Partida Rol por web

En el hall del estudio hay un micromundo; se mezclan cafetería, recepción, acceso directo a los camerinos y al plató por separado... todo el mundo acaba pasando por aquí tarde o temprano... incluso grupos de visitantes que admiran impresionados las fotografías de las grandes estrellas del programa que adornan las paredes.

Christine Lamas:

Intentando apañarse con todas sus nuevas responsabilidades, está Christiane Lamas. La cafetera, la bollería, los sandwiches... todo lo que le han dicho, lo que figura en su contrato... todo es impreciso. Le han dicho que su tarea será abastecer de café, fruta, bollería, sandwiches y alimento a los trabajadores, y que su jefe directo será el Jefe de Producción. Aparte de eso... le han insinuado que tendrá que echar una mano en todo lo que éste le pida, lo que es, en sí mismo, muy ambiguo. Una amiga ya le puso sobre aviso, diciéndole que el mundo artístico es duro, y que la gente trabaja como una familia... que estuviera preparada para hacer todo tipo de trabajos... Si una maldita cafetera promocionada por George Clooney se le resistía... ¿Qué pasaría cuando le pidieran algo realmente complicado? Sumida en estos pensamientos, apenas se da cuenta de que el Jefe de Producción, James T. Crowley, al que todavía no conoce de nada, sale del ascensor sujetándose las tripas.

James T. Crowley:

La reunión era como había previsto: estúpida y carente de sentido. Por lo menos, en esta ocasión, habían llegado a algo entre esos idiotas. La úlcera, realmente, le estaba matando. El ascensor para, y James sale, dispuesto a devorar una caja entera de Almax. Para un segundo en el hall. No es normal verlo tan vacío, ese sitio que generalmente es bullicioso y caótico. Sólo una persona, una chica, está presente. Lucha contra la máquina de café como si la vida le fuese en ello. James puede ver su cara... de algo le suena... La imagen cruza su mente a gran velocidad. La foto de su nueva ayudante. ¿Cómo se llamaba?... ¿Elisabeth? ¿Mona?... Ni idea. Esa chica estaba aquí para hacer su triste vida algo más tolerable. Y parecía agobiada por una simple cafetera.

Christine se debatía en entender cómo era que ese trasto ultra moderno hacía para funcionar. Ya había leído las instrucciones varias veces, había seguido todos los pasos correspondientes y así y todo la cafetera no quería hacer café.

Estúpido aparato. ¿Por qué me tengo que enfrentar a esto en mi primer día de trabajo? Encima no hay nadie aquí que pueda ayudarme.

Estaba tentada de pegarle un buen golpe cuando escuchó que el ascensor se abría. Alguien llegaba. Se giró para ver quién sería su próxima compañía y el alma se le vino a los pies al ver que era nada menos que su jefe ¡El primer día! ¡Peor suerte no puedo tener!

Se las compuso para esbozar una sonrisa y amablemente lo saludó.

-Buenas noches sr. Crowly. Se lo ve bastante agotado. ¿Le apetece servirse algún refrigerio?

¡Dios santo, que no me pida un café!

Cuando se cierran las puertas del ascensor me dejo caer contra la pared del espejo.

"Por favoooor, que agonia de tipo, está claro que espera visita de la Camarilla y por ende también aparecerá la napia de alguno del Sabbat, es que no puede decir nada a las claras, con lo fácil que habría sido decir con ese acento suyo de falsete, "Crowley, tenemos visita de la Camagilla y el Sabbat, aseguggate que no ven nada inadecuado". Si es que menuda manera de complicarse la vida... Soy su Jefe de Producción, no un becario! Llevo casi 20 años trabajando para el programa!". Sí, me siento algo indignado, que me amenace a diario no lo echaba de menos. Para nada. Aunque sea la costumbre!

Respiro hondo. Me echo otra pastilla de Almax en la boca. Por fin se abren las puertas del ascensor. Por unos segundos me he sentido tentado de llenarle el despacho de conejos diabólicos, pero es el Jefe, es quien paga mi nómina y tengo 3 bocas que alimentar. Cruzo el vestibulo hacia la zona de la cafeteria. Me planto delante de Christine. Me sigue doliendo horriblemente la úlcera de estomago. Y la chica de la cafeteria parece tener serios problemas con la cafetera Clooney.

