cáceres también. - informole el más joven dellos. - De allí traemos algunas pieles, que habemos comprao' en la Villa grande et pretendemos vender por aquí. - et preguntole - Et vos, ¿qué habedes venido a fazer a Trujillo?

En tanto que la conversación avanzábase, caminaban los tres hacia la puerta, donde dos guardias ojeaban a cuanto pasaba, et asegurábanse de inspeccionar cualquier carro que en ella entrare. Non eran los guardias hombres de la orden, sino miembros de hermandad*, que administraban justicia fuera del castillo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

La orden de santiago dispone de sus propias fuerzas (no monásticas), pero la villa se guarda por lo que es la "policía" de la época, hermandades.

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12/09/2014, 17:10
Fernando de Rojas

Alegróme ver que la idea que había aportádole a don Jofre no era baladí. ─Decidme pues, buen Jofre. ¿cuales son esas ideas que decides que habéis?. Vos serviré lo mejor que pueda. ─Díjele.

Luego miré con pesar como marchaba Mauricio, y oré por el pidiendo que non encontrárase con aquella de los ojos verdes...

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12/09/2014, 19:18
Mauricio de Alconétar

Vivía aquí, hasta no ha mucho -les dije pensando en que quizá ya hubiera arruinado mi habitación en el castillo de Truijillo al ser siervo de don Jofre-, et a comerciar dedícome yo también. Vuelvo a la Trujillo a por género, et en breves márchome casualmente a Cáceres. Quizá sigamos viéndonos en este mismo camino -formulaba mientras les seguía al paso y ponía la vista en los hermanos congregados allá en la distancia donde se ubicaba la puerta de entrada-.

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13/09/2014, 18:53
Jofre de Castellvell

Mire a Fernando con gesto serio.

-Hay formas de combatir a los siervos del Infierno, y es mediante la fe. Puedo tratar de bendecir las armas con las que contamos para ferir a los siervos de la bruxa e pode que a la mesma, también trataré de santificar la zona en la que nos hallamos para poder ferir a los enemigos de la cristiandad. Pero antes de ello... ¿Tenéis pecados?- Musite en voz baja.- Puedo proceder a realizar el perdón de los pecados para que os halléis limpio a la hora de luchar contra los siervos de la bruja et no puedan faceros mal mediante ellos. Asimismo, por si las cosas truncáranse a que ascendais a los cielos.

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13/09/2014, 18:59
Fernando de Rojas

Tornóse serio mi semblante, pues sabía que mi corazón albergaba ciertas espinas que habían de ser purgadas:

─Don Jofre, tomadme pues confesión. He intentado llevar vida recta et digna empero, como omne imperfecto, temo mi alma hállase dejado llevar por la ira, terrible pecado aqueste. Tras la muerte del mio padre, aquel sentimiento era lo que gobernaba mis actos et alimentaba mi vida. Juré et perjuré que daríale venganza et que haría sufrir a quien dióle muerte de puñada en aquel callejón... ─suspiré arrepentido. ─Ahora, en frío, tras unos años de aquello, entendí que habíame dejado abrazar de manera desmedida por sentimiento abominable.

Me mantuve en silencio unos segundos, pues lo que agora venía era aún peor ─También he pecado de Soberbia don Jofre, pues cierto es que sabía, o al menos intuía, que el joven Pablo había de ciertos "dones" fuera de lo común. Nunca vos dije nada, pues pensé que podría yo controlar al joven si aquello íbase de mano, ansí que sumé la mentira a mi lista de pecados. ─Mantúveme cabizbajo en espera de la respuesta del Caballero, ya fuera condena o absolución.

