Partida Rol por web

Antes de que Harper comience a trepar, pongo una mano sobre su hombro para detenerle espera digo mientras rebusco en mi mochila y, sacando una cuerda, se la tiendo. Cuando llegues arriba, ata la cuerda y tírala. Al menos yo te lo agradeceré.

Feijud espera a que Harper haya ascendido diez pies para seguirlo.

Raymond iba a sugerir que el pícaro no subiera sólo. Por si acaso. Pero cuando vio que el capitán iba a acompañarlo no dijo nada y miró a su alrededor vigilante. Si algo les atacaba abajo al menos estaría él para defender a Sandara y Malickud.

Bueno, bueno, bueno. Sí. Yo también creía que no llegaríamos vivos a la playa.
Sí. Ya sé que tú decías que sí. Lo sé. No hace falta que me lo recuerdes.
A nadie le gustan los listillos.
No. No lo voy a decir.
...
Tenías razón. Vale. Te haré caso la próxima vez.

De pronto, Mr Plugg comienza a saltar como loco de un hombro al otro del sorprendido intendente del Grindylow, que también parece querer decir algo cuando por fin agarra al macaco para calmarlo.

-¡No, no, no!--exclama Malickud al observar a Harper trepando hacia la derecha--¡Ahí no! ¡A la otra cueva, oficial! El "caprichoso orbe del Capitán" Wolfe era el ojo derecho y vas directo al izquierdo. ¡Ay! ¿Es que tengo que estar en todo o qué?

Feijud mira a Malickud y después a Harper. Va a decir algo pero prefiere callarse y espera a que el pícaro vaya por la ruta correcta para después seguirle.

Está bien. Harper desvia su ascenso para hacer caso a su compañero.

Miro detenidamente a Harper todavía con la cuerda en la mano. Cuando veo que tiene dificultades en saber la cuenca por la que tiene que subir, vuelo a guardar la cuerda bajando la vista a la mochila ya veremos quién río último.

Trepando con habilidad, Harper llega a la cueva que queda a vuestra izquierda. Una estrecha abertura parece ascender por el interior del acantilado. La entrada está llena de enredaderas y raíces que la hacen muy ajustada, pero con algo de esfuerzo puede ser accesible.

Chicos podeis subir. No hay peligro. 

El pedregoso túnel asciende unos metros hasta lo que debe ser prácticamente el suelo del islote, pues la luz del exterior se filtra débilmente por las grietas del techo. Las enormes raíces de un árbol gigantesco se abren paso por tierra y roca bloqueando cualquier posible progreso. Para sorpresa del oficial de artillería, las hendiduras y grietas que dibuja la corteza del tronco conforman vagamente un arrugado rostro humano que porta una zigzagueante corona y cuya vetusta barba se construye con las diversas raíces que se extienden y pierden ante Harper.

Vamos capi, arriba de una vez. comento empujando levemente a Feijud pero, viendo que se quedaba mirando hacia el Grindylow, me pongo a subir. Sorprendentemente, y a pesar de la armadura, logro subir con rapidez, encontrando unos grandes huecos para apoyar manos y pies, lo que me facilita el ascenso.

Una vez arriba, me limpio los pantalones y, agarrando nuevamente la pica, miro hacia abajo Bueno que ¿subís? digo sonriendo

Malickud se prepara para ascender tras Sandara, pero se detiene y mira a Raymond con una sonrisa pícara.

Tal vez te gustaría ir a ti primero, compañero.

El gnomo mira hacia arriba donde las piernas de la clérigo buscan asideros.

Si el bicho no ha aparecido ya, no creo que lo haga, tranquilo.

Harper espera a sus compañeros para acercarse a lo que parece la cara de un anciano.

Mientras sube el resto del grupo, Harper examina las raíces que dan forma a la barba del "rey anciano" para descubrir que ocultan una calavera cuyas cuencas vacías apuntan hacia abajo.