-Creo que se abre por una palanca de arriba, se carga por ahí y luego se le da al botón rojo- le propongo. Su cara me suena mucho, no se me olvida nunca una cara y menos femenina... Me quedo pensativa unos segundos.
-Oh, tu eres la chica nueva no? - se me enciende la bombilla, al acordarme de los curriculums. Precisamente me llamó la atención su aspecto agradable y sencillo.

- Me acuerdo de tu curriculum. La foto no te hace justicia- sonrío elegantemente -Eres mi nueva ayudante, verdad? Es un placer. James T. Crowley. Tu Jefe- le tiendo una mano para entrechocarla.

-Me sirves un vaso de leche? Úlcera de estomago. Terrible.

Suspiro aliviado después de salir de la reunión de producción. Paso al lado de James T. Crowley y... una cara nueva. Me paro.

Sonrío a la chica - ¿Eres nueva? Bienvenida, soy Rody Tyler, encantado - le extiendo la mano.

Después le guiño el ojo a Crowley - Deja algo para los demás. Je je. Iba de camino a hablar con los chicos de guión

La chica parece tímida o nerviosa o las dos cosas. Me giro al oír a Tyler. Me siento en un taburete, para tomarmelo con algo de calma.

-Habeis llegado a alguna idea "brillante" más? algo que deba saber?- enarco una ceja, mirándole fijamente a los ojos, esperando algún tipo de respuesta que me guie antes de hacer el largo retorno a la reunión.

Christine siguió las indicaciones de James y ¡voila! la cafetera comenzó a hacer café.

Pero, pero... ¡si eso y alo hice como tres veces! ¿cómo es que no me funcionó? Puf, al menos el jefe parece amable.

-Si señor, soy la nueva encargada del catering. Me llamo Christine. Enseguida le sirvo su leche- la muchacha se giró para servir un vaso un poco sonrojada por las palabras de su jefe. Mientras se encontraba en esa tarea, otra persona llegó hasta allí.

-Aquí tiene mr. Crowley, espero que le siente bien a la úlcera - tomó la mano que le tendía el recién llegado, correspondiendo el saludo.

-Mucho gusto sr. Tyler, soy Christine, la nueva encargada de la cafetería. ¿Desea tomar algo?- nuevamente se sonrojó ante la indirecta de Tyler a Crowley.

Voy a tener que dejar de lado la timidez. Esto es el mundo del espectáculo y seguramente se la pasan hablando así todo el día.

Silenciosamente, se quedó a un lado esperando para servir algo más, mientras los hombres hablaban entre ellos acerca del programa.

- Nada, Christine, gracias. ¡El café me duerme!

Me giro hacia Crowley.

- No mucho más. Hemos hablado del reparto de papeles entre los actores y... ¡oh! ¿Sabías que Amy Poehler está embarazada? Como no he visto una porra de apuestas en la sala de guionistas para ver quien es el padre, ni me lo imaginaba.

Me levanto la manga y consulto los tres relojes que llevo en la muñeca. Un rolex de oro, un swatch de Hello Kitty y un digital en código binario.

- ¡Joder! En media hora es el "speech" inagural de Lorne en el plató y tengo que hablar antes con los guionistas. ¡Nos vemos luego, Crowley! - me despido de Christine también mientras salgo aprisa hacia la sala de guionistas - ¡Bienvenida de nuevo! Y ya sabes, procura no quedarte como Amy, que siempre están cambiando el personal y me gusta tener una plantilla fija, fiel al programa y todo eso. Una familia. Pero sin niños, ¿eh? Si alguien te molesta, avísame - le guiño un ojo - ¡Chao!

-Ahhh muchas gracias querida- suspiro aliviado. Por fín algo efectivo para mi úlcera de estomago. Cojo el vaso de leche fría y empiezo a beberme su contenido. Sonrío ante su timidez.

"Encantadora. Realmente encantadora. Me recuerda un poco a Sophie, bueno, antes de que me dejara por el fontanero, claro...".

-Amy embarazada? Oh Dios, eso supone que habrá que hacerle una cesta de regalo, en fin... -suspiro resignado. Esas cosas se me daban un poco mal, me recordaban demasiado a mi anterior vida, antes de ser Jefe, antes de arruinar mi carrera como mago.

"Y pensar que podría haber sido como David Copperfield..."