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14/09/2014, 13:32
Director

Arrodillose Fernando ante su señor don Jofre con el afán de descargar su aterida conciencia ante él. Largo tiempo había ya transcurrido desde que muriere su señor padre, en paz descansara, et Fernando aún torturábase por aqueste asunto, inconcluso en obra, et que tanta ira habíale causado en su interior. Confesó con toda la sinceridad de la suya alma, et sintiose descargado, pues al fazerlo supo que el señor había vuelto a su lado tras tan largo tiempo.
Fabló también Fernando de la compañía de Pablo, el curandero, al que durante años protegió creyéndole inocente, para más tarde descubrir que aqueste gustaba de acometer bruxerías, mejores o peores, pero bruxerías al fin et cabo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En manos de Jofre queda dar la absolución (con las penitencias que correspondan).

Fernando recupera un punto de RR al recibir descanso su alma. Te lo anoto yo mismo.

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14/09/2014, 13:51
Director

Alcanzó Mauricio la puerta entre chácharas con los viajeros, que alegráronse en gran medida de fablar con un paisano. Al fazerlo diéronles el alto los guardias, quienes observáronles durante unos momentos, como escrutando. Por un momento temió Mauricio que le andaren buscando, mas nada sucedió, et pasaron los alguaciles a registrar sus pertenencias et preguntarles de dónde venían y con qué motivo, a lo que Mauricio alegó lo mismo que húboles contado a los comerciantes con que acompañábase. Nada raro debieron de ver los guardias, et ninguna otra cosa nescesitaron mas que mirar su fardo et verlo lleno de cachivaches. Franqueáronle el paso, et entraron los tres en la Villa, despidiéndose entonces, pues habían de encontrar los comerciantes alojamiento, et Mauricio non necesitaba de aqueste.

Había vuelto la vida et el bullicio a la populosa Trujillo. Las calles andaban llenas, et los comerciantes colocaban sus puestos en cualquier parte, para descontento de la guardia, que tratab de los ubicar cerca de la plaza. Tal desconcierto permitió a Mauricio caminar hacia el castillo sin que nadie hubiere momento para reconocerle. Al pasar por frente a la puerta de la taberna, vio que seguía aquesta cerrada a cal et canto, agora tapiada por fuera como si quien allí se guardaba tuviere la peste. Claro era que los caballeros habían actuado de oficio contra el lugar en que nacía la herejía, o eso creían. Pasó de largo Mauricio, et continuó subiendo la cuesta empedrada, abriéndose camino entre las gentes. Perfilábase el castillo en el horizonte, et seguro estaba el mediero de que sus puertas estarían guardadas. Mucho riesgo entrañaba tratar de colarse por las buenas...

Notas de juego

Pues eso, entras en Trujillo sin mayor dificultad. En principio te separas de los comerciantes, aunque si quieres tratar algo más con ellos, puedes hacerlo.

Doy por hecho que te diriges al castillo (donde es posible hallar al párroco), aunque también puedes probar suerte en la iglesia de Santa María.

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15/09/2014, 20:22
Mauricio de Alconétar

En habiendo dudado yo en la puerta de la villa si hubiéranme de registrar y preguntar más de la cuenta (et incluso reconocerme como "siervo de tal") dí gracias a Dios en el siguiente instante, una vez puesto el pie en las piedras de Trujillo. Veía el alboroto de la plaza y sabía que ante tanto revuelo un tipo menudo como yo pasaría desapercibido. Et que en viendo el castillo al horizonte, si lo de la puerta había sido para mi un trago, aquesta fortaleza se me antojaba como impenetrable, pues ahí si que reconoceríanme a la primera y en el primer lance.. ¿Y si Pablo Tomás hubiera marchado a la iglesia?

Encaminéme entonces, dejando la cuesta que subía hacia el castillo, dirección Santa María. Me acordaba de mi buen don Jofre y el valiente Fernando, que seguramente estuvieran esperándome con nuevas, amén que fueran buenas. Sin dilación alguna, encaminé mis pasos ante el pòrtico del lateral, con la cabeza gacha y esperando que ni tan siquiera nadie reconociese a un servidor como "Mauricio, el mediero".
 

Notas de juego

Lo dicho, pruebo suerte por si está allí, por si no hay necesidad de meterse en el castillo.

