Partida Rol por web

Por mi si Hake lo avala y el capitán no tiene problema, de acuerdo. Pero partamos ya. Nos están buscando.

Al oír el comentario, lanzo una sonrisa seca

ja, no lo dudes petimetre, no lo dudes. Sin más que añadir, me giro para recoger mis cosas y embarcar en el Grindylow. 

Si cargar con él menda ese nos iba a suponer un ahorro económico, le aguantaría, al menos de momento.

Por Besmara, en ningún momento dudamos de tu aval, dice Feijud al Raquítico. Lo lamento si lo ha parecido. Pero el nuevo tiene que ganarse el subir a bordo. Y veo que sí tiene ganas, así que bienvenido sea.

En el peor de los casos, el puesto de cocinero está vacante, sonríe Feijud para sí mismo.

Venga, marineros de agua dulce, que os recuerdo que tenemos prisa.

Raymond se quita el sombrero y hace una floritura a modo de saludo.

Muy agradecido capitán. No os arrepentiréis.

Se pone un poco más serio cuando el raquítico se dispone a marcharse.

Gracias viejo. Cuidate mucho, y no dejes que el Kraken te pillé todavía. Tengo varios favores que devolverte y muchas historias que contarte. Que Besmara te guiñe el ojo.

Después sigue a los demás marineros a bordo del Grindylow.

Malickud, ocúpate de que el nuevo tenga algo que hacer. De utilidad, a ser posible. Y ponle al tanto de qué es lo que nos proponemos.

Después de despediros a todo correr del viejo Hake, el Grindylow Embrujado se desliza por la ensenada cogiendo velocidad rápidamente para salir a mar abierto con cierta ventaja sobre el buque de guerra chelaxiano. Desde el primer momento abordo de su nuevo hogar, Raymond Veracruz se percata del sorprendente orgullo y sana admiración que el resto de los tripulantes tiene hacia Feijud y sus oficiales. No obstante, una de las cosas que más le llama la atención al pirata del sombrero negro de ala ancha es la bonita cautiva que tienen en cubierta dentro de una jaula.

Conforme os vais acercando al cuello del cabo, el inconfundible sonido de golpes metálicos contra madera y algún que otro grito dando órdenes se van haciendo cada vez más perceptibles. Los marinos chelaxianos deben andar de reparaciones, suponéis. Sin embargo, cuando por fin salís por la boca del río el asunto adquiere un cariz algo más complicado. Aparte de haber mucho movimiento abordo del Dominator, contempláis horrorizados que el vigía enseguida avisa de vuestra presencia, pues la catapulta de popa comienza a trabajar pesadamente para colocarse en la mejor línea de tiro.

Cuando el Grindylow suelta amarras, todo lo que ha pasado estos días vuelven a un segundo plano. Con la cabeza un poco elevada, recibo al viento y al agua del mar, respirando hondamente mientras mis manos mueven el timón.

No me pasa desapercibido los movimientos en el buque chelaxiano, intuyendo lo que pretenden hacer. Aunque justo, en ese momento, veo las intenciones del nuevo Ni te acerques aquí petimetre le digo volviendo mi atención al buque, no dando lugar a réplica

Con diestros movimientos, doy un golpe seco al timón, dejando que de una vuelta completa para, transcurridos unos segundos, recuperar el rumbo inicial. Miro preocupada al palo mayor cuando cruje ante la tensión provocada por el cambio de rumbo, aunque rápidamente vuelvo mi atención al timón y a lo que tenemos delante.

Raymond se sorprende bastante al encontrar una jaula en medio de la cubierta, y con una prisionera dentro además. No obstante como nadie dice o hace nada no pregunta. De momento.
Además, tienen preocupaciones más acuciantes en estos momentos. Pues el buque chelaxiano no está del todo saboteado, pues todavía puede alcanzarles con la catapulta.

El "nuevo" integrante del Grindylow iba a ayudar a la encantadora mujer que está, ni más ni menos, al timón. Pero no parece ser necesario.

Vale. Parece que saben lo que se hacen. Puede que este no sea un mal barco después de todo.

Se toca el ala del sombrero a modo de saludo a Sandara y se dirige a  ver al gnomo. No le gusta estar ocioso en un barco. Además, quiere saber quién es la mujer que tienen prisionera.

Al ver que el barco comenzaba a moverse nuevamente, comienzo a moverme en el cesto donde estaba hasta hacerlo caer, momento que aprovecho para salir volando y comenzar a revolotear alrededor de Sandara

Cheeeeeeelaxiaaanos, chelaxiaaaaaanos, Crrrrooooc, dallllllle al manubrrrrrio, dalllle Croooooc

Dando un par de vueltas más, y visto que no le haces mucho caso

Crrroc, no imporrrrrta el tam-año.....de la piez-za, sino el tiempo que esta tieeees-sa Crrroooc finalmente, me poso sobre un cabo que estaban tensando

Harper sigue con sus prismaticos lo que hace la tripulación chalexiana en la cubierta para avisar si consiguen lanzar munición que pueda alcanzarles. 

Nada más colocarse el catalejo mágico, Harper escucha que una de las velas que tiene sobre la cabeza se rasga por completo tras recibir el primer impacto. En efecto, según puede comprobar el oficial de artillería del Grindylow Embrujado, los soldados del Dominator acaban de usar la catapulta de popa y lo peor es que ya se afanan en volver a cargarla. Por fortuna, el proyectil ha roto únicamente un elemento secundario de vuestra nave.

Los gritos, carreras y movimiento en general se suceden abordo del buque de guerra mientras comenzáis a alejaros. No obstante, antes de que podáis dejar atrás la amenaza, los disciplinados chelaxianos consiguen hacer diana por segunda vez. En esta ocasión salta por los aires parte de la baranda de estribor, alcanzando a un infeliz pirata en el brazo.

Segundos después, gracias a la pericia de vuestra timonel, navegáis a toda vela mar adentro y tanto la costa como el punto de luz en el que se ha convertido la embarcación chelaxiana apenas se vislumbran en la distancia. La maniobra de sabotaje ha salido según lo previsto. 

Una vez comprobado que estábamos fuera de rango, y habíamos cumplido con nuestro propósito, lanzo un suspiro de tranquilidad

Ya estamos fuera de peligro Capitán. ¿Qué rumbo tomamos? ¿A la Roca? comento con una sonrisa, ante la idea de romper la maldita roca y comenzar a forjar un nombre de verdad, amén de los tesoros que allá podamos encontrar

Viendo que el gnomo está por ahí cerca ¿Crees que esos chelaxianos se tragarán el engaño? me preocupa lo que le pueda pasar a ese viejo comento mirando hacia atrás, donde la línea de la costa comienza a perderse poco a poco