Partida Rol por web

Sandara emplea la pica con éxito y luego la criatura que queda se echa sobre Harper para clavarle el aguijón, pero el pícaro logra esquivar el envite.

Feijud se enfrenta a la última avispa con valentía. Primero le hunde el sable hasta la empuñadura y después le asesta un duro hachazo.

El meteórico ascenso del pirata de Puerto Riesgo parece haberle insuflado una gallardía que promete. De hecho, el capitán del Grindylow Embrujado se deshace en un plisplás de la última avispa gigante, despejando así el camino del grupo para que podáis resguardaros por fin en el Salón comunal.

Por las ventanas del edificio observáis la terrorífica escena. Las callejas del poblado se encuentra deshabitadas mientras los insectos voladores campan a sus anchas deambulando en busca de presas. 

Al cabo de unos minutos, cuando todo apunta a que las bestias comienzan a abandonar el lugar, veis que dos avispas arrastran a una trabajadora de los astilleros en dirección a la jungla. La mujer está inconsciente.

Mientras se acercan al Salón comunal el grupo se da cuenta de que las avispas han atrapado a una de las trabajadoras y se la llevan volando. Parecían ir en dirección a la jungla y de ser así no podrían alcanzarla.
El joven miró a Alcaudón y asintió para sí.

Muy bien chico. A ver cómo sale esto.

Nicholas empezó a conjurar y en ultima instancia toco a la pantera. Acto seguido a esta empezaron a salirle unas alas negras en los costados parecidas a un murcielado.

Alcaudón rugió y se lanzó a la carrera batiendo las alas mientras lo hacia y elevandose cada vez más hasta llegar a la avispa gigante más cercana y atacarla sin piedad.

Me muevo mientras musito una plegaria agarrando el medallón de Besmara

Diosa de los mares, danos tu coraje a aquellos que te adoramos para poder acabar con estos monstruos que quieren acabar con nosotros.

¡Más avispitas!

Feijud sale pitando hacia las avispas mientras desenvaina sus armas.

Harper sale corriendo por la calle para intentar ayudar a la mujer capturada.  

El gnomo se concentra de nuevo recordando un viejo truco que aprendió de un faquir. Este hacía bailar una cuerda como si de una cobra se tratase y Malickud aplicó el mismo principio mágico para que una de las cuerdas que sujetaban el tejado del tenderete tratase de enrroscarse alrededor de la avispa más alejada.

Batiendo las aterradoras alas que le acaba de conjurar Nicholas, Alcaudon vuela rugiendo hacia las avispas gigantes y consigue herir de gravedad a la más cercana a base de feroces mordiscos y garrazos. Sandara pide a Besmara que os bendiga y enseguida os sentís reconfortados por la diosa de los piratas. Por su parte, tanto Feijud como Harper se aproximan valientemente a la refriega. Y Malickud encanta una soga que le es complicado manejar por la distancia a la que se encuentra de ella.

Por otro lado, los monstruos dejan caer al suelo a la mujer inconsciente y se disponen a capturar nuevas presas. Una de las bestias consigue punzar el abdomen de la pantera, que comienza a resentirse por el daño y el veneno.

Nicholas observa como Alcaudon es nuevamente herido, pero sabe que la pantera aun puede aguantar un poco más. Aunque tampoco mucho más.
Por lo que se acerca lo suficiente como para atacar con su dardo acido a la otra avispa para que al menos se fije en él. La avispa es demasiado grande como para fallar. Aunque el daño tampoco es que sea gran cosa.

Por su parte, Alcaudon se revuelve contra la que había atacado anteriormente.

Viendo que tanto Alcaudon como Harper están heridos, y visto que en cualquier momento pueden aparecer más avispas, me acerco un poco más sin soltar el medallón

Ofrece alivio a nuestros aliados

Feijud acude a ayudar a Alcaudón y ataca a la avispa sin perder de vista su afilado aguijón.

El cocinero del Grindylow Embrujado quema con su ácido una de las alas de la avispa más cercana mientras Alcaudon deja vista para sentencia a la otra con una nueva serie de desgarros y bocados. La oficial de guardia eleva una plegaria que sana en parte las heridas de sus compañeros. Y el capitán de la nave se presenta en primera línea con más valentía que acierto.

Harper avanza y ataca a una de las avispas, pero falla su golpe por bastante, golpeando el aire con su estoque.