-Oye Christine, que tal se te dan a ti las compras? y los niños?

paso por el hall camino de la zona de actores para "animarlos en la nueva temporada"

Rody Tyler sale hacia la sala de guionistas. Por la puerta del plató aparece Seth Meyers, actor guapo y agradable, de aspecto aristocrático y con muy poca paciencia con las clases inferiores. Echa una mirada por encima del hombro a Christine y saluda a James con una palmada en la espalda.

- ¡James! Bienvenido de vuelta. Espero que las vacaciones te hayan permitido descansar... ¿Has visto a Rody? Tengo que hablar con él... no sé quién le acompañará en Weekend Update esta temporada... con lo de Amy... yo creo que habría que cambiarla, ¿no te parece?

La ambición hace un crescendo en su voz generalmente controlada. Parece que desea un cargo de responsabilidad con toda su alma. La verdad es que el tipo lleva ya 7 años aquí, y sería un Jefe de Guión estupendo, pero los de arriba eligieron a Rody por encima suyo, y esto le resultó bastante difícil de digerir.

En el hall ves a Seth Meyers hablando con James T. Crowley. A un lado hay una jovencita mortal a la que no conoces (Christine Lamas, PJ). Parece la timidez encarnada.

seth, james, señorita... lamento interumpig le conversación chicós, pergo quirgo rgecorgdaros que en unos 20 minutós tenemós le rgeunión de prgincipio de temporgada... pog ciegto, ¿quien es esta jovencita de pintá tan encancadorá? digo mirando a la joven desconocida.

Sigo bebiendo la leche, con calma, necesito tomarme mi tiempo. Christine parece ocupada. Aparece el Jefazo cruzando la sala.
"Supongo que se dirige a hacer el discurso de inicio de temporada de cada año...".

-Muchas gracias Christine.

Estoy dudando si ir o no ir a la susodicha reunión, pero luego me recuerdo a mi mismo que mi cargo es de "Jefe" aunque no lo parezca la mayoría de veces, así que dejo el vaso medio vacio encima de la barra. Me apeo de mi asiento, cuando me veo interrumpido por Seth Meyers y su alegre visión de la vida.

-Hombre, Seth!- le devuelvo la palmada en la espalda- las vacaciones te han sentado francamente bien! Tienes muy buen aspecto!- le contesto a modo de saludo -Cómo... Dime, Cómo lo haces? en serio... Cómo lo haces para tener tan buen aspecto? miranos al resto, parecemos simples peces hervidos a tu lado!- sonrío ampliamente.

-Sí, se ha ido a la Pecera a darles una charla a los guionistas, han salido algunas ideas interesantes en la reunión de hace un rato, quizás deberías ir a hablar con él, antes de que empiece el discurso del Jefe- respondo a su primera pregunta.

-Uhm... si, me acabo de enterar ahora mismo, lo del embarazo de Amy... va a ser un problema lab... quiero decir, sí, habrá que pensar algo para cuando ella ya no pueda salir, habrá que buscar a alguien que la sustituya.

La cara de Seth es un verdadero poema, no puede reprimir sus ansias de tiburón para ascender. El tipo tiene realmente talento, quizás sea algo pedante y falso, pero al menos es coherente y listo. Lástima que los jefazos no le quieran ni en pintura.

-Mira Seth, hablaré con los directivos a ver qué se cuece, si hay posibilidades lo hablamos, te parece?- le propongo. Hundirle la moral tampoco nos va a servir de nada y no creo que sea bueno para el programa perder a Meyers, por mucho que el niño bonito sea Tyler.

"Al fin y al cabo, alguien tiene que ocuparse de mantener el precario equilibrio emocional del staff del programa... Sin Staff no hay programa, sin programa no hay oasis..."

Villepame nos caza. Finalmente. Ya no hay escapatoria. Sonrío con resignación.

-Messieur Villepames le presento a la Srta. Christine, es nuestra nueva adquisición en el departamento de producción. Se encargará del catering, entre otras cosas.

Seth escucha comprensivo a James. Parece a punto de contestarle, cuando ve entrar a Villepame.

- ¡François! ¿Cómo te ha tratado el verano? Tienes un aspecto excelente... Oye... quería hablar contigo más tarde, si es posible... Con todo lo de Amy y tal... Ya sabes. Nada importante. - Parece a punto de decir algo relevante, pero elige callarse. - Bueno, voy a ver a los locos del guión. A ver si traen novedades. Ahora os veo en la reunión... ¡y en la fiesta!