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15/09/2014, 22:43
Director

Entró Mauricio en la Iglesia de Santa María con la esperanza secreta de allí encontrar al párroco, et con aquesto evitarse la desgracia de tener que penetrar en el castillo. Había en la iglesia unos cuantos feligreses, que rezaban fervorosamente, a buen seguro a raíz de lo acaecido en la Villa el día anterior, que muchas almas había soliviantado. Vio Mauricio el confesionario de lejos, et comprendió que allí había de encontrarse el Párroco, pues había gente esperando cerca, a buen seguro con intención de confesar.
Agradecido al señor por su bondad, quiso entonces Mauricio creer que al fin algo poníase en su favor, cuando diose cuenta de que, entre los que esperaban para confesar hallábase el mozo de cuadras del castillo, mayor de ambos, que tan malas pulgas se gastara dos días antes. De momento, el hombre parescía rezar et non había reparado en él, pero cabía la posibilidad de que le reconociera... et non era de esperar que le guardara gran cariño a Mauricio.

- Tiradas (1)
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17/09/2014, 17:04
Mauricio de Alconétar

Notas de juego

Una duda: dentro del confesionario (en la parte el sacerdote) ¿hay algún cura? ¿O todavía no?

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17/09/2014, 17:26
Director

Notas de juego

Sí, hay cura dando confesión y feligrés recibiéndola.
Más bien hay feligrés confesando y cura escuchando xD.

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17/09/2014, 18:07
Mauricio de Alconétar

En cuanto ví al mozo de cuadras, giréme sobre sí, como quien ve una efigie del Diablo y rápidamente se santigua como protegiéndose. Entonces miré al suelo y mi vista recorrió inconscientemente las losas de la iglesia de Santa María, mientras intentaba discurrir algo en mi mente.

¡Claro! ¡ésta es la mía! -pensé rápidamente-. Acto seguido, me introduje en la fila de bancos, sentéme un momento a vigilar cómo iban los feligreses de uno en uno confesándose a Dios, et cuando a punto estaba de meterse en el confesionario el mozo de cuadras, fuime por detrás, por la zona del párroco. Allí metí la cabeza, como quieriendo buscar a alguien*...

Notas de juego

*Me paro aquí para que me digas si es Pablo Tomás quien está confesando.

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17/09/2014, 22:34
Director

... et al llegar al confesonario et asomar la nariz vio, en efecto, al padre Pablo Tomás dentro del mesmo, que disponíase a confesar al mozo de cuadras. Tal asomo improcedente valiole alguna que otra mirada reprobatoria, mas nadie dijo nada.

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18/09/2014, 17:07
Mauricio de Alconétar

¡¡Pablo Tomás, Pablo Tomás!! -dije introduciendo la nariz y la sesera entera en el hueco del confesionario del párroco-. En el castillo, ¡los caballeros! ¡Algo pasa! -quise, en bajito, hacerle entrar en desasosiego y sin duda que interrumpí al confesante- Vengo corriendo cuesta abajo, et menos mal que esté aquí. ¿¡Lleva consigo la estampita que le dí!? ¡Pues cójala y suba al castillo! ¡¡Le requieren!! Un mozo gritaba por vos, y algo de nose qué caballeros, ¡parescía irle la vida en ello! ¡Habla del... del demonio! -mi cara parecía un poema, tan como angustiada y apesadumbrada que si me lo hubiera propuesto, podría haberle vendido al susodicho párroco, hombre en el fondo de mi devoción y estima, cualquier objeto herético teniéndoselo por bueno y piadoso...-. ¡¡Ande!!, ¡¡Pero no salga corriendo!! ¡Que ninguno de los feligreses que aqui hay le vean salir, pues así ni mostrará alarma ni las malas lenguas advertirán del terrible hecho que se está dando en el castillo! ¡¡Salga en silencio!! ¡Venga, y cúbrase al hacerlo!

Esperaba que Pablo Tomás dejara su puesto en el confesionario y un nuevo padre, un novicio procedene de Alconétar, ocupara su lugar...

Notas de juego

¿Tendría que tirar por Elocuencia?