Empieza a caminar por el pasillo que lleva a la sala de guionistas.

tomo la mano de la chica y la beso con mucha delicadeza y caballerosidad Espergo que en este prgogramá se encuentre como en casa señorgita, estamos a puntó de empezarg la temporgada y espergo el 100% de todo el equipó, así que me alegrgo de tenegla con nosotrgos."

Christine estaba a punto de responderle a su jefe que no tenía demasiada idea de niños ni de baby-showers pero no alcanzó a abrir la boca. Nada menos que Seth Meyer apareció por allí.

Al parecer, el actor ni se percató de su presencia, así que no le pareció prudente a la muchacha interrumpir la conversación para ofrecerle algún refrigerio.

Con diligencia, se puso a ordenar el lugar y verificó que la cafetera continuara funcionando. Mientras se ocupaba de esos menesteres, otro hombre, de muy buen porte y acento extranjero se acercó a saludar.

-Mucho gusto señor. Soy Christine... Christine Lamas, la nueva encargada del catering. No sabe lo contenta que estoy de haber conseguido este puesto- nuevamente con las mejillas del color de un tomate oscuro, Christine correspondió al galante saludo con un amago de reverencia que resultó gracioso pero no irreverente.

-¿Desea que le sirva algo antes del discurso... señor?- al parecer, se trataba de alguien importante, así que debía esforzarse por demostrar que era capaz de llevar con eficiencia esas tareas.

oh, no cenesitó nadá tovía señorgia, pergo en mi opinión, es horga de trasladag algo de condumio solidó a dentrgo del estudio parga la fiesta y simplemente dejaglo ahi, tiene mi pergmiso para cuando tergmine el trgaslado, tomargse un pequeño descanso hasta que se le vuelva a necesitag
y con eso, me despido con una pequeña reverencia y cuando me doy la vuelta, me relamo pensando en la sangre que hay en esas mejillas...y me dirijo al estudio

Observo la escena entre Ville y la chica nueva, Christine. Seguro que está deseando "hincarle" el diente pero el equipo humano está prohibido tocarlo, normas de la casa. Sonrío maliciosamente.

-En fín, es hora de volver al trabajo- apuro el vaso de leche. Aún me queda un rato libre antes de que empiece la reunión en el Estudio asi que saco mi Blackberry y reviso mis mensajes, uno a uno, hay que velar por los negocios...

Noto el modo vibración de mi movil, el que uso sólo para los de casa. Anne Marie. Jeffrey y Caroline la están poniendo de los nervios y casi me suplica que no me retrase al volver a casa.

-Si, no te preocupes querida, trata de calmarte, no lo hacen con malicia.

Silencio.

-Annie, preciosa, usa esos cristales tuyos para equilibrar tus chakras y relájate, ya es suficiente con un stressado en casa. Si, si, ya lo sé, ya sé que pueden ser muy irritantes, no les escuches y listo.

Me veo interrumpido (o "salvado") por mi úlcera estomacal. Salgo corriendo a los baños más cercanos, donde vomito el vaso entero de leche. Me limpio la boca y me paso agua por la cara. Algo mejor, salgo del baño.

-Mierda de úlcera, realmente va a acabar conmigo.

Me dirijo hacia el Estudio para prepararme para la reunión (oseáse, aposentarme en algún rincón oscuro y cómodo y cerrar los ojos).

Vaya, que mano tan fría tiene este señor. Espero que no sufra de problemas circulatorios...

Christine se despidió de Villepame e inmediatamente puso manos a la obra con lo que le habían encargado. En unos quince minutos, el estudio estuvo repleto de bocaditos dulces y salados, gaseosas, aguas con y sin gas, con y sin sabor y algunos termos con café. La muchacha no creyó conveniente llevar nada que tuviera alcohol, no conocía el mundo del espectáculo desde adentro, pero supuso que, como en el resto de los trabajos, cuando se está con el deber, nada de placer.

Cuando pudo tomarse un respiro, se cercioró de que su cuadernito y su lapicera estuvieran en el bolsillo de su uniforme. Aún no había encontrado nada digno de ser anotado allí, pero no estaba de más encontrarse preparada para cuando la ocasión así lo quisiera.