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19/09/2014, 11:10
Pablo Tomás Narváez

Miró Pablo Tomás, sorprendido et alarmado, al joven mediero que tan de sopetón reclamaba la necesidad de sus servicios en el castillo.

- Pero... ¿En el castillo decís? ¿Et como es esto?

Entre precipitaciones, fizo el párroco amago de salir del confesionario, mas parescía que dudaba de abandonar su lugar en la Iglesia. Mas al fablar del demonio Mauricio, abriéronsele los ojos, et decidiose al fin.

- ¡El Demonio dices! - persignose tres veces - Vamos, he de acudir de inmediato. ¡Ave María Purísima!

Et salió del confesionario, quedando aqueste vacío.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El confesionario es tuyo, pero no hay garantías de que nadie haya visto salir al padre...

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21/09/2014, 01:16
Fernando de Rojas

Miré con preocupación a don Jofre, pues aqueste parescía ido et turbado, ¿sería acaso por escuchar la mía confesión?. Aquello preocupóme...

Mientras esperaba su respuesta et absolución más penitencias, saqué del zurrón los malignos fetiches que había confiscado de la guarida de la bruxa et, temeroso que tales objetos pudieran acarrearnos mal, decidí enterrarlos lejos de aquella maligna cabaña.

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21/09/2014, 12:08
Mauricio de Alconétar

Ya habíalo hecho.
Me la había jugado, y había engañado al bueno de Pablo Tomás, aunque era por una buena causa.

Et como se suele decir con eso de "de perdidos, al río", que non lo dudé más, et que metíme en el confesionario, tan precipitadamente como la prisa con que el párroco de Santa María salió del él.

Un vez dentro, entróme un escalofrío al usupar aquel trono tapado del párroco, pues sabía que a los ojos de Dios bien no hacía. Mas que más fuerte era la devoción por mi señor Jofre, et habíale de ayudar a él y al alguacil en lo que pudiera.

Sin más preámbulo, aguardé pacientemente que, a través de la rejilla (yo miraba al frente, con la mano puesta un poco sobre la cara para ocultarme aún más si cabe) llegara el mozo de las cuadras del castillo. Et que no era yo de confesarme mucho, más cuando habíalo hecho alguna vez sabía muy bien qué hacer et qué decir, pues pecados muchos cometí yo en mi vida y tuve que enterarme cómo desfacerlos.

Notas de juego

Ay Pablo Tomás, lo que me duele engañarle xD

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21/09/2014, 17:37
Jofre de Castellvell

Fizo el gesto de persignación el caballero ante Fernando, concluyendo el ritual con las palabras que correspondían.

- Ego te absolvo, in nomine patri, et filli, et espiritu sancti. - et añadió - Amén.

Levantose el caballero et invitó a fazer lo mismo al alguacil et leal siervo, al tiempo que observaba cómo extraía los enseres que habíanle arrebatado a la bruxa, que pretendía Fernando enterrar para que no les trajeren mayores desgracias.

- Recordad el lugar en que han sido enterrados, pues el destino que han de sufrir aquestos es arder junto con su dueña. Cuando la atrapemos, volveremos por ellos.

Dicho aquesto, esperó el caballero a que el alguacil concluyera.

Notas de juego

PNJtizado.

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21/09/2014, 17:57
Director

Bien situado en el confesionario, ahuyentado ya el pobre párroco que tantas veces había de ser víctima de sus tropelías, sentose el de Alconétar a esperar al mozo de cuadras, que non fízose esperar. Atribulado por el pecado, arrodillose aqueste junto al confesionario, et comenzó sudoroso a narrar sus tropelías.

- Padre, he pecado. - díjole - He vuelto a andar fantaseando con la muchacha de la taberna... sé que no debería, pero es que cada vez que imagino la suya mirada, los sus pechos desnudos, las sus carnes bajo mi piel... ¡no puedo contener el ansia! Sé que mal está el placer, pero ¿cómo contenerme?

Paresciera sudar el hombre la gota gorda.